Abres un huevo Kinder. Extraes la cápsula de plástico de su interior, la abres… ¿y qué? Sacas las piezas, y te pones a montar lo que sea probando todas las posibilidades en las que pueden encajar.
Sacas las piezas, te pones a montarlo, te das cuenta de que es un carajal de mucho cuidado, y
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