El club de los profesores muertos

IMAGE: Pxhere (CC0)

Me ha encantado ver esta referencia en Boing Boing a un hilo viral de Twitter (aquí archivado con comentarios) de un estudiante horrorizado al descubrir que la asignatura que estaba cursando en remoto en una universidad canadiense estaba siendo impartida, en realidad, por un profesor muerto en el año 2019. Durante todo un curso en el que la totalidad de las asignaturas en la universidad estaban siendo impartidas mediante enseñanza online, los alumnos habían estado siguiendo clases en vídeo que el profesor grabó en su momento, y habían sido evaluados por un teaching assistant, que no era precisamente un medium capaz de comunicarse con el profesor desde el reino de las tinieblas, sino que simplemente seguía utilizando sus criterios de evaluación.

El alumno descubrió la circunstancia cuando trataba de localizar el correo electrónico del profesor en la página web de la universidad mediante una búsqueda, y se encontró en su lugar con su obituario. Más allá del humor negro que supone pensar en profesores que no se callan ni después de muertos, la circunstancia lleva a pensar en todo lo que está mal en la educación universitaria, y en cómo es posible plantear un curso online en forma de un conjunto de vídeos y una interacción llevada únicamente por un teaching assistant, con sesiones de clase carentes de toda interactividad real.

¿Por qué me ha gustado la noticia? En primer lugar, porque obviamente, una circunstancia así sería completamente imposible en la universidad en la que llevo treinta años trabajando, cosa que agradezco muchísimo. Completamente imposible porque, en primer lugar, una clase, tal y como la hemos entendido siempre, es necesariamente una experiencia interactiva, única, que no se parece a otra clase sobre el mismo tema impartida por el mismo profesor, porque siempre depende de las preguntas, interrupciones, intereses y variaciones protagonizadas ese día por los alumnos que asisten a ella. Una clase planteada en torno a un vídeo unidireccional es simplemente implanteable e inaceptable en nuestra metodología: se aprende interactuando con los contenidos, no simplemente viéndolos como quien se pone a ver una serie de Netflix.

¿Teaching assistants que llevan a cabo las tareas de corrección, de interacción con los alumnos, o incluso, en algunos casos, las de instrucción? En la universidad en la que trabajo jamás ha existido esa figura, y los alumnos, además, no la aceptarían. Si vendes al alumno que va a recibir un curso con Elvis, el curso tiene que impartirlo Elvis, no el representante de Elvis, ni el primo de Elvis, ni un amigo del cuñado de Elvis. Sin embargo, es algo que las universidades norteamericanas llevan muchísimo tiempo haciendo y normalizando: el publish or perish lleva a los profesores a investigar en temas que terminan llevándoles a perder todo contacto con las asignaturas que imparten, lo que provoca que vean el dar clase como una carga incómoda y pesada que tratan de aliviar como sea con el uso de esos teaching assistants.

No, la enseñanza online jamás debería plantearse como un conjunto de actividades unidireccionales impartidas por un profesor que bien podría llevar años bajo tierra, y que una universidad vea eso como una circunstancia normal o aceptable nos demuestra todo lo que está mal en la mentalidad de las instituciones educativas. No, eso no es educar. En la enseñanza, sea online o tradicional, la interactividad es absolutamente clave: aprendemos aquello con lo que interactuamos, aquello que discutimos, aquello que internalizamos. Aprender simplemente por repetición o reiteración, o dándole al Play es algo que evoca las metodologías del pasado. Repetir un texto ene veces, copiarlo casi al dictado en forma de apuntes, subrayarlo o esquematizarlo no son, como tales, técnicas eficaces de estudio, sino una búsqueda de la exaltación de la memorística.

Si estás matriculado en un curso, y piensas que tu profesor podría ser susceptible de estar muerto (o no notarías mucha diferencia si lo estuviese), es que algo va muy mal en la institución educativa que expide tu diploma. Que un curso pueda ser impartido por un profesor muerto debería llevarnos a pensar muchas de las cosas en las que muchas instituciones creen que consiste la educación online. Y sobre todo, en lo que nunca debería llegar a ser.


This article is also available in English on my Medium page, «The dead professors’ society«


31 comentarios

  • #001
    Gorki - 22 enero 2021 - 21:45

    Entronca este tema con el tema de moda, el anuncio de Cruzcampo «hecho» o por Lola Flores

    https://www.youtube.com/watch?v=BQLTRMYHwvE

    Personalmente, me parece el anuncio perfecto por lo que tiene de viralidfad, el hecho de que yo lo esté tratando aquí lo demuestra.

    Pero. ¿Hasta qué punto es acptable. utilizar «el avatar» de una persona con prestigio, (Lola Flores lo tenía en lo suyo), para potenciar un producto que deseas «vender»?.

    ¿Seguirias, un curso on-line de Innovacion «dado» por Steve Jobs. Basado, esos si en opiniones, filosofia y ejemplos realmente reqalizdos por Jobs?

    Suponiendo que está claro como en el caso de Lola Fñores, que no hay engaña que está claro que es una «reconstrucción histórica» t¿Te parece honesto?

    Yo doy mi respuesta. A mi sí me lo parece, Es como cundo veo un video de Carl Sagan, El que este muerto no cambia la calidad del video, y si se siguieranhaciendo videos con su «filosofías» y se reconstruyera su imagen. también me gustaria verlos.

    Eso no quita que opine como Dans, un curso On-line que no aprovecha los contactosd ditrect6os con losd alumnos, es una MOOC, no un curso On-line.

    • AnónimoL - 23 enero 2021 - 23:53

      No veo mal usar los videos didácticos que una persona grabó para enseñar a los demás alguna materia. Es verdad que no es la mejor manera de aprender en una universidad, pero pueden servir a otras personas. Esto es más bien un engaño a los que pensaban que ese profesor era el que les estaba dando clase.

      Por otro lado, el utilizar la imagen de una persona famosa después de muerta no es solo de Lola Flores. El cantante Ronnie James Dio sigue dando conciertos y haciendo giras desde 2016 en forma de holograma, y eso que falleció en 2010. Hay polémica con esto, pero ya va por la versión 3.0 del holograma.

      Aunque cuando leí el titular pensé que iba a tratar sobre las ideas que a tomado Microsoft de Black Mirror para imitar a una persona con inteligencia artificial usando la base de datos de su vida online para poder seguir hablando con los muertos.

      Ver para creer.

  • #003
    Javier - 22 enero 2021 - 22:13

    Situación: Hace cosa de… 4/5 meses atrás, en una materia, leo la consigna que nos dió la profesora, y una afirmación que me hizo muchísimo ruido. Esa afirmación decía algo así como:

    «La planificación empresarial evita problemas a futuro».

    (o algo muy similar, no recuerdo muy bien el término)

    Inmediatamente mi detector de sesgos identificó que eso era un sofisma.

    Entusiasmado por lo que yo creía que era un «anzuelo» que la docente nos tiraba para ver si «mordíamos», expuse lo falaz del razonamiento, y además añadí ejemplos de como, a pesar de, la planificación empresaria, todo puede terminar en desastre. Y expuse ejemplos: Nokia, Kodak, Panam, Palm, etc….

    Mis compañeros no entendían por qué en vez de responder la maldita consigna estaba haciendo referencias a «otros» temas. Y de forma muy «polite» (pero incómodos) me hacían notar que mi respuesta no se ajustaba a lo que la docente nos encomendó.

    Como no quería transformar en una causa mi razonamiento, dejé que borraran mis respuestas, con la secreta convicción de que cuando entreguen el trabajo corregido, la docente les iba a hacer ver la trampa que «nos» tendió y yo iba a quedar sonriendo satisfecho con cara de madre judía diciendole a su hijo: «te lo dije, pero no me quisiste escuchar».

    Aclaro que mis «compañeros» no son adolencentes recién salidos de la escuela primaria, hormonados y con la mayoría del flujo sanguineo corriendo por la entrepierna. Son adultos, que eventualmente se recibirán y (según yo) deberían identificar ese tipo de situaciones empresariales, y plantear el debate a la profesora, aunque más no sea por el orgullo propio de poder decirse a uno mismo: «tengo un cerebro y lo sé usar».

    Corolario 1: que anzuelo ni que niño muerto. Después descubrí que esa misma consigna es la que viene repitiendo desde vaya uno a saber hace cuantos años.

    Corolario 2: Aprobamos. Y yo aprendí dos dolorosas lecciones:

    1- Ya no quiero cambiar el mundo. Me quiero acostar en mi cama todas las noches.

    2- Quiero seguir haciendo crecer mi negocio, pero cuando contrate gente, que eventualmente pasará, voy a identificar muy bien como resuelven, a quienes yo contrate, ese tipo de problemas.

    • Luis Hernandez - 23 enero 2021 - 08:54

      Gracias por compartir tu historia Javier. Está claro que además de los profesores literalmente muertos, hay muchos otros que lo parecen, impartiendo una y otra vez los mismos contenidos como si fueran grabaciones y sin evolucionar lo más mínimo.

      • Javier - 23 enero 2021 - 14:38

        Y las personas que no ven sus propios sesgos, su ceguera, y las consecuencias que eso puede acarrear de muchas maneras.

    • Mauricio - 23 enero 2021 - 17:41

      Muy interesante la historia que compartes, Javier. Es claro y estoy completamente de acuerdo que en una clase interesante el profesor podría mostrar cómo ciertas cosas no son verdades reveladas sino planteamientos que pueden ser engañosos según la manera como sean enunciados.

      En todo caso, no hay que olvidar que, siguiendo las palabras que has expuesto, «la buena planificación empresarial generalmente sí evita problemas a futuro». Esto lo digo porque alguna vez me encontré en la situación contraria en la que mis argumentos filosóficos si bien recibieron la aprobación del docente, fueron al mismo tiempo acompañados por una invitación a centrarme en el componente práctico que iba más allá de la frase corregida. Es decir, debía tratar de partir de la crítica, que tan bien hacemos los hispanohablantes, y aterrizar en la práctica, que es donde tenemos muchas dificultades. Y este es un punto medular en el mundo latinoamericano donde abundan las pequeñas iniciativas empresariales, pero escasean las medianas y grandes, por falta de conocimientos prácticos en administración de empresas, entre otras cosas.

      En cuanto a las contrataciones en tu futura compañía, nunca me ha parecido que las preguntas que se hacen en las entrevistas de trabajo de Google sean, en la mayoría de casos, la mejor forma de saber si uno está ante el candidato ideal. En este caso, es probable que una de las que hace Elon Musk se acerque más a lo que realmente se necesita en muchos puestos: ¿Cuáles fueron los problemas laborales más difíciles que enfrentaste y cómo los resolviste? Es evidente, sin embargo, que también depende del puesto que se esté ofertando, del prestigio de la empresa y del modo como trata a sus empleados, pues en los entornos donde se tiende hacia un efecto Pigmalión, el rendimiento de los trabajadores suele ser muy alto aunque se trate de personas comunes y corrientes y no de gente con un currículo impresionante.

      • Javier - 23 enero 2021 - 18:14

        «la buena planificación empresarial generalmente sí evita problemas a futuro»

        Eso es la diferencia entre el día y la noche. Afirmación tajante vs Afirmación matizada. Y lo destaqué porque vino de una docente.

        Si esa hubiera sido la frase de la docente, yo ni estaría escribiendo de esto.

        Respecto de las contrataciónes. Aborrezco ese estilo tipo «star system» de los departamentos de RR.HH de hacer preguntas o plantear desafíos que nada tiene que ver con la actividad…pero… los sesgos existen. Y son cómo el óxido: o los identificas y combates rápido, o más pronto que tarde corroen a las personas.

        Y algunas personas (por alguna misteriosa razón) aman a sus ideas cómo si de hijos se tratase. Y están dispuestas a defenderlas hasta con su vida.

  • #008
    Sergi - 23 enero 2021 - 01:27

    Discrepo rotundamente. He aprendido mucho leyendo libros de gente muerta hace milenios, y también de cursos en Udemy y hasta de video-tutoriales en Youtube/Vimeo…

    ¿Que la posibilidad de mantener una comunicación bi-direccional alumno-profesor es un valor añadido? Por supuesto.

    Pero creo necesario que se produzca y SE VALORE mucho más los contenidos unidireccionales DE CALIDAD. Pues siempre han escaseado, especialmente en el campo multimedia, en el que algunos esperábamos que una vez que los ordenadores pasaran a tener conexión a internet y lectores de DVD aumentase la producción de EXCELENTES CONTENIDOS INTERACTIVOS DE APRENDIZAJE… pero nunca ha ocurrido. Y en cambio, es algo muy necesario: el dejar SOLO al aprendiz con buenos materiales para que vaya atrás, adelante, los relea/repita, etc…

    Porqué además esa es otra realidad: un material didáctico unidireccional (ya sea escrito o multimedia) elaborado por gente experta suele ser de mucha mejor calidad que el 99% de lo ofrecido por los profesores «en vivo».

    Entonces, hay que saber ubicar el valor de cada material didáctico en su función y su rol. Creo que ese es el debate a realizar. Como tú a menudo recuerdas Enrique D. las tecnologías nuevas nunca acaban desterrando a las antiguas, sino que quedan relegadas a un nicho más especializado en donde tienen su valor. El cine no merma el valor de una buena producción escénica, como el Netflix en tu casa no merma el placer de ver el mismo _film_ en la gran pantalla de las salas, etc…

    Saludos de un autodidacta!

    • Gorki - 23 enero 2021 - 11:35

      Yo tenia esperanzas en ese tipo de educación, sobre todo pensando en el Tercer Mundo, y el material existe. Hay centenares de MOOC realizados por las mas prestigiosas universidades GRATIS.

      Pero la realidad se impone, el 95% de los MOOC que se inician se abandonan.

      La saluda otro autodidacta de la Informática,

    • Enrique Dans - 23 enero 2021 - 12:46

      No, no discrepas. Me parece fantástico que seas todo lo autodidacta que quieras, y obviamente no me parece mal que te leas libros escritos por autores que han muerto, y yo también lo hago. Lo que me parece acojonante es que te puedan vender un curso con un profesor y que resulte que está muerto, y que según tú, no te importe. Un profesor tiene que aportar un valor, si no, obviamente, te lees un libro o te ves un vídeo. Pero si pones un profesor, coño, que sirva para estimular tu cerebro, para hacerte pensar, para provocarte, para que dudes de algunas cosas, para que te cuestiones otras… para que aprendas. Y no, si está muerto, no funciona.

      • Gorki - 23 enero 2021 - 13:11

        La realidad, es que sin exagerar en exceso, la mitad de los profesores, incluso presenciales, se les podria sustituir por robots programados sin que se notara mucho la diferencia en el rendimiento académico de los alumnos.

        • Javier - 23 enero 2021 - 15:01

          ¿Robots programados? ¿Para eso? Es matar moscas a cañonazos. Margaritas a los chanchos. Un exceso y alarde de tecnología.

          Igual que en Canadá: grábalos en video. Que le den al Play y listo.

          Bueno, bonito y barato

    • Fernando - 30 enero 2021 - 10:27

      Totalmente de acuerdo con tu comentario. Con las salvedades que comentas, se puede aprender muchísimo de muchos buenos cursos online asincrónicos, sin tener apenas que interaccionar con el profesor.

  • #014
    Andrés - 23 enero 2021 - 09:27

    «Aprender simplemente por repetición o reiteración, o dándole al Play es algo que evoca las metodologías del pasado. Repetir un texto ene veces, copiarlo casi al dictado en forma de apuntes, subrayarlo o esquematizarlo no son, como tales, técnicas eficaces de estudio, sino una búsqueda de la exaltación de la memorística.»

    Yo actualmente estoy cursando un Grado en la UGR y ha sido tremendo experimetar en el último año la falta de adaptación de muchos profesores universitarios que por suerte aún no han fallecido, pero que están MUERTOS EN VIDA.

    Profesores que perfectamente podrían alojar sus diapositivas obsoletas en la nube el primer día de clase y esa sería su única contribución docente. Un procedimiento que van fraccionando por temas cada semana, simplemente como excusa para evitar dar el cante ante el alumno.

    Profesores que se dedican simplemente a leer esos mismos contenidos como un papagayo en las clases online, sin mayor esfuerzo de interacción con el alumnado, más allá de preguntar un ¿se me oye, se me escucha? o el típico ¿lo habéis entendido o lo repito? al igual que hacían en una clase presencial, sin proponer ninguna actividad práctica o debate entre ellos y el alumnado, y que no son capaces de evaluar a un alumno si no es a través de obligar a escribir varios folios respondiendo a sus preguntas, con una evidente falta de adaptación a los avances técnicos que reclama la situación actual.

    En estas semanas de pico de la pandemia, estos profesores muertos en vida, obligan, con la ayuda interesada del Rectorado permitiéndoselo, a hacer una evaluación de exámenes PRESENCIALES a cientos de sus alumnos. Todo por tapar el hecho de que sin esos exámenes en los que hay que memorizar de pé a pá cientos de folios de temario, si se evalúaran a éstos de forma online con ejercicios prácticos o test, se descubriría no sólo que sus materias son más fáciles de aprobar, bajando el supuesto prestigio de su departamento en el número de alumnos aprobados/suspensos en vez de la calidad de su docencia, sino que además se mostraría que la mayoría de sus temarios son materias ya inútiles e innecesarias de memorizar, puesto que se pueden consultar a golpe de click cuando se ejerce la profesión, si alguna vez se tuvieran que consultar, cosa muy dudosa.

    Examinar un temario de memoria es un ejercicio mental que otorga un conocimiento que dura exactamente lo que se tarda en vomitar en papel ese mismo texto para seguidamente después de hacerlo, olvidarlo por pura higiene mental.

    Mientras en la calle no se permite reuniones de más de cuatro personas, con mascarilla incluida, o no se puede visitar en su domicilio a las personas no convivientes, los profesores muertos en vida obligan a meter en las aulas a más de 60 personas, corriendo un riesgo inecesario para ellos, para sus alumnos y sus familias, por su falta de adaptacion de sus sistemas de evaluación al online.

    Para ellos, es imposible evaluar los conocimientos de un alumno a su asignatura de otra manera que no sea vomitando un texto encima de un folio, que además tiene que pasar una cuarentena. Y mientras, otra multitud de asignaturas técnicas, con evaluación online.

    Por cierto, en esto de los profesores muertos en vida, no tiene nada que ver la edad. Tengo profesores en edad casi de jubilarse más vivos que algunos de 30 o 40.

  • #015
    javier bilbao - 23 enero 2021 - 10:27

    Que interesante el artículo. Creo que los alumnos tienen derecho a conocer el fallecimiento previo del profesor, y entender la limitación de esa asignatura.
    La educación no es dicotomica, aprendo o no, y un curso con teaching assistant puede ser muy productivo, aunque no iguala la interactividad.
    Y como dice Javier, con su genial ejemplo sobre el sofisma, en los máster menos, pero en la universidad muchas veces, hubiera preferido un video de un profe muerto.

  • #016
    Juan T. - 23 enero 2021 - 12:09

    Yo le preguntaría a Enrique si necesita ahora tomar clases de alguien para algún tema que desconozca , o en cambio, ha conseguido acumular la experiencia suficiente y entrenar el criterio como para buscar la información adecuada para conocer cualquier cosa que se le ocurra.

    Yo le pagaría para que me enseñara a tener tal criterio , es decir , para que me enseñara a pescar en lugar de que me venda el pez, y considero que la educación tiene que ir por ahí, toda vez que en adelante tenemos que reciclarnos constantemente, y el acceso a la información esta disponible permanente y gratuitamente.

    Al final, los relevantes son los que tienen la capacidad de aprender por si mismos´, es mas, muchos de ellos agradecen no haber pasado por el rodillo académico, por que , según dicen, estandariza la mente, y mata la creatividad.

    La pregunta es :
    ¿se puede enseñar a alguien a ser autodidacta?
    ¿los autodidactas nacen o se hacen?

    • Gorki - 23 enero 2021 - 13:21

      Puedo hablar de mi caso, no se lo representativo que sea, se nace.

      A mi me mata la curiosidad y me ha pasado desde pequeño, he destrozado todos mis juguetes mecanicos, por comprender las «tripas» del jugute.

      Cuando pusieron sobre mi mesa del despacho el abuelo del PC, in IBM 5100. me empeñé en entender como funcionaba ese maravilloso aparato, Así aprendí a programar y termine pasando de Jafe de Logistica, a inventar el puesto de Jefe del Departamento de Datos de mi enpresa.

      Fue la curiosidad la que me movió, no la fuerxza de la voluntad, ni el afan de superarme.

    • Lua65 - 23 enero 2021 - 14:49

      La capacidad «autodidacta» la tenemos todos desde los tiempos de las cavernas…

      Partiendo de esa premisa, con el paso de los milenios, creo que se ha ido perdiendo. Ser autodidacta, implica tambien capacidad de sacrificio, disciplina, y cincuenta argumentos mas.

      Yo llevo en informatica en modo «autodidacta» desde que estudiando electronica industrial, en el 82, fabrique mi primer ordenador basado en un Z80 de Zilog con 1k de ROM y 2 de RAM (y Assembler). Empece a sacarme «la carrera» en 2008… por «hacer algo»

  • #019
    Victor - 23 enero 2021 - 12:19

    Tu espera a que empiece el apocalipsis zombi, con tal de que puedan señalar la pizarra con los brazos extendidos XDDDDD

  • #020
    Xaquín - 23 enero 2021 - 16:28

    «estudiante horrorizado al descubrir que la asignatura que estaba cursando en remoto en una universidad canadiense estaba siendo impartida, en realidad, por un profesor muerto »

    «Si estás matriculado en un curso, y piensas que tu profesor podría ser susceptible de estar muerto (o no notarías mucha diferencia si lo estuviese), es que algo va muy mal en la institución educativa que expide tu diploma.» (Edans)

    Y siguen aportaciones muy buenas como la de Andrés… o el apunte sobre el autodidacta, que no veo se contradiga, con la visión impartida por el autor del blog. ¿Acaso se ha metido algo con al calidad de esos vídeos , que pueden ser de puta madre y mucho más pedagógicos que la mayoría de petardos impartidos en las aulas universitarias por los llamados «profesores vivos», auténticas momias pedagógicas.

    Y no universitarias, por cierto, que buenas clases magistrales se imparten en aulas de Secundaria, y hasta diría que de Primaria. Cuando no se da una gran competencia con el «corta y pega» informático, haciendo que el alumnado lea, y luego copie en un cuaderno de papel, «la lección del día». Que no nos engañen diciendo, que también es una leyenda negra de los finlandeses (por poner un ejemplo).

    Todo eso me hace algo inútil darle vueltas al problema de la versión medieval de la universidad española, que sigue casi como la primera universidad parisina. Y por cierto, las actuales «sorbonas» tampoco estoy seguro que supieran evolucionar correctamente. Hay una cosa que se llama ego, que no lo tienen menor los llamados intelectuales «más o menos revolucionarios» franceses… en fin.

    Y por ese ego, tampoco uno se puede quedar callado del todo en un problema tan tan básico. especialmente cuando se me debe una «vida universitaria», perdida en las aulas de una universidad española. Con nula posibilidad de recuperar el el próximo juego.

    Además está ligado con el famoso libro de texto y todas las malas interpretaciones que yo pienso se hacen, cuando Enrique saca el tema. Llamadme impertinente.

    ¿Acaso la enseñanza en línea evita disfrutar y aprender de la lectura de Homero en modo analógico? Cuándo se insinuó tal cosa en este blog?

    Lo que interpreto leyendo este blog, es que existe un sistema educativo (posible), donde se junta la existencia de elementos informativos reales con los virtuales. Y como dije con las gafas del otro día, se puede acompañar a Ulises en su famosa travesía, vivenciándola en realidad virtual en vez de «viajar» por el libro de papel, usando maravillosamente nuestra propia imaginación (que necesita, como todo, mucha práctica) porque un uso exclusivo de la realidad virtual supongo que supone un empequeñecimiento neuronal considerable, ya que la elaboración de circuitos neuronales, dudo mucho sea tan intensa «solo en virtual». Y tener un guía algorítmico no quita que se tenga también , de vez en cuando (esa es la gran cuestión, no tenerlo pegado a tu espalda hora tras hora) a un docente real… pero «real», es decir, no simplemente «nominativo»).

    La interacción afectiva (recomiendo la peli Her, tanto para los sentados en aulas de Psicología como autodidactas varios) sigue siendo necesaria, indispensable humanamente, mientras nuestro ADN exija aumentar la intensidad de tal capacidad (racional y emotiva) para superar esta versión mediocre de homo sapiens que padecemos.

    Y por desgracia, solo tuve en mis estudios universitarios una profesora que miraba para el alumnado, con ciertas ganas de interactuar. El resto estaban más muertos que los poetas de la famosa peli. También hay que decirlo, el alumnado viene muy bien domesticado, para dificultar enormemente la posible interacción con el profesorado.

    Y, como dije, yo también tengo mi ego.

    • Enrique Dans - 23 enero 2021 - 16:57

      Gracias, Xaquín…

    • Lua65 - 23 enero 2021 - 19:02

      (aplausos sinceros)

  • #023
    LEON - 23 enero 2021 - 17:14

    La interacción alumno/profesor o profesor/alumno, no deja de ser una parte de la formación que se obtiene en esos cursos, la pregunta es: ¿que valor tiene esa interacción?, el el ¿90% , el 50% o el 10%?, depende de cada curso, de que materia y hasta de la personalidad del profesor, pero no olvidemos que la finalidad número uno del curso es que los alumnos aprendan la materia que se está dictando.

    Esa interactividad por otra parte fija algunas limitaciones, solo funciona correctamente en grupos reducidos de alumnos y si el curso no es presencial presenta dificultades añadidas.

    En ciertos casos hasta puede ser nociva. Recuerdo una asignatura, muy técnica por cierto, en que el profesor era tan interrumpido por alumnos que no podían seguir el ritmo de la asignatura que estaban frustrando al resto de la clase, hubo que hablar con ellos y se llegó a un acuerdo para que no interrumpieran, a cambio los alumnos mas aventajados les aclaraban todas las dudas una vez finalizada la clase. Ese año el profesor cubrió mas materia que en todos los cursos anteriores y la tasa de aprobados fue casi absoluta, todos salimos ganando.

    • Lua65 - 23 enero 2021 - 20:02

      A pesar de llevar desde 2005 en la formación continua en empresas, me guardare de hacerme llamar “profesor”, puesto que no lo soy (tengo mi Certificado de Aptitudes Pedagógicas, que es como tener un diploma del futbol del barrio). Por tanto, tampoco puedo ni compararme ni ponerme a nivel que otros de por aquí.

      Pero si puedo ilustrar la anécdota de mi primera “clase”, en la que tenia como “observadores” a otros “profesores”. Sin extenderme, al acabar me dijeron algo así: “te complicas mucho la vida. Que sus preguntas se ciñan al temario o no te saldrás”. De inmediato, me vino a la cabeza mi EGB de la que solo puedo recordar con cariño a dos de mis profes, que “si” cuidaban de nosotros y de que aprendiéramos.

      Ni que decir tiene, que no hice ni caso de la recomendación…
      Tengo un mail y un móvil solo para ellos, aun terminado el curso (y no cobro por ello ni por esas “horas extras”).

      A día de hoy, muchos de mis alumnos me siguen llamando/escribiendo para hacer consultas… o unas birras, y algún que otro “generoso” regalo (el ultimo, un netbook Asus por mi cumpleaños) Igual algo hice bien…

      Que esa interaccion sea nociva, no lo creo. Dependera del profe. Yo suelo dedicar los 20 primeros minutos de un curso a «evaluar» la clase, pues se que tengo muchos niveles… me cuesta poco a partir de entonces, dejar mas «a su aire» a los, no se si llamarlos «espabilados», y centrarme mas en los que pueden tener problemas… Y afortunadamente, eso nunca me ha generado conflicto alguno.

  • #025
    Juanjo - 23 enero 2021 - 18:39

    Estoy de acuerdo que si te matriculas en un curso esperas que la formación la imparta un profesor y que exista cierta interactividad, lo contrario, impartir un video unidireccional es otra cosa. Y si te dan la una por la otra, entiendo que eso es un fraude.
    Lo cual no es óbice para que yo prefiera una clase magistral, aunque sea unidireccional, de un gran profesor o excelente especialista frente a muchas aburridas clases de «mediocres» profesores (y hay mas de las deseables) por muy interactivas que sean si la interactividad finalmente se queda en aquello que se mencionaba de ¿lo han entendio o se lo repito?
    Saludos

  • #026
    sin censura - 24 enero 2021 - 12:46

    Hablando de profesores muertos….

    https://www.eldiario.es/madrid/comunidad-rey-juan-carlos-lamenta-coartada-cifuentes-insulto-personal-estudiantes-universidad_1_7052769.html

    Puestos a elegir entre un online que utiliza videos de un profesor fallecido, y lo que pasó con Cifuentes… la próxima secuela será

    Masters para presidentas politicamente muertas !!

  • #027
    Albert R G - 24 enero 2021 - 13:45

    He leído las diferentes aportaciones, pero creo que el debate se ha reconducido principalmente hacia la (¿cuestionable?) calidad de la «docencia unidireccional», al concluir que si el profesor había fallecido es la única que se podía producir, pero pienso que no es el tema principal.

    La noticia explica que había un «teaching assistant» que era la persona que se ocupaba de esa interacción, al menos de la evaluación, etc.
    De hecho, lo nombra de manera tan despectiva que en un pricipio pensaba que se trataba de alguna especie de bot, de IA que realizaba esas funciones.

    Probablemente en vida del Profesor ya ocurría así, pero a «saltado a la luz» en el momento en que ha resultado evidente que no podía ser él quien se ocupaba de estas tareas, habiendo fallecido.

    Entonces, no se trata de que la calidad de la formación no sea adecuada, pienso que será la misma de buena o mala que antes de que falleciera (y para evaluar la calidad creo que se deberían utilizar otros mecanismos). Tampoco se trata del «prestigio» o puertas que el estudiante espera obtener al incorporar esa formació a su currículum, puesto que seguro que la universidad acreditará quien es el profesor titular de la asignatura que ha superado, si ese es un motivo por el que los estudiantes «compran» esa formación (probablemente a un importe superior a la ofrecida por otros profesores).
    Se trata «solamente» del engaño que ha descubierto el estudiante, que cuando él pensaba que el distinguido profesor en persona le estaba atendiendo y corrigiendo, resulta que no era así.

    …Pero me parece que es pecar de ingenuidad, ¿no? Hasta la presencial, donde las clases presenciales evidentemente puedes verificar quien las proporciona, no suelen garantizar que toda corrección e interacción posterior las realice el titular en persona.

    Pienso que es habitual utilizar ayudantes que corregiran a partir de las indicacions la mayor parte de las pruebas y consultar los casos que les resulte más complicado.
    En ese caso, ¿también se han de sentir engañados los alumnos? ¿No suele haber un equipo docente detrás de cada asignatura (o grupo de asignaturas similares) dentro de cada departamento, de cada facultad? Donde evidentemente habrá una persona en la jefatura/dirección que si además tiene fama reconocida, seguro que figurará en negrita en folletos, webs, publicaciones…

    En definitiva: me parece mal que «se venda» (y compre) una formación diciendo que la imparte una reputada persona, pero no estoy de acuerdo en que eso sea motivo para cuestionar la calidad de la docencia «no presencial» en general e incluso ignorar el trabajo que llevan a cabo los ayudantes del profesor titular, que creo que no es tan diferent a lo que acontece en la presencial.

  • #028
    Angel - 24 enero 2021 - 21:25

    Planteo una derivada a este artículo.

    ¿Qué es de los derechos de propiedad intelectual de este profesor?
    ¿Sus herederos habrán tenido oportunidad de decidir sobre el uso de sus clases? Supongo que siendo una universidad canadiense quizá lo tengan bien atado pero…, ¿qué plantea la ley española sobre los derechos de los materiales multimedia que estamos generando ahora los docentes?

    Los contratos en centros públicos no hablan para nada de esto, a muchos comités de empresa les suena a chino y ningún convenio que yo conozca lo trata.

    Muchos de esos materiales son creados en horario laboral, pero otros no. Mucha literatura académica también está creada dentro y fuera del horario laboral y, sin embargo, el autor mantiene sus derechos. ¿Qué ocurriría si un docente que ha creado horas y horas de contenido multimedia le despiden, se jubila o fallece? ¿Podría el centro educativo seguir haciendo uso de ese material?

  • #029
    Antonio F. Rodríguez - 27 enero 2021 - 10:26

    Muy interesantes la entrada y los comentarios que ha provocado. Sin embargo quiero plantear una cuestión que puede pasar desapercibida:

    Enrique ¿has comprobado si la noticia es cierta? ¿les has preguntado a Aaron Ansuini y a su universidad?

    Gracias y un saludo.
    Antonio

  • #030
    Antonio F. Rodríguez - 11 febrero 2021 - 10:18

    Buenos días:

    Hace 15 días pregunté si habías verificado la noticia sobre El club de los profesores muertos. No he tenido respuesta. Asumo que no. Creo que todos deberíamos chequear las noticias escandalosas antes de reenviarlas y darles difusión.
    He intentado sin éxito conseguir una confirmación o un desmentido de Aaron Ansuini y de su universidad. En consecuencia, la noticia es al menos dudosa.
    Gracias. un saludo.

  • #031
    Antonio F. Rodríguez - 13 febrero 2021 - 01:25

    Por fin he rcibido una respuesta de la Universidad de Concordia (Canadá):
    The course that is mentioned is part of the eConcordia catalogue, a list of courses specifically designed and developed from the very start to be fully online and meant to last over time. It can take up to a year to develop such a course. The developer of an eConcordia course is not always the person teaching the course, as is the case here. The course was developed by Dr. François-Marc Gagnon some years ago with eConcordia and includes his video lectures. The course has an instructor and two teaching assistants who interact with students and grade assessments. The course builds on Dr. Gagnon’s tremendous legacy as an expert in his field (Canadian art) with the instructor helping students learn from it and giving them feedback on their work. To be clear, this is not the same as the courses that have been moved online due to the pandemic.

    We regret that the student felt they had not been clearly informed and have updated Dr. Gagnon’s biography in the course information provided to registered students.

    El curso en cuestión forma parte del catálogo eConcordia, una lista de cursos específicamente diseñados y desarrollados desde el principio para ser totalmente en línea y destinados a perdurar en el tiempo. El desarrollo de un curso de este tipo puede llevar hasta un año. El desarrollador de un curso eConcordia no siempre es la persona que lo imparte, como ocurre en este caso. El curso fue desarrollado por el Dr. François-Marc Gagnon hace algunos años con eConcordia e incluye sus conferencias en vídeo. El curso cuenta con un instructor y dos ayudantes que interactúan con los estudiantes y califican las evaluaciones. El curso se basa en el enorme legado del Dr. Gagnon como experto en su campo (el arte canadiense) y el instructor ayuda a los estudiantes a aprender de él y les da retroalimentación sobre su trabajo. Para ser claros, esto no es lo mismo que los cursos que se han trasladado a Internet debido a la pandemia.

    Lamentamos que el estudiante sintiera que no se le había informado claramente y hemos actualizado la biografía del Dr. Gagnon en la información del curso que se proporciona a los estudiantes inscritos.

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