Mi columna en Invertia de esta semana se titula «Regula, que algo queda…» (pdf), y trata de interpretar el furor de la Unión Europea por ser «los primeros en regular» cualquier elemento o tendencia tecnológica, y sus consecuencias de cara al futuro.
Posicionar una región como líder en regulación es una decisión estratégica compleja. En general, los posicionamientos de ese tipo se adquieren como consecuencia de otros aspectos, no de una manera consciente, aunque hay excepciones.
Resulta evidente que, como apunté en mi artículo sobre la Digital Markets Act (DMA) para el Center for European Policy Analysis (CEPA) hace un par de semanas, la herencia de la Common Law anglosajona ha posibilitado, con su menor escrutinio previo y su ...