¿Creemos lo que creemos o lo que queremos creer?

A Candle in the Dark: Or, A Treatise Concerning the Nature of Witches & Witchcraft - Thomas Ady

Se cree que la palabra hoax deriva de hocus pocus, una exclamación habitual en la magia cuyo uso fue documentado en 1656 por Thomas Ady en un libro, «A Candle in the Dark: Or, A Treatise Concerning the Nature of Witches & Witchcraft», en el que trataba de demostrar el absurdo de las muchísimas acusaciones de brujería que proliferaban en la época.

En realidad, la condición humana no parece haber cambiado mucho desde entonces. Un rumor absurdo, el llamado Momo challenge, se ha convertido recientemente en fuente de histeria colectiva y en cientos de padres revisando las comunicaciones de sus pasmados hijos para intentar averiguar si se encontraban en peligro de suicidarse debido a un supuesto juego que los obligaba a ir acometiendo desafíos cada vez más peligrosos hasta encontrar la muerte. Las noticias sobre el tema, que recuerda poderosamente a un supuesto Blue Whale challenge de 2016, son infinitamente más alarmantes que el propio juego, que no es más que un bulo sin ningún tipo de veracidad inflado hasta la histeria por grupos de WhatsApp e informativos en busca de una noticia: por supuesto, basta rascar la superficie y llevar a cabo un par de verificaciones sencillas para encontrar que, en realidad, no existen suicidios documentados vinculados con el supuesto juego, que no se ha practicado detención alguna, y que las apariciones del tema se reducen a esas supuestas noticias, no a la existencia del fenómeno como tal. El recurso a este tipo de bulos me lo he encontrado en todo tipo de públicos, independientemente de su nivel cultural.

¿Por qué surgen bulos de este tipo y por qué circulan de esa manera aparentemente imparable, y cómo podemos evitarlos? Sencillamente, aplicando un mínimo de sentido crítico. En un mundo en el que la creación y la dispersión de información carece de barrera alguna, tenemos que evaluar con cierto cuidado todo lo que nos llega a través de los medios de comunicación, por mucho que en muchas ocasiones ese medio no sea un periódico o una televisión sino un grupo de WhatsApp en el que amigos nuestros estén supuestamente tratando de prevenirnos de algo que consideran importantísimo. No, del mismo modo que no hay teléfonos móviles explosivos, ni elevaciones constantes de la alarma antiterrorista, ni muertes como consecuencia de orina de rata en latas de refrescos, ni niños sirios que duermen junta a la tumba de sus padres, tampoco existen terribles esquemas pensados para acabar provocando que los niños se suiciden.

Ese tipo de noticias y su difusión revelan, en realidad, la vulnerabilidad de las personas y su disposición a creerse cualquier cosa que confirme los sesgos que ya tenían. Quien nos viene con el bulo del Momo challenge, en realidad, es una persona de la que si algo podemos deducir ya con total seguridad es una actitud de criminalización de la tecnología, de negatividad total, de predisposición hacia creer que toda innovación es potencialmente nociva. Aunque lo niegue, que sin duda lo hará. Las buenas intenciones pueden ser reales, pero la naturaleza humana es lo que es, y debemos entenderla si queremos prevenirnos contra sus efectos. A quien nos viene con bulos de ese tipo es fundamental responderles de manera firme y contundente, y mostrarles pruebas claras de que todo eso que nos cuenta es falso y está abundantemente documentado como tal. Herramientas como los fact-checkers, las búsquedas de imágenes en Google y otro tipo de técnicas pueden resultar muy útiles en esos casos.

La negativa a aceptar el cambio o el planteamiento de miedos irracionales ante el mismo forma parte de las características de la especie humana y de la mayoría de las especies animales. Cuando esos cambios se suceden con más velocidad, el reflejo es incluso más comprensible, pero no por ello debemos sucumbir a esa tendencia, ni mucho menos renunciar a luchar contra ella. Y si detectamos esas tendencias en nuestros empleados, planteémonos formarlos lo antes posible, dotarlos de herramientas de comprobación y cambiar sus aptitudes y actitudes: resulta muy difícil hacer planteamientos innovadores con personas que muestran una negatividad radical ante la tecnología y una predisposición ingenua a creerse cualquier cosa que vean en una pantalla.


This post is also available in English in my Medium page, “Do we believe what we believe based on evidence or what we want to believe?«


14 comentarios

  • #001
    Marcos - 5 marzo 2019 - 14:00

    “Quien nos viene con el bulo del Momo challenge, en realidad, es una persona de la que si algo podemos deducir ya con total seguridad es una actitud de criminalización de la tecnología, de negatividad total, de predisposición hacia creer que toda innovación es potencialmente nociva. ”

    Supongo que te refieres a los medios y no a un particular.

    Básicamente, que decidas reducir a una sola opción y esa en concreto, es cuanto menos vergonzoso, la verdad.

    En fin. Prejuicios. Y mira que no me creo estas tonterías, pero uno puede ser tonto, imbecil, ignorante o inocente y no por ello necesariamente enemigo de la tecnología.

    Están los tecnófobos y luego los que hacen una defensa de la tecnologia, con cualquier argumento que pase por allí por casualidad.

  • #002
    Luis Hernández - 5 marzo 2019 - 14:21

    Hay algunas circunstancias que en mi opinión favorecen tanta credulidad:

    1. Creer que todas las opiniones son igual de respetables (estén o no fundamentadas).
    2. No entender en que consiste el conocimiento científico y su método.
    3. Carencia de referentes culturales.
    4. Desinterés por entender el mundo en el que vives.

    En nuestra sociedad yo diría que hay unos cuantos así.

  • #003
    Pedro Amador - 5 marzo 2019 - 14:39

    Pedir una respuesta racional y de sentido común a un mundo donde se educa muy poco en lo emocional… se antoja complicado.

    El día que las personas aprendan a gestionar sus emociones, se darán cuenta que les puede el miedo a la razón cuando difunden estas tonterías.

    Y por cierto, de eso se aprovechan mucho los políticos actuales…

    ¡Excelente aporte Enrique!

  • #004
    Francisco Trejo - 5 marzo 2019 - 16:15

    Soy lector ávido de Dans, sin embargo, no comparto su defensa de la «obsesión» que tienen las personas por sus smartphones y la defensa que hace de ellos. comparto un artículo que me ha parecido muy interesante: Es una sensación inquietante el estar solo con tus ideas en el año 2019 https://www.nytimes.com/es/2019/03/04/adiccion-al-celular/

  • #005
    Gorki - 5 marzo 2019 - 16:30

    En muchos casos es muy difícil discernir entre las noticias que nos llegan. cuales son ciertas y cuales falsas.

    Si a mi me hubiereran dicho que un niño se había caído en un pozo de 25 cm de ancho, habría pensado que es mentira,… y sin embargo fue cierto, Si me hubieran dicho que un concejal de Llanes había sido asesinado debido a un tema de faldas, habría pensado que es falso,… y también es cierto.

    Y, ¿Por qué me habría confundido,? – Por mis prejuicios.

    He sido propietario de un pozo de un ancho de 25 cm. y me parece materialmente imposible que nadie pueda meter en ese agujero más de una pierna y por otra parte sabiendo, por ser veraneante en Llanes, que hubo que aliarse desde el PP a IU para desalojar del Ayuntamiento al PSOE y sus clientelismos, habría visto razonable que alguien acudiera al asesinato del concejal de IU por la «traición» que cometió.

    Claro, que siempre puedes recurrir a las fuentes de la noticia, pero eso es mas fácil de decir que de hacer, No tengo forma de llegar a la fuente en el caso del niño del pozo y me tengo que conformar con lo que cuentan los medios. ¿Puedo creer un medio cuando se lanza por la pendiente del sensacionalismo? .- Personal mente pienso que no.
    En el caso de Llanes, si tenía bastantes posibilidades de acudir a las fuentes, y así lo hice, pero no saben la cantidad de noticias falsas que me han llegado, incluso de personas que viven en la misma pedanía del finado.

    Creo que no nos queda mas remedio que vivir con las noticias que nos llegan y nuestros prejuicios y al menos ser conscientes de que tendemos a creer las noticias que están de acuerdo con nuestros prejuicios, pero que sepamos al menos, que muchas veces como en estos dos casos, podemos estar confundidos.
    ,

  • #006
    Carlos - 5 marzo 2019 - 16:30

    Hoy en la radio comentaban que se acaban de cumplir 10 años del famoso bulo de Ricky Martin y la mermelada.
    Y por entonces había muy pocos smartphones y no existía el whatsapp

  • #007
    xaquin - 5 marzo 2019 - 17:49

    La etapa infantil y adolescente está para aprender a diferenciar una sombra en el bosque de un auténtico depredador. Y si no que se lo pregunten a un lobo.

    El ser humano se desmelenó para sabotear el aprendizaje de los menores de edad, hasta convertirlos en marionetas semiracionales de los adultos. Sin darse cuente (o no queriendo), de que le inmaduración del adolescente hace que el adulto «producto» no alcance nunca un nivel crítico de maduración. Hai adultos perfectamente inmaturos en edad mental.

    Y eso hace de los adultos seres capaces de creer (o hacer creer), todo o casi todo lo que les convenga a los adultos que detentan el poder social. Y la religión ayudó mucho (y sigue ayudando).

    El ejemplo de las famosas brujas, donde se juntaba el miedo del poder y la ignorancia de la masa, es totalmente paradigmático.

    Muy sintetizada la esencia del problema humanitario que significa la excesiva credulidad, bien la muestra Luis Hernández en su comentario. Aunque yo opino, que lo de «unos cuantos» peca de excesivo optimismo matemático.

  • #008
    ALAN TURING - 5 marzo 2019 - 22:15

    Los tres grandes peligros de nuestra sociedad a nivel de internet son: los canales conspiranoicos de YouTube, los multicuentas de las redes sociales y los grupos de WhatsApp. Estos últimos son un paraíso para los mentirosos compulsivos que disfrutan asustando a los demás. Para ello se ven ayudados por gente histérica que se cree cualquier cosa que lea por internet, especialmente si esta refuerza sus convicciones.

    Los gobiernos deberían reflexionar muy seriamente sobre esto y tomar medidas para intentar atajar la influencia perniciosa de estos 3 fenómenos.

    • Gorki - 5 marzo 2019 - 22:45

      No se los demás, pero yo en mis diferentes grupos de WhatsApp, tengo tres tipos de contactos Parientes, amigos, y artesanos y profesionales variados, (asistenta, taller de aurtomóviles, portero, forntanero etc…)

      Los dos primeros grupos si puede que me pasen FaKeNews, pero si no existiera Watsapp,, me los pasarían por teléfono o en cualquiera de las reuniones que tenemos. Como les conozco y se de que pie cojean, las Fake News que ne pasan tiene poco efecto.

      En cuanto a los diferentes profesionales, me produciría tal sorpresa que por ejemplo mi portero me mandara una noticia, fuera falsa o verdadera, que no se bien como reaccionaría.

      Para mi es un misterio como los agentes rusos hacen llegar sus mensajes a la gente por Facebook o WhatsApp, todos los que sigo los conozco y no es cosa de que se apunte alguien nuevo a mis seguidos sin que me entere, al menos en WhatsApp, porque en Facebook me llega ademas publicidad y cosas que mete Face, pero en WhatsApp no ¿Como lo hacen?

      • ALAN TURING - 6 marzo 2019 - 09:24

        Que tú tengas un buen detector de fake news no quiere decir que a todo el mundo le pase lo mismo.

        Y yo no creo que los rusos tengan ninguna influencia significativa en España, aquí las noticias falsas las suelen propagar mentirosos compulsivos y desaprensivos de toda clase que solo buscan crear alarma social.

  • #011
    Emisa - 6 marzo 2019 - 08:11

    En mi experiencia éste es un problema sin solución, ya que las personas que comparten este tipo de contenidos son impermeables a la razón.

    Llevo ya veinte años que, cada vez que conozco a una persona y empieza a enviarme bulos por el medio que sea, le respondo con mucho respeto y cariño,.aportando pruebas que los desmontan y consejos sobre cómo averiguar si algo es un bulo o no. Lo hago las primeras 10-20 veces que me envían un bulo. Después, lo dejo correr.

    Ni una sola de las personas a las que les he explicado lo que es un bulo, por qué existen y cómo identificarlos en estos veinte años, ha dejado de reenviarlos.

    Sospecho que lo hacen porque NO LES IMPORTA LA VERDAD. Para ellos es mucho más importante la pertenencia al grupo: poder compartir algo que coincide con sus creencias y las de su grupo sobre cómo funciona el mundo, para ser aceptados y sentir ese vínculo de pertenencia.

    Y como ellos son mayoría, ELLOS SON EL GRUPO, y nosotros, los desmontabulos, somos saboteadores que intentan romper el vínculo grupal.

    No sé cómo se puede luchar contra eso.

    • Mario - 16 marzo 2019 - 07:37

      Me parece muy bueno tu aporte, Emisa.
      Profundizaría en ello y diría que más allá de que no les importa la verdad, le importa más todavía sentirse exclusivos. Considerar que “saben algo que los demás ignoran”. Para mí eso está en la base de la difusión de bulos.

  • #013
    ALAN TURING - 6 marzo 2019 - 11:54

    Muy interesante tu mensaje, habría que reflexionar muy seriamente sobre lo que comentas.

    Es muy complicado luchar contra las noticias falsas pero hay gente que lo está intentando. Tenemos a Maldito Bulo, que empezó como una cuenta de Twitter (donde ya tienen más de 200k seguidores) y ahora se ha expandido a otras redes sociales, llevan desde 2016 luchando contra las fake news. En EE.UU también tenemos a la veterana web de Snopes.com, que llevan más de 15 años combatiendo la desinformación.

    Estas cuentas han demostrado que, aunque de momento no se puede acabar por completo con este fenómeno, sí que se puede desenmascarar las mentiras que tengan más repercusión.

  • #014
    Pedro Torres Asdrubal - 6 marzo 2019 - 14:22

    la vulnerabilidad de las personas y su disposición a creerse cualquier cosa que confirme los sesgos que ya tenían

    War is peace
    Freedom is slavery
    Ignorance is strength

    1984, George Orwell

    Diría que Maldito Bulo solo lucha contra las noticias falsas de la derecha.

    Primero te odian y luego te insultan con mentiras. Por tanto, desmentir los bulos solo desarma los insultos, pero no el odio, que es el que motiva el voto.

    Cuidado con pensar que nuestros enemigos lo son por ignorantes mal informados sin la suficiente educación para tener un criterio que les permita hacer un sesgo de la «información» que reciben.

    No lo digo yo: This video will make you angry.

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