La ley es la ley, en la red y fuera de ella

IMAGE: Alexander Kharchenko - 123RFEsto puede marcar un precedente legal muy interesante: la Director of Public Prosecutions del Reino Unido, Alison Saunders,  anuncia en una pieza de opinión en The Guardian titulada «Hate is hate. Online abusers must be dealt with harshly« que los delitos de incitación al odio, acoso, racismo, abuso, odio religioso y otros similares serán perseguidos exactamente igual cuando ocurran a través de la red que cuando tengan lugar fuera de ella.

Un paso hacia la normalización del mundo online como una parte ya significativa del contexto en el que discurre nuestra vida, y una cuestión de lógica palmaria: que te insulten o te acosen a través de una red social no es menos grave que el que lo hagan mediante pintadas en la puerta de tu casa o en plena calle, y en muchos casos, tiene el mismo o incluso peores efectos.

La idea de que es necesario legislar de nuevo para incluir las situaciones derivadas de la llegada de internet se tambalea: los problemas son los mismos de siempre, y las leyes que aplican deben ser, con escasísimas excepciones, las mismas que aplicaban antes de que internet existiese, si es que alguien todavía recuerda cómo era el mundo antes de internet. Las leyes provienen del consenso social obtenido durante mucho tiempo, y tratar de crear nueva legislación para internet es algo que solo se asienta en la ignorancia del contexto online y que en la práctica totalidad de casos supone hiperlegislar, algo que nunca conduce a buen puerto. Los delitos son igual de delitos online que offline, con todo lo que ello debe conllevar: si te roban en la red, es un delito de robo, con el único atenuante de no incluir violencia, pero un robo al fin y al cabo, y ese debe ser el caso para todos los delitos. Las excepciones, en un contexto cada día más normalizado, tienen cada vez menos sentido.

En el caso de Alemania, este tipo de situaciones se dan desde hace ya bastante tiempo: muchas de las cuestiones que son delitos de odio fuera de la red, como la exhibición de simbología nazi, la exaltación de sus posturas ideológicas, la negación del holocausto o la incitación al odio o la violencia por razones raciales o religiosas ya son castigadas del mismo modo tengan lugar en la calle o en la red. Sin embargo, las leyes alemanas parecen excederse en la consideración de la responsabilidad al pretender imponer multas multimillonarias de más de cincuenta millones de euros a las plataformas sociales si no eliminan rápidamente este tipo de contenidos, algo que no sucede fuera de la red (no se multa a un ayuntamiento o al propietario de un edificio por no borrar una pintada rápidamente, por ejemplo) y que marcaría un tratamiento diferencial contra el mundo online que no parece tener demasiado sentido y confunde la responsabilidad de los usuarios, que son los que realmente cometen el delito y los que deben sufrir las consecuencias del mismo, con la de la plataforma, que no es más que el contexto en el que tienen lugar las acciones punibles.

Considerar la red como un entorno diferente ha traído numerosos problemas. La consideración del trolling como «travesuras» ha traído como consecuencia una falsa y peligrosa normalización del discurso del odio, del insulto y del acoso en la red, algo que nunca debería haber ocurrido y que es preciso corregir. Poner una barbaridad en Twitter como reacción a algo es ni más ni menos que eso, poner una barbaridad, y debe conllevar las mismas consecuencias que gritárselo a alguien a la cara en la vía pública o que pintarlo en su portal: si supone acoso, incitación al odio, difamación, abuso, etc. debe tener esa consideración a todos los efectos independientemente de que se haya hecho en la red o fuera de ella, y los usuarios tendrán que tener la madurez suficiente como para entenderlo así, o afrontar las consecuencias.

A medida que el pasar tiempo en la red se convierte en cada vez más normal, tenemos que empezar a considerar el contexto de la red como una parte más de nuestro contexto diario, sujeto a las mismas reglas y leyes, y los jueces tienen que acostumbrarse a pensar en el entorno online como una parte más en la que la justicia se imparte de la misma manera y con las mismas leyes que en un entorno offline con el que tienen, posiblemente, todavía más familiaridad. Con una internet que cuenta su edad ya en décadas y con más de la mitad de la población mundial conectada a la red, ideas como esta representan la única manera lógica de proceder y de avanzar.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “The law is the law, on line and off line» 

11 comentarios

  • #001
    JJ - 22 agosto 2017 - 14:17

    Coincido en todo con el artículo, excepto en las multas alemanas que me parece que se quedan cortas.

    Mejor que multar con 50 millones sería hacerlo con 1000 millones. Así, acabaríamos de una vez con los insultos y de paso nos cargaríamos Twitter y otras redes sociales.

  • #002
    Gorki - 22 agosto 2017 - 14:33

    El problema es que las leyes tiene una aplicación territorial, Por poner un ejemplo vender vino esta prohibido en Arabia, pero no en España, aunque si a menores de 16 años. Prohibición que puede que no exista en Grecia o Portugal (aunque o lo desconozco, aceptemos que puede ser así,),

    Por tanto un bodeguero griego (posiblemente) puede vender vino sin preguntar la edad del comprador, siendo eso totalmente legal en su país, mientras que no lo será en España y mucho menos en Arabia. ¿Puede el gobierno sudanés o español aplicar sus leyes a un bodeguero griego.? – Todos tenemos claro que no.

    Pues igual pasa con los delitos de incitación al odio, acoso, racismo, abuso, odio religioso y otros similares en unos sitios son perseguidos y en otros no se consideran ni siquiera delito. ¿Puede aplicar la ley el Gobierno Británico a un ingles que tiene una pagina web radicada en Arabia, desde donde incita el odio contra los cristianos?

    — Pues como poder puede, claro está, Pero que luego no se extrañe si el autor de una pagina web en Inglaterra, es perseguido por ofensas contra Erdogan, pues en Turquia eso es ilegal.

    Los políticos tienden a olvidar con frecuencia que su poder cesa una vez atraviesan las fronteras de un territorio, pero lo que no cría que Enrique Dans caería en ese error

    • Alberto Guerrero - 22 agosto 2017 - 15:20

      Pero aun así debería de haber un cierto control y castigo para los responsables de esos abusos, acosos, etc.

      • Gorki - 22 agosto 2017 - 17:18

        No digo que no deba haberlos, lo que digo es que con leyes nacionales, no se pueden combatir problemas extraterritoriales, Yo propugno un derecho internacional ,dependiente de la ONU con leyes consensuadas por todos los países representados en el organismo.

        Pues hay una serie de temas que van desde estos temas de difamación y odio racial, a la fuga de impuestos en operaciones por Internet , que tiene que ser controlados por alguien, pero en mi opinión no puede ser con leyes de índole territorial..

        • Goomer - 22 agosto 2017 - 21:19

          Pero es que eso de la ONU no puede suceder. ¿Consensuamos con China, con Turquía, con Trump, con Arabia Saudi, y con Corea del Norte un derecho internacional sobre lo que se debe poder decir y lo que no? De lo que habla Enrique creo que es algo distinto. No he visto estadísticas, pero en principio creo que la mayoría de la gente participa solamente en el trozo de internet en su idioma, y probablemente de forma mayoritaria también en la internet de su país. Partiendo de eso, a ese grupo si se pueden aplicar las leyes locales, por eso las «negociaciones» de las distintas empresas para operar, o no, en China, por ejemplo.

          Y en tu ejemplo del alcohol, supongo que no debe ser complicado programar diferentes requisitos para distintos países según la dirección de envío…

          • Gorki - 22 agosto 2017 - 21:46

            Hay muchas cosas legisladas para todos los paises, las comunicaciones aéreas y marítimas , los correos, Exiten organismos depedientes de la ONU como la OMS , la UNESCO y otros que legislan y organizan asuntos que afectan a todos ´quia y los paises y son respetados por Corea China Turquia y Arabia.

            ¿Por qué no va a conseguirse una legislación para Internet?

  • #007
    Xaquín - 22 agosto 2017 - 17:37

    La red es un elemento democratizador de la sociedad, aunque también se use para machacar al vecino. Pero además puede ser un elemento desnacionalizador (cosmopolitizador, diría mejor) si lo usamos democraticamente. Y si tenemos en cuenta que en la Red no debe valer la ecuación un perfil = un voto.

    Los USA consiguieron la unión, contra viento y marea, en una sociedad «postmedieval». ¿Será muy difícil imaginar el futuro mundial supertecnologizado (incluso con etapa «postmoderna» de imperio chino)? Lo que no imagino desde luego, es unos «usa» sin una ley federal que intente controlar a todas las demás leyes.

  • #008
    Sylvia - 22 agosto 2017 - 18:02

    No, nada es es tan simple, no es solo en materia de derecho internacional.
    La red es anónima por antonomasia, con la invasión a la privacidad y las pocas garantías que ofrece la red, lo debería ser más.

  • #009
    Miguel Durán - 22 agosto 2017 - 18:03

    Solo un apunte legal:
    Robo: apropiarse de algo con fuerza sobre las personas (el navajero)
    Expoliación: lo mismo pero sobre las cosas ( el ratero que corta la bolsa del dinero en Juego de Tronos)
    Hurto: sin fuerza sobre las cosas ni las personas.

    Puede parecer una sandez, pero muchos de mis clientes cuando era agente de seguros se quedaron sin indemnización por.no haber reflejado que les habían rajado el bolsillo de la americana cuando les birlaron la cartera en el bus…
    Por lo mismo el robo tiene una pena mayor y el hurto una menor, pues se ha amenazado la integridad y cometido otro delito de paso.

    Y la mayoría de los delitos de la red son estafas, una prima legal del hurto…

    Aparte de introducir agravantes por hacer el equivalente a pasear un camión publicitario con tus insultos y barbaridades, estoy de acuerdo; los políticos siempre han sido unos populistas maestros del trile.

  • #010
    Pedro - 23 agosto 2017 - 00:01

    Lo de la cuantiosa multa a la página se puede comprender teniendo en cuenta la posible repercusión.
    Si alguien pone una pintada en mi fachada incitando al racismo la leerán ¿200 personas? hasta que la comunidad de propietarios la borre.
    Si alguien escribe en una página de gran audiencia ese mismo mensaje, lo pueden leer y hacer suyo cientos de miles de personas mientras se borra o no.

    Indudablemente los jueces no pueden hacer valer las leyes de su país más allá de las fronteras del mismo, aunque absurdos ejemplos de lo contrario ya ha habido.
    Sin embargo, lo habitual es que quienes vivan en un país determinado reciban mensajes insultantes de individuos -no personas- que viven en el mismo país.
    Por ejemplo, lo normal es que a Rajoy le alaben o denosten otros españoles; y entonces sí que se pueden aplicar las leyes españolas. Tanto si es vía Internet como si es en la calle -a cierta distancia de Rajoy, digo yo-
    Lo que no puede ser es que ni jueces ni administradores de las páginas sean siempre tan tolerantes, si es delito lo es en Internet también. La libertad de expresión termina donde empiezan los derechos de la persona insultada o acosada.

  • #011
    GLLEM - 8 septiembre 2017 - 01:21

    Coincidido contigo, es necesario saber diferenciar esos conceptos.

    Por otro lado, la problemática de este asunto radica en saber perfilar o delimitar la línea entre el delito y lo que es el mal gusto o groserías ejercidas como libertad de expresión.

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