El poder de la blogosfera

Interesantísimo este post de Jose Luis Orihuela en su eCuaderno sobre el desenlace del «Paísgate«: la ya famosísima y asquerosa publicidad de El País que provocó una ola de protestas en la blogosfera, que acabaron haciendo que el periódico pidiese disculpas en un editorial. Muy bueno también el análisis de Blogosfera.org, que destaca la importancia del tema, y el artículo del Retiario, Internet vigila a los vigilantes. La lectura de «We the Media«, de Dan Gillmor (disponible íntegro en copyleft), resulta para mí en estos momentos no sólo recomendable, sino completamente imprescindible.

El tema llegó a ser referenciado en uno de los blogs que son para mí referencia absoluta, SmartMobs, donde el mismísimo Howard Rheingold (autor del libro que da nombre al blog) publicó enterito un mensaje que le envió un profesor español que, ante las connotaciones políticas del tema, prefería mantenerse en el anonimato. En este mismo mensaje, además de dar detalles y referencias sobre el «Paísgate«, el profesor en cuestión citaba la campaña «espontánea» que desembocó en las también «espontáneas» manifestaciones del 13 de Marzo de 2004, supuestamente jornada de reflexión, ante las sedes del Partido Popular , y que en su momento fueron recogidas por SmartMobs como ejemplo, precisamente, de una supuesta «smart mob«. El profesor mostraba su desacuerdo con que aquellas manifestaciones fuesen, en efecto, una manifestación espontánea, y las atribuía a una campaña provocada por los medios afines a la oposición (PRISA y la Cadena SER). Para ello, hacía uso de un recurso científico habitual, la causalidad (no confundir con la casualidad): se puede sospechar la existencia de una relación causal cuando en la una relación entre dos eventos se dan dos circunstancias:

  1. Alta correlación: resulta evidente la alta correlación entre la intensidad de la campaña mediática llevada a cabo en El País y la SER, y las manifestaciones ante las sedes del PP. También resultan, por supuesto, obvios los intereses que dichos medios tenían en provocar tales manifestaciones.
  2. Precedencia en el tiempo: la citada campaña comenzó antes de las manifestaciones, y antes de que el primer SMS fuese lanzado.

El profesor considera estas evidencias de causalidad como prueba de que las manifestaciones no fueron espontáneas, sino fruto de una campaña mediática cuidadosamente orquestada, hecho que Howard recoge reproduciendo el mensaje. Ante la advertencia del profesor de que ese tema era polémico, opinable y complejo, Howard pide, además, opinión a otras referencias, lo que origina otros posts, como éste de Francis Pisani, columnista habitual de El País, éste de Pepe Cervera, y éste de Jose Luis de Vicente. Y posiblemente vendrán más.

En cualquier caso, lo que sí empieza a resultar evidente es el incipiente poderío de la blogosfera española, obligando a retractarse a un medio consolidado como El País. Sin embargo, algo me dice que Zapatero no lo celebra tanto, y aquí tenemos la primera demostración: incómodo y con abierto disgusto ante la libertad mostrada por medios digitales independientes, decide hacer una demostración de su talante y veta la publicidad en medios digitales. Con esto, consigue tres cosas: una, demostrar que no entiende nada de lo que es y representa Internet. Dos, posicionarse abiertamente en contra de la libertad de expresión; y tres, pedir a gritos una buena ración de Google bombing.

7 comentarios

  • #001
    William Foster - 21 septiembre 2004 - 12:11

    Enrique, es obvio tu desprecio por el socialismo, o más concretamente por el partido socialista, que en parte comparto en lo que a ignorancia se refiere en este peliagudo mundo tecnológico (y científico, que me toca más de cerca).

    Pero tamaña ignorancia no es menor que la de tu (aparentemente) amado anterior gobierno. Si me equivoco, dímelo, al menos para no quedarme con la desagradable sensación de estar leyendo el weblog de uno más de tantos personajes «neoliberales» procedentes del IE.

  • #002
    Enrique Dans - 21 septiembre 2004 - 16:56

    Uffff… a ver, a ver, esto requiere una respuesta muy pensada, tu pregunta (y sobre todo su formulación) es bastante «peliaguda.

    Veamos: ideas políticas. Como cualquier persona que viva en sociedad, tengo ideas políticas. No las escondo, de hecho a veces hago chistes en clase con ellas. Seguro que si preguntas a cualquiera de mis ex-alumnos, tenderán a saber relativamente bien por qué lado respiro. Si analizas las fuentes que suelo citar, observarás que existe un predominio muy claro de medios como El Mundo o Libertad Digital, frente a El País y medios afines, aunque en parte podría achacarse también, como bien comenta Pablo en este magnífico post en Abundando, al hecho de que El País es un sistema cerrado a cuyos contenidos no accedo.

    Dicho esto, y considerando con ello cumplido mi objetivo de no esconderme, déjame completarlo con la afirmación categórica de que cuando hablo de los temas que considero mi vida como académico (y los que cubro en este blog caen en esa categoría) intento mantener la más ferviente neutralidad. Cuando los comentarios tienen trascendencia política, como es el caso de este al que respondes con tu comentario, los hago de manera independiente al hecho de que vengan de un lado o de otro. En este caso, que un presidente de gobierno decida no hacer publicidad en medios digitales porque le resulta incómoda su falta de control o exceso de libertad, me aprece sencillamente patético. Lo critico de Zapatero, y lo criticaría exactamente igual y con la misma mordacidad si lo hiciese un gobierno del Partido Popular. La prueba la tienes en un post que hay un poco más arriba: en plena época de gobierno del partido popular, mi crítica a la LSSI fue publicada el El Pais, referenciada en su portada, y linkada en Los Genoveses. No milito en ningún partido, no tengo agenda política alguna, ni oculta ni confesa, y no me pliego necesariamente a lo que ningún partido diga: opino sobre lo particular, no sobre lo general. Voto, por supuesto, y llevo varias legislaturas votando lo mismo. Pero te aseguro que entre mis lecturas, como podrás comprobar, se cuentan blogs de personas que sé positivamente que no tienen las mismas inclinaciones políticas que las que tengo yo: no solo leerles me resulta enormemente positivo y constructivo, sino que además estoy seguro de que me iría de copas con cualquiera de ellos. De la misma manera, espero de buena fe que las cosas que escribo no resulten lo suficientemente desagradables como para que alguien de la misma tendencia que aquello a lo que esté criticando en ese momento decida por ello dejar de leerme. ¿Lo consigo? Francamente, no lo sé.

  • #003
    Pablo - 22 septiembre 2004 - 12:37

    Si me equivoco, dímelo, al menos para no quedarme con la desagradable sensación de estar leyendo el weblog de uno más de tantos personajes «neoliberales» procedentes del IE.

    William, de tus palabras se deduce que la lectura de todo blog escrito por un liberal te resulta desagradable… si sabes que el que escribe es liberal.

    Navegando otros blogs me he encontrado reacciones del estilo: «leía tu blog hasta que hiciste un comentario político (en el sentido que sea)» Es decir. qué interesante me parece tu bitácora… hasta que no estoy de acuerdo. A partir de entonces no me interesa.

    Precisamente lo que dan las bitácoras es la posibilidad de contrastar, opinar, discutir. Quedémonos con lo que nos interesa/gusta y dejemos el resto. No juzguemos un todo por una parte. Yo visito blogs de todo tipo, algunos de ellos están centrados en política y, muchas veces, no comparto sus opiniones. Sin embargo aprecio la manera de razonar, exponer, escribir, las discusiones que se generan, etc. Y los sigo visitando.

    PD: Enrique, gracias por el comentario sobre el post.

  • #004
    William Foster - 23 septiembre 2004 - 12:48

    Pablo, no es correcta la deducción que has presentado. Dices: «se deduce que la lectura de todo blog escrito por un liberal te resulta desagradable». Puede parecer lo mismo, pero no lo es :)

    Sin embargo no niego que leer a un «neoliberal» (si, yo sigo llamandolo asi), y no me refiero a Enrigue, que quede claro, me puede causar un trasfondo de inquietud.

    Yo sigo leyendo a Enrique, y como es obvio, no hace falta llegar a leer un comentario político para deducir «por dónde va cada uno», aunque tampoco me parece importante mientras no toquemos asuntos verdaderamente relevantes, donde la ideología, especialmente en el terreno económico, pueda ser causa de la peor batalla :)

  • #005
    Maestro Bergogna - 11 abril 2007 - 04:27

    *INVITACIÓN*
    (Argentina)

    La escritora y artista plástica Claudia Mercatante y el Maestro Gabriel Bergogna concertista de piano, compositor, investigador humanístico y primer director de orquesta invidente de la historia mundial, invitan a visitar sus páginas: www.claudiamercatante.com.ar www.gabrielbergogna.com.ar

    Muchas gracias

    ********************************************************************************

  • #006
    Maestro Bergogna - 3 mayo 2007 - 06:15

    Buenos Aires, 3/5/07

    Un Hecho Histórico Mundial

    El próximo 6 de octubre se cumplirán 10 años de mi graduación como el Primer Director de Orquesta Invidente de la Historia de la Música Mundial, al frente de la orquesta de Cámara del Conservatorio Nacional. En ese momento, yo ya era un consumado concertista de piano y compositor. El 3 de octubre 1998, se produjo mi debut con un concierto totalmente a mi cargo, dirigiendo a la orquesta Sinfónica Juvenil «Libertador San Martín» en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la UBA. El 10 de agosto de 2001, dirigí un Festival Mozart al frente de la orquesta Sinfónica de Entre Ríos, el coro de la «Asociación Verdiana» de Paraná, y solistas de gran jerarquía artística, en el Teatro 3 de Febrero de dicha ciudad. Los eventos mencionados fueron cubiertos y transmitidos por la prensa argentina y del exterior. Mientras tanto, yo solicitaba actuar como director invitado, de las orquestas sinfónicas oficiales dependientes de los Gobiernos de la Nación Argentina y de la Ciudad de Buenos Aires, recibiendo como respuesta el silencio y negaciones arbitrarias carentes de fundamentos profesionales. Entonces recurrí a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que el 24 de agosto de 2000 presentó a mi favor un recurso de amparo por discriminación contra el Gobierno de la Nación y otros, que recayó en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal N?º10, Secretaría N?º19, a cargo de la Doctora Liliana Heiland. A pesar de lo firmado en los comparendos de conciliación celebrados entre las partes en mayo y junio de 2002, según los cuales, yo debía dirigir a la orquesta Filarmónica de Buenos Aires el 27 de abril de 2002 y a la orquesta Sinfónica Nacional en el último trimestre de ese año, ningún tramo del amparo se cumplió. La Doctora Heiland no emplazó a las autoridades respectivas para que el amparo se cumpla, ni la Liga intimó a la jueza interviniente para exigir su cumplimiento. Dicho incumplimiento jurídico, o mas bien este flagrante delito, pasa por alto las garantías y los derechos fundamentales de nuestra Constitución Nacional, hecho que está muy lejos de asegurar los beneficios de La Libertad…
    Maestro Gabriel Bergogna

    www.gabrielbergogna.com.ar

  • #007
    Claudia Mercatante - 12 diciembre 2010 - 22:28

    -…En una palabra, es preciso establecer un régimen de dominación universal, una forma de gobierno que se extienda por todo el planeta. Es necesario reunir una legión de hombres infatigables en torno a las potencias de la tierra, para que extiendan por todas partes su labor, siguiendo el plan de la Orden. ¡ Este, es el fin último! ¡ No lo debemos olvidar nunca! Pero para lograr nuestro propósito, se deben tomar de inmediato medidas drásticas. ¡ Esto es crucial!
    Adam Weishaupt, quien tenía el cargo de Illuminatus Rex en la Orden de los Iluminados de Baviera, enfatizó con severidad al dirigirse a uno de sus doce apóstoles, el barón Karl Theodor von Dalberg que estaba reunido a solas con él en ese momento.
    -Eso es lo que yo concibo –le respondió el barón, al pesar con discernimiento cada una de sus palabras-, envistas de que las circunstancias van tomando cada vez más un alto grado de inestabilidad…
    -¿ Inestabilidad? –le preguntó Weishaupt al interrumpirlo para luego gritar con furia-. ¡Caos! ¡ Un enorme caos es lo que se requiere! ¿ Comprendéis cuál es la meta? Las cosas tienen que entrar en estado de agitación, que es el fermento de las profundas transformaciones de las ideas, y por consiguiente de los espíritus y de las conciencias. ¿ Cómo poder si no conseguir nuestros sagrados objetivos? ¡ Hay que tener puño de hierro! –se expresó como un demente, que está arrebatado por terribles ideas luciferinas-. El ser humano debe cambiar. Sí, tiene que sufrir una honda metamorfosis que lo lleve como consecuencia a no necesitar más del Estado, ni de la religión, ni de la sociedad según los parámetros establecidos, pues habrían al fin caducado al haber alcanzado el hombre la iluminación de su mente –al concluir la frase pensó de pronto en su nombre iniciático que era Spartacus, y lo que implicaba para él dicho nombre, pues se sentía un enviado del Portador de Luz.
    -¡ Sí, sí! ¡ Es el ideal que perseguimos! Tenemos que alentar su progreso para completar nuestra obra que es de incalculable valor para las personas del mundo.
    -¿ Y cómo cumplirá la Hermandad este magno cometido que se ha depositado en sus manos? -dijo con gravedad mesiánica el Illuminatus Rex.
    -Consagrándose a ella –le contestó el barón von Dalberg-, y al hacerlo se estará consagrando por ende a la dicha de toda la humanidad.
    -Pero para hacer realidad esta dicha –habló Adam Weishaupt, al mirarlo fijamente a los ojos- hay que continuar socavando los viejos cimientos en los que está apoyada, como su moral o sus costumbres. Tienen que ser abolidas. Es fundamental que sean destruidas íntegramente, y para esto no debe existir obstáculo alguno. Indudablemente, sé a cabalidad que el pecado nos perjudica, pero si el provecho es mayor que el daño…, se convierte en virtud.

    (Fragmento del Capítulo IX de la novela documental “El Prisionero”
    de la escritora Claudia Mercatante www.claudiamercatante.com.ar )

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