El vídeo como contenido 2.0

Un estudio cuantitativo realizado por Jorge Gallardo Camacho y Ana Jorge Alonso sobre doscientos setenta y ocho vídeos y más de seiscientos cincuenta millones de visitas en YouTube titulado «La baja interacción del espectador de vídeos en Internet: caso Youtube España» demuestra la escasa interactividad provocada por los contenidos de vídeo en la red: cuando vemos vídeo, heredamos en gran medida la actitud pasiva habitual de los medios tradicionales unidireccionales, y reducimos la interacción en forma de comentarios, respuestas o valoraciones a niveles mínimos, en torno al uno por mil.

Las conclusiones del estudio coinciden con lo que muchos podemos comprobar habitualmente en nuestro uso de la red: la inserción de un vídeo, aunque pueda llegar a provocar un elevado número de visualizaciones, reduce notablemente el número de reacciones generadas en forma de comentarios, seguimiento de vínculos, valoraciones y otro tipo de participaciones más activas e implicadas. En cierto sentido, la activación del botón Play provoca el paso de una actitud activa, caracterizada por la inclinación sobre el teclado (leanforward), a una actitud pasiva similar a la de «recostado en el sofá» (leanback), habitual cuando consumimos contenido televisivo, y que no invita a la interacción característica de la llamada Web 2.0, en la que a pesar de predominar también el componente pasivo (lurker), los porcentajes de participación se mueven en cifras superiores en varios órdenes de magnitud, caracterizados por la típica proporción del 1:9:90.

Sin duda, un tema a tener en cuenta por lo que conlleva de extensión a modelos de atención de diversos tipos de contenido en la web, y que podría explicar, por ejemplo, las bajas tasas de monetización de sitios de vídeo a través de publicidad en modelos de pay-per-click o pay-per-action. El vídeo es, indudablemente, una muy interesante forma de expresión y difusión de contenidos, en muchos casos muy atractiva y muy adecuada para la circulación mediante modelos virales. Pero a la hora de generar una participación genuinamente activa y bidireccional, no funciona igual: YouTube y las páginas de vídeo en general son mucho más repositorios de contenidos en vídeo o «televisiones con infinitos canales» que sitios que podamos considerar realmente 2.0 en su funcionamiento. Parece claro que el hecho de que la vía de retorno exista y sea posible tecnológicamente, no conlleva de manera necesaria que los usuarios la vayan a querer utilizar.

21 comentarios

  • #001
    Aitor Calero García - 17 octubre 2010 - 10:59

    Totalmente de acuerdo. En mi blog al principio publicaba vídeos, pero dejé de hacerlo por la poca repercusión que tenían. Luego me enteré de que sí gustaban, pero prácticamente nunca se votaban o re-tuiteaban, y claro, el esfuerzo de producir y editar el vídeo es mayor que con los posts, así que no merecía la pena.
    Quizá habría que cambiar el formato y mezclar vídeo y texto accionable para sacar todo su provecho.

  • #002
    Hector - 17 octubre 2010 - 11:12

    La conclusión del estudio es relativa, concluye sobre una primera etapa del video online, televisiva y youtuvera. Es cierto que hay una necesaria y evidente pasividad ante el video online en tanto que sigue reproduciendo formatos televisivos. Pero estamos entrando en una etapa mas Web del consumo de vídeos que llegará al televisor. Lo que viene contiene interactividad de otro tipo. Uno, desplazamos la interactividad al televisor o la caja, que es quien filtra, personaliza el consumo, empaqueta. Dos, viene el Social Video, que permite socializar lo que vemos, compartirlo, reciclarlo. Las formas interactivas del video online vienen apuntando.

  • #003
    Manuel González - 17 octubre 2010 - 11:21

    ¿Dice el estudio si la respuesta se midió exclusivamente en el mismo entorno de la publicación del medio?. Tal vez la respuesta a mucha de estas publicacones tienen lugar fuera de la limitada y casi desconocida red social configurada en torno a Youtube y por el contrario de difunde y extiende por redes mas conocidas como Facebook, MySpace, Tuenti o Twitter, quedando Youtube como simple repositorio.

  • #004
    njekaterina - 17 octubre 2010 - 11:22

    muy interesante y tiene toda la razón

  • #005
    Joan Ayats - 17 octubre 2010 - 11:58

    Discrepo.
    2.0 no significa que los receptores del contenido puedan dejar comentarios. Esto ya se podia hacer antes en webs, tv (via sms), prensa, … El concepto se debe considerar como la facilidad de cualquier persona para crear su propio canal de comunicación y interactuar asi directamente con el resto de la red.
    En este sentido, Youtube es una de la mas grandes herramientas 2.0 existentes.

    Saludos,

  • #006
    Enrique Dans - 17 octubre 2010 - 12:30

    #003: en este caso se mide la respuesta directa en el mismo canal. Efectivamente, sería interesante seguir la cadena de vínculos y comparar resultados.

    #005: Joan, no se trata de «atacar» o «menospreciar» a YouTube y herramientas similares. Coincido contigo en que 2.0 es dar la capacidad de que cualquier se convierta en emisor, pero también implica bidireccionalidad simultánea: sin ella, estaríamos construyendo algo muy pobre.

  • #007
    Alberto - 17 octubre 2010 - 12:32

    Un inciso.

    Tampoco hay porqué empeñarse en socializarlo todo. El dospuntocerísmo está muy bien, pero no tiene porqué acaparar el 100% de nuestra vida en la red. Precisamente una cosa que me gusta mucho del iPad es que me permite interactuar en Internet en modo leanback («recostado en el sofá»), que es una forma de internetear mucho más reflexiva, y no por ello pasiva. Que el iPad no sea multitarea no es para mi un problema, es una bendición en estos tiempos acelerados de sobreabundancia de información. La mono-tarea y la intro-actividad (esto es, la concentración y la reflexión) es mucho más eficaz si se quiere hacer las cosas sin comprometer la calidad.

    Perdón por el desbarre, pero es que esta mañana me siento filósofo.

  • #008
    Krigan - 17 octubre 2010 - 12:42

    Además de lo ya comentado por #3 (que la interacción se produzca, pero fuera de Youtube), también puede ocurrir con los vídeos que seamos lurkers en algunos, y «activos» con otros. El fenómeno lurker existe, como mínimo, desde los tiempos de Fidonet, y siempre ha ocurrido que los que somos activos en unos sitios somos lurkers en otros.

    Ignoro si hay gente que es lurker en todos los sitios, pero podría ocurrir que el «siempre lurker» fuera un caso raro, lo mismo que el «siempre activo». Enrique, ¿eres un lurker de la mayoría de los sitios que visitas? Yo sí.

  • #009
    Gonzalo Martín - 17 octubre 2010 - 12:48

    La muestra que emplean, parece ser, mide los comentarios dentro de youtube a los vídeos y no los que se producen en los sites donde se incrustan o, mejor dicho, además de los que se producen en un lado y otro. Quisiera medir de la misma forma en, por ejemplo, las páginas de El Cocinero Fiel, donde el número de comentarios – enriquecedores además – de sus visitantes es con frecuencia alto. ¿Comparado con qué? ¿Sirve para sus propósitos como videoblogger? Quizá eso sea lo importante por el concepto de su site ¿En el caso de la extinta Balzac.tv eran bajos o extraña ese tipo de participación?. Que el video ni se consume igual ni se produce igual que el texto es casi una obviedad (y, por seguir planteando inquietudes metodológicas: ¿hemos cruzado datos con la capacidad del vídeo de mantener la atención? sólo hay que ver las curvas que mide youtube de abandono de los videos para plantearnos algunas cosas más), pero no sé si debemos preocuparnos por esto: que no respondan los patrones de consumo a lo que el blogger desea para su página es una visión parcial de la cuestión. Poniéndonos 2.0, no sé si se trata de medir el número de «me gusta» y estrellitas que hace la gente que es, algo, en realidad, banal, o de medir las conversaciones reales que provoca un vídeo. ¿Un vídeo? Un contenido, mejor.

    Esa pasividad que los autores conceden al video no tiene en cuenta cuánta gente lo ha recomendado a otras vía enlaces, por ponernos a buscar otro espacio de una interactividad y una participación tan escurridiza de delimitar. Los autores tienden a negar la capacidad de crear una cierta posición que ellos denominan con cita a otros autores de «liberadora» del vídeo como alternativa informativa, echando un jarro de agua fría a la visión idílica llamémosle dospuntocerista en la que la sociedad en pleno se pone a producir contenidos de alto valor de producción. Esa visión idílica hace tiempo que, creo, no se la toma en serio nadie. Porque lo esencial, después de todo, en lo que se refiere a vídeo, como en lo que se refiere a texto, reside en la desintermediación y en la personalización: acabamos de ver cómo un sindicato ha creado agenda pública con unos vídeos que ilustraban sus posiciones creando un reguero de conversación alrededor de ellos (en blogs y más allá de los blogs), unos vídeos que jamás se hubieran emitido íntegros en las televisiones convencionales y que tenían un lenguaje narrativo propio del vídeo.

    En definitiva, esta es la cuestión, la capacidad de crear y llegar a audiencias de modo autónomo a las decisiones de los conglomerados político/mediáticos junto a la capacidad de definir consumos propios sin que la linealidad que impone la televisión tradicional sea una necesidad. La medición que realizan es, sin duda, interesante para explorar las conductas en «medios sociales» pero creo que hay mucho más que contemplar e investigar y trabajar sobre lo que supone el vídeo en relación con el mundo de internet y probablemente mucho más interesante en términos de interactuación: ¿tenemos en cuenta las páginas de deliberación de fans de contenidos audiovisuales para saber si el video genera o no genera participación? Muchos creadores participan en propuestas de desarrollo de vídeo en concursos creativos abiertos, acabamos de ver un experimento de Ridley Scott con YouTube, para producir colaborativamente… medir si ponemos más estrellas o comentarios en general, en blogs o en YouTube, no deja de tener su interés pero resulta tremendamente fragmentado.

  • #010
    Luarca65 - 17 octubre 2010 - 16:35

    #008 Krigan

    Menos mal que alguien no solo habla con propiedad sino que ademas emplea el termino adecuado: lurker.

    Por mas que todo quisqui enarbole el dospuntocerismo como bandera, lo cierto es que el «lurkerismo», sigue siendo, (y seguira siendo, pese a quien pese) el grueso receptor de la informacion, venga de foros, blogs, textos, videos…

    Todo lo mas, el lurker puede verse contagiado por el efecto viral de comentar o compartir con allegados y conocidos, los contenidos que a su juicio, pueden ser relevantes.

    Dejaria de ser entonces un lurker para ser un «virus» o transmisor? (para este caso si ignoro si existe termino asociado)

    como bien se comenta en #003 (si no lo interpreto mal) quizas el problema de estos «estudios concienzudos» (juasss) es que se producen en un entorno limitado (y de moda).

    Dices Krigan, que ocurria desde tiempos de Fidonet. Te digo yo que ocurria desde bastante antes (hablo de España, ex-NC de VViSiON/VMail). XDDD Lo normal era en una BBS tener 500/1000 users y tan solo 20 razonablemente «activos».

    Tomo como referencia el blog de enrique. Tiene la ostia de lectores, pero…

    Cuantos realmente aportan contenido? Donde esta aqui el dospuntocerismo?

    Yo mismo, que de vez en cuando vengo a tocarle los menudillos: realmente aporto algo con mis comentarios? Fomento efecto 2.0? Mas bien no.

    El video puede ser una herramienta mucho mas llamativa. Pero creo (se me corrija) que para que fuera realmente efectiva, deberiamos hablar de multiconferencia. Aqui si veria un apunte de feedback 2.0.

    Que 200 usuarios comenten un video, es exactamente lo mismo que comenten una entrada en un blog: nada.

    Valorar la interactividad en el hecho de pulsar «Play», es lo mismo que si para ver la entrada del blog, obligas a pulsar «Leer». Solo es una «molestia» mas para el user.

  • #011
    Anoni - 17 octubre 2010 - 18:28

    Estoy bastante de acuerdo con los comentarios de Luarca y Krigan.

    Pero también creo que habría que tener en cuenta otros factores, pues venimos de una cultura televisiva que, aunque evidentemente tiende a cambiar y evolucionar hacia la interactividad todavía sigue el modelo emisor (activo)-receptor (pasivo).

    Por otra parte no siempre se tienen ganas inmediatamente después de ver un vídeo de comentarlo sin ninguna elaboración o análisis de lo que has visto. Y mas tarde, cuando crees que tienes algo que decir sobre el mismo puede resultar que ya sea un tema de ayer.

    Otra cosa que me ocurre no se a los demás) es que ya no suelo leer los comentarios que incluye la gente en Youtube pues lo he hecho antes y en general no los encuentro interesantes; me he acostumbrado a pasar.

  • #012
    oollmmaann - 17 octubre 2010 - 18:40

    Yo creo que la capacidad que tenemos de ser creadores de contenidos audiovisuales viene acompañado por una simplificación de los procesos de edición, que antes sólo estaba al alcance de los que se dedicaban a ello a nivel profesional. La fotografía digitial ha formado más fotografos y de alguna manera más videocreadores, que tienen a su alcance cámaras capaces de dar un resultado en full HD, tan bueno como para exponerse en cine. Lo intersante será cuando se convierta en un mecanismo de comunicación más masivo, por el que hayamos pasado un buen número de personas, en el que algunos nuevos creadores serán capaces de competir en calidad con los canales oficiales. Pero además, al introducir Internet al televisor, los programas de usuarios estarán a la par del resto de la programación y en formatos más variados.

    El 2.0 del audiovisual vendrá cuando colectivos de individuos sean capaces de coordinarse en un proceso de creación audiovisual desde el guión hasta el output final a través de un crowdsourcing transparente que compense a todos equitativamente su participación, creatividad e ideas, convertidas finalmente en una peli, un programa, una serie,…

  • #013
    Gorki - 17 octubre 2010 - 19:08

    Cada uno cuenta la feria según le va. En mi caso conseguir comentarios en cualquier canal es una asignatura pendiente que no se como aprobar.

    Hasta la fecha he escrito en mi blog dos años y medio, 1103 post que ha sido leídos por 743.102 personas y he obtenido 1.938 comentarios de los cuales un 40% serán míos pues. ya que tan tengo pocos comentarios que puedo permitirme el lujo de responderlos. Es decir que como media, por cada post, tengo 700 lectores y un solo comentario

    Por otra parte, he «producido y exhibido» solo 11 vídeos,(tengo otro experimentales que no exhibo), y he tenido 97.111 visionados y 17 comentarios, es decir mas o menos 950 visionados por vídeo y 1,5 mensajes, lo que a groso moda da parecidos números de participación.

    No discuto las estadísticas presentadas, pues lo mío es solo una muestra sin valor estadístico, pero en mi caso, es similares la (escasa) respuesta escrita en ambos canales y además estoy con #009 Gonzalo Nartín, que no se tiene en cuenta que una parte de los comentarios se escriben donde se incrustan los vídeos, lo que desvirtúan mucho el razonamiento, pues doy fe que esos vídeos produjeron algún comentario en el post que ilustraban.

  • #014
    Joan Ayats - 17 octubre 2010 - 20:20

    #006 Sí, pienso que los argumentos del post son correctos y no se trata, efectivamente, de menospreciar nada.
    Pero siempre he defendido el argumento que la bidireccionalidad no tiene que darse en un solo medio, si no que puede haber dialogo usando cada participante sus propios canales.
    En Twitter no dejamos comentarios en la cuenta del otro, sino que utilizamos nuestro propio canal para interactuar.
    Obviamente la edicion de video es de por si mas compleja que un simple texto y ello reduce la capacidad de Youtube para que la gente emita contenidos propios.

    Incluso en el caso del «cortar/pegar» fragmentos de televisión lo que esta haciendo el propietario de la cuenta no es otra cosa que difundir un contenido que considera relevante.

    No obstante, yo tambien pienso que Youtube es una de las aplicaciones que tiene camino para evolucionar como herramienta 2.0

    Saludos,
    y gracias Enrique por ofrecernos un blog de referencia en la red.

  • #015
    jose luis portela - 17 octubre 2010 - 23:17

    Yo me hago la siguiente pregunta. Esto es motivado porque el video invita a no comentar o es por otra cosa. Si analizo yo creo que la clave esta en el tipo de contenido y no en el formato. Me explico. Si pienso en los ultimos 10 post por ejemplo que he leido, todos tenian una informacion y novedad importante y por tanto invitaban a contestar. Si pienso en los ultimos 10 videos no ocurre lo mismo, y al menos en mi caso por este motivo interactuo menos con videos

    saludos

  • #016
    Krigan - 18 octubre 2010 - 00:53

    #10 En un blog a menudo lo más interesante son los comentarios, aunque también es cierto que a menudo estos son triviales.

    Sí hay un antes y un después del 2.0. La clásica página estática de Geocities o Lycos seguían siendo un canal unidireccional. La diferencia con la televisión estaba en que todo el mundo podía tener su propia web, pero sólo unos pocos podían tener su propio canal de tv. Con los blogs, por el contrario, todo el mundo puede participar en la web de otro. Esto tiene varias consecuencias: se hace mucho más difícil manipular la información, aparecen en el mismo canal otros puntos de vista con lo cual el internauta acaba adoptando una visión más polifacética y crítica de la realidad, etc.

    Los lurkers siempre han estado y siempre estarán, pero ¿es malo ser un lurker? No creo en el dospuntocerismo extremo. Si alguien dice «tienes que participar» en lugar de «puedes participar», creo que eso es un error, lo mismo que si antes alguien hubiera dicho «tienes que tener una web en Geocities o Lycos». En aquella época Linus Torvalds hizo una web personal, y se limitó a poner la foto de su bebé. Para eso podía haberse ahorrado la molestia, esta clase de cosas están mejor en Facebook (que entonces no existía).

    PS: Enrique también usó la palabra lurker en su artículo.

  • #017
    Luarca65 - 18 octubre 2010 - 10:02

    #016 Krigan
    «Los lurkers siempre han estado y siempre estarán, pero ¿es malo ser un lurker?»

    Para el caso que nos ocupa (y en general) no lo creo. Hice el apunte de la palabra «correcta» (como ex informatico), pero en realidad, deberiamos decir/usar: «espectador».

    Sin espectadores, no hay audiencia por bien/interesante que sea tu trabajo (texto/video) o el medio (Prensa/BBS/Blog/Tv/Radio…).

    Donde estaria el exito de este blog, sin sus lectores?

    Sobre ese feedback de comentarios, como bien han apuntado por aqui, en el caso de este blog, si pueden ser relevantes, pero en el caso de Youtube, te encuentras de todo, en su mayoria, cada vez mas alejados al contenido mostrado (tipo discusiones nacionalistas, solo porque el director de un video musical, que ya no es ni el interprete, tiene un hermano que compra en una pescaderia que pertenece al sobrino de un cabecilla de etnia determinada)

    Realmente los comentarios son tan relevantes en los entornos llamados 2.0?
    ¿Implica «interactividad», 2000 de esos comentarios bajo un video musical vulgar y corriente con el que no pintan nada?

    Yo hablaria de exito si realmente esa interactividad fuera fruto y alimentara al contenido, pero si no es asi, se queda en simple ruido de fondo (o basura).
    ps.- si, me di cuenta al releer. Enrique uso lurker y a mi se me paso. Mis disculpas.

  • #018
    Simón - 18 octubre 2010 - 15:19

    yo he tenido más de un millón de visionados de vídeo y miles de comentarios, aunque en mi blog todavía no he arrancado. Creo que este artículo, si bien es correcto, no enfoca sobre lo realmente importante y es que el lenguaje de expresión en la red está cambiando. El texto «plano», el mundo centrado en textos que hasta ahora era lo esencial en el conocmiento está cambiando y vamos hacia un entorno en donde predomina la expresión artística como elemento esencial e integrador de la persona. El idioma del arte se va a convertir, lo está haciendo ya, en el nuevo alfabetismo y lo que hemos dejado de «lado» durante tantos años a raiz de la revolución industrial, ese exagerado racionalismo, va a dar lugar o lo está haciendo ya (leáse a Jason Ohler por ejemplo) a una integración del cuerpo y las emociones en la singularidad humana.

  • #019
    Antonio Molina - 20 octubre 2010 - 14:13

    Me gustaria saber que porcentaje de visitas que no comentaron en Youtube si lo hizieron en otros lugares, twitter, facebook, tuenti….
    El video es un complemento fuendamental.
    Saludos

  • #020
    Elena V. - 26 octubre 2010 - 21:01

    Un aspecto que sólo queda reflejado en un breve párrafo al final del artículo es la influencia de la necesidad de registro para poner un simple «Me gusta» en los vídeos de Youtube. Para escribir aquí, me ha bastado escribir mi nombre y dirección de correo, sin tener que pasar por el engorro de acceder a ninguna página de registro. Hasta el momento, no he sentido la más remota necesidad de registrarme en Youtube, y supongo que eso les sucede a la mayoría de los usuarios, que pueden compartir vídeos (la forma de «interactividad» sin duda más frecuente en ese medio) sin hacerlo.

  • #021
    Herramienta SEO - 29 octubre 2010 - 06:55

    Creo que cada vez tendemos más interactuar con los sitios webs y a la gente le gusta más esta postura activa, que la pasiva. Los videos cada día son más importantes para transmitir contenido de forma rápida y efectiva.
    Saludos.

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