La educación online y el dilema del curso que viene

IMAGE: Angelqiu122 - CC BY SA

A medida que pasan los meses, vamos comprobando fehacientemente que los cambios que nos trajo la pandemia de COVID-19 tienen mucho más calado y consecuencias que lo que inicialmente pensamos cuando adoptamos medidas de emergencia, y amenazan con prolongarse mucho tiempo.

En el mundo académico, que nunca ha medido el tiempo por años o meses, sino por cursos, semestres o trimestres, cada vez más instituciones en todo el mundo empiezan a enfrentarse a la posibilidad ya no de tener que terminar el curso actual en un modo online al que llegaron, en la inmensa mayoría de los casos, sin ninguna planificación ni preparación previa, sino a la de tener que comenzar el curso que viene en condiciones parecidas. A estas alturas, el 90% de los estudiantes en países desarrollados recibe clases online, con distintos niveles de excelencia y de satisfacción. Sin embargo, como era de esperar, las cosas han cambiado sensiblemente desde el primer momento, sobre todo porque lo que al principio era una falta de experiencia generalizada en cuyo contexto podía disculparse prácticamente cualquier cosa, ahora debería, razonablemente, tener detrás una estrategia y unos planes serios que aseguren una experiencia de aprendizaje adecuada que no convierta a los estudiantes afectados en una especie de «generación perdida».

Durante mucho tiempo, todas las instituciones académicas estarán obligadas o bien a impartir todas sus clases a través de la red, o cuando menos, a ofrecer una alternativa válida y completa a todos los estudiantes que tengan que seguir las clases desde su casa. Sea debido a confinamientos, a sintomatologías confusas o a medidas de distanciamiento social que obliguen a reducir la capacidad de las aulas, todo indica que la actividad académica tardará todavía mucho en volver a la normalidad, o incluso termine por volver a una normalidad muy diferente.

¿Qué planteamientos tienen que hacerse las instituciones académicas en un escenario así? En primer lugar, tener claro que las herramientas no van a ser el problema. Las primeras semanas o meses pudieron o debieron servir para hacer pruebas, evaluar alternativas y tomar decisiones, pero tras ese período, hay que ofrecer a los estudiantes un plan razonable, que permita no solo impartir clases online en condiciones, sino también enfrentarse al confuso período intermedio. Esas primeras semanas permitieron a las instituciones comprobar que, en el escenario tecnológico actual, hay muchas y muy buenas herramientas para impartir clases a través de la red, y que además, son por lo general muy fáciles de utilizar.

Obviamente, aquellas instituciones que tenían más experiencia en el entorno online o que tenían ya una estrategia de transformación digital desarrollada tienen una evidente ventaja, como la tienen aquellas que pueden contar con que sus alumnos están del lado correcto del digital divide, es decir, cuentan con acceso a ordenadores y a conexiones de una velocidad razonable. Pero a partir de ahí, la cuestión tiene que girar en torno a una serie de ejes concretos:

  • Educación del claustro: las herramientas, como comentábamos, son sencillas. Sin embargo, no todos los profesores tienen la motivación suficiente como para hacer el esfuerzo necesario para adaptar sus clases al nuevo entorno, y en muchos casos alegarán dificultades para ello. En muchas instituciones y en determinados niveles de enseñanza, sobre todo superior, es fácil encontrar profesores para los que la docencia no es la mayor de sus prioridades. Conseguir que los profesores entiendan la importancia del compromiso con la educación y los estudiantes será, sin duda, un reto para muchas instituciones.
  • Infraestructuras: dar clase online no es algo que pueda hacerse con una conexión mala o con un ordenador apoyado en las rodillas. Es preciso contar no solo con ancho de banda, sino también con una variedad de herramientas, desde monitor adicional a accesorios de iluminación, micrófonos de calidad, o incluso pantalla de chroma si se quiere estar realmente cómodo, y las instituciones deberán decidir qué parte del coste de esas infraestructuras financian a sus profesores. Mi experiencia es que una clase presencial se prepara, una clase online se produce, casi como si fuera un programa de televisión con público, y con filosofías muy parecidas en cuanto a la forma de integrar su participación.
  • Conceptualización del modelo de enseñanza: enseñar online no es hacer lo mismo que hacíamos en el aula, pero delante de la webcam. Exige replantearse la metodología, entender y aprovechar las posibilidades de las herramientas escogidas, no obsesionarse con la cantidad de información que suministramos, combinar distintos métodos para evitar el aburrimiento, integrar invitados, o tratar de compartir la carga y la responsabilidad del aprendizaje con los alumnos. Nada garantiza que un profesor que funcionaba bien en el entorno presencial vaya a ser bueno cuando imparta en la red, y en ese sentido, crear espacios para compartir experiencias y ayudar a desarrollar habilidades resultará fundamental.
  • Planteamiento a largo plazo: ni la mayoría de las instituciones ni la mayoría de los alumnos se han dado cuenta de esto aún, pero la enseñanza online ya no es un simple sustituto de la presencial, y además, darán lugar a herramientas y dinámicas que seguirán utilizando cuando la pandemia se dé por erradicada o minimizada. De hecho, la transmisión de conocimientos puede ser mejor en un medio como la red que permite interacciones más ricas. Ahora mismo, un porcentaje elevado de estudiantes en escuelas de negocio afirman que si la escuela en la que están admitidos inicia el curso en modo online, diferirán su ingreso hasta el año siguiente. Se equivocan completamente. De hecho, cursar una parte de un curso – sobre todo si es el comienzo del mismo – en modo online puede redundar en un desarrollo de habilidades importantísimo que muchas compañías apreciarán en el futuro, y en una experiencia que genere incluso mayor satisfacción que un curso presencial. Las instituciones que llevamos más tiempo ofreciendo cursos en formato online o blended somos perfectamente conscientes de esto, y lo hemos comprobado año tras año.
  • Flexibilidad: replantear la educación para llevarla a la red quiere decir actuar con la flexibilidad suficiente como para reconceptualizar todos sus elementos. El tamaño de las clases va a disminuir, la longitud de las sesiones puede alterarse, las metodologías de evaluación van a evolucionar, la interacción debe rediseñarse… es esencial que las instituciones afronten ese reto con planteamientos completamente flexibles, aceptando que todo puede cambiar. Esto podrá resultar problemático de cara a los organismos reguladores de la actividad, y según el nivel, a las relaciones con los estudiantes o con los padres de los estudiantes, que verán cambios que precisarán de explicaciones convincentes, en un entorno que siempre se ha caracterizado por una descomunal inercia.

Algunos predicen que esta crisis traerá consigo una auténtica debacle para muchas instituciones educativas, y en muchos casos, nos llevará a ver cómo se asocian con compañías tecnológicas para replantear sus metodologías y esquemas. Sinceramente, no creo que ninguna de esas dos cosas fuese una mala noticia: hay en el mercado demasiadas instituciones muy por debajo del nivel que debería ofrecerse a ningún alumno, y hay mucho que aprender de lo que la tecnología tiene que ofrecer a la enseñanza.

Pero conociendo el mercado como lo conozco tras treinta años dedicado a la enseñanza directiva, creo que veremos más un ajuste, en el que tenderán a ganar aquellos que más rápido sean capaces de evolucionar, que logren de manera más fehaciente la aprobación de todos los participantes en el proceso. Sin duda un reto importante. Pero también muchas oportunidades para hacer las cosas bien.


This article was also published in English on Forbes, «Why 2020 will be online education’s biggest year«


31 comentarios

  • #001
    Xaquín - 18 mayo 2020 - 19:41

    Un proyecto bastante claro de por donde tirar. El problema esencial sigue siendo el punto de partida.

    Un posible dato : puede que la mayoría de alumnado durante esta pandemia estuvo manteniéndose a base de apuntes y total desconexión con su profesorado? O será que observo mal la realidad.

    Ni siquiera entro a considerar como problema inicial, que en cierto modo lo es, que mucho alumnado tuvo problemas de conexión (e incluso de material informático).

    Claro que siempre me olvido de una cosa importante (repiten mucho). Que la puta administración no atiende los grandes deseos de profesionalizarse que tiene el profesorado de este país. Y la puta patronal tampoco, claro. Lo que es triste y cierto, pero en este caso, de regeneración profesional, no son el problema esencial.

    • Lua65 - 18 mayo 2020 - 19:49

      Fijate tu por donde, no puedo estar mas de acuerdo contigo… (no te acostumbres) :)

  • #003
    Lua65 - 18 mayo 2020 - 19:48

    A ver, cuidado que lo que puedo decir se puede mal interpretar, sobre todo si metemos nacionalismos/autonomismos por medio…

    Yo no tengo hijos, esa la primera.

    Cuando me “junte” con mi mujer, de repente, tuve unos 16 “sobrinos”, de edades dispares (yo soy hijo único y ella 9 hermanos)

    Lo que ha venido siendo el cachondeo al principio, y el casi suicidio después en el grupo de wasap de la familia, ha sido precisamente, que los profesores, brillaban por su ausencia (o mas bien, por su incompetencia). Yo llevo un mes, dando “clases” a mis sobrinos, porque los profesores (SUS profesores) son como el Guadiana, ahora están, ahora no… lo normal, es que les metan deberes a saco y desaparezcan hasta la semana siguiente.

    Ya dije en su momento, me parece bien, es más, apoyo la formación online, pero bajo unas pautas, que desgraciadamente, los profesores actuales, no cumplen (saber de qué va la cosa), y por lo que observo, es mas por desconocimiento que por otras (Para haceros una idea, mis sobrinos se reparten entre Madrid y Cáceres, y si incluyo al hijo de mi primo, también Catalunya)

    Es decir, los padres se han tenido que enfrentar, no solo a las dificultades COVID (vamos a llamarlas así para generalizar) sino a una “imperfección” de sistema educativo, que ni estaba ni se le esperaba… (recordáis cuando hable del profe de mates, que porque hizo un cursillo, daba también clases de ingles????)

    Volvemos a lo de siempre… se puede? SI, es factible… Desgraciadamente NO. Porque falla la base…

    Enrique da un poco en el clavo, en que haría falta… conectividad, igualdad de recurso, etc…
    Pero eso se aleja de la realidad tanto como que mi bolsillo equipare al de Bill Gates.

    En cualquier caso, una cosa es el teletrabajo… otra cosa la tele formación… hay una parte muy importante que olvidamos en este aspecto… la “relación interpersonal”, eso no te la da una cámara web… En una empresa, es factible, en nuestra juventud, es necesaria…

    Sino, luego nos vendremos quejando de que si tenemos un mundo “egoista”…

    • Enrique - 18 mayo 2020 - 21:47

      Yo estoy teniendo la mismas experiencia y discrepo en que el problema sea la conectividad, igualdad, etc.

      El problema es la casta del profesorado, los derechos adquiridos por arte de birlibirloque y ninguna responsabilidad.

      Las herramientas están, pero es más fácil mandar un porrón de trabajos, que ni el profesor de turno sabe hacer, que estar ahí 8 hora a disposición de tus alumnos, porque se supone que esa es tu vocación.

      El último que me he tragado yo, un artículo de opinión en inglés. Pero si los chavales no saben hacer un artículo de opinión, ¿como te lo van a hacer en inglés? En un bachillerato actual, ¿un artículo de opinión? Si salen de la carrera de periodismo sin saber hacerlo, imagínate en un bachillerato.

  • #005
    Pablo - 18 mayo 2020 - 19:50

    Sin duda será un renovarse o morir. Pero no sólo pasará en la educación, aquella empresa que no se adapte también desaparecerá.

    • Gorki - 18 mayo 2020 - 22:31

      Decir que no te gusta la enseñanza online, es como decir que no te gustan las sopas de sobre,

      En efecto, todos tenemos experiencias desastrosas de sopas de sobre, pero todos terminamos confundiendo el contenido, la sopa, con el continente, el sobre, que nunca lo henos probado.

      El sobre no tiene la culpa. Él transporta lo que le metan dentro, lo malo, son los polvos que ponen, que carecen de calidad, o puede que se hayan desvirtuado en el proceso de deshidratación …

      Pudiera ser, que un buen cocinero encontrara la forma de deshidratar una buena sopa, conservando todos sus aromas y que esos polvos metidos en un sobre, fueran transformados en casa,y sin esfuerzo, en una elaborada sopa sabrosa y aromática como la mejor que hubieras tonado en tu vida, porque el cocinero fuera un crack y su método de empaquetado perfecto.

      No perdamos la fe, El Vega Sicilia, se podría vender perfectamente en bricks.. eso que respira en la botella por el corcho es una pamplina.

      Lo triste es que lo que meten dentro del brick es Don Simón. El problema no es le brick que es un magnifico envase, es el contenido

  • #007
    Alfredo Garibay Suárez - 18 mayo 2020 - 22:22

    Coincido totalmente. En un contexto atípico ante la contingencia del COVID-19 las instituciones de educación superior se han reconfigurado bajo los esquemas de la enseñanza remota, la mediación tecnológica irrumpe y se decanta en aplicativos digitales. Las realidades del contexto como la brecha digital y el fulgor de la sociedad del conocimiento nuevamente aparecen en escena ante magnos desafíos.

    La ubicuidad de la disrupción tecnológica y la exuberante oferta de servicios educativos (de agentes preponderantes para el medio) no bastan para desagraviar la urgencia; sin duda alguna, el nuevo rol que deberá asumir la academia será una toma de decisiones basada en experiencias y fortalezas junto a la reflexión profunda de aspectos valorativos.

  • #008
    Marisa - 19 mayo 2020 - 08:06

    Creo que la formación on-line en el caso de los alumnos adultos no contempla que muchas veces se busca conocimiento pero también networking que es mucho más difícil de conseguir o casi imposible sin presencia física. Si esto lo llevamos a los niños todavia mas porque ellos necesitan aprender tanto como relacionarse. Cuando acabe la pandemia espero que el mundo educativo digital sea mejor pero sea limitado y complementario. La relación con los demás como vía para aprender y disfrutar del proceso no se está teniendo en cuenta y la importancia que tiene se está minusvalorando

  • #009
    Gorki - 19 mayo 2020 - 10:57

    Durante mucho tiempo hubo en Australia un bachillerato por radio, para llegar a los alummos de las fincas perdidas en medio del continente australiano,

    Ellos deben ser los que mejor den clase online en la actualidad, ¿Alguien sabe algo de esa enseñanza a distancia australiana?

    • Gorki - 19 mayo 2020 - 11:30

      Hoy el networking se consigue fundamentalmente a través de Internet ¿Qué es LinkedIn sino una lugar de networking?

      Pero no solo es eso: hace años no existía LinkedIn yo pertenecía a varios foros relacionados com los lenguajes de programación que manejaba y en ellos daba y recibía soluciones a problemas de programación que se me presentaban, así como eran activas bolsas de contratación de personal especializado en temas concretos, como puede ser expertos en Oracle, SAP, MVS… (las cosas de mi tiempo)

      Este mismo blog es el networking de Dans para conseguir distintas opiniones sobre un tema así como donde prepararse para rebatir opiniones confundidas de sus alumnos.

      Y nada digo de los «nativos digitales» (expresión que odio, pero que es práctica) Utilizan internet para todo, descubrir el sexo, buscar juegos, copiar para las clases, socializar, seguir a sus ídolos, darse a conocer como conjuntos musicales….

    • Daniel Terán - 19 mayo 2020 - 15:58

      Siempre tuvimos la UNED como ejemplo de educación remota, no?

      • Gorki - 19 mayo 2020 - 17:30

        En Australia había que dar el bachillerato a niños en sus granjas y no bastaba decir que se tenía había bachillerato a distancia, y había padres detrás que exigían resultados

        En España ¿Conoces la proporción de los que empiezan y acaban una carrera en la UNED?

        Un 10% seria un éxito. ¿Como es que continúa una universidad que dá un elevadísimo nivel de fracaso? Porque la cosa consiste en poder decir que se tiene, no que valga para nada.
        .

      • Miguel - 29 mayo 2020 - 13:03

        Más bien la UOC que es el referente en innovación en educación a distancia. ¿La uned? Son unos cuántos pdf´s o libros y a buscarse la vida…

    • Naudot - 22 mayo 2020 - 13:43

      Algunos enlaces de wikipedia y gobierno de Australia sobre el sistema llamado School of the Air, Escuela del Aire

      https://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_del_Aire

      https://en.wikipedia.org/wiki/School_of_the_Air

      https://web.archive.org/web/20171223040511/http://www.australia.gov.au/about-australia/australian-story/school-of-the-air

  • #015
    M Carmen Cabrera - 19 mayo 2020 - 11:10

    La base de el problema es que aquellos que dominan con naturalidad las nuevas tecnologías aún no están en el mercado de trabajo, o se están iniciando en él.
    Los alumnos de ESO y BACHILLERATO controlan más dichas tecnologías incluso niños de PRIMARIA que muchos de sus profesores. Quizás la solución pase por unir esfuerzos y escuchar a las nuevas generaciones, es decir poner en práctica aquello que tanto se le dice a los alumnos «trabajar en equipo». Pero todos jóvenes y adultos.

    • Gorki - 19 mayo 2020 - 11:40

      Lo que cuentas es cierto. Yo creo que a muchos y buenos profesores presenciales, se les ha puesto cuesta arriba la cosa porque en efecto sus alumnos les superan en el manejo de lo on-line.

      Algo así como si de repente se tuvieran que montar en una tabla de skyboard para ponerse al frente de sus alumnos, para dar la clase corriendo por las aceras.

      No es que no sepan dar clase, es que sus alumnos corren mas y tienen mas maestría que él, en el dominio del vehículo. Terminará estrellado y con sus alumnos riéndose.

    • pepelu - 19 mayo 2020 - 11:47

      Decir que los que dominan con naturalidad las nuevas tecnologías no están en el mercado de trabajo, me parece bastante excesivo. Te puedo asegurar que hay bastante gente de mas de 50 años, que domina las nuevas tecnologías, mucho mejor que alumnos de ESO y Bachillerato. Bueno, si consideramos dominar con «naturalidad nuevas tecnologías» a manejarse en Instagram o TicTok, pues entonces te doy la razón.

      Te sorprendería el nivel en «nuevas tecnologías» que tienen las nuevas generaciones. Probablemente porque los mayores no hemos sido capaces de enseñarles bien, pero es que cuando nosotros (+50) las descubrimos, tampoco tuvimos nadie para guiarnos, y lo hicimos solo.

      No quien que parezca esto como la historia del abuelo cebolleta, pero me parece bastante manqueo pensar que el problema es que los profesores «en general» controlan menos que sus alumnos. Las razones creo que son mas complejas.

      • Gorki - 19 mayo 2020 - 14:13

        Aquí tienes un ejemplo de persona de mas de 50 años que domina las nuevas tecnologías, tengo 77 año

        De lo que hablo, es de docentes. Yo lo domino, porque en mínima medida, soy responsable del desarrollo de la Informatica, Claro, vete a preguntar a Linus Torvalds, (50 años), a Bill Gates (65) o a Tim Berners-Lee (65) si dominan el medio o no.

        Pero un maestro por oposición, de escuela , instituto y jncluso catedráticos, salvo que por curiosidad no se haya acercado a la informática, saben poco mas que elegir una serie en Netflix y buscar en Ggogle,

        Si quiers ver un ladrillo indigerible, trata de seguir un MOOC hecho por las mejores e universidades. del mundo.

        Te das cuenta que los enseñantes en general, viven en otro planeta paralelo al de sus alumnos.

        • Japuta_al_horno - 19 mayo 2020 - 15:01

          Gorki, permíteme que te conteste a este comentario también. A nuestros diputados y senadores se les «regala» una serie de dispositivos (móviles, tablets y portátiles), y te aseguro que no hacen mejor uso que los profesores del mismo. Los docentes no somos un colectivo tozudo e inamovible , pero estamos cansados de ver como se nos utiliza y califica desde la ignorancia (de los políticos, de los padres, de los alumnos, etc…). Los trabajadores tampoco van alegremente a trabajar si no se ven valorados y tratados justamente. Van a regañadientes, no les queda otra. Consiento en que opines que los profesores podemos ofrecer desde nuestra estabilidad laboral más resistencia al oprobio.

          • Gorki - 19 mayo 2020 - 21:17

            Los trabajadores, un día les han dicho, haces teletranbajo, y el empresario no les han comprado los ordenadores ni les han puesto las lineas, ni les ha dado cursillos, ni les han subido el sueldo,

            Y sin embargo no he oído uno que diga, no puedo trabajar así desde mi casa,.o que se queje de tener que trabajar en esas condiciones,

            De lo que se queja es de tener también los niños, mientras trabaja con el portátil sentado en la cama. Mi sobrina tiene que salir de casa dando unportazo y entr4ar sigilosa, para que su hija la deje trabajar tranquila mientras su padre la cuida. y lo cuenta como una gracia y no como un drama, pero claro, ella no es funcionaria e incluso está preocupada que su empresa no gane dinero.

            A los únicos que he oído quejarse y mucho es a maestros y magistrado,…

            Incluso los médico, (muchos de ellos funcionarios), se jugaron la vida trabajando sin material de protección y no han dicho nada, por eso les aplaudimos, que no es mucho. se merecen mucho mas, como poco una paga extra.

            Los camareros y vendedores de tiendas que se quedaron sin que hacer, se les ha mandado al ERTE y también se sienten cansados de ver como se les utiliza y califica desde la ignorancia (de los político, los empresarios, de los cliente, pero se sienten hasta agradecidos, de que les hayan metido en el ERTE , aunque aun no han cobrado marzo. (creo)..

            ¿Cuantos funcionarios que no pueden hacer nada útil desde su casa, han ido al ERTE?.

    • Pilar - 26 mayo 2020 - 10:04

      Estoy leyendo los comentarios y, como profesora de secundaria, tengo que discrepar. Lo que tengo claro es que habiendo compañeros que no conocían classroom, edmodo, meet…actualmente trabajan diariamente con estas plataformas. Estamos contínuamente reciclándonos con cursos de los CEPs, de Rosa Liarte, justkeynote… (habrá de todo, pero os aseguro que la gran mayoría nos preocupamos por avanzar…y lo conseguimos)
      Por otro lado, me gustaría que puediérais ver las fotografías que nos envían para corregir, madre mía!! desenfocadas, con sombras, sobre la cama, sobre los muslos, conocemos los manteles, las zapatillas, los suelos, el color de los escritorios…y lo hacen en sus cuadernos señores!!!, porque la gran mayoría sólo tienen un smartphone ( de los mejores). Estoy hablando de institutos «buenos», públicos ( en la privada, privada concertada es otra cosa).
      Asimismo, no tenemos autorización de padres para que sus hijos se vean en las pantallas, meet, por ejemplo (y si hay algún compañero que graba la clase y la cuelga, quién es el responsable?). Cuando hemos salido de excursión, algunos padres se han negado a que sus hijos salgan en fotos, con todo el derecho. Para rizar el rizo, tengo compañeros que han grabado sus clases y se han visto caricaturizados en instagram u otras RRSS…no cobramos derechos de autor…
      Finalizando, no todo es tan blanco o tan negro, es más bien gris y con muchas tonalidades.
      Esta generación, nativos digitales, tiene que implicarse y actualmente lo hace una minoría (quizás alentado porque desde la Administración se ha dicho eso de «aprobado general»… No olvidemos que «nos quieren aborregados, que no pensemos, que no sepamos la Historia y así es más fácil dirigir a la masa»
      Buenos días.

  • #022
    Japuta_al_horno - 19 mayo 2020 - 13:50

    No discuto alguna de las afirmaciones que haces, pero es mucho más sencillo señalar el problema que hacer un intento constructivo de cómo enderezar una situación hacia la dirección correcta.
    Estos comentarios, propios de librepensadores, sólo generan frustación. Es imposible partir desde la situación actual y alcanzar, por pura volición, la solución ideal. Cualquier ingeniero que implemente un diseño sabe que puede fallar estrepitosamente aunque la calidad de su producto sea indiscutible si no cuenta con que se parte de una situación que involucra a personas y recursos que no pueden mágicamente cambiar porque tu producto/solución así lo plantee.
    Para ser concreto, estoy de acuerdo en que ayudará a abrir los ojos a más de uno. Pero es una situación donde los profesores tampoco tenemos acceso a los recursos (cámaras, equipos, soporte técnico habituales,etc…).

    • Gorki - 19 mayo 2020 - 14:23

      Sinceramente opino que si su sueldo dependiera de actualizarse en tecnología. como me ocurria a mi en informática, , se actualizarían, en un par de meses como me actualizaba yo, o es que crees, que es lo mismo trabajar con mainframes a pasr trabajar en Pc en red.

      La oposición castra el interés por progresar en su carrera en un muy elevado número de funcionarios. He conocido casos sangrantes, como funcionarias que se negaron a aprender Word, porque ella entraron como mecanógrafas, delineantes que se negaron a aprender CAD y llevan años sin dar palo al agua e informáticos que decían a voces que ellos bastante habían estudiado para aprobar la oposición. .

      • Japuta_al_horno - 19 mayo 2020 - 14:51

        Sé que eso existe, no lo niego. Pero los profesores son como cualquier otro colectivo, si aprovechas la gente que lo hace con buen ánimo, más algunos incentivos (no es necesario que sea sueldo); más una campaña de información realista donde se dé razones y justificaciones con los que se sientan identificados/motivados; más un canal de comunicación bidireccional, donde se acepten críticas y puntos de vista; más los recursos técnicos con inversiones estudiadas y justificadas técnicamente Con un poco de tiempo te aseguro que se establece el camino, un esfuerzo que nos dirige a un sitio al que está justificado llegar, es lo razonable. Lo que no vas a hacer es imponer algo que, seguramente no tiene un criterio claro y que no permita al profesorado opinar al respecto.O que se gaste dinero público o se inicie un esfuerzo planteado para el profesorado unilateralmente porque políticamente conviene a algún partido, sin tener claros los objetivos. Aunque se haga bien, aún así habrá gente que se resista, pero necios los hay en cualquier colectivo (no creo que entre los profesores abunden de manera significativa).

        • Gorki - 19 mayo 2020 - 17:18

          Ni los he llamado necios. ni los ejemplos que he puesto es de profesores, he dicho funcionarios, que no tienen incentivo para progresar mas que su propia curiosidad porque tiene una carrera en lo que mas prima para el ascenso es la antigüedad

          Y ¡ ojo !, el ejemplo de los MOOC es de universidades donde no prima el escalafón, sino otra cosa, la investigación, serán magníficos investigadores, pero infames pedagogos digitales.

  • #026
    Xaquín - 19 mayo 2020 - 19:50

    Aprovechando que el Miño pasa por Lugo (dicen) y que hay cierta confluencia astral, necesito manifestar que me siento casi capaz de hacer un evento (soy enemigo de juntar a más de tres personas) con todo el patio de vecindad y tomarse unas birras.

    Pero como dice LUA65, non nos acostumbremos. Si alguien se acuerda de la excelente frase del Sr Lobo en Pulp Fictión, que la saboree conmigo.

    Acabo de dejar la edad con número sexual por excelencia y siempre estuve «dando clases». Y peleando con la fauna docente, funcionaria o contratada, que pulula por un centro escolar. Primero EGB y luego ESO. Lo digo simplemente , por si alguien piensa que me como los datos sobre la docencia española en algún McDonalds que hallé por el camino.

    Y naturalmente que la Administración y algunos padres (muy pocos) son para dar de comer aparte. Pero un tumor es maligno por su esencia, no por estar rodeado de células «con posibles problemas». De asambleas docentes me tuve que ir, cuando recalcaba que el profesorado tiene deficiencias y hay que analizarlas.

    Y la superación de una Edad Media educativa, pasa por asumir las nuevas tecnologías, haciendo de ellas un instrumento de cultura global y específica, pero dejando el toque monástico para estudiar la historia antigua.

  • #027
    Otro más - 19 mayo 2020 - 20:31

    El problema es el mismo de siempre, agudizado por una situación anómala. Un montón de políticos y gurus incompetentes diciendo como dar clase. Pasará el covid y volveremos al desastre de siempre porque ni hay visión desde los altos cargos para hacerlo mejor ni hay dinero.

    • Gorki - 19 mayo 2020 - 21:42

      No hay leyes y no hay valor para sacarlas. , Si pudieran elegir por sorteo a 100 maestros,profesores, catedratico,… y les dijeran «tienes tres meses para preparar un curso a distancia de tu asignatura y si no consigues 50 alumnos, tienes otros seis meses para buscarte otro trabajo», de los 100 elegidos, 80 lo conseguirían,

      Es lo que con muy elegantemente y con otra palabras les dicen a los profesores de IE y es lo que me insinuaban a mi, cuando me decían tienes que hacerte cargo de este trabajo, y pensaba, porque no me atrevía a decirlo,
      » de ese tema, esa máquina, ese lenguaje y ese sistema operativo, no se nada»,
      y yo no era mas que uno de los muchos consultores que tenía mi empresa, que como a todos me habían vendido a un cliente y me cobraban como un superexperto, en el tema en cuestión, con lo que mi primer trabajo era aprender todo sobre la marcha dando la sensación al cliente que sabia un huevo, que le iba a hacer la vida más fácil en un plis plas.

      Pero claro, yo no podía decir, eso no entraba en la oposición y por lo tanto no lo hago, porque yo tenia que opositar al trabajo, un día tras otro, como montones de trabajadores, mi mas ni menos, algo que un funcionario no sabe en que consiste, por lo que pueda darse el gusto de decir eso es demasiado para mi body

  • #029
    Javier García - 20 mayo 2020 - 12:52

    Buenos días.
    Soy director en un centro de enseñanza, con niños desde 3 a 18 años.
    Creo que todo lo que se dice tiene un cierto sentido, pongamos desde los 15 años en adelante (con matices), puesto que el aprendizaje online requiere un estudiante autónomo. Y la autonomía personal se logra en parte con la edad.
    Estos días de confinamiento hemos hecho lo que hemos podido, y creo que lo hemos hecho bien. Con un enorme sobreesfuerzo del profesorado.
    Pero lo cierto es que en los alumnos más pequeños, 3 a 10 años, esto se ha sostenido en gran medida con un fortísimo apoyo de las familias (no siempre posible).
    En septiembre TODO SE PUEDE COMPLICAR, porque lo aquí explicado no sirve, por ejemplo para enseñar a leer o a escribir…
    Y porque además los niños deben socializar, el juego es tanto o más educativo que la clase pura y dura.
    GRACIAS.

    • jincho - 20 mayo 2020 - 18:51

      Coincido plenamente con lo expuesto por Javier García.
      Digamos que esperaba mayor éxito de la enseñanza online en los estudios universitarios. Incluso la Uned está teniendo problemas para plantear la evaluación con su nueva plataforma de exámenes a distancia, avex ( si, sorprendentemente, la ha tenido que improvisar sobre la marcha), basta con ver la cantidad de protestas de alumnos.
      En secundaria, sector en el que trabajo, el fracaso es total: sobreesfuerzo de alumnos, de padres y familia, de profesores; y todo ello para un rendimiento académico más bien mediocre o nulo, directamente.
      Y, por comentarios con compañeros, conocidos y profesores en internet, la sensación es que cuanto menor es la edad del alumnado, peor funciona la enseñanza online, , porque ahí es donde se hace más necesario el feedback profesor-alumnos, la interacción mutua, el mirar cara a cara a tus alumnos, ver sus reacciones y modular tus acciones para enseñar. No dudo que la enseñanza online es factible en Escuelas de Negocios, debería serlo también en uniersidad, pero de ahí para abajo la relación directa entre profesores y alumnos, presencialmente, es insustituible.
      Y parece ser que nadie sabe cómo solucionarlo de cara al cruso próximo. Grupos reducidos??, ya podemos invertir en más infraestructuras y profesorado.
      Saludos.

    • jincho - 20 mayo 2020 - 19:24

      Y no se trata solo de falta de formación del profesorado en herramientas digitales, incluso en las propias de la especialidad de cada uno.
      Ni de la escasa formación digital de los alumnos., falsos nativos digitales.
      Es que si ya en circunstancias normales, te las ves y te las deseas para hacer que tus alumno, delante de tí, adquieran no ya competencias ( de contenidos, ni hablamos), si no la más mínima capacidad de regulación en el trabajo intelectual, eso a distancia es directamente imposible. Conseguir emplazar a alumnos de primaria o secundaria, que no tienen hábitos de estudio, que tienes que guiarlos, casi obligarlos, a que hagan cualquier actividad de aprendizaje….Si ya presencialmente, eso es difícil, sin verlos prrsencialmente, es directamente imposible….
      Saludos.

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