Publicidad y páginas basura

IMAGE: Dog waste - DASonnenfeld (CC BY SA)

Un buen artículo en Wired hoy, «Follow the money: how digital ads subsidize the worst of the web«, traza de manera muy certera una relación que todos conocíamos, pero que seguramente no nos parábamos a pensar: la existente entre la publicidad digital y las peores páginas de la web, aquellas que no aportan prácticamente nada positivo, que se limitan a crear contenido basura o a reproducirlo de otros sitios, y que en muchas ocasiones, están incluso vinculados con actividades potencialmente delictivas.

Es una pregunta que, posiblemente, solo los buenos directores de marketing sepan contestar: ¿en dónde aparecen tus anuncios? En la mayoría de los casos, lo que los directores de marketing hacen es pagar a agencias y a intermediarios, y perder completamente la trazabilidad sobre los lugares en los que aparece su publicidad, que en consecuencia, termina acompañando contenidos de calidad ínfima o inexistente en páginas que son pura inflación que no aporta valor alguno. Todos conocemos esos tipos de páginas: generalmente caemos en ellas a partir de alguna búsqueda, o si nos dedicamos a la creación de contenidos, porque nos aparecen en nuestras propias auto-búsquedas, replicando esos contenidos que hemos creado, generalmente además violando todo tipo de reglas de atribución.

¿Por qué existen todas esas páginas, que te hacen sentir como si internet estuviese toda llena de cagadas de perro sin recoger? Simplemente, porque es muy difícil o costoso llegar a conocer quién está detrás de ellas. Eso nos lleva a un escenario en el que en la red, muchos delitos de este tipo simplemente no están perseguidos, o no compensa perseguirlos por la dificultad de derivar una responsabilidad. Crear una página, llenarla de contenidos copiados de otros sitios, y trufarla con publicidad es algo sumamente sencillo, y que puede generar un dinero razonablemente fácil. Son los basureros o estercoleros de la web, los que adquieren propiedades en declive o los que, simplemente, explotan páginas sin ningún valor añadido.

¿Quieres saber qué es lo que posibilita que existan esas páginas basura? Simplemente, mira qué compañías se publicitan en ellas. Y si sus directivos de marketing no tienen ni la menor idea de que los anuncios de sus productos o servicios aparecen ahí, no pienses que eso es un eximente: eso, en realidad, lo hace mucho peor. Cuando pienses en esos directivos de marketing, asócialos con esos incívicos propietarios de perros que dejan su porquería sin recoger en medio de la calle: es el mismo efecto… sacan a pasear a su presupuesto publicitario por la web, lo van poniendo todo perdido, y en el colmo de la irresponabilidad, ni se enteran.

El fenómeno se relaciona con la gran burbuja de la publicidad en internet, sobre todo de la publicidad programática: marcas que saben perfectamente que la mitad o más de su presupuesto publicitario aparece vinculado a sitios donde jamás tendrá ningún tipo de rendimiento, en donde, de manera efectiva, lo están tirando a la basura. Pero ¿qué ocurre cuando esos anuncios, por aparecer en páginas basura, ya no solo es que no te proporcionen ventas, sino que además, perjudican claramente tu imagen y tu reputación? Si un director de marketing vincula su publicidad no a una página determinada, sino únicamente a las características del usuario al que la expone, ese usuario podrá encontrarse esos anuncios en cualquier sitio, incluyendo las páginas basura que, por lo general, visitará por error.

En consecuencia, lo que nos encontramos es una espiral negativa: ya no es solo que la publicidad online se convierta en demasiado agresiva, persecutoria e intrusiva para muchos usuarios, que nos parezca que nos espía constantemente, que es poco ética o que nos haga infelices, sino que además, por omisión de la vigilancia sobre los sitios en los que aparece, se convierte en responsable de la existencia de la mayoría de la basura de la web. De hecho, es incluso posible que se termine penalizando legalmente a las páginas que utilizan ese tipo de publicidad.

Cuando hablamos de basura, Facebook tiene también mucho que decir: con su democratización de la publicidad y de las herramientas de targeting, la empresa de Mark Zuckerberg es responsable, por ejemplo, de que proliferen anuncios de productos de calidad ínfima, de medicamentos falsos, o incluso de barbaridades como que si te diagnostican un cáncer, tu timeline se pueble de anuncios de falsas curas. Decididamente, la publicidad en la red se ha convertido en una basura que necesita una enorme limpieza.

La próxima vez que entres en una página de esas que seguramente no puedes definir pero que sabes reconocer perfectamente cuando las ves, fíjate bien en qué empresas se anuncian ahí, y apúntalo en su pasivo. Si conoces a su director de marketing, ya lo sabes: es un mal profesional. Si usas sus productos y servicios, toma nota: serán buenos o serán malos, pero se dedican a tirar el dinero y a financiar lo peor de la web. Si todos empezamos a echárselo en cara, es posible que terminen por corregirlo.


This article is also available in English on my Medium page, «Who will rid the web of junk advertising?«


14 comentarios

  • #001
    Pedro Torres Asdrúbal - 28 julio 2020 - 17:56

    PCcomponentes es un ejemplo de quien abusa de su propia página web lleandola de publicidad molesta e incluso engañosa rozando la estafa, el «club de compra».

    Tengo amigos que trabajan allí y no solo confirmaron mis sospechas, me dieron el nombre y apellidos del necio responsable.

    Pero en todo esto huelo a negacionismo, a aceptar que los comportamientos censurables son rentables porque se fundamentan en lo que quiere la mayoría, por ejemplo Trump.

  • #002
    Gorki - 28 julio 2020 - 18:45

    Una vez mas me repito, pero el 12 diciembre 2018, definía en este blog la publicidad contextual de la siguiente forma

    La publicidad de Adsense, la defino como el anuncio situado en una página de alguien que no sabe buscar anunciantes, colocado por Google, que no comprende de qué asunto va la página web, por orden de un anunciantes, que no saben buscar lugares adecuados a su publicidad, para que la lean señores, que no están interesados en la oferta del anuncio y creo que esta definición se puede extender al 90% de la publicidad en Internet.

    Desgraciadamente la publicidad contextual supone la columna vertebral de la economía e de Internet y cuando el anunciante se de cuenta de su ineficacia, no se lo que podrá pasar.

  • #003
    Mauricio - 28 julio 2020 - 19:55

    Enrique, pensemos por un momento no sobre páginas basura sino sobre sitios web normales como el de el diario El Universo, el más importante de Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador. Resulta que de nueve espacios destinados para la publicidad en su página inicial, solamente en dos aparece publicidad local. En los siete restantes lo que yo veo es publicidad en alemán, pues estoy leyendo dicho diario ecuatoriano desde Alemania, y, si tú entras desde España, seguramente esos siete espacios publicitarios los ocuparán empresas españolas.

    Ahora vienen las preguntas: ¿En qué medida un director de marketing de una empresa alemana tiene el necesario conocimiento como para evaluar la conveniencia de que su publicidad aparezca en El Universo de Guayaquil? Los ecuatorianos, en general, consideran que se trata de un diario serio, pero ¿lo sabe el anunciante alemán o solamente confía, más bien, en el criterio de Google? Y si el anuncio apareciera en el vespertino quiteño Ultimas Noticias, que en el contexto ecuatoriano sería un periódico de calidad intermedia, ¿realmente está el anunciante alemán promedio en la capacidad de saber algo sobre dicho diario? ¿O sobre los diarios que leen los cameruneses, marfileños, mozambiqueños, uzbekos, mongoles, yemeníes, indonesios o tailandeses que viven en Alemania? ¿Y si su publicidad apareciera en los más cuestionables periódicos de dichos países?

    A mí, personalmente, me causa cierta gracia cuando encuentro publicidad alemana en diarios ecuatorianos y nunca se me ha ocurrido pensar que la empresa anunciada haya decidido conscientemente mostrar sus anuncios en dichos periódicos, sino que simplemente la «magia» de la publicidad de Google (que casi nunca acierta) ha decidido mostrarme esa publicidad tomando en cuenta el origen geográfico de mi conexión a internet.

    Lo que sí me parece un verdadero desprestigio es que muchos diarios que se supone que son serios llenen la parte inferior de sus artículos con enlaces a noticias irrelevantes procedentes de páginas que merecerían el calificativo de basura. En este caso, el asunto me parece mucho más grave, pues se trata de sitios serios que publicitan sitios basura y que sí podrían determinar con bastante facilidad la calidad de dichos sitios asociados.

    • Ignacio - 29 julio 2020 - 13:00

      Buenos días,

      Me parece un comentario muy acertado, he pensado lo mismo muchas veces.

      Un cordial saludo.

    • OkGeorge - 30 julio 2020 - 10:24

      En la programática no se compran los medios, se compran las audiencias. El anunciante persigue al consumidor por donde navegue. Si navega por el NY Times, un periódico de Camerún o una web basura es algo transparente para el aninciante porque le interesa el usuario y no tanto el medio

      • Enrique Dans - 30 julio 2020 - 11:11

        Ya, si la teoría la conocemos todos. Pero de ahí a navegar por una página de mierda y encontrarte con que la está financiando tu compañía, va un trecho. Eso no debería suceder, a no ser que no nos importe tener la web llena de basura…

  • #007
    Victor - 28 julio 2020 - 20:49

    A mi me hace mucha gracia cómo tiran el dinero algunos. Vemos la típica página «pirata» llena de falsos clics que te intenta abrir ventanas por todas partes, a veces lo consigue incluso a pesar del bloqueador. Esas páginas son cerradas en cero coma, pero a pesar de eso es de suponer que pagarán un dinero por esos clics que realmente no les generan ningún tipo de beneficio. Si tanto les gusta tirar dinero, que me lo den a mi, que prometo gastármelo en alcohol y prostiputas.

  • #008
    Gorki - 28 julio 2020 - 22:52

    De todas formas. no tengo claro qué perjudica al Corte Inglés, el que te encuentres un anuncio de sus almacenes en un página porno.

    Yo cfreo que es peor para el anunciante que el anuncio vaya a ser visto por alguien que n no pertecnece a su «target» de clientes. Y ese si que es un problema real pues pese a las toneladas de información que los anunciantes tiene sobre nosotros, nos envían una publicidad que evidentemente no es adecuada. bien por

  • #009
    Gorki - 28 julio 2020 - 22:57

    que la forma de elegir el target por la empresa anunciadora no es adecuada. bien porque lo que buscan es tener el máximo de visualizaciones, sean útiles o no, para cobrar el anuncio, bien porque toda la tecnología que hay de Big Data no es suficente para extraer un target coherente, sobre los datos que tiene sobre nosotros.

  • #010
    Jan Pla - 29 julio 2020 - 09:44

    Parecido a esto o derivado tal vez, están proliferando muchas webs que pretenden emular estudios comparativos de productos con rankings y análisis completamente falsos que solamente buscan cobrar comisiones por redirigirte a tiendas online, especialmente Amazon, incluso han contaminado portales anteriormente serios y reconocidos, donde hacen buenas comparativas, pero que ahora también buscan ese clik y por mi parte están perdiendo credibilidad, de hecho van a comparar solamente productos que estén a la venta en esas tiendas online y hacen un análisis muy poco crítico o incluso veraz. Para mí también resulta basura, que no aporta y que te dificulta el estudio de productos y servicios siempre bajo la premisa de hacer mucho ruido para callar voces realmente autorizadas, que para oírlas hay que escarbar mucho más.

  • #011
    Dedo-en-la-llaga - 29 julio 2020 - 11:57

    ¿Publicidad en internet? Yo hace años que no sé qué es eso, la verdad. Ni en mi PC (uBlock – Origin), ni en ningún sistema Android, (Blokada). Así que no entiendo tanto revuelo. Eso sí, si desconecto ambos bloquadores, internet se convierte en purita mierda en una cantidad considerable de páginas. Y bajo el sistema Android, ya es para pegarle fuego a todo lo que se menea. Es una línea publicitaria que convierte la publicidad en un nicho de odio, rencor, malas intenciones y que incita al asesinato con arma blanca y a la quema de gente con lanzallamas. Con estos bloqueadores, mi felicidad está, por ahora, garantizada. Es como con tener bloqueadas las actualizaciones de Windows 10, ¡¡¡nunca fui más feliz!!!

  • #012
    Lucas - 29 julio 2020 - 12:22

    Sólo decir que me ha gustado el artículo, y que es de valorar las múltiples referencias que insertas en tus artículos.
    No sé que solución tendrá el problema de las grandes cagadas (plagios, etc) que hay en internet. Me imagino que es un problema de la sociedad que se ha trasladado al mundo digital.

  • #014
    Xaquín - 29 julio 2020 - 19:05

    Me gusta la reflexión. Siempre consideré que la hipérbole literaria era una exageración llevadera. Pero la exageración publicitaria solo puede llevar a la mentira. Empiezan por medias verdades y acaban por decir la mentira más gorda posible.

    Lo mismo que puede haber una cierta honradez en el pirata aventurero (nunca en el corsario), así puede haber algo de candidez humana en el publicista, que intenta no ser demasiado mentiroso.

    Y los intermediarios entre la reina y los corsarios, nunca fueron más que eso : intermediarios. Nunca fueron capaces de entender la globalización de los fenómenos donde intervienen humanos.

    Nada que debatir con los publicistas, claro.

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