La expansión de los vehículos autónomos ya no es una promesa remota: se ha convertido en una campaña global donde los grandes proveedores se están disputando ya ciudades, licencias, regulaciones, flotas y mapas. Un reciente artículo del Wall Street Journal sobre cómo las empresas chinas y estadounidenses preparan servicios de robotaxi en China, «Riding in a Chinese robotaxi is pretty smooth—that’s a problem for Waymo«, subraya la magnitud del cambio que se avecina.
Empresas como Baidu (a través de Apollo Go), WeRide, Pony.ai y Waymo ya han identificado los ingredientes clave de esta segunda ola de automóviles autónomos en ciudades de medio mundo tras su consolidación total en algunas ciudades norteamericanas y chinas: ciudades preparadas, permisos regulatorios, flotas de datos, y mapas urbanos hiperdetallados. Baidu ya ha superado los once millones de trayectos de robotaxi en China, y planea, en alianza con Uber, expandirse a Oriente Medio y Europa.
Pero en esta carrera no es sólo una lucha entre compañías: compiten también diferentes modelos tecnológicos y esquemas de operación. Por un lado, los proveedores chinos y estadounidenses mayoritarios han apostado por sensores múltiples (LiDAR, radar, cámaras), por cartografía urbana de altísima resolución, y por una conexión permanente de las flotas con los centros de datos. Por otro lado, aparece Tesla, con un planteamiento casi opuesto en el que la clave no es mapear cada centímetro de la ciudad con sus baches y obras incluidos, sino que cada coche «aprenda a ver por sí mismo».
La estrategia de Tesla responde precisamente a esa idea: un sistema basado solo en visión y cámaras, sin LiDAR, y sin mapas pre-cartografiados e hiper-actualizados de alto nivel. Porque la barrera de entrada es clara: se puede invertir para obtener una microcartografía muy detallada de una ciudad, ¿pero quién va a conseguir mantenerla permanentemente actualizada? ¿Quién logra que cada vez que aparece un bache, que se lleva a cabo un mantenimiento o que se planifica una obra, se actualice también en los mapas? No parece nada sencillo.
Las ciudades que están dispuestas a dejar entrar a estos vehículos demandan de entrada, bien por prudencia o por ignorancia, una cartografía muy fina: redes de calles, semáforos, bolardos, patrones peatonales. Esa micro-cartografía permite que el automóvil autónomo «sepa» dónde está, cómo moverse, qué comportamiento anticipar. En China esto se ve con claridad: al permitir el servicio comercial en ciudades de primer nivel como Beijing, Shanghai o Shenzhen, el gobierno ha acelerado el desarrollo de mapas específicos y ha reactivado licencias que antes estaban congeladas.
Para la operativa eficiente de flotas de robotaxis, las exigencias son vehículos conectados, algoritmos que se actualizan en tiempo real, centros de datos, sensores redundantes y permisos locales que permitan operar sin conductor. Esta lógica forma parte de un nuevo ecosistema urbano que desplaza al usuario individual y privilegia la infraestructura de movilidad como servicio. Según un análisis de EqualOcean, el mercado global de robotaxi podría entrar en una ventana clave entre 2025 y 2026.
Aquí es donde la divergencia tecnológica de Tesla genera una disrupción interesante: mientras Waymo, Baidu o Pony.ai apuestan por la precisión del mapeado y las redundancias, Tesla sostiene que los sensores basados sólo en visión pueden escalar más rápido y a menor coste: menos infraestructura, menos dependencia del centro de datos, más coches que aprenden. La estrategia de Tesla de sólo cámaras prioriza claramente la eficiencia y la escalabilidad, y convierte al vehículo en una unidad independiente que puede conducir autónomamente incluso aunque falle la conexión de datos.
Esta dicotomía (infraestructura pesada vs. vehículo autónomo inteligente) plantea interrogantes clave para las ciudades y los reguladores: ¿qué modelo promoverán? ¿Qué nivel de seguridad exigirán antes de desplegar cientos o miles de vehículos sin conductores humanos a bordo? ¿Y qué pasará si entran ambos modelos en competencia directa?
También plantea incertidumbres para los ciudadanos: un servicio de robotaxi supone menos coches privados, más flotas compartidas, mayor densidad de datos y sensores urbanos. Ese escenario puede ser beneficioso (menos emisiones, mayor movilidad), pero también conlleva riesgos: ¿quién gestiona esos datos? Terminada ya la estúpida y persistente paranoia de si el coche tenía que tomar decisiones para matar a unos o a otros, que nunca tuvo ningún recorrido, ¿qué sucede cuando un coche autónomo se equivoca?
En última instancia, la expansión de los coches que se conducen solos nos obliga a repensar qué es una ciudad, qué es la movilidad, y quién controla el movimiento de vehículos en ella. Mientras tanto, las compañías preparan los mapas, los algoritmos y las licencias, y los vehículos autónomos están ya a punto de llegar a las ciudades que estén dispuestas a aceptarlos, con la idea de posibilitar una evolución de sus patrones de movilidad urbana, con un desincentivo del vehículo privado. La pregunta no es tanto cuándo, sino cómo. Y en ese «cómo» se juega buena parte del poder tecnológico y de los escenarios urbanos de la próxima década.
This article is also available on Medium, «Connected fleets or intelligent cars? The battle over autonomous strategy«


Como en el cuento de Pedro y el lobo, algún día llegará de verdad el robotaxi a mi ciudad y no me lo creeré.
Vienes hablndo del tema como algo inminente desde 2014
Cuando el futuro se asoma ya a cinco años vista
Amen
Repítelo despacio: cin-co-a-ños. Eso es 2020, llega en seguida
No se lo tomes a mal, es la comprobación de que el optimismo del Sr. Dans no tiene límites racionales pero, si no fuera por eso, ¿de qué discutiríamos nosotros?
Pues no sé dónde ves lo irracional. Desde hace más de un año, los robotaxis son tan normales en San Francisco que las parejas se meten a darse el lote en ellos. Y en 2025, están extendiéndose desde las ciudades en las que ya son normales, hasta otras de medio mundo. No veo el error de cálculo, francamente…
Eso decía yo en las revisiones de matematicas: el planteamiento es correcto, que se me haya ido un término al despejar, es el stress del momento.
Enrique me has recordado lo de los brotes verdes de ZP. Eran ciertos, pero por alguna razón….
Te das cuenta que el domingo es un día jodido tiene más posibilidades de tizazo…
Aprovecho para una cita cinéfila
¿Habéis visto la pelicula española que puede ir a los Oscar: Sirat? Me ha sorprendido mucho, para bien
Coincido. Me ha gustado mucho.
En los plazos, sr. Dans, sobretodo en los plazos.
A veces en cómo se desarrollan -para mal- las cosas -Airbnb, Glovo- pero en general en los plazos.
Los VE siguen siendo minoritarios, los coches no son autónomos, las renovables iban bien pero, mal implementadas, retrasan su expansión, las baterías avanzan lentamente en su evolución…
Prefiero discutir contigo de las tetas de Afrodita, que del «hoy no mañana» de Mota…
De todas formas, decir que ya existen coches autónomos que solo circulan dentro de algunas ciudades. es como afirmar que el coche eléctrico era una realidad en 1970 porque había coches eléctricos de choque que circulaban libremente y con con pasajeros dentro de las pistas de las ferias.
Para cuando un coche autónomo que circule de San Francisco a Nueva York. o de Pekin a Shanghai. Lo que realmente echamos en falta y eso si cambiaria muchas cosas, son los transportes por carretera sin conductor. (también echo en falta los drones de mercancías a larga distancia)
Europa pondrá todo tipo de trabas con el fin de proteger determinados negocios y chiringuitos.
«cada coche «aprenda a ver por sí mismo»» (EDans).
Es curioso que esta máxima tan inteligente y tan apropiada para hablar de la educación de una IH, y, como no, de una IA (de verdad), sea propuesta por una empresa que dirige uno de los mayores cerebros mononeuronales del planeta. Y digo mono, porque hay bastantes pretendientes al trono del ceroneuronal… o incluso en modo negativo.
Porque volver al Número 5 de años ha, cuando su IA no daba más que para abarrotar su ROM, cual alumno de profe que machaca la chapatoria, con las enciclopedias y libros editadas por entonces, no lo hacían precisamente muy inteligente, aunque estuviera muy cortocircuitado. Y eso parece ser la pretensión tan avanzada, de que una IA motorizada, se dedique solo a mirar mapas digitales y atender a destrezas ya aprendidas de antemano. Lo más in!!!
Y que, por cierto, siempre será más fácil de piratear.
¿Menos vehiculos privados? No veo que la gente haya dejado de tener coche porque existan los taxis.
Para que eso ocurra, entiendo que el servicio de taxi debería ser mucho más barato que el actual. Si no, simplemente todo seguiría igual. Y no parece que eso vaya a ocurrir a corto. ¿A partir de qué precio del servicio de taxi empezaría el cambio?
«…Esta dicotomía (infraestructura pesada vs. vehículo autónomo inteligente)…» i.e. o elegimos entre un servicio que aunque funciona es caro , e intuyo que poco escalable o seguimos esperando que la tecnología madure hasta un verdadero VA…
Personalmente me gusta la opción de Tesla, además concuerda con el pensamiento de Musk, si vamos a pensar, pensemos a lo grande.
Pero ambos, nos indican creo, que al VA nivel 4 o 5 o como lo quieran llamar, aquel en el que no sea necesario ni mapeado ni monitorización ni nada externo, aún le falta. De hecho, se sigue investigando en temas de control y robótica de automoción en universidades. (p.ej., mis amigos del Dpto, de Robótica de la UPV).
Leo que Waymo tinene pensado desplegarse en Londres en 2026 https://waymo.com/blog/2025/10/hello-london-your-waymo-ride-is-arriving. Será muy interesante verlos operar en una ciudad europea, circular por Londres no es nada facil, y donde ademas existe un servicio de taxi tan potente y del que están orgullosos.