Televisión y disrupción

Emmy awardUno de los beneficios colaterales de llevar muchos años casado con una blogger de televisión es que me mantiene muy bien informado de las novedades de unos contenidos que en muchas ocasiones no puedo disfrutar por falta de tiempo, pero que sí disfruto en cierta medida aunque solo sea escuchándolos de fondo cuando trabajo en el salón de mi casa.

Las series de televisión son un contenido que me resulta muy interesante: marcadas por una evolución que las ha llevado, en pocos años, de ser «hermanas pobres del séptimo arte» donde recalaban actores en horas bajas a convertirse en verdaderas estrellas de la programación, con presupuestos multimillonarios y con estrenos que suponen auténticos fenómenos globales. Un panorama en fuerte cambio que, además, puede evaluarse en función de los resultados de un indicador de popularidad relativa, los premios Emmy, a lo largo de los años.

Llevado por la impresión generalizada del progresivo dominio en el mercado de las series de televisión de productores no tradicionales, tales como Netflix o Amazon, pedí a Susana, seguidora fiel de las galas de entrega e incluso jurado de una de las categorías cuando vivíamos en Los Angeles, que me proporcionase datos acerca de esa progresión a lo largo de los últimos cuatro años. Estos son los resultados:

  • Año 2013la primera vez que dos series de Netflix aparecen como nominadas en las categorías principales, House of Cards como mejor drama y Arrested Development en la categoría de mejor actor (Jason Bateman) en una comedia. Este año Netflix entra en el Top 10 de cadenas con más nominaciones ocupando el noveno lugar, con cinco candidaturas.
  • Año 2014: entra una comedia producida por Netflix, Orange is the New Black, que consigue seis nominaciones y un premio, y se mantiene House of Cards con siete nominaciones. Entre todas las categorías, Netflix consigue treinta y una nominaciones, y pasa a ser la tercera cadena en número de candidaturas.

Este año Netflix es la tercera cadena más nominada (34 nominaciones) y Amazon la novena (12 nominaciones), pero Amazon bate a Netflix cinco a cuatro en estatuillas totales en las categorías principales.

Además de abundantes nominaciones en las categorías creativas, donde en el caso de Netflix destacan Chef’s Table, NarcosDaredevilJessica Jones, Making a Murderer, Sense8What Happened, Miss Simone? o Winter on Fire: Ukraine’s Fight for Freedom, y en el de Amazon, Catastrophe o Mozart in the Jungle. Este año Netflix fue la tercera «cadena» con más nominaciones (22 nominaciones en categorías principales, 50 en total) y Amazon la séptima (16 nominaciones totales). Tras HBO, Netflix y Amazon son las cadenas con más premios en las categorías principales (3 y 2 respectivamente).

El éxito de HBO, cadena más premiada y protagonista del mayor éxito de los últimos años, Game of Thrones y líder absoluto de descargas en la red (algo que su director celebra y que el CEO de la compañía considera «mejor que un Emmy«), merece además mención aparte por su fuerte desplazamiento desde la televisión tradicional hacia el mundo del streaming mediante su exitoso servicio HBO Now.

¿Qué significa esta transición desde las producciones tradicionales, pensadas para emitirse en canales de televisión «de toda la vida», a producciones auspiciadas por compañías cuyo modelo principal no es explotar una licencia de televisión en abierto o por cable, sino el streaming a través de la red? Por un lado, la evidencia de que para trabajar en este negocio resulta fundamental entender la estructura de la demanda, lo que piden unos usuarios cada vez más alejados de las pautas tradicionales, y que se inclinan por ver contenidos cuando les apetece, en muchas ocasiones con esquemas como el binge watching, un maratón de series que conforman una tarde, un día o un fin de semana dedicados a una única serie. Y por supuesto, sin interrupciones publicitarias: hasta el 74% de los usuarios de Netflix afirman que cancelarían su suscripción si la compañía decidiese emitir publicidad, y que preferirían pagar más a ver anuncios.

Por otro, que el cord-cutting se convierte en una amenaza cada vez más real para el modelo de negocio tradicional: las compañías de televisión por cable norteamericanas calculan que perderán alrededor de mil millones de dólares debido a usuarios que abandonan sus suscripciones, unas 800,000 personas en los próximos doce meses con un pago medio anual estimado en torno a los 1,248 dólares. El estudio estima que una persona que cancela su suscripción pasa a ahorrar unos 104 dólares mensuales tras suscribirse a los servicios de streaming que estiman adecuados, servicios que, en muchos casos, ya estaban pagando además de su suscripción para poder disfrutar de sus contenidos exclusivos. Tanto para Netflix como para Amazon, la estrategia de producir contenidos propios está resultando un absoluto y rotundo éxito.

Finalmente, una cuestión de matices: gracias a la disponibilidad de estadísticas completas y rigurosas acerca del consumo y las tendencias tanto agregadas como individuales, las compañías de streaming son capaces no solo de generar patrones de consumo satisfactorios para sus usuarios mediante los adecuados algoritmos de recomendación, sino incluso de planificar la producción para asegurar una demanda adecuada. Cuando tienes un enorme parque de suscriptores y sabes perfectamente bien lo que les gusta, producir contenidos se convierte en una tarea con un riesgo completamente diferente. Si además no tienes que entrar en el mercado de las licencias, los derechos de emisión geográfica y toda esa basura del siglo pasado, tu existencia como compañía resulta mucho más tranquila y sujeta a una planificación más razonable, con más factores y grados de libertad bajo tu control.

Quien no se quiera enterar de esta tendencia, tendrá problemas. Son todos los ingredientes de la disrupción necesarios para definir una nueva época.

 

ACTUALIZACIÓN (17/07/2017): la tendencia continúa… en las nominaciones a los Emmy de 2017, las compañías tecnológicas acaparan ya un tercio del total, con 91 para Netflix, 18 para Hulu y 16 para Amazon. Tan solo Netflix, que casi duplica sus 54 nominaciones del año anterior, obtiene más nominaciones que la combinación de ABC, CBS y Fox

ACTUALIZACIÓN (14/07/2018): … y finalmente, el sorpasso. En 2018, Netflix se convierte en la compañía con mayor número de nominaciones, superando por primera vez a HBO. El año pasado, HBO superaba a Netflix por veinte nominaciones: este año, Netflix la supera en cuatro. ¿Apuestas para el 2019?

 

 

This article is also available in English in my Medium page, “Television and disruption«

 

12 comentarios

  • #001
    Gorki - 2 octubre 2016 - 16:44

    Las series de televisión triunfan en Television , porque son televisión y no cine.

    ¿Cual es la diferencia? — Pues bastantes :

    El formato, duran menos de una hora, y no hora y media, el rato que tienes en casa para ver la television en un dia normal, o todo el tiempo que quieras, (enhebrando capítulos), si tienes toda la tarde por delante en casa.

    Como los capítulos son más cortos, son sagas, para no perder tiempo explicando la personalidad de los personajes, a qué se dedican y donde viven. Entran en el meollo argumental a toda velocidad.

    Son de una actividad trepidante, hecha para ver en un salón con la luz encendida, la gente charlando y cruzandose por delante de la pantalla y el movil a punto, y no para una sala a oscuras, sentado de frente a una pantalla, donde mantienen fija tu atención si o si.

    Casi todo el capítulo es planos medios, cortos y primeros planos, pese a que hayan «crecido» las pantallas, siguen siendo pequeñas para los planos generales del Cinemascope, por seo películas que te encantaban en el cine pierden mucho en televisión, por ejemplo Recuardos de Africa.

    Por supuesto, se ven mejor descargadas en un disco duro y cuando a ti te venga bien, incluso pudiéndolas parar en cualquier momento, para hacer otra cosa, que directamente de la «nube», Son series para recibir On-line, bajo solicitud, pero para consumir en diferido.·Ahí son incompatibles con la publicidad, (salvo la de emplazamiento), por lo que lo tiene mas fácil de financiar Netflix, que las televisiones convencionales. Por tanto, puede destinar más dinero y obtiene indudablemente a la larga mejores productos, aunque un acierto puntual pueda dar el éxito momentáneo a una cadena.

  • #002
    Jose Antonio Garcia - 2 octubre 2016 - 20:22

    Para aquellas personas que le gustan la TV y las series de factura española les adjunto estas dos webs, para que vean la cantidad y calidad de series que se hacen:

    https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo:Fotogramas_de_Plata_2015
    https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo:Premios_Iris_2015

    Las TV suelen tener webs para su visionado gratuito a la carta:

    www.rtve.es
    www.mitele.es
    www.antena3.com

  • #003
    Gorki - 2 octubre 2016 - 20:36

    Cuando tienes un enorme parque de suscriptores y sabes perfectamente bien lo que les gusta, producir contenidos se convierte en una tarea con un riesgo completamente diferente.

    Esta frase me hace recordar la famosa atribuida a Henry Ford “Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido”

    «Si alguien supiera con antelación, lo que va a gustarle al publico, se harria mucho más millonario que Amancio Ortega» Félix Maocho

  • #004
    alqvimista - 2 octubre 2016 - 21:10

    En España una suscripción normal de televisión por cable cuesta unos 50€/mes, la mitad que en EEUU, y proporcionan casi un centenar de canales de los cuales podría quedarme con entre 12 y 20 canales favoritos.
    Netflix cuesta 7,99 €/mes la opción más barata.
    ¿HBO Now cuesta US$14,99? ¿Cuánto cobrarían otros canales que decidieran independizarse de las cableras? ¿Y si hacen lo mismo las viejas productoras de cine?
    Porque al precio de Netflix 8€*12 canales = 96€/mes… pues no me salen la cuentas.
    También es cierto que las suscripciones no tienen permanencia, lo cual me permitiría irme apuntando/borrando de los servicios en función de las series que en ese momento estén poniendo, pero vamos, que a esos precios casi será mejor que sigan vivas las cableros tradicionales…

    • Lucio M - 4 octubre 2016 - 00:32

      Los que preferimos servicios de streaming sobre sistemas de cable tradicionales sabemos que su precio es relativamente premium, pero también lo que obtienes de ellos es premium: ver las cosas sin comerciales, verlas cuando quieras y donde quieras. Nada de eso esta disponible con un sistema de cable tradicional.

      Yo no tengo contratado sistema de cable alguno (y mira que en Mexico los precios son mucho mas baratos) porque años de descargar series y películas por torrent me acostumbraron a ver las cosas cuando y donde quiera. Sin anuncios. Netflix me da eso con una comodidad mucho mayor que torrents a un precio muy razonable.

      Las personas de 35 años y menos no aceptamos los contenidos tradicionales porque crecimos acostumbrados a esto. Imagino que tu has de ser alguien fuera de esa franja de edad para que te parezca que lo que ofrecen estos servicios es poco para su precio.

      Netflix no es equivalente a ‘un canal de tv convencional’. Tiene muchos contenidos para diversas audiencias. Por algo tienen soporte para varias cuentas y hasta manejan cuentas infantiles.

  • #006
    Carlos Quintero - 2 octubre 2016 - 22:35

    No he probado Netflix, pero en las otras plataformas que he probado en estos años (Digital+, Wuaki, Movistar+, Apple TV, Sony Playstation Network) ver las series «cuando y como quiero» sigue siendo un suplicio:

    – No existe un catálogo completo de series (a diferencia de los DVDs/blurays, que sí están disponibles en todos los grandes almacenes, aunque sea por encargo).

    – En plataformas de canales, ponen un capítulo por semana para temporadas nuevas. Como en los 80 :-)

    – Tienen ventanas de emisión. Aunque puedes ver capítulos pasados («catch-up»), es posible que ya sea tarde para ver el capítulo 1 de la temporada en curso. También desaparecen temporadas completas al cabo de unos meses.

    – Hay alquileres por capítulos o por temporadas que cuestan tanto como comprarse la temporada en calidad Bluray.

    Y así unas cuantas «pegas» más que hacen que la piratería siga existiendo, o que nos tengamos que gastar una pequeña fortuna en blurays (cuando sacan las series en esta calidad, que no es siempre en España). Personalmente me di de baja de Movistar+ y solo mantengo Wuaki, que tiene una subscripción muy barata aunque apenas la uso. Compro packs de series completas o de temporadas aprovechando ofertas de los centros comerciales, de manera que la temporada suelta no suele costarme más de 20 euros (que me parece un precio razonable), y menos euros aún por temporada si se trata de un pack de la serie completa. El otro precio que pago es que me tengo que esperar meses para ver las series de actualidad…

  • #007
    Javier Cuchí - 3 octubre 2016 - 08:52

    No veo apenas televisión ni tampoco contenidos en streaming, no soy aficionado ni al cine ni a las series, salvo ocasionales excepciones, casi siempre debidas a alguna razón concreta externa al propio contenido. Pero precisamente anoche, y por una de esas razones concretas que no viene ahora al caso, intenté ver un capítulo de la serie Bones. Pues bien: en un momento determinado, hubo una interrupción para publicidad: ¡veinticuatro minutos de publicidad non stop ! En otro caso, a los cinco minutos (o a los tres) ya hubiera apagado el televisor, pero me picó la curiosidad de ver hasta dónde llegaba la osadía de esa cadena y su nivel de maltrato al espectador.

    Después, mis hijas me dijeron que no fuera tonto, que esa serie, como tantas otras, puede verse a completo gusto, tanto en streaming como descargándola. Me pasaron los enlaces correspondientes y, al minuto siguiente, pude ver tranquilamente y sin interrupciones el concreto episodio que me interesaba.

    No pude evitar pensar (aún conociendo su imposibilidad material) en el éxito brutal que experimentaría un bloqueador de publicidad apto para la televisión pero, en todo caso, esas páginas web que mis hijas me hicieron llegar, suplen magníficamente el papel de un Adblock.

    De todos modos, es cierto: a medida que pasen los [no muchos] años, la televisión tradicional va a tener que hacerse el planteamiento que aún no se hacen los medios papelíferos y sus versiones en red. En mi casa, el televisor sólo funciona o en ocasiones muy extraordinarias (algún acontecimiento en directo) o en los momentos previos a la cena para ver algún telediario que, de todos modos, cada vez nos da noticias más viejas, nada que no sea o haya sido portada de Menéame, sin ir más lejos.

    ¡Quién vio a la tele y quién [ya no] la ve!

  • #008
    Fernando Sánchez-Bayo - 3 octubre 2016 - 10:59

    El mundo cambia. Y el medio audiovisual también. Como usuario de Netflix, reconozco que una vez lo tienes es difícil dejarlo. Es adictivo.
    Por otra parte, me parece que se abre un panorama muy interesante a nivel industrial. Estoy deseando ver si Movistar+ puede competir en la producción con Netflix y Amazon. Están en ello, pero hay que verlo. Igualmente deseo ver qué posición toman las televisiones tradicionales, Tele5 y Antena3 especialmente, que siempre consideraron internet como algo secundario, por no decir terciario ante la tormenta audiovisual que se avecina. Vamos a vivir momentos muy interesantes en la industria audiovisual.

  • #009
    Gorki - 3 octubre 2016 - 12:43

    Actualmente mi consumo de televisión es anecdótico, por tanto cunto voy a decir se refiere más a lo que observo en mi alrededor que a experiencia propia.

    1) El rey de la televisión convencional es el directo, ( los partidos de fútbol y los telediarios), fuera de eso, cualquier televisión en streming les ha ganado la partida por no tener publicidad ni horario.

    2) La televisión ha dejado de ser familiar para ser consumido en privado, cada televisón la ve, (o simplemente la escucha), una sola persona, (hay televisión en el salón, en la cocina, y en cada dormitorio).

    3) La television es multicanal y en ella compiten las convencionales gratuitas y de pago y el streaming

    3) Inseparable a la televisión es el telemando y un disco duro de gran capacidad, en consecuencia, cuando algo deja de interesar se cambia de canal inmediatamente, como resultante no conviene anunciar en el canal de más audiencia, pues hay mas probabilidad que vean tu anuncio cuando están cambiando de canal que en el bloque de publicidad del canal mas visto. Por ello hoy las televisones gratuitas compitan por ser el SEGUNDO canal mas visto y por tanto, hay una lucha por ser cada vez peores dando cada vez PROGRAMAS de menos calidad.

    4) Existen sistemas que rastrean por los canales aquellos programas que interesan y los graban automáticamente en el disco duro, asi como abundan los sitios mas o menos piratas que te proporcionan lo que quieres sin publicidad.

    5) Lo que se ve desde el disco duro es sin anuncios o no se grabaron o se saltan con el telemando, Por tanto cada vez la televison convencional tiene más dificultad para monetizar sus contenidos, igual que le pasa a los contenidos digitales en general.

    6) Ello coloca a los productores de contenidos que cobran una tarifa plana, en magnifica posición competitiva que cada dia que pase se irá acrecentando, sin embargo como se suministra a un disco duro quien es en estreaming está en mejor posición.

    La consecuencia, en pocos años, quedara un solo canal especializado en directo Posiblemente de pago, pagado con publicidad contextual fundamentalmente, (las bandas de campo del campo de juego en los partidos de futbol y las camisetas de los jugadores) y algo de publicidad clásica en los intermedios. y unos cuantas compañías streaming que alimentara los discos duros de los suscriptores para que lo vean of-line.

  • #010
    jaume - 3 octubre 2016 - 16:02

    yo creo que ninguno de los que aqui estamos escribiendo tenemos ni idea de lo que es la television. Hablamos de un tipo de consumo que no es el de la mayoría. En España hay muchas más realidades que las de los tecnoadictos, multiidioma.

    España es un país que tiene varias cadenas dedicados a Sálvames variados y Grandes Hermanos, y aunque nadie de los que aqui escribe hayan perdido un minuto de su vida en estos estertores visuales, puedo atestiguar que hay miles y miles de personas que los ven.

    En el consumo de televisión se puede observar la existencia de una brecha digital/educativa/renta/edad gigantesca. Por un lado los consumidores que están en lo más avanzado del consumo digital y que ven Mr.Robot mismo tiempo que el ciudadano de Minneapolis. Y por otro la personas que estan pegadas a las Monteros, Quintanas y Sálvames.

    De esto saben mucho los sociólogos políticos y esto ayuda a entender la pelea por las Televisiones regionales a pesar que emiten zafiamente loas al partido de turno entre producción de calidad dudosa. (con honrosas excepciones)

    La Televisión cambiará, sin duda, pero estamos a muchos años de la revolución que aquí se habla, preguntadle a Pablo Vasile que piensa del streaming y tal y tendríamos un baño de realidad.

  • #011
    Mario - 4 octubre 2016 - 14:25

    Coincido muy poco con muchos de los comentarios anteriores.
    Desconozco si mi pantalla está coectada a la antena de tv, supongo que todavía sí, aunque hace muchos años que sólo veía descargas y ahora solo veo netflix.
    No es que que prefiera esto con respecto a la «tv», es que ni siquiera puedo entender que la gente vea el contenido «que ponen» a la hora que lo ponen y que no pueda usar a demanda, parándolo y retomándolo cuando considere. Tengo movistar + porque no me queda más remedio que pagarlo con el resto de servicios y ni siquiera miro para las decenas de canales que tiene porque ese planteamiento me parece del siglo pasado, cuando poco y no me dice nada.
    Cierto que no me gusta el deporte, que cambiaría mucho las cosas.
    He llegado al punto de ser tan selectivo entre todo lo que hay, que si algo que veo no me «gusta mucho» lo cambio por otra cosa, consciente de la enorme oferta que hay. Recuerdo cuando hace más de 20 años simplemente me sentaba delante de la tele y me tragaba lo que menos me disgustaba entre lo que ponían en ese momento, pero esa época no va a volver, espero.

  • #012
    José Enrique - 5 octubre 2016 - 00:35

    Los problemas más graves de la TV vienen por la antena. Los costes de emisión son elevadísimos aparte del canon por ocupar espacio radioeléctrico que creo que ronda el millón de euros.

    Por otro lado, las cadenas están obligadas a cubrir las facturas de los canales públicos a cambio de su renuncia a la publicidad; que está muy bien porque saca a un player importante en el reparto de los ingresos pero centra todo el negocio en conseguir anunciantes.

    ¿El futuro de la TV tal y como la entendemos? Los canales locales; que se cayeron de la parrilla por la TDT y no son capaces de alcanzar esos costes salvo por la administración de turno que quiere un «víctor» que se dedique 24 horas al día a loar sus bondades: tarot, porno y teletienda… he ahí el resultado.

    Pero… ¿qué pasaría si estos canales llegaran a las TV a través del cable? ¿qué pasaría si el consumo mayoritario de TV fuera el cable en lugar de la antena?

    Todos vemos en esas series de Netflix como le pegan un tiro a alguien y los primeros en llegar son los de la KPMC… sí: eso es verdad. En EEUU los verdaderos reyes de la TV son los canales locales que tienen incluso helicópteros para emitir.

    Hablamos de la TV como si fuera cadáver pero no lo es tanto. Es un negocio inmenso y tecnológicamente tiene recorrido para seguir siéndolo muchos años.

    Eso sí… la antena aún copa el 80% del consumo de TV. El mando sigue siendo el rey… pero sólo cuando tiene 4 botones.

    Además, la TV de cable también es «de pago»; pero en EEUU ya hay un 65% de televisores conectados a internet con algún tipo de «aparato»… uno de ellos es Netflix. Son ofertas mucho más atractivas.

    Pero también están Smart TV o los ChromeCast, Apple o Amazon…

    Su popularización no depende del precio, sino de la usabilidad del mando. Cuando se pueda controlar lo que se ve a través de wifi con una app instalada en el teléfono de manera fácil e intuitiva redescubriremos esa cosa que tenemos en el salón.

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