La próxima guerra de la música

Apple vs SpotifyLas noticias de hoy nos permiten ver claramente el futuro inmediato que se avecina: la próxima gran guerra de la música que se dispone a desencadenarse entre dos modelos: por un lado, Spotify, que anuncia una nueva ronda de financiación de cuatrocientos millones de dólares, con participación entre otros de Goldman Sachs y del fondo soberano de Abu Dhabi, que sitúa el valor de la compañía en los ocho mil cuatrocientos millones.

Por el otro, Apple, que prepara el próximo relanzamiento, posiblemente con un nuevo nombre e imagen, de Beats Music, la compañía fundada por el rapero Dr. DRE que adquirió por tres mil millones en mayo de 2014 en un rediseño en el que cuentan con el liderazgo de personajes como Trent Reznor, el polémico líder de Nine Inch Nails. Un relanzamiento para el que han tocado ya a más de una docena de artistas y grupos punteros para que, al igual que lo hará la superventas Taylor Swift, que abandonó Spotify el pasado noviembreofrezcan sus creaciones en exclusiva a través de ese canal.

Los planteamientos de partida parecen claros: música ilimitada a cambio de un pago mensual, pero competencia en cuanto a catálogo. Mientras Spotify se ha centrado en tratar de ofertar un catálogo ilimitado sin solicitar unas exclusividades en las que no creía y que no estaba en situación de ofrecer, Apple parece centrarse en tratar de conseguir artistas punteros que ofrezcan su música exclusivamente en su plataforma y la eliminen de las competidoras. Una estrategia que podría redundar en una mayor tracción para el servicio ofrecido por la marca de la manzana unido a su potente y proverbial buen marketing, pero que también podría convertirse en un problema y terminar incentivando aquello que todos siguen mirando desde la distancia: las descargas irregulares.

Que la música ha pasado de la era de la escasez a la era de la abundancia y la ubicuidad es algo difícil de discutir. Hace unas pocas décadas, la única forma de acceder a la música era a través de unos pocos canales: o bien adquiriendo un soporte físico, o mediante estaciones de radio o televisión bajo acuerdos controlados por quienes producían esa música. Ahora, cualquiera puede disfrutar de cualquier creación musical en prácticamente cualquier momento y desde cualquier dispositivo, accediendo a una amplísima gama de opciones de todo tipo, regulares o irregulares. Una obra concreta está por definición siempre disponible, sea en un vídeo de YouTube, en un streaming de Spotify o en una búsqueda y una descarga en The Pirate Bay. Una situación que ha llevado a que los usuarios vayan progresivamente segmentándose entre aquellos que prefieren incrementar esa disponibilidad pagando por plataformas como Spotify que les proporcionan una mayor inmediatez y accesibilidad, y aquellos que simplemente acceden a lo que quieren, cuando quieren, en alguna de las opciones disponibles en cada momento. Como parte de su propuesta, Spotify siempre ha mantenido ser la opción que más usuarios había logrado retirar de las descargas irregulares, como de hecho parece demostrar el que en el país del que proviene y en el que ha obtenido una muy amplia implantación, Suecia, haya disminuido significativamente el uso de esa opción. Pero la estrategia de Apple es, sin duda, un torpedo a la linea de flotación de Spotify: a medida que los usuarios ven que más artistas optan por eliminar su música de la plataforma, el atractivo de Spotify disminuye, y su conversión de gratuito a premium, obviamente la variable más crítica de la compañía, disminuye. Que una superventas como Taylor Swift, a pesar de las promesas de ingresos hechas por Daniel Ek, abandone Spotify supone que un elevado número de usuarios dejen de plantearse el paso al pago. ¿Cuál es el posible efecto si en lugar de ser únicamente Taylor Swift nos encontramos de repente con un escogido y estratégico puñado de artistas y grupos que anuncian el abandono de la plataforma y la exclusividad con Apple?

La guerra de la música está a punto de empezar. Por un lado, Spotify, promoviendo la economía de la abundancia. Por otro, Apple apelando a la exclusividad y a la economía de la escasez. Y en el medio… lo de siempre.

 

This article is also available in English in my Medium page, “The next music war is about to break out«

14 comentarios

  • #001
    josep m. fernández - 11 abril 2015 - 15:44

    ¿Y a Tidal dónde lo sitúas? ¿Lo consideras marginal? Es algo caro pero a los melómanos si amplian catálogo creo que nos tienen en el bolsillo. Lo he probado y se nota ciertamente la diferencia de calidad.

  • #002
    Agustin - 11 abril 2015 - 16:17

    Como siempre una lectura rentable (tiempo vs valor ;-) ), pero ¿no crees que te dejas un poco de lado el que los «grandes éxitos» estaban mas ligados al modelo de distribución que al producto?

    Yo no tengo los datos pero me da que Spotify va mas de larga cola y creo q por eso es mas ganador ese modelo que el otro.

  • #003
    Anon - 11 abril 2015 - 17:37

    Llevo ya tiempo fijándome en cómo eres incapaz de criticar cualquier metedura de pata de apple y comienzo a cuestionar tu objetividad. ¿Cómo puede llamarse competencia a un servicio que cuesta el doble ($20) que spotify o netflix, que no tiene en cuenta el número de reproducciones de las canciones a la hora de pagar al autor o que fomenta las mismas prácticas contra los artistas pequeños (crítica de Thom Yorke que recogiste hace ya años en uno de tus artículos) y muchos otros etcéteras?
    Lo digo como lector tuyo que lleva tiempo siguiéndote. No como troll aleatorio que es mejor ignorar.

  • #004
    Gorki - 11 abril 2015 - 18:57

    Indudablemente yo no debo ser público objetivo para la música de pago, porque nunca he tenido necesidad de oír un cantante o una canción en concreto. Utilizo la música como música ambiental y en función de mi estado anímico en cada momento, abro Youtube en una página, busco un concepto genérico, «guitarra clásica», «bolero», «rock», «tango» etc, pincho alguna lista de reproducciones, pongo el sonido a un volumen discreto y minimizo la pagina.
    Ya tengo música ambiental variada, pero dentro de un determinado tipo, para toda la mañana. Yo no se si Spotify o Apple lo harían mejor, pero Youtube lo hace suficientemente bien y no cobra. Mis probabilidades de que me abone a un servicio de música son realmente remotas, independientemente de lo bien que lo hagan, así como también es remoto, que me descargue por P2P unas canciones.

  • #005
    Frank Rodriguez - 11 abril 2015 - 19:17

    La música ¿un commodity? Pregunto. Saludos

  • #006
    davidvfx - 12 abril 2015 - 01:08

    Yo uso 4sharemusic

  • #007
    Daniel - 12 abril 2015 - 02:39

    Creo que no es buena noticia el hecho de Apple se meta en un mercado como este, ya que lo más probable es que acabe convirtiendo la música en un bien casi de lujo. O al menos lo intente… En el medio hay otras alternativas preferibles antes que Apple. Saludos.

  • #008
    Alberto - 12 abril 2015 - 14:57

    Me es difícil entender como, a estas alturas del partido, el concepto «comprar música» sigue vigente.

    Honestamente si el triunfo de apple, en esta batalla que hablas, depende de que artistas puntuales como Taylor Swift le den su exclusividad lo llevan jodido. Conseguirán triunfar en un sector que considera la música un producto de moda, no la gente que le gusta la música de verdad. Apple deberán batallar eternamente para conseguir la exclusividad del «artistilla» de turno. Cuando los que mas se lo curran no tendrán ni la más minima oportunidad.

  • #009
    Miguel Ángel - 12 abril 2015 - 22:32

    Si Apple se rodea de «artistas» como Taylor Swift que beben de Max Martín producciones y similares en exclusiva, yo me quedo entre los excluidos con spotify. El «conmigo y nadie mas» no funciona en la música, si esa es la estrategia de Apple y saben contar, que no cuenten conmigo, tengo una Premium de Spotify y como consumidor de música que soy, me parece un producto extraordinario, competencia si, monopolio no, eso supondría limitar el acceso a el inmenso repertorio que actualmente pone a nuestra disposición la plataforma.

  • #010
    Nick - 13 abril 2015 - 10:42

    Pues el escenario que se dibuja es casi perfecto: el mainstream, la actualidad y las novedades se cobran a doblón en apple o donde sea y la historia de música queda para los melómanos a precios reducidos en spotify.

    No podía tener mejor pinta el futuro.

  • #011
    Pedro - 13 abril 2015 - 12:47

    Cualquier plataforma que no tenga el catalogo COMPLETO de la música disponible, no podrá competir con quienes compartimos, porque compartimos TODO.

    Es una situación de MONOPOLIO NATURAL y puede que dentro de unos años Enrique de en sus clases el enfrentamiento entre Apel y Spotify, comparandolo con BETA y VHS, o la guerra del futbol: DOS ENTRAN, UNO SALE

    ¿Se imaginan que para escuchar a los beatles tuvieramos que ir a Carrefour? ¿Se imaginan que Carrefour comprara los derechos y dijera que solo autorizaba las canciones de los Beatles en sus centros comerciales?

    Un artista tiene derecho a controlar LOS ASPECTOS ARTISTICOS de las obras que se atribuye, al igual que a monetizar su creación, a lucrarse. PERO no tiene derecho a controlar que hace la sociedad con ella: CULTURA.

    Dentro de un par de siglos tendremos leyes como las que permiten a la radio poner cualquier contenido, y si a alguien le molesta que una obra salga por la radio, que se distribuya por un canal o por otro, que se fastidie.

    Lo que sobran son las productoras/distribuidoras y la idea de que los derechos de autor permitan imponer controles arbitrarios e interesado (Monopolisticos) sobre la distribución de la cultura.

    1. Tienes derecho a que lo que se te atribuya sea como tu quieres.
    2. Tienes derecho a lucrarte con tu creación
    3. NO TIENES DERECHO a controlar la cultura, lo que la socieda, las personas que no son empresas con lucro, hacen con ella.

    Todavía queda una diferencia entre empresas y ciudadano: «las empresas se LUCRAN, PERO NO VOTAN».

  • #012
    Felix Abalde - 13 abril 2015 - 22:10

    Yo conseguí una cuenta de Spotify al inicio. La usé un par de semanas, tener todo el contenido del mundo no suponía ningún aliciente para mi.
    Como youtube que tiene miles de horas nuevas cada día, sin embargo nunca se me ocurre explorar su web, solo es un repositorio a donde linkan aquellos que crean el contenido que si me «divierte». Estoy seguro que existen miles de películas de Bollywood o de Nigeria a precios ridículos o gratis.
    Quiero decir que la diversidad o la cantidad no me aportan valor. Me interesa lo bueno y por eso el movimiento de Apple me parece ganador.
    Lo más curioso es que jamas he tenido ningún dispositivo Apple…

  • #013
    Luis - 14 abril 2015 - 18:48

    Contenido exclusivo…..ummm……como las casas discográficas de siempre……….. ¿es eso innovación?.
    Nos la siguen metiendo doblada estos chicos de apple.
    Por cierto Enrique ¿ya no tienes el «botón» para tuitear tus artículos?

  • #014
    Luis Medina - 22 abril 2015 - 00:50

    Apple siempre va a recurrir a la exclusividad, pero ocurrirá lo mismo y que por tercera ocasión Apple se enquistará en su plataforma, no accesible mas que por sus dispositivos y donde el resto del mundo no sabe que existe.
    Macintoch 1 de cada 1000 (pc) tenia una
    iPhone 1 o 2 de cada 100 (android) tiene uno
    posiblemente 1 o 2 de cada 100 escuchará la música en el servicio.
    ¿Que pueda ser un buen negocio? solo tiene que convencer a alguien que pague 10 veces mas por escuchar la misma canción como ha ocurrido con las Macs o los iPhones y tontos con dinero… perdón, peculiares personas que buscan exclusividad siempre ha habido.

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