La innovación corporativa y sus ciclos

IMAGE: Gerd Altmann - Pixabay

Un interesante artículo en Harvard Business Review, «How Microsoft became innovative again«, me lleva a plantearme preguntas no tanto sobre cómo la compañía fue capaz de dejar de ser el aburrido vendedor de cajas de software metidas en celofán en el que se había convertido con el impresentable e inútil Steve Ballmer y pasar a ser de nuevo una empresa interesante bajo el mando de Satya Nadella; sino sobre el funcionamiento de los ciclos de innovación corporativa. Y más concretamente, sobre si es necesario que haya un Steve Ballmer para que surja un Satya Nadella.

La innovación en las empresas es, en muchas ocasiones, fruto de un momento de inspiración, a menudo del propio momento que dio origen a la compañía. Si estudiamos el caso de las big tech, por ejemplo, es bastante habitual que la innovación esté situada al principio, en la creación de la compañía: la idea de crear un ordenador distinto a los que había, que una persona pudiese desear tener y utilizar, dio origen a Apple, del mismo modo que la de crear un buscador con un mecanismo diferente basado en criterios off-page en lugar de on-page dio origen a Google. Sin embargo, la evolución de ambas compañías a partir de ahí fue muy distinta, lo que lleva a que hoy, la inmensa mayoría de los observadores sigan situando a Apple entre las compañías más innovadoras del mundo, pero no hagan lo mismo con Google.

El caso de Microsoft es similar: la posibilidad de crear el sistema operativo para un ordenador que IBM convirtió en estándar dio origen a la compañía y la convirtió en prácticamente un monopolio, pero la gestión desastrosa y carente de visión de Steve Ballmer la relegó a una posición en la que la compañía dejó prácticamente de innovar, hasta que llegó Satya Nadella y la volvió a revolucionar. ¿Podría haberlo hecho si, previamente, Steve Ballmer no hubiese tenido el dudoso mérito de alinear a toda la compañía con respecto a como NO debían hacerse las cosas? Ahora, ver a Microsoft volviendo a ser un actor relevante en terrenos como la búsqueda no proviene simplemente de haber cerrado un acuerdo con OpenAI, sino el fruto de una trayectoria de innovación coherente mantenida durante varios años.

¿Qué hace que algunas compañías sean capaces de mantener dinámicas innovadoras a lo largo del tiempo, mientras otras se cierran con respecto a la ventaja obtenida y dejan de innovar? Obviamente, no se trata simplemente de una cuestión de ideas, sino también (y en algunas ocasiones más) de ejecución. Pero de una u otra manera, algunas compañías lo consiguen, y siguen aplicando unos principios y una cultura de innovación que les otorgan una ventaja que se consolida y se convierte en parte de su identidad, mientras que otras no son capaces de hacerlo. Uno de los mejores paralelismos que he visto en ese sentido, o quizás uno al que soy especialmente sensible por mi formación, es el símil de la evolución: cómo la ventaja se corresponde no tanto con un golpe de suerte, una inspiración o una oportunidad, sino con una forma de hacer las cosas que asegura las características adecuadas para que ese tipo de momentos sigan surgiendo.

Mientras Microsoft ha sido capaz de ir desarrollando líneas innovadoras – y también de perderse otras, por supuesto – y Apple, por ejemplo, es capaz de reinventar una categoría de producto cada cierto tiempo, otras compañías se quedan ancladas en lo que fue su innovación original y terminan simplemente defendiendo el fortín, sin aparente capacidad de reinvención o de inauguración de otra línea exitosa.

Hay que ver y estudiar muchos casos para entenderlo. Pero sin duda, el de Microsoft, compañía que comencé a estudiar desde un punto de vista académico en 1998, es uno de los más interesantes, porque es de las pocas compañías que ha sido capaz de protagonizar una vuelta a la innovación a través de un fuerte cambio cultural, un reto verdaderamente difícil de hacer.

Modelos de innovación. Fáciles de definir, pero muy difíciles de sostener y, sobre todo, de implementar. Pero capaces, sin duda, de marcar la diferencia.


This article is also available in English on my Medium page, «What does it take for a company to maintain innovation

10 comentarios

  • #001
    menestro - 5 marzo 2023 - 19:12

    La «evolución», el evolucionismo de Darwin, no se basa en «formas de hacer las cosas» o en «evolucionar» partiendo de algo, ni se selecciona nada más apto con algún misterioso criterio, sino en la extinción.

    Lo que mencionas es conocido como «Lamarckismo» que era un pseudoteoría anterior a Darwin y que está totalmente denostada, forma parte de las pseudociencias.

    Es ampliamente conocido el caso Lysenko, que ayudo a convertir a Ucrania en el granero de Rusia después de aplicar el Lackmarquismo como ciencia política en la URSS. Un poco como el coche eléctrico.

    En la evolución no existe el cambio adaptativo. No hay adaptación de una especie a una circunstancia emergente, o lo que sea., la Jirafa no estira el cuello ni se pone de puntillas, simplemente se extingue un taxón y su espacio es reemplazado por otro.

    La anterior Microsoft, por decirlo así, ya no existe. Y así es como debe ser.

    Si quieres innovar, lo primero es tener unos fundamentos sólidos. Pero no hay cambios inducidos, simplemente, se desarrolla otra estrategia diferente.

    Tampoco existe el «Diseño Inteligente» ni nadie se adapta de forma no nata a un entorno cambiante.

    Por eso miro al cielo buscando meteoritos con esperanza.

    He aprendido a cocinar sin darme cuenta y, ahora, tomos dos cucharadas y paso diez minutos relamiéndome y paladeándolo. Así no hay manera.

  • #002
    JM - 5 marzo 2023 - 20:53

    En mi opinión tiene tanto que ver la cultura de la compañía como el tipo de dirección que elige en un momento dado el consejo de administración.

    Steve Baller sería un perfil gestor elegido para obtener el máximo de rentabilidad de los productos que ya tenía la compañía renunciando a la innovación, que siempre es un riesgo y requiere de mucha inversión. Satya Nadella sería un perfil de gestor elegido para la innovación.

    De la misma manera Boeing ha pasado de ser una empresa de innovación a ser una empresa que subcontrata gran parte de su producción buscando los precios más baratos y sacando una y otra vez versiones de un avión, el 737 desarrollado hace más de cuatro décadas.

    • JM - 5 marzo 2023 - 20:55

      Corrijo, el Boeing 737 se empezó a desarrollar hace SEIS décadas y voló por primera vez en 1967.

      • Chipiron - 5 marzo 2023 - 22:06

        Muy buen ejemplo.

        Hay un documental interesantísimo que explica cómo Boeing pasó de ser una empresa innovadora y basada en un plantel envidiable de talento ingenieril y cultura de seguridad (con un riguroso control de calidad de sus productos) a convertirse en una gran empresa de subcontratas en las que la innovación, diseño y sobretodo seguridad pasaba a un segundo plano frente a la cuenta de resultados anual…

        Y así les fue con el 737 Max…

  • #005
    Chipiron - 6 marzo 2023 - 09:53

    Considerándome, hasta cierto punto, un «Apple fanboy», debo reconocer que el vertiginoso ritmo de innovación de Apple en la primera década del siglo (con Steve Jobs a la cabeza) se ha desacelerado notablemente.

    Por contra, una empresa como Microsoft, creo que a día de hoy, gracias a la dirección de Satya Nadella, se ha reorientado y puede considerarse más innovadora que Apple.

    Salvando algunas distancias, Tim Cook es el Steve Ballmer de Apple, viviendo de las rentas de las innovaciones del malogrado Steve Jobs. Es cierto que los beneficios y acciones de Apple se han multiplicado bajo el reinado de Tim, y también es cierto que la empresa ha «humanizado», hasta cierto punto y con algunas contradicciones, su imagen corporativa. Pero lo que se dice innovar, más allá del Apple Watch poco se puede atribuir a su «stint» actual.

    Eso sí, hace bien poco que han empezado a saltar los rumores de que van en el buen camino para patentar y posteriormente comercializar un medidor no invasivo de glucosa, lo cual les daría una nueva ventaja tecnológica y sería un «breakthrough» en el apartado de los wearables.

    En cualquier caso, siempre que se menciona a Steve Ballmer me viene a la cabeza el famoso video en el que se reía a mandíbula batiente del iPhone en su presentación. No se puede negar que Steve (Ballmer) consiguió mejorar la posición económica de Microsoft, pero de innovador y visionario no tenia nada. Es más, en mi opinión, sin la llegada de Satya Nadella, hoy en día Microsoft estaría en una valoración de mercado por debajo de Meta.

    Un saludo!

    • Enrique Dans - 6 marzo 2023 - 10:31

      Disiento. En prácticamente todo. Tim Cook ha entrado en más categorías de todo tipo que Jobs pudo plantearse en toda su vida. No es «solo» el reloj, en el que ha logrado convertirse en la compañía que más relojes vende en el mundo. Son los Airpods, los Airtags, el HomePod, el MagSafe y sus accesorios, el Pencil, el cambio de procesadores pasando a arquitecturas propias, los servicios, desde Apple Pay hasta Apple Music o Apple TV, el enfoque a salud, el activismo en torno a la privacidad, etc. Cuando un tío logra convertir una compañía en la primera que alcanza una valoración de un billón de dólares, después de dos billones y después de tres billones (aunque ahora cotice por debajo de esa cifra) y lo hace mientras sigue poniendo productos en el mercado y redefiniendo categorías, poca broma.

      En cuanto a Ballmer, ni siquiera mejoró la posición económica de Microsoft: todo lo contrario, la perjudicó sensiblemente. Durante la era Ballmer, la compañía perdió valor, y no comenzó a ganarlo hasta la llegada de Nadella. El angelito no tenía nada bueno. Nada. Era simplemente un imbécil al que el puesto siempre le vino grande. Un error de Gates.

      • Chipiron - 6 marzo 2023 - 12:06

        Lógicamente, y como no puede ser de otra manera, respeto tu opinión, sobre todo viniendo de un especialista en temas de innovación.

        En parte puedo reconsiderar mi opinión de Tim Cook, pero sigo pensando que la época dorada de innovación en Apple llegó con Steve Jobs. Tim ha sido un buen gestor que ha sabido revalorizar la compañia sobre unos sólidos cimientos plantados por su antecesor y amigo del alma.

        En cualquier caso si que estamos de acuerdo en el daño que hizo a Microsoft Steve Ballmer. Y personalmente tampoco creo que Bill Gates fuese un gran innovador, más allá de la creación del MS-DOS, pues la introducción de Windows fue una oportunidad que John Scully le brindó con un mal contrato de licencia de la idea de las ventanas y el ratón, contrato por el que Apple y Microsoft estuvieron litigando hasta la vuelta de Steve Jobs.

        Aún recuerdo como en su primera aparición publica, como «Interin CEO», como Steve Jobs soltó la famosa frase «many think that for Apple to succeed, Microsoft has to fail, and that is not true anymore»… y luego salió Bill Gates en una enorme videopantalla.

        Una jugada maestra y visionaria de Steve Jobs que dejó sin palabras, inicialmente, a todos los «hardcore fanboys» de Apple del momento, pero que salvó a la compañia de la bancarota total.

        • Enrique Dans - 6 marzo 2023 - 12:12

          Steve Jobs esta muy mitificado. Era un genio en cuanto al desarrollo de ideas (que hacían otros, claro) y, sobre todo, en una cosa: pasa absolutamente del usuario y de lo que te dice que quiere. Dile tú lo que quiere y porqué. Esa filosofía es a la que Apple se mantiene verdaderamente fiel: el usuario puede decir misa, que lo que quiere se lo va a explicar Apple y el usuario va a decir simplemente eso de «vale, ¿cuánto es?». A partir de ahí, el modelo de negocio está claro: dales todos los años una excusa para pasar por la tienda Apple y dejarse el dinerito.

          • Chipiron - 6 marzo 2023 - 13:23

            No digo que no sea este su modelo de negocio, pero como tu mismo has dicho antes, les funciona.

            Hay mucha gente que no sabe lo que quiere o necesita. Cuando una empresa les ofrece algo nuevo, puede resonar o no con ellos.

            Y, para bien o para mal, en eso Apple hace resonar muchas campanas.

            Estoy totalmente de acuerdo contigo en que Steve Jobs no inventó nada. Pero supo ver el potencial de ciertos ingenios, como el sistema de ventanas y ratón, desarrollado en el Xerox Park pero absolutamente ignorado por sus directivos.

            Un saludo!

  • #010
    Xaquín - 6 marzo 2023 - 18:23

    Sin entrar a discutir sobre el significado del proceso evolutivo, pondré una muesca en mi defensa/combate del sistema de filtrado, tanto natural como social.

    La famosa selección natural no es más que un mecanismo complejo de muy diversos filtros. Usados por una madre naturaleza, que no es tan «madre» por generadora (que también), como por darnos una carta de recomendación básica (ADN), para adaptarse al ecosistema que nos toque vivir. Ya que, en esa carta, va todo el «programa informático» que nos permitirá sobrevivir, integrando (no incluyendo) además, toda posible «aplicación» futura que necesitemos si hay mutaciones imprevistas. O mejor sería decir, mutaciones necesarias, para evolucionar como ser vivo.

    Así que sí, la seleccionadora natural solo (sic) ayuda a seleccionar la mejor opción. Eso se podría llama filtro natural.

    Y la sociedad adulta dominante funciona casi igual. Casi, porque no es una especie de azar quien produce «mutaciones sociales», sino la propia sociedad. Y luego filtra artificialmente, pero no en modo madre naturaleza, sino en modo amo poderoso, que quieer generar o mantener la maquinaria social que le parece oportuna. Otro sistema de filtrado, complejo y muy opresor, porque no lo controla un azar (y una madre atenta, que se puede «dejar llevar»), sino una mente perversa , lógicamente antinatural a tope.

    Y por eso se dice que el dictador se acaba quedando solo, y que, por ese motivo, solamente puede salir por la puerta del palacio con los pies por delante.

    Y se le puede llamar ciclo de la naturaleza humana. Ya que es la única especie, con un ciclo de la «artificiosa humanidad».

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