Automatización, machine learning y las preguntas correctas

IMAGE: Intographics - Pixabay (CC0)

Un interesante artículo en Forbes, «The future of work: the rise of workers who self automate their jobs«, me recuerda a otro que leí hace algunos meses, «The coders programming themselves out of a job«, y de hecho, tienen antecedentes y fuentes comunes: la entrada en la sección de ética del foro Workplace en la que una persona se preguntaba si era ético no decir a la compañía en la que trabajaba que había automatizado su trabajo, o anteriormente, el caso, ampliamente comentado en Reddit y un tiempo después eliminado por su autor, en el que este confesaba que llevaba seis años en un puesto de trabajo al que, tras automatizar sus funciones completamente, había dedicado como mucho unas cincuenta horas.

En todos estos casos hablamos de programadores, de personas con conocimientos razonablemente avanzados de herramientas para plantearse automatizar determinadas funciones – o eventualmente, todas las funciones – de su trabajo diario. Personas que trabajan introduciendo datos en un sistema o gestionando determinadas tareas que pueden ser total o parcialmente automatizadas, y que, por tanto, podrían eventualmente reducir su carga de trabajo o incluso llegar a eliminar la necesidad de su presencia. Pero con el desarrollo del machine learning, con asistentes domésticos acercando la tarea de la automatización a usuarios de todo tipo, y con herramientas que nos permiten desarrollar esquemas de automatización avanzados de maneras cada vez más sencillas e intuitivas, no sería extraño que el fenómeno de la automatización aplicado al puesto de trabajo fuese apareciendo de una forma cada vez más habitual. El machine learning está pasando de ser una tarea enormemente especializada que precisaba de científicos de datos y de personas con una cualificación muy concreta, a convertirse en prácticamente una commodity que casi cualquiera puede llevar a cabo en la nube y con herramientas casi de tipo point and click (y si te estás perdiendo esa revolución, hazlo a tu propio riesgo).

Indudablemente, la persona que lleva a cabo un trabajo determinado es la mejor cualificada, a partir de un determinado nivel de cualificación, para plantear su automatización. Por supuesto, la idea intuitiva de que al automatizar un puesto de trabajo puedes dejar de ser necesario es algo que lleva a cualquiera a temer esa posibilidad, pero es importante entender que, en muchos casos, hablamos de algo completamente inevitable, y que si no planteas tú mismo y cuentas con la posibilidad de gestionarlo de algún modo, terminará surgiendo desde otros orígenes sin que tengas ningún grado de libertad en su planteamiento.

Algunas industrias, como la banca, lo viven ya en su día a día habitual: muchísimas funciones de la operativa bancaria que hoy llevan a cabo personas se reducen, en realidad, a operaciones perfectamente programables y automatizables, una evidencia que ha llevado a algunos emprendedores, como el creador de Revolut, Nikolay Storonsky, a decir que los bancos deberían despedir al 80% de su plantilla.

¿Quién debe beneficiarse cuando una persona toma la iniciativa de automatizar determinadas partes de su trabajo? La visión tradicional es evidente y la conocemos todos: si una persona se convierte en innecesaria porque su trabajo puede automatizarse, se la despide y eso pasa a suponer más beneficios para la compañía. El problema, obviamente, está en que esa visión es tóxica e insostenible si lo que se pretende es obtener la colaboración de los trabajadores en la automatización de las funciones que desarrollan, y precisa de un urgente replanteamiento. Pero en realidad, la pregunta va mucho más allá si estimamos que, muy posiblemente, lo que esté en crisis sea la propia arquitectura de las relaciones laborales y el reparto de los beneficios: ¿tiene sentido, por mucho que los riesgos que se corren o que el origen de la idea se sitúe en una persona en concreto, que esa persona pase a estar entre las más ricas del mundo, mientras muchos de sus trabajadores – que indudablemente tienen un papel en el desarrollo y la evolución de esa idea – son tratados, en algunos casos, con extrema frugalidad o despedidos si dejan de ser necesarios? ¿Hasta qué punto deberíamos plantear que los trabajadores de una compañía puedan ser parcialmente dueños de ella?

Cuando dejamos de tratar al machine learning como supuestos Terminators capaces de acabar con la humanidad y empezamos a plantearlo como lo que es, la posibilidad de plantear procesos de automatización avanzados, surgen preguntas que nos llevan mucho más allá de lo que originalmente pensamos. Pero esas, no otras, son las preguntas que vale la pena plantearse.


This post is also available in English on my Medium page, «Automation, machine learning and the right questions«


13 comentarios

  • #001
    Alexis Ricardo Espinosa - 22 mayo 2019 - 12:58

    Muy interesantes sus conclusiones Dr. Enrique Dans. Muy interesantes! Saludos y que mi Dios me lo bendiga!

  • #002
    Bertie - 22 mayo 2019 - 14:08

    Vaya, tampoco es mucha novedad. Efectivamente los ingenieros de software nos dedicamos principalmente a automatizar procesos. ¡Es que ese y no otro es nuestro trabajo!
    Y por quedarme sin trabajo no temo. Precísamente como desarrollador freelance, está en mi propio interés entregar los proyectos en el menor tiempo posible…. y dedicándoles el mínimo de horas ;) por supuesto garantizando la calidad. Y aunque a mi nivel el famoso machine learning no resulta aplicable, si que dedico una parte importante de la jornada a ‘afilar el hacha’ y desarrollar scripts y herramientas de uso propio para quitarme de tareas rutinarias y centrarme en la parte creativa y de relación.
    Volviendo a la inteligencia artificial, es un concepto muy amplio que ahora ha llegado a la cultura de masas, pero en realidad en sus fundamentos no hay avances significativos desde que la teoría se estableció allá por los 80. Campo en el que por cierto, un español (Ramón López de Mántaras) realizó multitud de importantes aportaciones.
    A lo que iba: el hecho es que no hay mucho nuevo desde entonces a nivel teórico. Lo que sí ocurre es que gracias a que vivimos en un mundo conectado, la cantidad de datos disponible para «alimentar» a la IA es ingente, y la capacidad de cómputo disponible hace posible procesarla.
    Pero en realidad tampoco es la panacea, en particular viendo el uso que se está haciendo. Casi me caigo redondo cuando en un evento de Google, uno de los presentadores dice así de claro que el enfoque antiguo era analizar los problemas, diseñar algoritmos, programarlos, testearlos, etc…. mientras que ahora le echas encima los datos a una red neural y que se apañe… O_o No creo que lleguemos muy lejos de esa forma.
    Una red neural no se puede llamar ‘inteligencia’. Es más bien un ‘monkey see, monkey do’. Puedes alimentarla con p.ej. datos de evaluaciones de créditos realizadas por humanos, y acabará haciendo algo parecido. Pero también habrá muchas cosas que se le pasen por alto…

  • #003
    ana - 22 mayo 2019 - 14:35

    Seré feliz cuando la automatización y el machine learning lleguen a la administración pública.

    En la banca dicen que aun sobran el 80% de los empleos, pero en España hemos incrementado los funcionarios en un millón de efectivos (en pocos años). No lo entiendo.

    • Bertie - 22 mayo 2019 - 15:17

      Ya tendrían bastante con hacer que los 1000 y un formularios de la llamada «Sede electrónica» funcionen con un navegador modreno y no necesiten Java.
      Si además nos vamos a las webs de algún Gobierno autónomo, es para echarse a llorar directamente.

    • Pedro Torres Asdrubal - 22 mayo 2019 - 15:25

      Cuando habla de «funcionarios», piense en los médicos, policias y maestras que el CIS refleja son las instituciones mejor valoradas por la ciudadanía desde que pregunta.

      Seré feliz cuando desaparezcan las FAKE NEWS sobre «los funcionarios».

      No obstante, nací en una España que mordía la mano que le daba de comer, y espero morirme en una muy parecida.

      • Jose Miguel - 22 mayo 2019 - 19:37

        Si para tomar decisiones técnicas dependiéramos de encuestas a la población estaríamos bien jodidos, Pedro. Estoy seguro que preguntados de forma conveniente la gente querría derogar la Ley de la Gravitación Universal.

  • #007
    xaquín - 22 mayo 2019 - 19:25

    Ya lo decía un científico en Yo, robot. Hacerse las preguntas apropiadas. Y no dijo nada nuevo, porque los descubridores de tal afirmación (voy a ser snob, poniendo también aserto, que se lleva mucho «lo asertivo») estaban ya en la Grecia clásica.

    Y una cousiña sobre el funcionarado. Desde la República romana se convirtió en vicio introducir familiares y amigos en la burocracia social. Dudo mucho que si allí no había problema en denunciar su lacra, ahora estemos rodeados de funcionaribus galopantus positibus.

    No es ninguna «fake de esas» que hay superpoblación funcionaril y que mucho funcionario está «a velas vir», como se dice por Galicia. Yo mismo padecí el tumor incontrolado del funcionarado docente. Y en vivo y en directo, nada de series documentales ni «culebrones» (dicen) tipo GOT. Porque faltan docentes preparados, pero sobran docentes ineptos.

  • #008
    Enrique - 22 mayo 2019 - 21:53

    Ahora resulta que decir que el 34% de la población mantiene todo el chiringuito es una Fake News.
    A ver cuándo se acaba la broma está porque no hay por donde cogerlo, Fake News es todo lo que no me gusta oír.

  • #009
    Luis González - 23 mayo 2019 - 09:51

    Dentro del proceso de automatización previo a ese instante donde se consigue, hay un escenario aunn peor para el trabajador.
    Es cuando a través de ensayo y error en y siempre de espaldas a éste a sabiendas que es muy probable su falta de interés de busca ir adaptando su día a día a ese deseo de ser sustituido por la empresa.
    Todo está planteando para el momento en que puedan prescindir de la persona y en la transición lo primero que podemos es la humanización de las relaciones y el propio puesto de trabajo.
    Hay unos tiempos dedicados a cada proceso productivo y en el escalón donde aún permanece un trabajador es sometido a la tiranía de un sistema inhumano.
    Trabajar en la fábrica que nos mostraba «tiempos modernos» no es mucho peor que en las «amazon» actuantes

  • #010
    LEON - 23 mayo 2019 - 14:17

    A ver si nos aclaramos…

    El trabajo es una maldición, incluso es una maldición bíblica.

    La historia de la humanidad es una continua lucha por tener mas y trabajar menos, tenerlo todo es imposible pero no trabajar es una meta cada mas cercana para todos.

    Poco a poco nos hemos ido dotando de los medios necesarios para conseguir ese objetivo, se ha reducido la jornada laboral, se adelanta la edad de jubilación, se retrasa la incorporación al mundo laboral.

    Se logró que las maquinas hagan nuestro trabajo físico y ahora estamos acercándonos al logro de que también hagan el intelectual, por llamarlo de alguna manera. Bienvenida sea la Inteligencia Artificial y cualquier medio que nos permita liberarnos de la esclavitud del trabajo.

    Que el sistema haya logrado implementar en la cabeza la relación trabajo-dinero es uno de sus grandes logros, ahora la gente pide trabajo en lugar de dinero, ¡que cosa tan absurda!

    Hay que disolver ese nexo de todas las mentes y abrirnos a disfrutar de un mundo sin ataduras.

  • #011
    Jesús Sánchez - 23 mayo 2019 - 16:30

    El banquero dirá: «… ya no tengo empleados en mis sucursales. Un ordenador central se encarga de todo…»
    El fabricante de coches apuntará: «… ya no tengo operarios en mis plantas. Un ordenador central gobierna a todos los autómatas…»
    El agricultor añadirá. «…ya no tengo jornaleros. Un ordenador central gobierna a los tractores y cosechadoras…»

    ¿El resto que hacemos? ¿Nos miraremos unos a otros? Mejor provocamos una revolución y destruimos toda la maquinaria. Pero me temo que alguna IA pronosticará ésto y nos considerará una amenaza, tomando medidas al respecto.

    • Miguel - 24 mayo 2019 - 12:05

      Sencillamente brillante este comentario

  • #013
    Elber Aguilar - 29 mayo 2019 - 17:51

    El Machine Learning efectivamente ayuda a optimizar y automatizar determinados procesos dentro de casi cualquier industria, sin embargo, el reto esta en como nos adaptamos a los nuevos roles y profesiones que se crean, en donde generamos valor, ahi se centra la clave de nuestro futuro.

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