La Comisaria Europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, ha dejado claro que tomará acción contra aquellas compañías de telefonía móvil que, abusando de su poder en el mercado, bloqueen servicios innovadores. La advertencia parece estar provocada por la decisión de varias compañías de bloquear servicios de VoIP, en lo que supondría una clara violación del principio de neutralidad de la red, que por el momento ha estado notablemente ausente en toda la fase de desarrollo de la telefonía móvil.
Los tiempos en los que las operadoras pensaron que podrían mantener en sus redes móviles una «Internet de mentirijillas» en la que no repetir algunos de los problemas que creen tener en la Internet real parecen estar llegando a su fin. Parece cada día más claro que un entorno sujeto a la arbitrariedad de unas compañías de telecomunicaciones con supuesta capacidad para decidir qué admiten y qué no admiten en sus redes no podría nunca tener el desarrollo explosivo que conocimos en una Internet caracterizada precisamente por la ausencia de regulación. La patética experiencia con las «internets de operadora» como eMoción o Vodafone Live deberían darles una pista de por dónde van las cosas.
La disyuntiva parece clara: control frente a desarrollo. Para alcanzar un desarrollo que colme sus expectativas de crecimiento, las redes móviles tienen que renunciar al control. Pero sin éste, las operadoras volverán a ese papel que tan poco les gusta: el de meros proveedores de infraestructura, sin intervención en los contenidos que circulan a través de ellas. Una disyuntiva, control frente a crecimiento, en la que algunos actores importantes parecen estar tomando posiciones claras: por un lado, el regulador, una Viviane Reding dispuesta a fomentar la innovación sin restricciones. Por otro, una compañía como Apple, con el poder que le da ser la propietaria de una de las plataformas más representativas – no por volumen, obviamente, pero sí por tipo de uso y por cuota en el mercado de navegación desde el móvil – que parece dispuesta a jugar el mismo papel que ya jugó en el mercado de la música con el DRM: jugar en un principio al juego que marcan las compañías – las restricciones al uso de aplicaciones como Skype sobre redes de telefonía 3G están determinadas a nivel de SDK – para anunciar posteriormente la eliminación de la restricción como posición decidida, un juego de «tira y afloja» que ya la compañía ya jugó con el lanzamiento de la primera versión de su terminal.
Las posturas parecen claras. Pero por mucho que se quieran engañar las operadoras, de esta historia ya conocemos el final. Es solo es una cuestión de tiempo.
«Viviane Reding dispuesta a fomentar la innovación sin restricciones»..
que jodia, que los demás se gasten la pasta que luego ya me meteré yo a dar por culo.
Nos olvidamos de que las empresas están para ganar pasta. Las empresas no son ONGs.
hombre, internet móvil debería ser igual que internet no-móvil
no sirve decir, qué bien tenemos internet y luego esto no esto no esto no. o lo ponen o no, lo que no puede ser es pagar una pasta gansa por la conexión y que ni ésta sea buena ni que te permita las aplicaciones que te permite el ordenador.
Es que sería de libro (de John Grisham, por lo menos) que la Unión Europea no hiciese nada ante semejante estafa.
Hablaste del fracaso de eMocion, pero se te olvidó hablar del ëxito de Dokomo,
Lo terrible de las poperadoras, es para m, que nos den un servicio tan alejado del que dan las operadores japoneses o coreranas. Ahí si que se ve el oligopolio y ningún político hace nada por quebrarlo Lo del teléfono IP es además,
El resultado final está claro: podremos utilizar Skype en nuestros iPhones y, como bien dices, la cuestón sólo es cuándo. Todos los actores implicados lo saben.
Apple lo sabe y deja preparado el HW de su dispositivo para lanzar el sofware tan pronto sea posible.
Movistar lo sabe pero no lo autorizará hasta que el regulador o la competencia le obliguen. Como en el sector de las operadoras de la telefonía móvil poco podemos confiar en la competencia, el cuándo podremos disfrutar de VoIP en nuestros móviles depende del regulador.
Parece que Reding tiene las ideas claras. Si embargo, yo les pediría que trabajaran en reducir el tiempo desde que obligan a las operadoras a aplicar una normativa y estas realmente lo hacen.
El VoIP a traves de la conexion datos desplazaria a las llamadas de voz corrientes, lo que reduciria al operador de telefonia a mero ISP. Cosa a parte es que las operadoras de telefonia de puertas adentro utilicen el VoIP para optimizar el rendimiento de sus redes.
Las llamadas de voz y los SMS a precios muy sabrosos para las operadoras desaparecerian.
Es por completo logico que las operadoras de movil no deseen que desaparezca tan saneada fuente de ingresos.
Pero si por un casual se diera via libre a la oferta de WiFi, o mejor Wi/Wax, el panorama para las operadoras de movil e incluso para los ISP por ADSL y cable seria igual de catastrofico.
Neutralidad de la red: el acceso a internet no debe ser objeto de restriccion ni promocion de unas conexiones sobre otras: los bits han de ser vehiculados con total neutralidad vengan de donde vengan, contengan lo que contengan.
A las operadoras no les va a dar la gana, porque no ganan nada, salvo se vieran en el brete de enfrentarse a un operador que ofrezca conexion a internet inalambrica con una extension y calidad de cobertura equivalente.
El permitir a las operadoras de telefonia movil modular el acceso a internet equivale a permiso implicito para hacer lo mismo a los ISP por ADSL y cable, de ahi que la actitud de la comisaria europea de telecomunicaciones sea de totalmente logica: si las operadoras de telefonia movil deciden dar acceso a internet han de darlo con todas las consecuencias.
En este tema creo el camino a seguir es el de Japón.
Como bien dice un comentarista, el sistema de NTT Dokomo parece que funciona muy bien.
Salutes.
El primer operador que permita el acceso libre a cualquier tipo de informacion y servicios jugara con ventaja competitiva respecto a los demas. Solo estan actuando en contra de sus propios intereses cuando se den cuenta no tendran mas remedio que actuar en el unico sentido acertado.
A la periodista Redding le quedan 1 mes de cargo…
Ya sabeís dentro de un mes hay que votar a los que se van a llevar 8000 leuros por la cara al mes.
Eso es como seguir pagando por SMS con el crecimiento de twitter: una vez que alcance el tipping point, qué sentido tiene. Entonces seguirán cobrando por la tarifa de datos abusiva, pero también esa tendrá que ir bajando o aumentando la cantidad de datos que puedes mover. Y la velocidad, claro.
Esta claro no quieren perder el chollo quieren tenernos con sus tarifas abusivas…. pero al final tendrán que ceder y podremos usar el verdadero potencial de la red movil
Si no hay amenaza de bienes/servicios sustitutivos, hay sectores que no se ponen las pilas.
Los SMS mandados aumentan a mucho ritmo en algunos países, sobre todo porque la mayoría de planes de datos de estos sitios incluyen miles al mes, cuando no ilimitados. Pero en España, con el sistema de cobro que hace que sean incluso más caros los SMS nacionales que los mandados internacionalmente (otra de la «factoría» Reading», precio máximo de 0,11€), cualquier vía de tarifaplanismo inventado tiene éxito.
Tener Internet sin restricciones en el móvil, por ejemplo, significa sustituir cualquier SMS no urgente, por un mensaje privado en Tuenti o Facebook (manejadas estas redes y comprobadas a menudo también por el móvil, claro). Dejar el messenger/fring/nimbuzz corriendo en segundo plano cada vez es más normal, también, permitiendo comunicaciones más urgentes. Con VoIP o sin ella, los operadores se tienen que adaptar.
Espero que los fabricantes de baterías de litio o de lo que venga en el futuro, también se den prisa, porque algunas nos hemos visto con el cargador del móvil en el bolso a veces, gracias a estas costumbres. Es del tamaño y peso de un Zippo, al menos :)
Guapo texto, si señor. Yo es que soy un pobre y no tengo ni teléfono móvil, es más, no sé si sabría hacer una llamada, más aún, no sé si sabría descolgar para recibir una llamada, luego supongo que estas cosas me afectan poco.
Pero lo que dice usted -y lleva diciéndolo desde hace dos o tres entradas- está muy claro: control.
Lo que quieren no es controlar las comunicaciones sino a las personas.
Influir sobre ellas, hacernos no solo pensar lo que quieren que pensemos, sino que sintamos lo que tenemos que sentir en cada momento y las campañas publicitarias ésas en las que hacen que nos sintamos culpables por habernos dejado una luz encendida o el grifo abierto mientras nos afeitamos son una prueba de ello.
En cualquier caso las personas debemos de ser muy poco de fiar para que quieran controlarnos con tanta insistencia.
Vamos, que me parece a mi.
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http://www.telefonica.net/web2/peritta
Lamentablemente hay cosas que maneja el dinero y no la razon.
Lamentablemente asi se da en la mayoria de los casos
¿Es decir que las empresas deben dejar que el resto usen sus instalaciones para hacerles la competencia?…
Hubo otra “internet de operadora” que no llegó a ningún sitio: Infovía. Seguro que hubo más, y el paradigma es AOL. El mercado quería acceso a la Internet de verdad, donde están los contenidos, las personas y los servicios. No a un recinto privado de un subconjunto de contenidos, usuarios y servicios.
Y las redes móviles están donde estaba Internet en el 95. Lo que el público necesita, aunque la tecnología no le permita ver la diferencia en todos los casos, es acceso a Internet cuando habla de Internet, y acceso a telefonía tradicional (emergencias, etc), a un precio superior. Pero no mezclar.
El coste de transportar por red movil un paquete IP de datos del terminal hasta la antena y la red es el mismo, haya lo que haya dentro. Vender eso a un precio diferente según lo que tenga dentro es Marketing, y ponerle un precio según lo trate de una forma u otra es añadir valor, pero una vez que el paquete sale a Internet, no hay diferencia de coste entre una sesión http o una sesión de skype. En el peor de los casos, lo que el usuario pide es capacidad de sacar tráfico a internet. Y que no le pregunten qué hay dentro.