Contra la publicidad en los espacios públicos

IMAGE: Résistance à l’Agression Publicitaire (RAP)

Un muy interesante artículo en The Guardian, «‘Advertising breaks your spirit’: the French cities trying to ban public adverts«, da cuenta de los esfuerzos de varias asociaciones ciudadanas francesas, que se remontan ya a hace varios años, por prohibir la progresiva colonización del espacio público en las ciudades por parte de formatos de publicidad que, además, con la cada vez mayor abundancia de pantallas de vídeo de gran formato, toman un cariz progresivamente más intrusivo.

Asociaciones como Résistance à l’Agression Publicitaire (RAP), fundada en 1992, o Soutien aux Déboulonneurs (Colectivo de Desmanteladores, en Lille, con un manifiesto traducido a español e inglés), justifican sus acciones de desobediencia civil contra la publicidad exterior en varias ciudades francesas como un intento de evitar la exposición constante a unos mensajes sobre productos que no tenemos y que nos producen frustración en unos espacios públicos compartidos que no tendrían por qué ser utilizados para ello.

Si hace años se luchó, con resultados bastante desiguales, contra la proliferación de vallas publicitarias y otros tipos de publicidad exterior, la realidad es que a estas alturas, caben muy pocas dudas de que los intereses económicos y la industria publicitaria parecen haber ganado la batalla. Resulta imposible salir a la calle sin estar constantemente expuesto a mensajes publicitarios de todo tipo que nos distraen, desde enormes lonas en fachadas de edificios, hasta pantallas que alternan mensajes cada escasos segundos, que nos distraen y roban nuestra atención cuando conducimos o caminamos. Hablamos de sociedades en las que la publicidad vive inmersa en un «vale todo»: lo mismo te dejan folletos en el parabrisas de tu coche, que tienden a terminar invariablemente ensuciando la calle, que te llenan el buzón sin que ninguna regulación o control sea capaz de imponer limitación alguna, que te asaltan cuando intentas utilizar el transporte público o simplemente cuando caminas por la calle.

La normalización de esta invasión, debida a intereses económicos tanto de entidades públicas como privadas, no debería llevarnos a pensar que tenemos que resignarnos a ella. Pretender que semejante uso del espacio público es normal supone ponerlo todo en función de esos intereses económicos: las calles son espacios públicos, y deberíamos reclamar nuestro derecho a no ser constantemente acosados por la publicidad en ellos. Estas asociaciones francesas han conseguido ya que ciudades como Grenoble se hayan planteado sustituir espacios destinados a publicidad con árboles o con tableros de anuncios para uso público, y pretenden seguir con sus acciones, a pesar de las ocasionales multas que reciben. En París, una petición de Greenpeace intenta evitar que las pantallas de vídeo publicitarias en lugares públicos sigan proliferando.

¿Qué deberíamos plantearnos para poner bajo control la constante invasión de la publicidad? En primer lugar, reclamar control sobre lo que es nuestro, como los parabrisas de nuestros vehículos o nuestros buzones. Que cualquier empresa se sienta autorizada, simplemente malpagando a un tipo, a pasearse por nuestra ciudad llenando de basura nuestros coches o los buzones de nuestras puertas sin que podamos hacer absolutamente nada para evitarlo es algo completamente alucinante, un evidente abuso contra el que nadie parece estar dispuesto a actuar. Pero yendo más allá, deberíamos tener la posibilidad de frenar la codicia de ayuntamientos, asociaciones de vecinos y empresas de transporte público, que venden todo espacio disponible sin la más mínima consideración ya no solo estética, sino de nuestro derecho a no ser bombardeados constantemente con mensajes publicitarios. Cuando navegamos por la red, podemos al menos utilizar filtros para bloquear la publicidad (y es una experiencia, además, que recomiendo poderosamente), pero esa opción no existe cuando simplemente salimos a la calle y paseamos por nuestras ciudades. ¿Tiene algún sentido que sea así? ¿Por qué no podemos, como ciudadanos, defendernos contra una invasión cada día más ubicua y molesta?


This post is also available in English on my Medium page, «Why do we put up with so much advertising in public places?«


9 comentarios

  • #001
    JM - 26 diciembre 2019 - 16:15

    A mí me molesta especialmente que toquen MI coche para ponerme papelotes que no he solicitado.

    Nunca tiro un papel en la calle excepto esta basura. Y me quedo muy a gusto.

  • #002
    Xaquín - 26 diciembre 2019 - 19:05

    Algo que también sale en Blade Runner. Y es algo que se hace desde que se empezó a defender, por un lado la propiedad privada, pero por el otro se empezó (o se siguió) con la usurpación del espacio público, para uso privado «tal cual» ( las famosas playas privadas de la jet), o como mínimo para intrusión de mensajes diversos, en general muy poco acertados, en eso que podemos llamar «el saco de la publicidad», que mejor escrito queda como «el acoso/saqueo de la publicidad».

    Así, como se hace en cualquier dictadura política, se nos refriega constantemente que es «por nuestro bien» (somos más o menos tontos) y debemos estar agradecidos, por comernos el coco con mentira tras mentira, o como mínimo simples medias verdades.

    Últimamnete pongo siempre el ejemplo de las pistas de baloncesto, antes eran los cuerpocoches de la Fórmula I. Para denunciar el acoso poblictario actual, hasta cuando se supone que seguimos una jugada deportiva, donde lo esencial es disfrutar del ritmo de juego

    Y resulta muy curioso, problema del nivel de percepción medio supongo, que esa intromisión constante en nuestro espacio visual, no le parezca a casi nadie un auténtico acoso y derribo a la libertad individual del ser humano.

    Cuestión de prioridades, supongo.

  • #003
    Gorki - 26 diciembre 2019 - 19:22

    Como norma general, siempre hay excepciones, las vallas en los solares ni me agradan ni me disgustan, me suelen molestar molestan mucho más los grafitis, (salvo excepciones como digo).

    Puestos a elegir, preferiría que los lugares que colonizan los grafitis en los lados de las carreteras los ocuparan anuncios publicitarios.

    Por otra parte, si los anuncios de una marquesina de parada de autobús, hacen esta exista y que se mantenga limpia, soy hasta partidario.

  • #004
    Victor - 26 diciembre 2019 - 20:16

    Si nos fijamos en los espacios municipales de publicidad (por lo menos en Zaragoza) están dirigidos hacia la calzada, su objetivo es captar la atención de, entre otros, los conductores… que pueden ser sancionados si no prestan toda su atención a la conducción. Con 2 cojones.

    • Enrique Dans - 26 diciembre 2019 - 20:43

      Y además, periódicamente la publicidad consiste en modelos atractivos de uno u otro sexo anunciando cualquier cosa. Pa’ no mirar…

  • #006
    Esteban - 27 diciembre 2019 - 01:10

    Bueno, más allá del derecho que tengan o no para usar ese espacio público, realmente las molestias que me ocasionan son escasas. Sobre todo relacionadas con otras.

    Cuando ando por la calle me produce una molestia mucho mayor el tener que esquivar gente, o mantener la paciencia antes una persona mayor que camina lento (con perdón), o los ruidos de los autobuses… Y algo así podría decir cuando conduzco.

    No, sinceramente no veo nada tan intrusivo y molesto como para organizar una resistencia cívica.

    Sin embargo, y paradójicamente, y lo expongo porque nombras a Greenpeace, me resultan desesperantes los comerciales de onegés. Molestos e intrusivos en grado superlativo. Este artículo me ha hecho pensar sobre los usos abusivos de los espacios públicos. Supongo que habrá comerciales de este tipo en las calles principales de todas las grandes ciudades. Y será por el noble fin al que se dedican que no haya protestas, porque ese sí que es un tipo de actividad comercial en espacio público desquiciante.

    ¿Entraría esta actividad dentro de las denunciables o habría indulto?. Quiero decir que poco angustia me ahorrarían si eliminaran los carteles publicitarios y no otras cosas. Para ese viaje no se necesitan alforjas (con perdón).

  • #007
    Luis - 27 diciembre 2019 - 11:24

    Creo que deberíamos hablar de contaminación visual y por tanto tratar de combatirla, igual que hacemos con otro tipo de contaminaciones (ambientales, acústicas, etc.).

    Aquí una de las primera iniciativas en el 2006 fue en la ciudad brasileña de Sao Paolo
    https://elpais.com/economia/2007/06/20/actualidad/1182324775_850215.html

    Los resultados parecen haber sido positivos, después del ruido inicial al cambio de norma.
    https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2014/11/141125_economia_francia_grenoble_elimina_publicidad_calles_lv

    Claro que para dichas iniciativas se necesitan alcaldes visionarios y si me pongo a pensar en la ciudad donde vivo parcialmente, Madrid, me temo que tengo que esperar a que lleguen…

  • #008
    Juan Carlos - 27 diciembre 2019 - 12:26

    Hola a todos.-
    Colocarnos informacion por doquier, cualquier medio es parte de nuestra vida diaria. Aíslas o sigues adelante intentando obviarla, no cayendo tentación tanto consumismo. Desear tener algo no es malo; todo lo contrario es buena ilusionarse, tanto bombardeo mediático.- Personalmente apenas veo TV por lo mismo. Seguir una pelicular tanto corte monten tanto circo mediático…Conmigo no cuenten.

  • #009
    Angel "el Bueno" - 28 diciembre 2019 - 23:47

    Me encanta que hayas dedicado tiempo a este articulo. Efectivamente es una batalla en la que nor veremos inmersos sin quererlo. Las pantallas de digital signage son un completo peligro que destraen al viandante o conductor. En fin…

    Respecto a poner publicidad por todos lados…. Quisiera mencionaros el caso de la campaña/concurso de la compañia Ferrero Rocher estas Navidades.
    El caso es que a los retrasados intelectuales que deben tomar las decisiones en el Ayto de Puebla de Sanabria no se les ha ocurrido otra cosa que poner el logotipo luminoso de la mencionada compañía en en la fachada del edificio de la casa consistorial.
    Me gusta utilizar los mismos métodos para explicar las cosas que a Dans: Si la campaña la hubiera realizado PlayBoy, ¿ se podría haber colocado o tan siquiera estaría éticamente concordante colocar en la fachada de un Ayuto el nombre de una marca comercial como esa? ¿Y la ya extinta Nocilla…?
    ¿Por que si se puede entonces coloca Ferrero Rochar???
    Evidentemente no se puede. Pero es mas, es que la ley de Patrimonio de Castilla y León lo dice taxativamente en su art. 42.5. ¿Disrrupcion…? Na´ mala educacion y pasarse las leyes y normas por el forro.
    Eso es lo que me da realmente miedo de todo esto, que la gente confunda «disrrupcion» con «todo vale», porque como lo regulamos los usuarios con nuestras opiniones…. Pues alé ya está.
    Podeis ver en este enlace la atrocidad mencionada. Evidentemente el edificio que veis en la foto es el Ayuntamiento.
    Como no puedo dejar una foto con la prueba de tanta ineptitud os dejo el enlace a la pagina oficial de la Villa y en la foto principal podreis ver la aberración mencionada propia solo de gente que no ha visto nunca mas allá de sus narices…
    En fin, gracias Enrique.

    https://www.facebook.com/villa.puebladesanabria/?ref=br_rs

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