La verificación en redes sociales como supuesto privilegio

Twitter, Google+ and Facebook verified accountsUn artículo reciente en Engadget, «The perks of being ‘somebody’ online« habla acerca de los supuestos privilegios asociados con los procesos de verificación de identidad en las redes sociales, y juega, absurdamente a mi entender, con la idea de una internet «con clases» en la que la marca de verificación determina algún tipo de «categoría», de «lo tienes o no lo tienes».

La idea me parece directamente ridícula. La verificación en las redes sociales es un proceso revestido de una cierta oscuridad: de manera general, no puede ser solicitado, sino que es «concedido», tanto en Twitter, como en Google+ o en Facebook. Cuando una marca o persona quiere obtener la verificación, se ve obligada a contactar a la red social de maneras no específicamente definidas, y solicitarlo en base a criterios como la popularidad, el interés o los posibles problemas derivados de actuales o posibles suplantaciones.

Twitter fue la que inició el proceso: en una red en la que cualquiera puede abrir un perfil con el nombre que desee, sin más requisitos que una dirección de correo electrónico, la gestión de la identidad representó un problema desde sus inicios. Cuando Twitter comenzó a orientarse a los personajes famosos, muchos se encontraron con que las cuentas con su nombre estaban ya en uso, y debían ser recuperadas. Salvado ese primer problema, con el que la red tuvo escasos miramientos y consideraciones, surgió el de cómo asegurar a los seguidores de un perfil determinado que ese perfil pertenecía a quien ellos creían, y no a alguien que se hacían pasar por él con propósitos que podían ir desde la admiración o el homenaje, hasta la crítica o lo satírico. La marca de verificación comenzó a asignarse a ese tipo de perfiles marcadamente asimétricos, algo que en aquel momento tenía un enorme interés para la popularización de la red social. Tras un pequeño ensayo con un formulario en el año 2008, se optó por un mecanismo de concesión unilateral, mediante un proceso que podemos ver descrito, por ejemplo, por Anil Dash. El proceso de verificación se acompaña del hecho de ser seguido por la cuenta @verified, lo que nos permite asumir que en este momento deben existir algo más de ciento dos mil cuentas verificadas en la red. El proceso no es perfecto: hay «famosos famosísimos» que no tienen su cuenta verificada, e incluso se conocen errores notables derivados del proceso.

El siguiente en ofrecer este tipo de servicio de verificación de identidad fue Google+. En una red en la que las normas exigían el uso de nombres reales, este tipo de marca tenía mucho menos sentido, pero comenzó a ofrecerse poco tiempo después de su debut, a aquellas cuentas que mostraban una dinámica muy fuerte de ser añadidas a muchos círculos. De nuevo la asimetría, y de nuevo un proceso poco transparente y difícil de trazar, una manera de asegurar a quienes buscaban esas cuentas para seguirlas que realmente estaban siguiendo a quienes ellos pretendían seguir.

En Facebook, la señal de verificación comenzó a utilizarse hace muy poco tiempo, y también como algo que parte de la propia red, que se inicia con la recepción de un correo electrónico que el usuario no solicita. De nuevo, un proceso que supuestamente incluye a «celebridades, periodistas, políticos y marcas o negocios populares» y que no puede ser solicitado, sino que debe ser concedido por la propia Facebook.

Personalmente, tengo mi identidad verificada en las tres redes sociales, pero nunca me ha parecido ningún tipo de privilegio especial – ni mucho menos algún tipo de «marca de estatus» – sino algo que las redes, en virtud de su propio interés por captar más usuarios, deciden ofrecer como servicio a aquellos que puedan estar interesados en seguirme. Obviamente, no soy ningún famoso, soy una persona que puede caminar por cualquier sitio de manera completamente anónima – y cuando alguien me saluda, suele ser porque me ha visto en clase o en alguna conferencia, no porque reconozca mi cara por haberla visto en ningún sitio. La idea de que una cuenta verificada supone algún tipo de privilegio es algo que se me escapa: como mucho, el privilegio será que quien esté interesado en seguirme por la razón que sea, tenga la seguridad de estar siguiéndome a mí, y no a alguien que se hace pasar por mí… es decir, que el servicio es a esa persona o a la herramienta, no a mí. La posibilidad de discutir si alguien «se merece o no» la verificación, como comenta el artículo de Engadget, me resulta directamente estúpida y sin sentido. La verificación aparece cuando a quien gestiona la red le interesa que aparezca, no hay más.

La contrapartida, en el caso de Twitter, es el acceso a algunas analíticas interesantes para situaciones de asimetría, en el de Facebook o el de Google+ no he visto nada especial. Por otro lado, no son muchos los que saben lo que significa ese pequeño símbolo que aparece asociado a mi perfil, y sí me ha pasado en ocasiones que personas que acabo de conocer en un evento se equivoquen de cuenta y empiecen a seguir sin quererlo a alguien que utiliza mi nombre. Tener o no tener la marca de verificación nunca ha afectado a mi trabajo lo más mínimo, y no me hace tener más seguidores o menos, como puedo comprobar por las analíticas: en ninguno de los tres casos, el ritmo de llegada de seguidores se vio afectado por la aparición de la verificación.

Sinceramente, creo que la marca de verificación tiene muy poco que ver con élites, con privilegios o con estatus. Si alguien realmente se cree algo por tener ese simbolito, me preocuparía seriamente por su nivel de inteligencia. Si lo tienes, es porque la red en la que compartes cosas que haces, dices, piensas o escribes tiene interés en hacer que sea más fácil localizarte, porque han detectado que, por la razón que sea, generas interés en algún tema concreto, y quieren hacer que aquellos que en virtud de ese interés, te quieran localizar, puedan hacerlo más fácilmente y con menos errores. Ellos sabrán, ellos tienen las analíticas, y ellos toman las decisiones al respecto. Por lo demás, el interés que supone ver cómo cuestiones como la asimetría son gestionadas en un contexto electrónico cuya popularización se ha convertido ya en un signo de nuestro tiempo.

 

This article is also available in English in my Medium page, “Verification on the social networks: a sign of the times«

12 comentarios

  • #001
    Daniel - 8 agosto 2014 - 18:25

    ¿Es verdadero o falso que también verifican cuentas a quienes hagan una inversión grande en publicidad en Twitter? Al respecto he visto marcas como CITI, Netflix o Bridgestone que a nivel regional tienen sus cuentas verificadas. Y con certeza a mil marcas más con cuentas verificadas.

  • #002
    Gorki - 8 agosto 2014 - 21:14

    Pues no me parece mal que si yo quiero seguir a eDans, haya algún sitio que diga que el Enrique Dans que sigo en una RRSS, es el Emrique Dans que pretendo seguir y no uno que se ha apropiado de su nombre.

    Solo que la cosa no es tan sencilla, por mi auténtico nombre y apellido, que no voy a decir aquí, pero que creanme es menos corriente que José Pérez o Mariano López, hay al menos que yo sepaotros tres señores que apareen por la red, y otrs muchos parientes mios que te tienen el mismo nombre y primer apellido pero no el segundo, Eso hace que conmigo haya al menos cuatro que coincide imos en nombre y dos apellidos.

    ¿Cual de los cuatro verificaría el sistema? ¿Se merecen los tres no verificados ser considerados fakes del verificado?. No veo claro que se valide a un señor por tener un determinado nombre y apellido, habría que añadir mas datos como por ejemplo su DNI. para garantizar su auténtica personalidad de alguien. Otra cosa son las Marcas registradas si alguien utiliza el nombre de Coca Cola y no es la fabrica de bebidas, es un fake con seguridad.

  • #003
    Gorki - 8 agosto 2014 - 21:23

    Por otra parte, falsos nombres y apellidos, pueden querer ser seguidos porque aun siendo falsos, son el distintivo de alguien real. Por ejemplo muchos actores tienen un nombre que no es el suyo real, pero es claro que quien siguiera a nuestra Saritisima, sigue a la Sara Montiel, cuyo nombre real es Mº Antonia Abad y no a quien se llame por ley Sara Montiél. Lo que complica mas aún que entendemos por identidad verificada.

  • #004
    Goomer - 8 agosto 2014 - 23:28

    Pues para alguien que busca tener cierta relevancia, el estar certificado es un espaldarazo, y un cierto, lo estás haciendo bien. Así que yo creo que si es para sentirse orgulloso, y en cierta forma es un privilegio, en el sentido de estar reconocido tu trabajo.

    Desde mi punto de vista personal, cuando para el blog que empecé a escribir, creé una página en FB, conseguí aproximadamente de seguidores un tercio de mis contactos, jeje, un éxito total. Como se suele decir, modo sarcástico off :D

  • #005
    acerswap - 9 agosto 2014 - 03:20

    Digo yo que algo si que hara, aunque sea minimamente, el que una red te catalogue como persona de interes. ¿Acaso no influye en la publicidad que tal o cual famoso promocione un producto? Si un corredor promociona unas zapatillas o una bebida isotonica puede tener interes, pero recientemente veo anuncios de futbolistas comiendo una determinada marca de patatas fritas y supongo que si los publicistas recurren a eso es porque les es rentable.

    Estoy seguro de que si dos personas igualmente desconocidas dieran una conferencia sobre un mismo tema y fueran contratados por gente que no les conoce, la persona con cuenta verificada cobraria mas.

    Cuando utilizas un servicio como Uber, o comprando por eBay supongo que te fijas en las opiniones. Si tienes que elegir entre una persona sin comentarios y otra en la que todos dicen «ofrece lo que dice, nada mas», ¿acaso no confias en la segunda? ¿No hay un refran que dice «mas vale malo conocido que bueno por conocer»?

  • #006
    Bruno Villar - 9 agosto 2014 - 12:14

    Enrique el privilegio no es para ti por estar verificado, el privilegio es para los usuarios que te siguen que saben de verdad que eres tu y no alguien que te suplanta la identidad.

  • #007
    Xaquín - 9 agosto 2014 - 12:32

    Suponiendo que funcione bien (vivimos en sociedades que favorecen la corrupción como si estuviera en el ADN)…resulta sintomático del tipo de sociedad que padecemos que sea preciso aclarar que la verificación es (debe ser) un servicio al usuario (seguidor) de la red social (nada tan parecido, por cierto, al mundo analógico!).

  • #008
    Enrique Dans - 9 agosto 2014 - 12:34

    #006: Pues eso es lo que digo en el artículo, precisamente… :-)

  • #009
    Xaquín - 9 agosto 2014 - 12:34

    …un error en la frase final: quería decir, nada tan distinto…

  • #010
    Gorki - 9 agosto 2014 - 13:03

    #007 Xaquín
    Pues con la aclaración final, entiendo aun menos lo que quieres decir. En el mundo real tenemos que llevar constantemente encima el DNI, como señal de autentificación de quien somos. No vale decir soy Enrique Dans, he de tener un DNI a ese nombre, con una foto que se parezca a mi cara mpara que me crean en coas tan sencillas como retirar un paquete de correos.

    Pues parece razonable que en el mundo digital, tengamos algún tipo de autentificación para asegurar que somos quien decimos que somos.

  • #011
    Pablo - 9 agosto 2014 - 19:31

    Enrique,

    un off topic.

    Deberías ver la película Begin Again solo por la respuesta que da la cantante a la discográfica cuando la quieren fichar.
    Algo está cambiando.

  • #012
    Enrique Dans - 9 agosto 2014 - 21:24

    #011: pues eres la tercera persona que me la recomienda, vamos a tener que ir a verla :-)

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