Repositorios visuales: el verdadero cuaderno de bitácora

logbookHace ya bastante tiempo que empecé a utilizar dos herramientas, Pinterest y Flipboard, como almacenes del contenido que había encontrado interesante en mi lectura diaria de noticias. El caso de Flipboard es digno de ser seguido, porque responde a una estrategia que va desplegándose lentamente de la mano de sus co-fundadores, y que la convierte hoy en una herramienta muy diferente de la que parecía iba a ser en sus inicios. El de Pinterest lo es más si cabe, porque sus fundadores pensaron la herramienta desde sus inicios como algo abierto, que iría definiéndose a medida que sus usuarios le daban forma. Muchas de las funciones de Pinterest, como su capacidad para generar feeds RSS de un usuario simplemente escribiendo /feed.rss/ tras el nombre del mismo en la barra del navegador, están ahí realmente para explorar sus posibilidades, sin un propósito definido.

Con el tiempo, ambas herramientas se han convertido en lo que para mí es mi verdadero cuaderno de bitácora: aunque ese paralelismo solía utilizarse hace años para aludir a los blogs, la verdad es que cada día más, siento que mi bitácora, mi registro de navegación, no está en el blog, sino en ese tipo de repositorios. El blog, a estas alturas, es claramente otra cosa: puedo recurrir a él para encontrar algo que dije o pensé en un momento dado, pero lo que realmente registra mis paseos por la red son herramientas de este tipo.

El secreto está, para mí, en convertirlas en herramientas sencillas y visuales: en ambos casos funciono con un botón en el navegador, que me permite pasar noticias al repositorio en dos o tres clics. En mi caso, intento hacerlo con un cierto criterio: generalmente paso ahí las noticias que más me han interesado, escogiendo además la o las fuentes que han hecho un tratamiento que me ha parecido más adecuado. Pero más allá de mi propio uso, creo que la reflexión interesante está en la direccionalidad: el blog supone una vía de salida, una información que se produce y que fluye hacia otras personas, mientras que herramientas como Flipboard o Pinterest suponen vías de entrada. Del mismo modo que el cuaderno de bitácora almacenaba las incidencias de la navegación, que provenían del entorno externo que rodeaba a quien apuntaba entradas en él. El blog, para mí, se ha convertido en otra cosa.

En paralelo, y también con un botón en la barra del navegador, continúo utilizando Delicious (utilicé Google Bookmarks una temporada, y solo me sirvió para darme cuenta de lo limitado que era), pero le doy un propósito mucho más interno: viene a ser el sitio donde guardo cosas que pienso reutilizar o utilizar como referencia para mí mismo, generalmente en temas que tienen que ver con mi desempeño profesional o con mis hobbies (cuestiones que, en mi caso, se mezclan bastante entre sí). Delicious es una herramienta mucho más potente que Pinterest o Flipboard, en las que se echa de menos una función de búsqueda potente que permita rebuscar en tus propios archivos, pero carece de su brillantez visual (innecesaria, por otro lado, en una herramienta que nació con otros propósitos). Delicious es, en muchos sentidos, una herramienta de investigación: una búsqueda en Delicious permite acceder a una versión de la web «curada» por los usuarios, a la que solo llega aquello que alguien consideró digno de ser guardado y categorizado, y los resultados en muchas ocasiones son muchísimo más interesantes que en el mejor buscador. También similar, aunque algo más limitado en el tiempo por la naturaleza efímera de la herramienta, es el uso que hago de los favoritos en Twitter: bien almacenar algo que alguien ha dicho y me ha parecido interesante, o guardar temporalmente un enlace que no tengo en ese momento tiempo de leer.

Herramientas que evolucionan, como lo hace nuestro uso de la web. Para mí, el principal problema asociado al uso de la web como herramienta de trabajo es su desmesurada extensión y la necesidad de suplementar mi memoria con extensiones que me permitan acceder a lo que encontré en un momento determinado. Mis entradas de información son cada día más variadas: fundamentalmente feeds RSS, pero también infinidad de fuentes sociales y procesos basados en muchos casos en la más pura serendipia. Contar con herramientas sencillas, visuales y cómodas para dejar constancia de lo que has leído y contar con un hilo desde el que volver a llegar al ovillo ha pasado a resultar una necesidad fundamental.

 

(This post is also available in English in my Medium page, “Visual repositories: the real logbook«)

5 comentarios

  • #001
    mercadder - 11 agosto 2013 - 14:39

    Los favoritos de los navegadores han sido el desastre más impresionante, para mi nunca han sido lo suficientemente inteligentes para ayudarme en la preselección de información. Por ello me quedo con Twitter y sus listas, porque además me hace sentir que voy en un stream, y no estoy leyendo agua pasada.

    En el área de la música nadie, excepto YouTube, me ha servido, quizá por mi naturaleza propia de memoria gráfica. Allí también veo los reviews. Pinterest lo uso para cosas de diseño en general, ropa, etc, algo que necesariamente debe ser visual.

    En el tema de las listas usaba Listas del iPhone, ahora me están gustando los Recordatorios. Y más allá, uso Tap Forms que es una base de datos donde puedes crear lo que sea. Evernote me parece complicado y sobrecargado. No me he visto en la necesidad de usar otro cliente de correos que los que trae el iPhone.

    Pero hay de todo para todos los gustos y bolsillos. Antes usábamos megas y ahora son gigas. Estamos consumiendo más información cada vez, y debemos usar estas herramientas para procesarlas y no perder la perspectiva.

  • #002
    Javier - 11 agosto 2013 - 15:17

    Pues si, debería haber una aplicación informática que permita archivar de forma indexada las páginas webs que te interesan. Algo asi como marcadores, pero tu le pones un tag, y zas la pagina guardada al disco duro en una especie de enciclopedia.

  • #003
    Carlos (econ) - 12 agosto 2013 - 12:26

    Pinterest da la opción de incrustar fotos en el blog, pero al cabo del tiempo se rompe el enlace y mis cutre-blogs se quedaron huérfanos de contenido visual.

    Solo me queda usarlo como almacen de Enlaces… como Delicious… pero solo quiero una opción…

    Google Bookmarks o Contacts, ni me lo planteo. Si google no defiende mis datos, no tienen futuro, dos razones de peso para buscar alternativas mejores.

    P.D. Estoy impresionado con youtubers como Vegetta777 o WillyRex, que ya tienen mas de un millón de subscriptores y unos ingresos ¿millonarios?. Vegetta777 comenta que se metió en Youtube porque no le va la basura del corazón con la que llenan TV. Parece que millones pensamos igual. Este fin de semana he montado un HTPC con XBMC. Adiós a la TV, a partir de ahora en vez de escoger un canal, escojo una web.

  • #004
    mercadder - 13 agosto 2013 - 17:52

    Carlos 003 parece que estamos dejando la TV tradicional y usando más internet. Tambien lo veo, en hombres y mujeres por cierto.

    Ahora, huir de la telebasura para ir a la youtubasura es lo mismo, la audiencia es casi la misma, el medio es otro, la «cutrez» también evoluciona.

  • #005
    Carlos (econ) - 13 agosto 2013 - 19:11

    #004 Mercadder, lo que es cutre es nuestra insoportable levedad, ser fruto de millones de años de evolución que han dado forma a un subconsciente irracional que domina nuestra vida y toma «nuestras» decisiones.

    A finales de lo 50 hubo un primer mega proyecto en informática con la idea de hacer un traductor y al analizar su fracaso, la principal crítica era la propia formulación del proyecto, «hacer un traductor» es vago y genérico, hay que dividir y subdividir el problema en parte definidas con concreción y manejables.

    La «cutrez» es un proyecto en desarrollo, dale tiempo al tiempo.

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