Mi columna en Invertia de esta semana se titula «El apagón ibérico: culpar a las renovables solo revela ignorancia y conflictos de interés» (pdf), y trata de explicar que las renovables nunca, jamás y bajo ningún concepto pueden ser las culpables de un apagón, sino que este simplemente puede producirse por un problema de mala gestión.
Cuando, tras el apagón, surgieron decenas de oportunistas y de estómagos agradecidos a culpar a las renovables y a decir estupideces como que el tejido energético «necesitaba» a las nucleares, como si las nucleares fuesen algún tipo de «piedra filosofal» que impediría futuros problemas, me di cuenta de que estábamos ante una nueva versión del terraplanismo, el terraplanismo ...