Teletrabajando

El tema del teletrabajo me gusta, me parece una de esas cosas donde puede percibirse el progreso de la tecnología. Durante mis años en UCLA, una de mis mejores amigas del programa doctoral lo tenía como tema de tesis, y por «contagio» siempre acabas leyebdo literatura académica sobre el tema e interesándote un poco. En esta noticia en El Navegante se ve como una de las empresas más activas en ese terreno, IBM, se alía con Telefónica para desarrollar soluciones de teletrabajo para sus empleados.

A mí lo que me sugiere es lo de siempre: la interfaz entre tecnología y otros factores. La tecnología para teletrabajar está perfectamente madura, tanto que muchos lo hacemos de manera habitual algunos días de la semana (en mi caso, mi casa es donde me encierro a escribir y a hacer la mayoría de las cosas creativas… mi despacho, aunque agradable, se ha convertido en un lugar imposible para ese tipo de quehaceres). El teletrabajo bien llevado (sin incluir aquí la explotación de los trabajadores obligados a jornadas eternas de destajo en determinados sectores) es sano, ecológico, eficiente y ayuda al equilibrio vida personal/vida profesional. Sin embargo, el desarrollo del teletrabajo no depende de la tecnología, sino del delicado manejo de factores muy diferentes. En la amplísima mayoría de las empresas españolas, el comentario ante una persona que teletrabaja es, simplemente, el de «mira, Fulanito se ha quedado en casa… ¡vaya morro le echa el tío!», independientemente de que Fulanito sea más productivo en casa, esté visible en el Messenger, siga cogiendo el teléfono cuando suena y conteste al e-mail como si estuviese en el despacho de al lado. Es un tema puramente cultural, que empiezo a creer que no se solucionará hasta que alcance el mercado laboral la actual generación de chavales que ahora están colgados del Messenger.

Obviamente, todo tiene matices. Quien ate cabos y me vea escribir sobre temas como teletrabajo, comercio electrónico e identificación RFID puede pensar que abogo por un futuro en el que las relaciones personales y el contacto físico habrán pasado poco menos que a la historia. No es así, por supuesto. Quien me conoce sabe que no soy precisamente dado al desapego emocional, ni con amigos ni con compañeros de trabajo. Creo que, como todo, es cuestión de medidas. En mi propia experiencia, puedo teletrabajar uno o dos días a la semana cuando lo necesito, en puntas de trabajo académico o periodístico, pero si lo intento hacer más tiempo o con más asiduidad empiezo a notar cierta «necesidad de interacción» con compañeros, secretarias, alumnos… me falta algo, algo no acaba de funcionar, me «encierro» demasiado, y aunque pueda ser muy eficiente en la esfera creativa, noto que «debo» pasar por el despacho. El balance no es sencillo. Pero bien llevado, aporta muchísimas satisfacciones y una productividad sin duda muy superior.

2 comentarios

  • #001
    Esteban - 12 julio 2004 - 22:08

    Enrique no puedo estar más de acuerdo. He teletrabajado varias veces y aún lo sigo haciendo cuando puedo y me parece una posibilidad muy productiva. Como bien dices los extremos no son nada buenos, y no se trata ni de estar todo el día en casa ni de estar todo el día en el trabajo. Creo que la aceptación del teletrabajo está en el equilibrio. Poder trabajar desde casa creo que debería de ser algo que empezara a ser posible «de ley» en aquellos trabajos/empresas que lo permitan; aunque cosas como el corrillo alrededor de la máquina siempre habrá que hacerlo en persona.

  • #002
    Alfredo Canteli - 14 julio 2004 - 09:13

    Ya podemos ir incluso un poco más alla en el teletrabajo, y es estar paseando por tu casita con un telefono movil Bluetooth, y llamar y recibir llamadas a través de la centralita del trabajo (o sea, llamadas fijas, mas baratas) manteniendo todas las ventajas de tu extension del trabajo, como la marcacion corta para «pillar» a los compañeros. ¿El culpable? un perfil de Bluetooth que se llama CTP (cordless telephony profile) que convertirá nuestro móvil en una especie de DECT com los de casa. Con un Ap o soft AP Bluetooth y una VPN al trabajo, tenemos el lio montado…British Telecom lo lanza ya en UK con el nombre Bluephone

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