Tres meses de Plaxo. Desde mediados de Noviembre...

Tres meses de Plaxo. Desde mediados de Noviembre, cuando, después de haber recibido como nueve plaxogramas, decidí instalar el programa, las estadísticas parecen interesantes. Plaxo llevaba en activo aproximadamente seis meses cuando yo decidí instalarlo, y estaba rozando la marca de un millón de usuarios registrados (que alcanzaron el 17 de Diciembre). ¿Cómo ha funcionado para mí? En la libreta de direcciones que yo tenía en aquel entonces, 532 contactos, había 171 que no tenían dirección de e-mail (supongo que en gran medida debido al hecho de compartir libreta de direcciones con el teléfono móvil). Había seis contactos duplicados, lo cual deja un total de 355 contactos. Sobre esos, envié un total de 97 plaxogramas, de los que 28 se han bajado el programa y dado de alta en Plaxo. Treinta y dos me han confirmado sus datos o enviado su dirección actualizada, y 14 han sido devueltos por dirección incorrecta, que ha sido eliminada de su ficha. Cincuenta y una personas no han respondido, por la razón que sea, a mi plaxograma, entre otras, personas que, curiosamente, veo todos los días.

En el medio, he escrito un artículo sobre ellos en Expansión, y he hecho unas cuantas menciones en clases y conferencias. No se que tal calificaré como «infeccioso» en la clasificación de diseminadores del marketing viral de Plaxo, pero he recibido un mensaje de su Vice Presidente de Marketing, Peter Lester, interesándose por el artículo, y he desarrollado una nueva línea de investigación que me tiene fascinado. En breve, empezaré la redacción del caso Plaxo. Estas cosas son las que a uno le gustan de estar en el mundo académico…

8 comentarios

  • #001
    catuxa - 15 febrero 2004 - 14:11

    Nunca había oido nada acerca de Plaxo, he leído tu articulo de Expansión y parece interesante, habra que probarlo. Yo me descargue el Spoke hace unas semanas, pero creo que nada tiene que ver con este nuevo programa que comentas.

  • #002
    Enrique Dans - 15 febrero 2004 - 14:48

    No, Spoke entra dentro de la categoría de «redes sociales» (si es que se pueden hacer categorías en un mundo como este que se mueve tanto)… en ese sentido estaría más relacionado con eConozco, con alguna prestación claramente diferenciada. Plaxo es también un buen ejemplo de economías de red, pero no orientado a red social, sino a algo más específico.

  • #003
    catuxa - 15 febrero 2004 - 16:02

    Gracias por el apunte Enrique, creo que lo he entendido!

  • #004
    Albert - 16 febrero 2004 - 11:12

    Pero las ‘redes sociales’ pueden entrar en el terreno de plaxo, que al final no es más que una ‘agenda activa’ hipervitaminada

    ;)))))

  • #005
    Julio - 16 febrero 2004 - 12:25

    Curioso. A mi me han «plaxeado» un par de veces, pero, con lo propenso que soy a estas cosas, no han conseguido infectarme. Me parece muy intrusivo el envío, aunque sea seleccionado de plaxogramas. No veo que se ofrezca ningún beneficio al receptor del mensaje…

    Por otro lado, Spoke, aunque sea una red social, tiene alguna función «Spoke intouch» muy parecida a las de plaxo.

  • #006
    Enrique Peñarroja - 16 febrero 2004 - 16:02

    Ya se que en cuanto a confidencialidad de nuestros datos esta todo perdido porque seguro que figuran en un montón de ficheros, pero pienso que la propuesta de Plaxo, que a nivel de comodidad y practicidad considero muy interesante, en el aspecto de privacidad es facilitar las cosas al enemigo, pues aunque los señores de Plaxo pongan todos los medios a su alcance para proteger nuestros datos, lo que hace un hombre puede desahacerlo otro.

    Salud

  • #007
    Alvaro - 3 junio 2007 - 01:20

    Plaxo parece ser el sueño de un spammer: personas de altos recursos y educación, comparten voluntariamente sus datos más intimos.
    Y el dia que hackeen el sitio Plaxo qué pasará?
    No gracias, prefiero contratar a un latinoamericano desempleado para depurar mis emails, en lugar de compartir mis datos con Plaxo.

  • #008
    Alvaro - 3 junio 2007 - 01:22

    Enrique: Créeme que las «51 personas no han respondido, por la razón que sea, a mi plaxograma, entre otras, personas que, curiosamente, veo todos los días», piensan igual que yo o francamente no quieren bajar otro programa que los obligue a memorizar otro password más innecesariamente.

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