Redefiniendo el problema de las páginas de descargas

La existencia de páginas de descargas en las que se generan ingresos poniendo publicidad al lado de enlaces a obras protegidas por derechos de autor parece ser ofensiva para algunos. Pero ¿y si su existencia fuese interpretada no como problema, sino como síntoma?

Dejando aparte el hecho de que las páginas de enlaces hayan sido declaradas legales por los jueces españoles en un elevado número de casos, lo que las convierte en negocios perfectamente honrosos y que pagan sus impuestos como cualquier otro; todo indica que la obsesión de los políticos, y lo que supuestamente buscan con aberraciones como la ley Sinde, SOPA o PIPA es cerrarlas. Y dicha obsesión choca con varios problemas:

  1. Que en la red, los bloqueos son terriblemente ineficientes. La red fue creada para posibilitar la comunicación entre nodos incluso en medio de una guerra nuclear… ¿de verdad creen que una prohibición y un bloqueo de DNS iba a evitar que los usuarios accediesen a las páginas de enlaces? Es sencillamente imposible.
  2. Las páginas de enlaces no son, en realidad, necesarias para la actividad de descarga. Facilitan la búsqueda, pero no son en absoluto necesarias. Con páginas de descargas o sin ellas, la actividad de descarga continuará.
  3. Son muchos ya los artistas que comprueban que las páginas de descarga no son el verdadero enemigo. Es bien sabido ya que las películas, tras comenzar a aparecer en dichas páginas, no pasan a recaudar menos, sino que continúan con la evolución habitual de sus gráficos de venta de entradas.

Entonces, ¿deberíamos dejar que todo siga igual? No, las cosas tampoco son así. Que haya páginas que generan ingresos sin repercutir ninguna parte de esos ingresos a los autores es, sin lugar a dudas, algo negativo. Que haya personas entrando en salas de cine con cámaras para conseguir grabar una película en una calidad horrorosa y subirla a la red es algo objetivamente malo. Son cosas que, objetivamente, no se pueden defender. Y de hecho, no se defienden. Sinceramente, no conozco prácticamente usuarios de internet que lo hagan. Pero… ¿es un problema? ¿Genera de verdad un perjuicio a los autores? ¿Y a una industria cuyos beneficios, en realidad, no han dejado de subir?

No, no es así. Las páginas de descargas no son el problema. Son, como decíamos, el síntoma. ¿Por qué están ahí? Porque hay un mercado desatendido. Porque las páginas que la industria propone son espantosamente malas, tienen catálogos incompletos, condiciones de uso inaceptables, precios demasiado elevados, ventanas geográficas insostenibles, usabilidad mal diseñada, o todos esos problemas a la vez. Porque la industria bloquea intencionadamente las iniciativas de terceros, imponiendo precios demasiado elevados o saboteando la posibilidad de que consoliden un catálogo completo. No hay más que ver la razón aducida por Netflix para finalmente no venir a España: derechos el triple de caros que en otros países, y negociación infructuosa con proveedores de contenidos locales. O el tiempo que Spotify tardó en llegar a un acuerdo con las discográficas, que todavía ahora siguen imponiendo condiciones que dificultan notablemente su viabilidad o denunciándola por infracción de la propiedad intelectual cuando entra en el mercado estadounidense. Pero sobre todo, las páginas de descargas triunfan porque se han convertido en un símbolo de rebeldía, en la reacción lógica de unos usuarios constantemente insultados, criminalizados y acosados por una industria a la que han llegado a odiar.

No, el problema no son las páginas de descargas. El problema es una industria empeñada en no evolucionar, en no renunciar a las utilidades que poseía cuando el mundo era otro, cuando los costes implicados en la distribución eran más elevados o cuando las ventanas de explotación geográficas o de formato eran viables. Todo eso ha cambiado, y las páginas de descargas están ahí aprovechando los huecos que la industria deja en ese sentido. Ni más, ni menos. Es un problema que la industria se genera a sí misma, para después pedir a los políticos que le vengan a proteger. Pero no, no hay protección posible contra el progreso de la tecnología. Ni contra el mercado.

¿Van a seguir las páginas de descargas siempre ahí? No, no deberían. No sería un buen síntoma que así fuese. Pero no pueden perseguirse mediante métodos que amenacen la libertad de expresión, que alteren el funcionamiento normal de internet, que conviertan a las operadoras en policías o que establezcan fronteras para los usuarios de un país determinado. Si se quieren evitar las páginas de descargas, la verdadera respuesta es el mercado. Lo que hay que hacer es facilitar la aparición de páginas que ofrezcan un catálogo exhaustivo, una usabilidad exquisita, unas condiciones razonables y un precio disuasorio, mientras a la vez se trabajan las relaciones para que los usuarios dejen de ver a la industria como al enemigo más acérrimo. Se puede competir con lo gratis, por supuesto que se puede.

Lo que hay que hacer es diferenciar el apoyo a los artistas, que por pura lógica tendrían que beneficiarse de una tecnología que los acerca a su público, frente al apoyo a una industria que era la que se beneficiaba de que existiese entre ellos una separación. Entender que la creación se beneficia de una difusión mayor en las condiciones adecuadas, no del hecho de seguir explotando economías de escasez.

Todo ello requiere imperiosamente una redefinición del problema. Un enfoque fresco, renovado y con verdadera voluntad de solución. Políticos que entiendan los condicionantes del mundo digital, y no que intenten aplicar soluciones imposibles. Y artistas que sean conscientes de que lo que hay al otro lado, más allá del horizonte que la industria les permite ver, es su público, con el que tendrían que mantener las mejores y más directas relaciones que fueran posibles. Cada vez son más los que se dan cuenta del absurdo conceptual que estamos viviendo, del sinsentido que supone este enfrentamiento forzado y artificial. Con aberraciones como la ley Sinde, Hadopi, SOPA, PIPA y similares, no solo no solucionamos nada, sino que seguimos recorriendo cada vez más camino en la dirección contraria, camino que habrá que desandar después.

Redefinamos el problema. Y pongámosle, esta vez de verdad, una solución.

19 comentarios

  • #001
    eva - 17 enero 2012 - 22:41

    A mi me encanta ver peliculas online, y la calidad no es buena, pero el precio es increíble, al modélico precio de 0 €. La solución creo que la dio apple con el itunes, iphone…. puedes descargas libros, dvds, películas a unos precios más rebajados, el precio tiene que mejorar. Si yo quiero ir a comprar un cd de los últimos, tengo que desplazarme 100 km para encontrar la tienda gasoil= 20€, tengo que pagar parking 1 h = 2€, vamos a comprarlo 16 € mínimo. Necesito 40 € para un solo cd, del que solo vas aprovechar algo, o a veces nada, por que no llega a gustarte.
    LA SOLUCIÓN: descargas pero a precios razonables, ya que no estás comprando ningún soporte, y que la sgae deje de existir son todos unos urdangarines

  • #002
    Angeloso - 17 enero 2012 - 22:46

    Eso mismo le dijimos a Alex de la Iglesia y lo comprendió perfectamente (cuando sólo había oído la versión de los hechos por parte de Olcese y compañía)… El resto ta lo sabéis… Intento mediar con la ministra no lo consiguió y en los Goya….
    Habrá que seguir explicándolo hasta la saciedad,.hasta que al final lo comprendan…,y cuanto lo hagan, antes empezarán a ganar dinero da verdad por internet sus creadores.

    Angeloso

  • #003
    Mercadder - 17 enero 2012 - 22:58

    Las páginas de descarga de películas o software existirán hasta el día que no sean necesarias.

  • #004
    Javier - 17 enero 2012 - 23:22

    Me gustaria saber como van las ventas de peliculas en itunes en españa en relacion con otros paises. Supongo que las ventas seran testimoniales , pudiendo bajarlas gratis… Respecto de aplicaciones, apple ya se ha encargado de proteger el ipad iphone appstore para evitar las descargas ilegales. Asi que el «buenismo» de que cuando tengan un precio razonable no seran usadas las descargas , a mi me parece que es falso. En tv digital de pago se pueden acceder a pelicualas por 2 o 3 euros ya sin embargo la mayoria preferimos la descarga gratis. Por no hablar de la cultura del todo es gratis que es especialmente fuerte en españa, tengo compañeros alemanes en el curro que notan perfectamente esta diferencia cultural.

  • #005
    Esteban - 17 enero 2012 - 23:42

    Hubiera estado bien que desde un principio los opinantes de Internet se hubieran puesto en contra de esas páginas de enlaces, en lugar de sólo atacar a los artistas, tratándolos de idiotas. Hubieran ganado en credibilidad. Esto de «redefinir el problema» me parece que llega tarde. A los artistas siempre se debió haber dado soluciones, y soluciones reales, no elucubraciones, para que dejasen de ver Internet como una amenaza.

  • #006
    Rubén Drughieri - 17 enero 2012 - 23:49

    Con respecto a las películas:
    Descargo películas, las veo en la net, muchas veces mientras estoy cenando. Si me las cobraran, vería cualquier cosa que me interesara, siempre que fuera gratis.
    Cada vez que veo alguna que me gusta, comento y recomiendo. Consecuencia: es muy probable que vayan al cine, digamos, dos personas por cada cinco películas que descargo. Quién perdió por mi descarga «pirata»? Me parece que nadie. Es sólo un ejemplo, claro.

    Con respecto a los libros:
    Me extraña que no se recuerde, en estos momentos, que las leyes de copyright originales preveían una vigencia de 14 años desde la creación de la obra, con la posibilidad de renovar sólo una vez. Luego, dominio público.
    Con el correr de los años (y siglos) estamos cerca de los 100 años desde la muerte del autor. Este «avance» es un retroceso de los derechos públicos.
    Con lo que se da simultáneamente la privatización de los derechos públicos y la criminalización de los «violadores» de este derecho adquirido recientemente en términos históricos. Adquirido o robado?
    Deseo que el copyright sirva a los autores, durante un plazo razonable.
    Por otra parte, hay sobrados ejemplos de autores que liberan la obra en la red, generalmente en pdf, mientras venden el libro en papel, y les va más que bien: Adrián Paenza en Argentina, Alberto Vázquez-Figueroa y Hernán Casciari en España, son los que me vienen a la mente.

    Saludos cordiales,

  • #007
    Jorge - 17 enero 2012 - 23:53

    Vaya, no sabía que finalmente Netflix no vendrá.
    Utilizo netflix con una vpn (pago ambas) y deseaba que llegara a España lo antes posible.

    Qué desastre de país, ministro, política….

    004:depende de tu nivel económico y de las facilidades y el valor añadido que te ofrezcan, incluyendo la calidad, limpieza de archivos, precios ajustados etc, etc.

    Cuando pones en la balanza todo eso los resultados te demuestran qué o quién tienen razón.

  • #008
    r_d_rumba - 17 enero 2012 - 23:59

    Si se ponen duros, tendremos que bajar otra vez a las cloacas de XDCC,TOR, VPNs o lo que sea, al final pasaran los años y acabaremos echando de menos la epoca 1995 a 2003 pre LSSI sin ninguna ley reguladora

  • #009
    Antonio Garcia Saenz - 17 enero 2012 - 23:59

    La industria acabara adaptandose, como la television ante multitud de canales ha cambiado el producto que no tiene nada absolutamente que ver con lo que era la television en los 80s 0 70s ; tertulias de personajes muy conocidos, canales solo publicitarios y todo lo que conocemos de tv de este siglo. Pues igual si el producto cinematografico se distribuye por internet, la cuestion seria la produccion continua de gran cantidad de peliculas de bajo coste, en lugar de lo actual pocas y alto coste, en la «nueva economia de la atencion», un publico que tiene que atender tantas producciones distintas, ( de bajo coste ) genera valor distribuido, publicidad y demas, en la posibilidad de mayor distribucion de posibles enlaces… y asi es como queda configurada la situacion; mayor produccion de gran cantidad de peliculas o grabaciones a bajo coste e ir reduciendo la inversion en las producciones algo mas grandes que iban quedando

  • #010
    asmpredator - 18 enero 2012 - 00:00

    La pirateria no es el problema, es el resultado de hacer las cosas mal y tarde.
    Pero da igual nunca ha habido dialogo entre la industria cultural española y sus clientes, solo imposición y avaricia.
    Ademas , al menos en España lo mas descargado no es español, nunca lo ha sido, basicamente es material americano, series, pelis, software, música, todo es mayoritariamente extranjero, lo nacional apenas se descarga, así que aunque cierren las paginas de descargas no van a notar ningún cambio.

  • #011
    Krigan - 19 enero 2012 - 01:00

    Javier:

    Si hubieras propuesto comparar las ventas de canciones de iTunes en España y otros países, la comparación sería válida. Pero, ¿películas? Quien arrasa en películas no es iTunes, sino Netflix.

    ¿Y cuáles son las ventas de Netflix en España? Cero patatero, Netflix rechaza a los compradores españoles, incluso si están dispuestos a pagar por ver las pelis en inglés. Así que no nos vengas con chorradas, por favor.

  • #012
    Adalberto Salazar Osorio - 19 enero 2012 - 02:24

    Un excelente artículo, muy claro y bien fundamentado, gracias por brindarnos su lectura.

    Saludos!

  • #013
    Homelandz - 19 enero 2012 - 02:46

    Estoy de acuerdo en que debemos redefinir el problema, pero me preocupa que el Gobierno y la industria no lo vean así. Cada vez nos quedan menos opciones. Si se hubiera acometido la reconversión del sector cuando se introdujo el canon digital, podríamos haber aprobado rentas de transición, ayudas, prejubilaciones a cargo del erario público, etc. para un conjunto acotado de afectados, como los tan citados dueños de videoclubs, porque había dinero y la economía iba bien. Podríamos haber apoyado la creación de canales de venta alternativos, la modernización de las salas de cine y más. Quizá, con suerte, habríamos sido los primeros en desarrollar una plataforma de futuro para el sector de los contenidos con proyección global, haber aprovechado las posibilidades que para la difusión de nuestros contenidos hubiera tenido ser los primeros en liberarlos con el consumidor en mente, sabiendo que te pueden ver en cualquier parte del mundo (la audiencia es global, no la de los cines españoles que te estrenan), que la calidad, la facilidad de acceso, la comunidad y las opciones son esenciales.

    Han pasado 8 años y el panorama es una batalla entre consumidores y gobierno e industrias a cuenta de una ley nefasta, las arcas están secas y tiene pinta de que los de fuera (Netflix, Spotify, Amazon, Apple y los que vengan) se nos jaman la tostada. Hay que hacer algo ya. Esto afecta a autores, trabajadores de la industria cultural, consumidores y a la economía en general; todos deberíamos remar en la misma dirección.

    Y las páginas de enlaces nunca me han gustado. Yo sigo usando P2P porque para mi que el dinero de los autores acabe en series yonkis no es muy distinto a que acabe en las manos de Pedro Farré o de Teddy Bautista. No nos podemos quedar sólo con la parte buena de la realidad que la tecnología ha impuesto (que podemos acceder a toda la cultura gratuitamente) sin pensar que eso genera un problema porque el incentivo económico a la creación cultural que procuraba el Copyright era necesario y una vez desfasado el mecanismo algo hay que hacer sustituirlo. Y la realidad de ese problema con la remuneración de los autores es que están rodeados de parásitos, viejos y nuevos, y a los dos hay que rechazarlos por igual.

    ¿Cuál es el problema de esto, y por qué mucha gente cree que alguien que no sean ellos mismos defiende a las páginas de enlaces? Pues porque una cosa es que yo las vea como algo negativo y otra que esté dispuesto a tolerar una ley como la SindeWert. Cuando se ponen cosas como esa o SOPA sobre la mesa el resultado es polarización y gente haciendo piña con los yonkis. Y todo para no arreglar nada.

  • #014
    Krigan - 19 enero 2012 - 10:18

    Homelandz:

    El caso es que la mayor parte de las series de Series Yonkis son series que se pueden ver gratis en la tele, algunas son de hace muchos años (como Twin Peaks). Sin embargo, no se pueden ver en ninguna web licenciada en España, te tienes que ir a webs como Series Yonkis por narices. Y con las pelis lo mismo.

    Las webs de las cadenas tv españolas sí que tienen programas y series de producción propia, o incluso alguna serie europea, para verlas gratis con anuncios, pero las series norteamericanas, y las pelis de cualquier nacionalidad no. Hollywood y la industria del cine española son como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer.

    Es básicamente un problema de mercado desabastecido, y de que los mismos que lo mantienen desabastecido no quieren que los usuarios se auto-abastezcan. Luego te sueltan que no se puede competir con el gratis total, y se quedan tan anchos.

  • #015
    Luis Miguel Barral - 19 enero 2012 - 10:25

    Me ha encantado este artículo Enrique y lo voy a difundir todo lo que soy capaz.

    Es muy fácil etiquetar como pirata a quien busca una solución para una necesidad que la industria aún no sabe, no puede o no quiere enfocar. Yo lo veo como un modo de eludir su responsabilidad en una economía basada en el librecambio en competencia.

    También estoy de acuerdo con que se puede competir con lo gratis, claro que sí. Me vienen a la cabeza tres iniciativas: Spotify (producto que ha cambiado por completo mi vida al precio de 30 céntimos al día); en el mundo del cine el proyecto Filmin, cine independiente asequible y con una experiencia de usuario de alta calidad; y en el mundo editorial el proyecto Orsai, un cauce de relación casi casi directa entre escritores y sus lectores, con costes de distribución mínimos.

    Yo quiero contribuir con el artista y con la industria que pone sus obras a mi disposición. Es mi parte del trato, no lo eludo. Eso sí, a cambio de calidad y un intercambio equilibrado en la ratio valor / precio.

    Es decir, nada realmente nuevo.

    Un abrazo y te reitero las gracias por este artículo.

  • #016
    trikar - 19 enero 2012 - 15:26

    netflix no viene a España no solo por los Derechos,sino sobre todo porque no ve rentable el negocio,ya que en España no hay cultura de pago por contenidos, y me explico. Solo hay que ver la penetración del «cable»,digital plus»,imagenio con otros países. Y no vale decir que los sueldos son mas altos,etc,porque aqui el Españolito medio no se ha cortado en comprarse su coche,su casa,sus vacaciones y sus copas de garrafon a 8€,pero luego dice que Pagar spotify por 5€ al mes es caro. En Portugal país bastante más pobre que España,tiene una TV de pago con mucha mas penetracion que en España. Por lo tanto no es tanto la diferencia de sueldos,sino de cultura.
    Solo hay que ver que tenemos una TV o TDT en abierto donde te dan estrenos de cine en 1 o 2 años. Con eso también tiene que competir netflix. Mirar las peliculas que dan en la Sexta 3, son las típicas que podemos encontrar en servicios como netflix. La gente igual piensa que la tarifa plana de este servicio incluye estrenos. En USA las películas que ofrece son de más de un año o más.
    La penetracion de Netflix en USA ha sido del 80% de la gente que probo el servicio. En Latinoamerica esa penetración ha sido muy inferior.
    ¿Cuanta gente que dice que pagaria por 7€ al mes de netflix lo haría si puede descargarse en bluray la ultima de harry potter y en Netflix tendria que pagar por «alquilarla».
    Es cierto que hay una carencia de modelos de negocio y soy el primero que quiero netflix en España,pero también habría que ver cuantos de los que piden esos modelos, luego pagarían. (yo me incluyo,probé netflix hace 1 año con VPN y lo probaré en España si viene,pero si no me convence seguiré descargando)

  • #017
    Accesibilidad web - 21 enero 2012 - 21:34

    Enrique dice: Que en la red, los bloqueos son terriblemente ineficientes. La red fue creada para posibilitar la comunicación entre nodos incluso en medio de una guerra nuclear…

    Por favor, Enrique, no esperaba que alguien como tú también repitiese esta leyenda urbana. Te aconsejo que leas El verdadero origen de Internet:

    Aunque se ha repetido hasta la saciedad que Internet tiene su origen en un proyecto militar estadounidense para crear una red de ordenadores que uniera los centros de investigación dedicados a labores de defensa en la década de los 60 en los Estados Unidos y que pudiera seguir funcionando a pesar de que alguno de sus nodos fuera destruido por un hipotético ataque nuclear, los creadores de ARPANET, la red precursora de Internet, no tenían nada parecido en mente y llevan años intentando terminar con esta percepción.

    Internet surgió en realidad de la necesidad cada vez más acuciante de poner a disposición de los contratistas de la Oficina para las Tecnologías de Procesado de la Información (IPTO) más y más recursos informáticos.

  • #018
    Paco - 24 enero 2012 - 16:29

    Netflix no aportaría nada nuevo que no aporte ya Cineclick o filmin…

  • #019
    Pedro Ingelmo - 25 enero 2012 - 12:46

    La industria quiere seguir vendiendo soportes en una época en que ya no son necesarios. Esa es la única redefinición del problema.

    La industria es todo ese conjunto de intermediarios que hoy ya no hacen falta (fabricantes, transportistas, almacenistas, tenderos…), y son ellos quienes se agarran desesperadamente a su modelo caduco de negocio. Nadie está contra los creadores, y la situación sólo mejorará cuando entre ellos y los clientes sólo existan los intermediarios imprescindibles, básicamente los distribuidores de contenidos digitales, y cuando los precios se ajusten a ese intercambio.

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