Con los objetivos de descarbonización necesarios para conseguir la viabilidad de la vida humana en el planeta en serios problemas tras la recuperación de la actividad económica después de la pandemia, las cosas empiezan a pintar muy mal: los cálculos indican que solo tenemos un 50% de posibilidades de alcanzar los objetivos de frenar el calentamiento global en 2026, y el panorama de cara al año 2050 se convierte en cada vez más pavoroso.
La contaminación atmosférica causa ya una de cada seis muertes en todo el mundo: ser capaces de recortar las emisiones podría salvar en torno a cincuenta mil vidas anuales, además de más de unos $600,000 millones de dólares en costes sanitarios tan solo en los Estados Unidos. ...