Europa, la guerra y la recuperación verde

IMAGE: E. Dans (CC BY)

Tras dos crisis tan importantes como una pandemia y una guerra a las puertas de sus fronteras, el interés por una recuperación verde de la economía europea es cada vez mayor y más evidente.

Por un lado, las medidas de revitalización de la economía tras el COVID apuntan a la posibilidad de orientar la recuperación de la actividad mediante la reconversión de las infraestructuras energéticas aún mayoritariamente basadas en el carbón, de países de la Europa del Este como Bulgaria, la República Checa, Polonia o Rumanía, hacia las energías renovables, algo que se estima podría desbloquear un total de 54,000 millones de euros en inversiones y unos 45,000 puestos de trabajo.

Por el otro, la invasión de Ucrania por parte de Rusia convierte en absolutamente prioritaria la reducción de la dependencia de Europa del carbón, petróleo y gas procedente de Rusia, un socio obviamente indeseable y que introduce una enorme inestabilidad en el panorama energético. La paradoja es evidente: ha tenido que llegar una catástrofe humanitaria tan importante como esa para que Europa se plantee medidas que pueden terminar siendo la clave para el cumplimiento del Acuerdo de París, fundamental de cara al futuro.

¿Hasta qué punto ha acelerado la guerra en Ucrania la transformación del tejido energético europeo? Por el momento, todo indica que bastante. Los Países Bajos acaban de anunciar un plan para duplicar su capacidad de generación de electricidad mediante eólica marina en el año 2030. Francia acaba de poner fin a los subsidios a calderas de gas para centrarse ahora en los sistemas de aerotermia, sin duda una de las grandes promesas en eficiencia energética en el ámbito doméstico. Bélgica pospone el cierre de sus centrales nucleares, inicialmente establecido en 2025, también como resultado de la crisis rusa. Italia apuesta también por un fuerte desarrollo de parques eólicos marinos en el Mediterráneo, mientras el Reino Unido elimina trabas y obstáculos administrativos para la construcción de parques eólicos en tierra firme.

Alemania acelera todavía más la expansión de sus renovables, revitalizando las subvenciones para la instalación de placas solares en tejados domésticos y planificando un incremento de parques solares desde los 5GW actuales hasta 20GW en el año 2028, así como fuertes incrementos en eólica terrestre y marina, y la prohibición de la venta de vehículos de combustión en el año 2035. El país dedicará un total de 200,000 millones de euros a la protección contra la emergencia climática, con el fin de balancear los 100,000 millones que dedicará al refuerzo del gasto militar. Austria acaba de anunciar 250 millones de euros dedicados a la inversión en energías renovables, con la idea de que cada planta solar acerca más al país a la independencia energética. Además, la Comisión Europea ha duplicado el dimensionamiento de la producción de biometano a partir de residuos de la agricultura, con el fin de que llegue a cubrir entre el 30% y el 35% del total del gas que se importa de Rusia.

Muchas inversiones, una fuerte aceleración de la descarbonización en general, y todo ello debido a la llamada de atención que supone depender de un vecino tan poco fiable y tan peligroso como Rusia. Decididamente, la invasión de Ucrania ha generado no solo una fuerte alarma, sino también la imperiosa necesidad de tomar medidas para desvincularse del agresor.

Independientemente de cómo termine la guerra, la evidencia es clara: durante largos años hemos alimentado un monstruo, y es el momento no solo de dejar de hacerlo, sino también de pasar página con respecto a los nocivos productos que nos vendía. El fin de los combustibles fósiles es sin duda la mayor transición tecnológica de la historia de la humanidad, y la guerra iniciada por Rusia en Ucrania parece haber contribuido a acelerarla.


This article is also available in English on my Medium page, «How the war in Ukraine could speed up the transition to a greener European economy»

13 comentarios

  • #001
    Gorki - 20 marzo 2022 - 17:25

    ¡¡¡Que si!!!.

    Pero, de veras, el problema de HOY de Europa, es ver como se calientan las casas el invierno de 2023 y no como lo harán en el año 2050. Suerte que hay carbón en Polonia.

    • Juan T. - 20 marzo 2022 - 21:43

      Y justamente ese es problema por el que Putin creía que no habría bemoles para que Europa se le enfrentara. Pues ha calculado mal y ya ves que no corta el suministro.

      • Gorki - 20 marzo 2022 - 21:45

        Quien no lo corta es occidente, que sigue pagando religiosamente el gas

    • Rodrigo - 21 marzo 2022 - 08:19

      ¡Qué optimista te veo Gorki! A ver cómo llegamos al verano del 2022.

      • Gorki - 21 marzo 2022 - 09:30

        Mi optimismo es algo conocido.

  • #006
    Antontxu - 20 marzo 2022 - 17:42

    Eliminar la dependencia energética de países con regímenes «no de fiar» y fomentar la producción local de energía renovable, alimentos, tecnología y otros bienes industriales.
    Habrá que hacer sacrificios, pero a ver si ahora que le hemos visto las orejas al lobo espabilamos de una vez.

  • #007
    Xaquín - 21 marzo 2022 - 10:24

    Verde que te quiero verde… con un homo sapiens que mata poetas (por el simple de serlo) y que no se pone de acuerdo en considerar quién invade a otro país (su grado real de responsabilidad en el hecho concreto de «iniciar una guerra»)… ¿que coño de recuperación podemos esperar?

  • #008
    Carlos - 21 marzo 2022 - 12:24

    La soberanía mediante fotovoltaica requerirá también que las placas solares se produzcan en Europa y no en China como ocurre en la actualidad.

  • #009
    Ignacio - 21 marzo 2022 - 16:13

    ¿Realmente se puede a corto plazo sustituir el gas ruso por renovables?

    ¿Tiene sentido que la política energética sea planificada por burócratas?

    Conviene preguntarse estas cosas porque las empresas están parando la actividad y algunas personas de clase media pasan frío en su casa.

    Espero que los centros de poder que nos gobiernan, aunque la mayoría no los hemos elegido directamente, en esta ocasión, además de acertar con su bolsillo, acierten con nuestro interés, porque hasta ahora nos han llevado al desastre.

    • Salvador - 21 marzo 2022 - 17:50

      «algunas personas de clase media pasan frío en su casa.»

      ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Solo te acuerdas de los de la clase media: clasista !!!!!!!!!

      Tengo unos techos altísimos y la calefacción es eléctrica
      Esperanza Aguirre

      • Ignacio - 21 marzo 2022 - 19:06

        Era una forma de decir que la luz realmente ha subido muchísimo y no solo afecta a personas de bajos recursos.

        He visto el enlace, son unas declaraciones Aguirre de 2015, pero no le pillo muy bien el punto, no se que quiere decirme.

  • #012
    Lua - 21 marzo 2022 - 20:45

    Y mientras tanto, el gobierno «mas progresista de la historia», regala el Sahara a Marruecos, y encabrona a Algeria, que era nuestra salida gasistica…

    Vamos bien…. (conste, por si aun no quedo claro, que no soy de derechas, tampoco de izquierdas extremas, pero la economia no entiende de giroscopios)

  • #013
    LEON - 22 marzo 2022 - 03:40

    Años de gobiernos incompetentes poniendo dificultades al desarrollo de las renovables en España, posiblemente el país de Europa con mejores características para su implantación y la mejor tecnología autóctona, para ahora lamentarnos….

    Es poco conocido pero en España se produjeron los mayores avances en tecnología fotovoltaica, Antonio Luque fue el artífice pero su empresa ISOFOTON fracasó por la misma razón que hace que el intelecto español tenga éxito en cualquier parte menos en España.

    En eólica tuvimos Gamesa, que llego a ser el mayor fabricante mundial de aerogeneradores, hoy en manos de Siemens, la historia de siempre.

    Mientras los muy eficientes gobiernos españoles se dedicaban y dedican a poner todas las trabas posibles al desarrollo de las renovables con métodos tan deleznables como el célebre impuesto al Sol que obligaba a pagar a la eléctricas por la energía que uno mismo generaba, lo mismo que si se obligara a pagar a los ciclistas por la gasolina que dejan de consumir al no usar el coche.

    El tema de la eólica marina mejor ni tocarlo, la regulación se la espera para el mes de Junio, de 2000, 2001………..2022,2022,2023….3000, 3001,…. no creo que lleguemos a verla salvo que algún oligarca español, que haberlos haylos, o extranjero, «convenza» al gobierno de turno de su interés por el tema.

    Ahora a lamentarse, bueno los parias, porque las empresa del oligopolio que están vendiendo a precios estratoféricos la electricidad generada a coste prácticamente nulo, esos aplauden con las orejas.

    ¿El gobierno pregunta usted? el gobierno sigue en la tarea de retrasar cualquier medida que pueda ir en contra de los intereses de aquellos que serán sus próximos patrones cuando atraviesen las puertas giratorias para llegar al Olimpo de los consejos de administración.

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