Redes sociales, asimetría y número de Dunbar

red socialUna buena entrada de Mike Speiser en GigaOM, «Dunbar’s number and the future of communications« relaciona la conocida magnitud propuesta por el antropólogo británico Robin Dunbar para explicar el tamaño de las agrupaciones humanas con el uso de redes sociales, y presenta algunos elementos para la reflexión muy interesantes: el número de relaciones sociales que podemos mantener está determinado por el tamaño del neocórtex, y la tecnología se utiliza para ampliar artificialmente estas fronteras.

Según esta interpretación, el desarrollo del lenguaje permitió a las comunidades humanas recurrir a un concepto de interacción social más eficiente: mientras la interacción social anterior en comunidades de primates se limitaba a actividades con contacto físico (grooming) que iban desde la caricia al despiojado, el lenguaje permitía intercambios de mensajes que pasaban a desempeñar la misma función, tales como saludos y conversaciones casuales que permitían el mantenimiento del contacto. Las redes sociales amplían el concepto del social grooming permitiendo, por ejemplo, que felicitemos el cumpleaños o enviemos un mensaje simple (pokes, aplicaciones, etc.) a cualquiera, lo que genera eso que todos estamos comprobando a medida que empezamos a usar las redes sociales: nunca, en ningún cumpleaños de nuestra vida, nos había llegado a felicitar tanta gente. Y no, no es que seamos más populares que el año pasado, es simplemente que la red social lo recuerda y disminuye el esfuerzo necesario para llevar a cabo la tarea hasta convertirlo en un simple clic.

En ese sentido, me parece interesante el concepto de asimetría. La asimetría es un concepto completamente intuitivo: muchas personas, por su actividad o por muchos otros factores, poseen disimilitudes fuertes entre el número de conexiones o relaciones entrantes y las salientes: en mi caso, por ejemplo, mi actividad como profesor genera que entre en contacto relativamente estrecho todos los años con más de quinientas personas, con las que mantengo una relación que va desde leer los trabajos que me escriben a incentiva o juzgar su participación en clase, colaborar en el desarrollo de sus planes de negocio, etc. Desafortunadamente, tras finalizar el curso, tiendo a mantener en la memoria a tan solo algunos alumnos de cada grupo. En Internet, esto se incrementa con el número de personas con las que mantenemos relación en ausencia de vínculo físico alguno: personas a las que leemos en blogs, comentaristas, etc. Considerar estas relaciones puramente virtuales como algo «inferior» no tiene, a día de hoy, demasiada lógica: ante la tesitura de pasarme las once horas de un vuelo transcontinental con algunas personas a las que conozco fisicamente de manera superficial, o encontrarme en el asiento de al lado a alguien como Gorki o Krigan, a quienes no tengo el gusto de conocer personalmente pero sí me unen infinidad de temas de conversación, escogería sin dudarlo esta última opción. Sin duda, el entorno electrónico favorece el incremento del número de contactos, e igualmente contribuye al desarrollo de perfiles de marcada asimetría.

Sin embargo, aunque el entorno electrónico favorezca el desarrollo de la asimetría social, también contribuye a la gestión de la misma: la red social, en ese sentido, actúa como backup, como copia de respaldo: gracias a la habitual asincronía del contacto a través de la red, puedes recibir un mensaje y, para contextualizarlo, buscar en tu red social a quien te lo envía, tarea que en muchas ocasiones esa misma persona facilita añadiendo el o los vínculos correspondientes. Cuando contestas, puedes en muchos casos haber recuperado de tu «memoria suplementaria» el contexto que permite referirse a esa persona con conocimiento de causa. No recordar inmediatamente a una persona o las circunstancias que rodearon el momento en que entraste en contacto con ella no es una descortesía, sino algo connatural al desarrollo de un perfil asimétrico. Facilitar el recurso de la persona contactada al repositorio social correspondiente que permita la identificación o evocación de anteriores contactos, si éstos existen, pasa a ser casi una norma de educación (soy Fulanito, nos conocemos de A, B o C, y dejo un vinculo a mi perfil en la firma del mensaje para que me puedas ver la cara).

De manera progresiva, nuestras relaciones sociales van a ir estando cada vez más condicionadas por el funcionamiento de este tipo de «memoria expandida» que suponen las redes sociales, algo para lo cual una red bien gestionada, con grupos adecuadamente conformados en función de intereses, afinidades o niveles resultará cada día más importante. Lo que no cabe duda es que la progresiva popularización de las redes sociales conllevarán con total seguridad, o ya están conllevando, cambios en la manera en la que gestionamos nuestras relaciones sociales en su conjunto.

20 comentarios

  • #001
    jummp - 24 agosto 2009 - 13:34

    Muy interesante la idea de que las redes sociales suponen un gadget de nosotros mismos.

  • #002
    Gorki - 24 agosto 2009 - 13:44

    El numero Dumbar es el responsable que a lo largo de la vida vayas perdiendo amigos, pues unos sustituyen el puesto de otros, Así al final de tu vida,apenas te quedan amigos de tu etapa escolar, universitaria y profesional y llegas a la vejez más o menos con 150 amigos, como de costumbre.

    En cambio como hacer enemigos es mucho más raro, al final de tu vida sigues guardando fiel recuerdo de quien te la hizo la puñeta en el colegio, quien te birló un ligue en la universidad, quien te dio una puñalada en el trabajo y quien te dejó una deuda pendiente, sin haber conseguido llenar el cupo de enemigos.

    Los amigos se pierden, los enemigos se acumulan. Por eso los viejos parecemos rencorosos, cuando solo tenemos el problema de la limitación del neocortex.

    Ahora en serio. Las redes sociales, te aumentan el numero de conocidos pero no de amigos, yo conozco bastante a PPerez, a Dubibator, o a Krigan, pro no me puedo considerar amigo de ellos, son solo conocidos.

    Otro ejemplo, mi hermana ha aprovechado la jubilación para montar un programa de genealogia de la familia y ya tiene registrados entre vivos y muertos unas 1200 personas, que hacen que uno descubra cosas tan curiosas como que es recontrar pariente de Lady DI.

    A traves de ese programa he entablado contacto con parientes que hacia años que perdí la pista, pero tampoco puedo considerar que por ello hallan entrado en mi número de amigos, que sigue siendo los 150 mas o menos que he tenido siempre.

  • #003
    José Antonio Redondo Martín - 24 agosto 2009 - 14:14

    Totalmente de acuerdo y perdonad de antemano quienes la leáis la un poco larga intervención que dejo aquí. Creo que planteas un enfoque muy interesante para la reflexión y de ahí que traiga bastantes cosas a colación.

    Quizá añadir que junto con cada nueva herramienta de comunicación e interacción social de amplia difusión que se ha ido incrementado en los últimos años el número de personas con las que potencialmente estamos en relación. De forma evidente, en el correo electrónico podemos mantener fácilmente varios cientos de contactos, así como memorizar en nuestros modernos móviles infinidad de nombres de personas y su número de teléfono, sin duda estas ampliaciones «electrónicas» a nuestra memoria permiten a cualquier persona manejar un número importante de contactos. Hay que considerar además que tanto en el email como en las modernas aplicaciones sociales la interacción generalmente es asíncrona, lo que permite gestionar en un determinado momento del día bastantes interacciones.

    Las redes sociales además nos añaden una potencia de crecimiento de contactos hasta ahora inexistente, la posibilidad de acceder mediante el mecanismo «Friend of a Friend» a diversidad de personas que forman parte en algún grado de la red social (aquí no hablo de aplicaciones si no de grupo) a la que pertenecemos. Y además es evidente que el uso de la imagen permite realmente recordar aún más fácilmente que por el nombre con quien estamos hablando. Esto permite a un profesor de Universidad estar conectado directa o indirectamente con muchos más colegas, alumnos y exalumnos de lo que estaba antes. En el caso de una empresa si creamos una comunidad tendremos mucho más fácil conectar con la persona adecuada según nuestras necesidades.

    Recordar que Facebook ha establecido un límite en los 5.000 contactos. Esta claro que determinados perfiles: políticos, periodistas, escritores, músicos, etcétera manejan volúmenes de contactos sociales superiores a estas cifras. El hecho de que sean vínculos socialmente débiles no les quita valor, si no más bien al contrario, se lo otorga a las aplicaciones que nos prestan la capacidad de consolidar con algo más de fuerza estas relaciones. Desconozco si alguien ha podido ir calculando el «Dumbar Number» de las personas conectadas a través de Internet y dispositivos móviles, pero es indudable que ha debido crecer bastante.

    Hay que añadir también que los vínculos sociales no sólo se producen a partir de la relación de conocimiento o contacto personal puntual, también en torno a conceptos, ideas y proyectos. Esto se suele reflejar en Facebook en la pertenencia a grupos o en compartir el ser «fan» de alguien o algo. Gracias a las redes sociales podemos descubrir por ejemplo en Linkedin interesantes vínculos profesionales o gente con nuestros mismos gustos literarios.

    Una cuestión interesante es el impacto que pueden tener estas herramientas en los entornos basados precisamente en vínculos sociales débiles, tales como la Educación, las poblaciones de tamaño pequeño y mediano, las afiliaciones a clubes deportivos, etcétera.

    En resumen no sólo permiten sostener un número mayor de vínculos, sino además crearlos nuevos así como enriquecer los ya existentes. Sería util retomar las valoraciones económicas del concepto de «capital social», sin duda va a crecer enormemente en los próximos años.

  • #004
    mario - 24 agosto 2009 - 14:28

    [tono humorístico] luego habrá que buscar algo que haga referencia a los diferentes programas de relación social que usamos y cuales de ellos nos hemos olvidado [\tono humorístico]

    Gorki el recuerdo o no de amigos y enemigos, yo diría que viene más por el impacto emocional que se te graba en el cerebro que por el rencor o amor (o afinidad) en sí. Porque amigos y «enemigos» siempre los habrán. Las redes sociales electrónicas son otro medio más, como se sule decir, otra herramienta. De la relación que obtengas con los miembros sacarás amigos o enemigos nuevos o recuperarás los antiguos.
    Quizás como dice Enrique estos medios lo que harán es redefinir el concepto de amigo o enemigo y cómo los encontramos y gestionamos

    Saludos

  • #005
    jftamames - 24 agosto 2009 - 14:32

    y sobre todo la capacidad para dejar de vivir la memoria, los recuerdos de forma lineal

  • #006
    MonteroJCs - 24 agosto 2009 - 14:48

    De todas maneras, por muchos «amigos» que agregues en tus redes sociales, al final sigues teniendo trato solo con unos pocos de ellos. Y lo de los cumpleaños este año ha sido increible. Todo el mundo felicitándose, gente que hacía mucho tiempo que no sabías de ellos y simplemente te dejan un mensaje en tu tablón felicitándote. Ha perdido muchísimo valor el acordarse del cumpleaños de alguien.

  • #007
    Gorki - 24 agosto 2009 - 15:19

    A mi me felicitan las Pascuas un increíble número de directores de sucursales bancarias, debida a la peculiar forma de llevar la contabilidad familiar de mi mujer a base de abrir una cuenta diferente para cada tema, el coche, la segunda vivienda, los seguros etc etc. y ello no aumenta mi crédito en un ápice,

    No hay que relacionar los contactos en Facebook y las felicitaciones semi automáticas que recibas en tu santo, con tu caché y prestigio profesional, yo creo que son dos cosas diferentes.
    .

  • #008
    Cyberprimo ® - 24 agosto 2009 - 15:37

    Excelente entrada tio eres un crack en eso de las redes sociales las has decodificado XD

    En lo personal trato de no anclarme mucho en las mismas ya que me gusta mas socializar face to face, por ejemplo hay cosas que en el lenguaje escrito no se dan bien por ejemplo las bromas y los sarcasmos, suelen interpretarse de mala forma, aunque en algo si tengo que estar de acuerdo las redes sociales ya cambiaron la forma de como socializamos hoy en dia, vamos al grado de que yo he visto personas que se les hace mas facil chatear que empezar una charla en persona.

    Eso si me quedo con las ventajas de los recordatorios de cumpleaños, aveces la memoria suele fallar y no es muy bueno hecharse a alguien en contra por no felicitarlo en su cumple o no??

    Saludos muy buen blog

    PD: Te he agregado a mi blogroll, espero no os moleste que es la unica forma de leerte y mantener contacto por las distancias XD

  • #009
    Hacia tiempo - 24 agosto 2009 - 15:42

    Este post, y siento la crítica, vale menos que un amigo de facebook

    (inevitable, una de cal y otra de arena)

  • #010
    Miguel Ángel - 24 agosto 2009 - 16:15

    Está muy bien disponer de este «backup» de las conversaciones y hechos pasados para así poder hacer memoria, pero a esto le ve veo un gran problema y es que los sitios en la red son bastante efímeros y esta información se la puede llevar el viento, sobre todo si el sitio que guarda la información es un red cerrada en la que solo se puede consultar la información siendo usuario de la misma, si el sitio cierra adiós a la memoria del pasado, supongo que a todo el mundo le habrá pasado esto en la red alguna vez con algún foro, comunidad virtual o sitio que desapareció.
    A ver cuando surge una red social distribuida de verdad que no dependa de ningún sitio ni empresa en particular, en la que la información este lo suficientemente distribuida como para que no sea efímera y que pueda ser almacenada por el propio usuario, esta red si que sería realmente interesante, algo tan universal como el correo electrónico pero aplicado a las redes sociales.

  • #011
    Dubitador - 24 agosto 2009 - 18:05

    Me interesa mucho lo que ha señalado Miguel Ángel | 24-8-2009 a las 16:15 |

    Muchisimos tenemos cuenta en Gmail y a partir de ella Google nos invita, casi que nos empuja, hacia su universo de herramientas y servicios en continua creacion y recreacion, al punto de que a partir del login de Gmail puedes llegar a construir un universo virtual enorme y repleto de informacion totalmente incumbente para tí.

    Lo puñetero del asunto es que el valor de esa informacion, incluso su mera invocacion, depende de una densa trama de hipertextualidad que solo Google puede gestionar, en tanto que si se pretende un mero backup de los e-mails en Gmail, de los feeds en Google Reader, de lo guardado en Google Docs…quedaria reducido a los huesos y resultaria pobremente cuando no imposiblemente manejable fuera del entorno de Google.

    Esto ultimo puede verse corregido y aumentado en lo tocante a las redes sociales: sencillamente no hay manera de hacer un backup viable del conjunto de mensajes, enlaces, clasificaciones y asociaciones en continuo crecimiento y «enmarañamiento».

    Si se pierde el login de Gmail puede literalmente volatilizarse el fruto de meses a años de asuntos, mensajes y relaciones recopilados, clasificados, vinculados.

    Tratandose de un servicio gratuito, sea por azar sea por designio, ante el fatidico avatar habrá que resignarse y reconocer que «lo que el Señor me dio, el Señor me lo quitó»

    El caso es que ni aun en el supuesto de contar con una cuenta premium y de pago hay garantia de conservacion del status si la empresa quiebra, varia su politica o es adquirida.

    La sugerencia de una red social distribuida, aunque teoricamente factible, se me antoja algo mas bien muy poco probable, tan solo fuere porque es materialmente imposible que pueda emular la coherencia, agilidad y variedad de un asunto centralizado.

    ¿Que alternativa hay? No lo sé, la habrá, se creará, pero solo a partir de unas cuantas catastrofes previas, pues así han ido haciendose las cosas, como lo demuestra la presente y enesima crisis, fruto del tropiezo en las mismas piedras una y mil veces avisadas, teorizadas y proclamadas como pretendidamente inmanentes a la esencia del sistema.

  • #012
    Gorki - 24 agosto 2009 - 18:35

    #11 Dubitador
    Pues anda que no habrá perdido información en las agendas que tiraba todos los años a la basura. Pero a pesar de todo el mundo sigue andando.

    De todas formas, si te quieres bajar Gmail a tu PC solo tienes que hacerlo PoP3 y llamarlo con el Outlook de Windows, Yo antes lo hacia, pero pensé que es más probable que se me estropee a mi el disco duro, que quiebre Google y decidí dejarme de tomar la molestia, (quizá no hice bien…),

  • #013
    Luarca69 - 24 agosto 2009 - 18:53

    Las redes mueven mucho blablabla, pero para mi, lejos de las excusas:

    «me sirve para encontrar a amigos» (si los perdiste, quizas no eran tan amigos),

    «me sirven para mi trabajo» (facebook y similares desde ahora traeran mas problemas que beneficio… ya se hablo aqui de las busquedas por parte de las empresas sobre los historiales de los futuros -y presentes- empleados)

    «mantengo contacto con gente -lejana- o no accesible» (coñe, si tiene face, tiene mail, y si tiene mail, ¿No va a tener telefono?)

    Y asi con cientos mas de ellas… no sirven para nada. Solo puro snobismo de querer «estar ahi» (como los millones de blogs replicantes).

    Lo siento, pero yo que creci con las BBS, ya estoy quemado de la «comunicacion electronica», y para mi, no hay nada mejor que el estrechar una mano, dar un abrazo o un beso y compartir unas cervecitas, y mas, si para ello, tengo que desplazarme al otro lado del pais y con ello, conocer mas gente o lugares.

    He llegado a tener a 1200 contactos en Facebook, y creerme, los conocia a todos de hacia años, por unas cosas o por otras. Pero hace un par de meses, hice una criba y me quede con 56. Los mismos con los que SI tengo contacto en el mundo real, que se acuerdan de felicitarme, sin agendas automaticas, con los que me voy a cenar, o comparto trabajos de vez en cuando. Gente con quienes me veo al menos una vez al año. Gente NO virtual.

    Los demas??? Solo estuvieron de paso por mi vida (y yo en la de ellos)

    Para mi, cualquier cuenta de Face que supera los 100 amigos, es un «coleccionista de friends» XDDD

  • #014
    Charlie Boyle - 24 agosto 2009 - 22:54

    Les dejo un link sobre el tema de la beta de mi nuevo libro.
    http://elsiglodelafreternidad.wordpress.com/3-la-naturaleza-de-lo-natural/

  • #015
    mireia - 26 agosto 2009 - 14:49

    ¿Quién tiene 150 amigos? Creo que el concepto de la amistad se ha degradado un poco en la web social. Podemos tener 200 amigos en Facebook pero, en realidad, los amigos de verdad se pueden contar con los dedos de la mano, como toda la vida. Una cosa son contactos y otra, muy distinta, amigos.

  • #016
    Abel - 26 agosto 2009 - 18:01

    Hace cosa de dos meses ya se pudo leer en castellano sobre el Grooming y el número de Dunbar y la relación de esto con las actuales redes sociales:

    http://www.thesweetfish.com/2009/07/grooming-y-tamano-de-grupo.html

    El artículo fue a Meneame sin mucho éxito, se ve que la gente no está muy interesada en este tema a la vista de que tu post tampoco a tenido mucho meneos…

    Un saludo.

  • #017
    Mario - 26 agosto 2009 - 22:37

    De acuerdo con Mireia #15, el concepto de «amistad» en redes sociales en general debería revisarse. La red toma por analogía palabras familiares del mundo real pero describen a la postre relaciones de un nuevo tipo (interesantes por cierto). Mantener la analogía es cada vez más difícil y sería más práctico describir y estudiar estas relaciones como algo totalmente nuevo.

    Tan propensos como son los internautas para los anglicismos y neologismos no podrían reemplazar la palabra amistad, que describe tan escaza y excepcional relación (de ahí su valor), con alguna otra más precisa como «facebooker» o algo así?
    Porque si llegamos al punto en que un ser humano normal cuenta con 50 amigos a los largo de su vida y el Chihuahua de Paris Hilton cuenta con 5000 amigos en una red social, algo anda mal con la nomenclatura.

  • #018
    gallas - 27 agosto 2009 - 10:56

    Felicidades. Llego a este post bien recomendado y es un placer. Gracias por las ideas y su profundidad. Cuanta relación «virtual» en las de toda la vida ¿no? Estaremos abiertos a lo que supongan las redes sociales en la modificación de nuestros cotidianos…
    Un abrazo

  • #019
    Asdrúbal - 30 agosto 2009 - 00:34

    Lo explica el primer párrafo:

    1º La tecnología permite una ampliación ARTIFICIAL de la funcionalidad del neo-cortex de la persona. Así puede tener más conctactos sociales (número Dumbar).

    2º Las redes sociales netamente electrónicas no son «estables» por definición aunque la información permanezca en nuestras extendidas mentes. Las relaciones estables son un subgrupo de las íntimas o profundas.

    La definición de amigo no es la que se usa en los contactos de facebook. Intercambiar saludos (o clicks) poco trascendentes y superficiales colocan a muchísimos seres humanos al nivel de las hormigas.

    Contínuanmente frotando antenas, arremilinadas en el torbellino eletrónico de información.

    La trascendencia del hombre está en otra dimensión de la vida.

    El caos informático es una trampa para el espíritu que podría escapar. Lo explica claramente la película Matrix. Y lo ha resuelto Cienciología, una vía de salida.

  • #020
    Taburete - 7 septiembre 2009 - 19:00

    A propósito del número de Dunbar os dejo una crítica que he publicado en Zemos98. Para alimentar un poco el debate…

    http://www.zemos98.org/spip.php?article1374?rubrique=21

    Saludos!

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