Amazon, el retail y la experimentación

IMAGE: Shinya Suzuki on Flickr (CC BY)

Amazon anuncia el cierre de sus 68 tiendas físicas Amazon Books, Amazon Pop-up y Amazon 4-stars, experimentos que la marca había desarrollado a lo largo de los años, para concentrarse en sus supermercados Amazon Go, Amazon Fresh y Whole Foods Market, y en una tienda de tipo grandes almacenes en la que está trabajando.

El cierre no impacta especialmente las cuentas del gigante de la distribución: se calcula que la facturación de estas tiendas, que algunos calificaban como de meros experimentos, era de tan solo un 3% sobre los 137,000 millones de dólares de facturación de la compañía el pasado trimestre, pero sí permiten hacer algunas reflexiones sobre las decisiones de una compañía que, tras haber provocado de manera directa o indirecta el cierre de muchísimas tiendas de todo tipo en todo el mundo, desiste ahora de seguir experimentando en algunas categorías.

Cuando Amazon anunció la apertura de Amazon Books en el año 2015, muchos plantearon lo interesante que resultaba que la compañía, en lugar de descartar completamente la venta de libros en tiendas físicas, experimentase con la idea de mantener ese canal. Algunos llegaron a utilizar el caso como una prueba de que la distribución física en algunas categorías de producto no estaba muerta, y que por eso Amazon seguía apostando por ella. Las tiendas Amazon Books eran relativamente pequeñas, pero en ellas podían verse, por ejemplo, experimentos con la recomendación y las evaluaciones, con la selección de stocks, o con las promociones cruzadas con el canal online. Ahora, tras siete años, la marca decide que el segmento de usuarios que siguen queriendo comprar libros en una librería física ya no necesita más atención, que se ha vuelto progresivamente residual, y se concentra en otras categorías en las que el hábito de la compra online parece estar menos implantada.

Resulta muy interesante cómo el final de una pandemia que ha provocado un desplazamiento sin duda significativo hacia la compra online en muchos segmentos resulta ser el momento elegido por Amazon, convertida ya desde hace tiempo en la empresa de distribución más importante del mundo, para cerrar algunas de sus tiendas físicas. Si ni siquiera Amazon, con todo su potencial, es capaz de mantener el interés en ese tipo de tiendas, ¿qué pueden esperar otros propietarios más pequeños? Fundamentalmente, lo que lleva tiempo ocurriendo: una deriva hacia convertirse en tiendas de nicho, con un público de edad cada vez más avanzada. Desde ya hace muchos años, lo primero que le viene a la cabeza a cada vez más personas cuando piensan en comprarse un libro es entrar en Amazon, y ese fenómeno va ocurriendo progresivamente con muchas más categorías, con la excepción de algunas compras en determinadas secciones del supermercado, de la compra de conveniencia (que por su propia naturaleza no tiene tanto sentido en formato online), posiblemente de la moda, y de algún otro experimento, como las peluquerías, que seguramente podamos calificar de anecdótico.

¿Hacia dónde va la distribución física? Es difícil saberlo, pero las decisiones que toma un gigante como Amazon en ese sentido tal vez puedan ser indicativos como pista.


This article is also available in English on my Medium page, «For Amazon, it’s groceries over books when it comes to brick-and-mortar stores»

17 comentarios

  • #001
    Gorki - 7 marzo 2022 - 20:58

    Qué curioso cuando una pequeña tienda cierra, decimos que el propietario cometió el error de no modernizares, porque no se dio cuenta que cambiaban los tiempos y que su inmovilismo le llevó al fracaso,

    Pero cuando lo hace una cadena de tiendas importante, tras siete años de buscar inútilmente el éxito, no hay error en los experimentos con la recomendación y las evaluaciones, con la selección de stocks, o con las promociones cruzadas con el canal onlinea. sino que simplemente el usuario ya no necesita mas atención.

    Amazon ha fracasado en un intento de abrir tiendas físicas – PUNTO -,
    Y además el fracaso se extiende a los supermercados fantasmas que ha abierto . Ha fracasando con Amazon Pantry, (droguería) y se dice que fracasa en Amazon Fresh, (alimentación).

    Puede que lo que lo que ocurra es que en contra de la opinión de Bezós, nos apetezca salir a la calle a comprar, y sólo compremos en Amazon aquello que no creemos encontrar en las tiendas.

    • Lua - 7 marzo 2022 - 21:47

      +1000

    • Chipiron - 8 marzo 2022 - 12:07

      Muy cierto, Gorki.

      Pero es que creo que el problema es más de base. Una entrada de Enrique de hace unas semanas sobre Amazon, contenia un comentario breve que decia:

      «que tiendas??»

      De forma irónica venia a decir que las tiendas tradicionales estaban despareciendo. Y creo que eso es cierto, tanto para Amazon como para los comerciantes de toda la vida, salvando algunos nichos de mercado como la alimentación y la ropa.

      «La culpa»? Pues la moda (o tendencia) a comprar on-line. Y buena parte de ese mercado está tan monopolizado por Amazon que ni sus propias tiendas físicas tienen éxito.

      Os pondré un ejemplo:

      un cuñado mio puso (hace años) una tienda de deportes. El problema es que cuando salia un modelo de bamba, tenia que comprar un stock grande para tener de los diferentes colores y numeros. Vaya, que para dar buen servicio, un stock de narices. Era totalmente inviable entonces y lo es más ahora cuando en Amazon sueles tener todos los colores y tallas siempre en stock.

      De hecho, hasta grandes cadenas como SEARS, si no estan ya en fallida pronto lo estarán.

      Por lo tanto, y es una opinión personal (por eso no pongo referencias), el comercio tradicional tiene un futuro muy negro si no sabe especializarse mucho en nichos de mercado.

      Hace 40 años en mi zona pasó lo mismo con el cultivo de la avellana. Llegó Turquía y se comió el mercado. Que tuvieron que hacer los agricultores? Reinventarse y cultivar otros productos, como olivos.

      Quiere decir eso que estoy en contra de «los tenderos»? No. Pero para bien o para mal, los nuevos tiempos, siempre bajo mi opinión, les van a obligar o a cerrar o a especializarse de forma muy concreta en un nicho de mercado.

      Y en el caso de la ropa, si se estandarizan las tallas y aparecen aplicaciones virtuales que te escanean el cuerpo (o pones tu las medidas) y te muestran virtualmente como te queda una determinada pieza, pues tambien pueden tener los dias contados…

      • Gorki - 8 marzo 2022 - 13:28

        Exacto si quiero un determinado modelo de zapatillas y de un determinado número no me voy a una zapatería porque lo mas probable es que no las tengan, pero en cambio en Llanes donde veraneo hay una zapatería que se ha especializado en vender saldos, es decir zapatos perfectos pero que se descontinúan la producción y que falta alguna talla.

        Pues encontrar una tienda de saldos al pasar y revolver a ver si tienes suerte y encuentras tu número tiene un incentivo, que no tiene Amazon, Y te lo digo, porque yo hace años que solo me compro zapatos en ese lugar.

        El buen comerciante tiene una flexibilidad que no tiene a Amazon

  • #005
    Javier - 8 marzo 2022 - 01:50

    Como ocurre con todas las éticas meritocráticas, su exaltada concepción de la responsabilidad individual es gratificante cuando las cosas van bien, pero desmoralizadora (punitiva incluso) cuando van mal.

    La tiranía del mérito – Michael J. Sandel

    Y si no, siempre se puede retorcer el lenguaje para que se ajuste al mensaje que quiero transmitir

  • #006
    Aitor Menta - 8 marzo 2022 - 09:57

    Al hilo de Amazon, en los últimos días han aparecido en diversos medios, perdón por no poner enlaces ni citar fuentes, está Google para proporcionarlos, la posibilidad de que el gobierno desarrolle un nuevo impuesto o «tasa Amazon» que grave las entregas de paquetería a domicilio, por la ocupación de la vía pública por parte de los repartidores, etc., con diversas especulaciones al respecto, nuevas oportunidades de negocio conllevan nuevas oportunidades de recaudación impositiva, pero de momento nada firme.

    Pero claro, cuando el agua suena, suele ser cuestión de tiempo, ahora mismo con la crisis energética lo mismo no hay eggs, pero todo se andará…

    • Alqvimista - 8 marzo 2022 - 11:28

      Con la pandemia, una tienda de alimentación del barrio pasó a vender por internet con entregas a domicilio.
      Pasaron dos cosas:
      – nunca había vendido tanto (ahora por toda la ciudad);
      – trabaja por la mañana en la tienda y reparte por la tarde.

      Si ahora le cobran por repartir y la tasa no le compensa pero a los clientes les sigue gustando su producto, se cambiará una furgoneta de reparto por cien vehículos privados yendo a la tienda a comprar…
      No sé, pero creo que aquí falla algo.

    • Gorki - 8 marzo 2022 - 11:48

      Los impuestos no los pagan las empresas, ellas solo hacen de recaudadores, Los impuestos los paga el consumidor final. ¿Es justo que page mas impuestos por consumir el mismo objeto, dependiendo de como el objeto llega a su casa? –

      • Lua - 8 marzo 2022 - 16:43

        Las empresas tambien pagan impuestos (algunas mas y otras, contabilidad creativa). El IVA es lo unico que repercute en el consumidor.

        Aun asi, os doy la razon en algo:

        Y aquí llega otra cuestión: mientras que muchas empresas podrían verse perjudicadas, la propia Amazon sería la beneficiada de esta tasa por diferentes razones. No hay que olvidar, primero, que, como ya publicamos hace un año, Amazon comunicó a los vendedores de terceros que utilizan su plataforma para comercializar productos que tenían que pagar una tarifa extra del 3%, que coincide con el porcentaje de la ‘tasa Google’ (algo que también hizo en Francia). Así que, en este nuevo caso, podría volver a hacer lo mismo.

        Por otro lado, Amazon tiene taquillas de entrega y tiendas asociadas por todo el territorio español. Una logística que no se puede permitir cualquier empresa. Si un cliente decide que le dejen el paquete en una de estas taquillas o puntos de reparto, no tendrá que pagar la tasa extra que el Gobierno de España prepara. Pero a otras empresas no les quedará más remedio que hacerlo. Por tanto, Amazon mantendría su fortaleza frente a la competencia.

        La ‘tasa Amazon’ que España busca cobrar en las entregas a domicilio puede beneficiar a Amazon: la lógica tras este impuesto

        • Gorki - 8 marzo 2022 - 17:01

          Repito. El IVA y los impuestos a las empresas, los gastos de fabricación, de almacenaje, de transporte, los salarios,… TODO lo paga el contribuyente final, incluso pronto, si es que ya no lo estamos haciendo, comenzaremos a pagar las consecuencias de la Guerra de Ucrania

          • Lua - 8 marzo 2022 - 17:59

            Que si Gorki… que si… :P

  • #012
    Salvador - 8 marzo 2022 - 12:12

    «era de tan solo un 3% sobre los 137,000 millones de dólares de facturación »

    Lo que ha hecho Amazon no es un experimento, se trata que el 3% son 4110 millones de USD ¿y cierra?

    Haciendo la hipótesis de que la facturación se reparte a pachas, resulta que cada tienda factura la no despreciable cantidad de 60 M$, en donde he quitado ya los 440K$ para que tengan 12 empleados bien pagados…. cada tienda en teoría relativamente pequeñas.

    ¿Que es un experimento? No.

    No somos gilipollas !!

  • #013
    Gorki - 8 marzo 2022 - 13:41

    Los fracasos de Amazon, no son fracasos , son experimentos. : ) : ) : )

    https://www.businessinsider.es/estos-son-mayores-fracasos-amazon-largo-historia-411461

  • #014
    Mauricio - 8 marzo 2022 - 17:18

    Enrique, yo no creo que, tal como afirmas, «el segmento de usuarios que siguen queriendo comprar libros en una librería física ya no necesita más atención, que se ha vuelto progresivamente residual». Creo que la tienda física de libros tiene su lugar y eso es muy claro en Alemania donde siempre hay bastante gente en las principales librerías. Si hay una política local para impedir las guerras de precios, de modo que los libros tengan siempre el mismo costo tanto en Amazon como en la tienda de libros de tu barrio las cosas funcionan bastante bien y más aún si en cualquier librería de tu ciudad puedes pedir el libro que desees y retirarlo al día siguiente.

    Si las tiendas de Amazon Books no han tenido éxito es porque, entre otras cosas, seguramente carecían de algún tipo de incentivo para que la gente a la que le encantan los libros las visite. Por ejemplo, si un español viaja a Ecuador y va a una librería local, ¿qué podría interesarle? Por supuesto que esto depende del tipo de persona, pero entre las cosas que valdría la pena comprar están principalmente novelas o ensayos de autores ecuatorianos o libros sobre el Ecuador que no sea posible conseguir en cualquier otra parte.

    Nunca me topé con una librería Amazon Books, pero me pregunto si tenían algún tipo de vínculo con su entorno o eran simplemente tiendas estándar que lo mismo daba que estuvieran en Boston, Honolulu, Atlanta, Miami o Salt Lake City. Por otro lado, ¿tenía alguna de estas librerías el encanto de la Kulturkaufhaus Dussmann en Berlín, Hugendubel en Fráncfort, Foyles en Londres, la Casa del Libro en Madrid, el Ateneo Grand Splendid en Buenos Aires o incluso de la libreria Lerner del centro de Bogotá o de la antigua Libri Mundi en Quito? Me da la impresión que Amazon no se enfocó en ningún momento en la gente a la que le siguen gustando las librerías físicas.

    • Gorki - 8 marzo 2022 - 18:59

      Puede que en otro tipo de negocio no ocurra, pero en una librería, el librero es tan esencial como el stock de libros de las estanterías.

      Esto es algo que nunca entenderán en Amazon, el error es liminar a quien te atienda y no facilitar los pagos de la compra. Hay cosas que se venden el lineal del supermercado, por hay otras, que deseas que alguien experto te aconseje en la compra.

  • #016
    Jaime - 8 marzo 2022 - 18:18

    Habéis visto como están abundando los anuncios en TV de electrodomésticos especialmente que te recomiendan comprarlos directamente por internet a la fabrica ?

  • #017
    Pepe Gomez - 11 marzo 2022 - 19:33

    En mi modesta opinión Amazon ha vulnerado una ley fundamental del marketing: La Ley de la Percepción. El marketing es una batalla de percepciones, no de productos. Amazon es percibido como compra online, no como tienda física. No acaba de ver a Amazon como El Corte Inglés o cualquier tienda de barrio, ni nunca lo hará.

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