Los dilemas de la automatización

IMAGE: Max Pixel (CC0)Cada día parece más claro: por mucho que Amazon insista en decir que las personas siguen siendo fundamentales en sus procesos logísticos, la realidad se impone: para estas navidades, la compañía incorporará por primera vez a menos trabajadores eventuales en sus almacenes, una señal clara de que los trabajos que desarrollaban estos empleados están siendo cada vez más desempeñados por robots, y que la compañía incluso se apoya en esa visión para plantear cambios como el almacenamiento en más alturas o el elevar el sueldo mínimo de sus trabajadores.

La agenda se va cumpliendo de manera inexorable, a pesar de las objeciones de los escépticos: no hay más que deleitarse unos minutos con vídeos como este de un almacén de Amazon o este otro del almacén completamente automatizado de JD.com, auténtica poesía en movimiento y un signo evidente de los tiempos que vivimos. Pero claro, lo que a mí, un profesor de innovación, me parece poesía en movimiento, para un operador de almacén son las trompetas de Jericó enviándolo al paro. A medida que avanza el tiempo, el trabajo de una persona en un almacén se convierte en completamente innecesario y menos productivo que el de los robots, y va enviando al paro a los millones de personas que desempeñaban una labor que, nos pongamos como nos pongamos y evaluada por cualquier estándar posible, tenía muy poco de humana. Utilizar a un ser humano para deambular por un almacén, para escoger el paquete adecuado y cargar con él hasta una estación de embalaje puede ser una manera de que ese humano obtenga los recursos necesarios para vivir, pero está muy lejos de ser lo que deberíamos demandar de una ocupación para una persona. Pronto, todas las compañías que no automaticen sus procesos logísticos con este nivel de robotización se irán encontrando con una progresiva demanda de incremento salarial de los trabajadores que les queden, se convertirán en más conflictivas, y dejarán de ser competitivas en costes, con todo lo que ello conlleva. Con China liderando con gran ventaja la automatización, la evolución va a ser, sin duda, mucho más rápida de lo que se esperaba hace pocos años.

Pero los almacenes y la logística no son más que una pequeña y limitada visión de lo que se avecina: los vehículos autónomos de Waymo ya han obtenido el carnet de conducir para moverse sin conductor de seguridad por el estado de California, y la compañía está ya simplemente haciendo tests de mercado para decidir el precio que va a poner a su servicio. Los robotaxis ya prácticamente están aquí, conducir un vehículo está a punto de convertirse a todos los efectos en una actividad no humana y de enviar al paro a millones de taxistas, conductores de VTC, camioneros y repartidores, pero muchos siguen aún negando tozudamente que sean posibles y enterrando la cabeza en la arena para no verlo. En 2012, la NTHSA norteamericana estimó que el 31% de los accidentes fatales en el país estaba relacionado con el abuso de alcohol, el 30% con la velocidad excesiva y el 21% con las distracciones. Los vehículos autónomos nunca beberán, nunca correrán más de lo que sea seguro y nunca se distraerán, y aunque algunos accidentes sean inevitables, se estima que sustituir a todos los conductores humanos por ordenadores podrá reducir las muertes y lesiones en carretera en un 90%, un millón de personas al año. Esto no son opiniones: son cifras. Al nivel actual, la idea de bloquear o retrasar la automatización para salvaguardar algunos empleos es simplemente una estupidez irresponsable, porque lo que debemos proteger, claramente, es a los humanos, no sus puestos de trabajo.

Amazon Go y sus tiendas sin cajeros se están convirtiendo en el futuro de la gran distribución y haciendo innecesarios varios millones de empleos. Veinte abogados expertos en derecho administrativo compiten contra una inteligencia artificial revisando contratos y pierden por goleada tanto en tiempo requerido para completar la tarea como en el nivel de precisión y rigor obtenido. Visites la industria que visites, te encontrarás iniciativas para avanzar en su automatización y hacerla intrínsecamente mejor, más precisa, con menos errores, más competitiva y más barata.

Las consecuencias de la automatización son inevitables y, además, no suenan del todo mal: precios más baratos y más tiempo libre. Obviamente, las cosas no son tan sencillas: es fundamental trabajar para encontrar un nuevo modelo social no basado en las horas de trabajo y que, sobre todo, evite el progresivo y ya insostenible incremento de la desigualdad, origen de los problemas que históricamente han acabado con imperios enteros y que ya muestra muchos síntomas de estar convirtiéndose en el problema más acuciante de la civilización actual. La realidad, aunque muchos no sean capaces de darse cuenta, es que no existe un «equipo de los humanos» contra un «equipo de las máquinas», no hay ninguna competición que uno de los dos deba ganar. Por mucho que nos podamos imaginar a legiones de profesionales enviados al paro convertidos en luditas e intentando destruir las máquinas que convirtieron sus trabajos en obsoletos, la realidad es que, como bien dice Gianpiero Petriglieri en un delicioso artículo en Harvard Business Review titulado «Business does not need the Humanities — but humans do«, no existe un «equipo de las máquinas», sino simplemente humanos que tienen o no tienen acceso a esas máquinas. Pensar en desinventar la tecnología, en renunciar a su desarrollo o en legislar para que no sea utilizada es sencillamente estúpido, irresponsable y retrógrado. La excusa de la preservación de los puestos de trabajo es cortoplacista y perdedora. No queda nada más – y nada menos – que plantearse cómo vamos a evolucionar como sociedad, cómo vamos a reinventarnos como humanos cuando nos liberemos de muchas de las cosas que no nos gusta especialmente hacer, qué modelo social servirá para acomodar una sociedad en la que las ocho horas de trabajo diario pasen a ser algo tan anticuado e innecesario como nos lo parecen hoy las largas jornadas de trabajo manual que tenían que soportar los trabajadores de hace un par de siglos.

Los dilemas de la automatización precisan de un nuevo modelo de pensamiento: no es disponer de la tecnología, sino de la visión necesaria como para adoptarla. No es un problema tecnológico, es un problema de diseño de modelo social. Y no tengo claro que tengamos la madurez como para desarrollarlo.

 

 

 

This article was also published in English on Forbes, “Are we mature enough to deal with the dilemmas of automation?» 

 

19 comentarios

  • #001
    Jose Miguel - 4 noviembre 2018 - 16:36

    «Esto no son opiniones: son cifras». Esto es pura especulación, Enrique.
    Habrá que esperar a ver las carreteras pobladas de vehículos autónomos para obtener cifras reales. Lo demás, de momento, es humo. Se eliminan muchos factores de riesgo, pero realmente no sabemos cuántos otros estamos introduciendo.

  • #002
    Víctor M. - 4 noviembre 2018 - 16:49

    Gran artículo. Me quedo especialmente con esta genial frase:

    «… lo que debemos proteger, claramente, es a los humanos, no sus puestos de trabajo.»

    • Matt - 4 noviembre 2018 - 19:31

      Y cuándo esos humanos a los que hay que proteger se queden sin trabajo, ¿de qué van a vivir?

      • Víctor M. - 5 noviembre 2018 - 00:38

        De la protección que deben (debemos) tener, en este caso anticipadamente. Pero este no es un pensamiento compartido por todos. Para mí, por mi forma de pensar, esa frase es una obviedad, y lo obvio, muchas veces pasa desapercibido. Por eso la considero genial, por recordar lo evidente y expresarlo de forma tan exquisita en este contexto.

        ¿Las soluciones? Se plantean en el artículo y en otros artículos relacionados. Y yo soy más pesimista que Enrique en su último párrafo.

        Si unimos a la automatización el problema de la contaminación y los límites del planeta, tenemos una bomba que habría que empezar a desactivar ya mismo, porque está con la cuenta atrás.
        Es mi humilde opinión.

  • #005
    Gorki - 4 noviembre 2018 - 17:02

    Vuelvo a insistir, la robotización no es un proceso que empiece ahora, sino que ya han pasado muchos años desde que el primer proceso automático dejaba sin trabajo a los obreros manuales que lo realizaban. De la mecanización ni hablo, Ford montó en 1908 su primera cadena de montaje del Ford modelo T.

    Si la lógica mas máquinas / menos trabajo se cumpliera, los países mas robotizados, USA, Japón, Corea del Norte, Alemania, China,…. tendrían ya que sentir claramente el paro. Pero no es así, sino todo lo contrario. USA, (pese a Trump) , tiene en este momento uno de los paros de su historia, así como tiene niveles de paro muy bajos en Japón, Alemania y Corea del Sur ( en China lo desconozco) mientras que países con niveles de paro muy altos. no son los países mas mecanizados, sino al contrario, son países con bajo, o muy bajo, grado de mecanización, los que ocupan los puestos de mayor paro, Según he podido leer 1º. .Mauritania 31,0% 2º. Bosnia 27,9% 3º. Macedonia 27,9% 4º. Grecia 26,3% 5º. Lesoto 26,2% 6. Cisjordania 26,2 % 7º. Sudáfrica 25,1% 8ª. España 24,7% 9ª. Suazilandia 22,3% 10. Serbia 22,2.%

    ¿Cual es el punto del razonamiento en que nos falla la lógica? Parece evidente que mas mecanización lleva mas paro, pero los datos indican lo contrario, que a mayor mecanización mas trabajo y que niveles de pobre mecanización es lo que parece asociado a mayores índices de paro.

    • Krigan - 5 noviembre 2018 - 01:27

      Conviene fijarse en las horas trabajadas. Para 5 millones de alemanes su único trabajo es un minijob de 15 horas a la semana con un salario de 450 euros. Esos no aparecen en la estadística del paro. Los jubilados (cada vez hay más) tampoco aparecen.

      En España, en solo 5 años (del 2012 al 2017) el número de horas trabajadas cayó un 6% pese a que en ese mismo periodo el número de ocupados aumentó en 1,3 millones.

      https://www.eleconomista.es/economia/noticias/8849877/01/18/Las-horas-trabajadas-caen-el-6-pese-a-haber-13-millones-de-ocupados-mas.html

      Esta es la realidad: cada vez se trabaja menos.

      • Gorki - 5 noviembre 2018 - 08:40

        Esta es la realidad: cada vez se trabaja menos.

        Pues vaya descubrimiento, Por supuesto, la semana inglesa y las vacaciones de verano, navidad y semana santa, incluso la jornada semanl de 40 horas, era algo que no conocían los obreros agrícolas de mi pueblo

        Lo que no entiendo es que eso lo consideres una desgracia

        • Santiago - 5 noviembre 2018 - 09:18

          No seria una desgracia si se cobrase lo mismo, pero como cobras menos solo eres un trabajador pobre.

          • Gorki - 5 noviembre 2018 - 10:47

            ¿Que se cobra menos que un obrero del campo de los años 60? –
            ¿Estas seguro?

        • Manolo - 5 noviembre 2018 - 21:39

          Igual los terratenientes de los 60 pagabais menos que esto a los trabajadores https://www.eldiario.es/desalambre/Lepe-pequena-Calais-espanola_0_767823707.html

        • Krigan - 5 noviembre 2018 - 22:04

          No, Gorki, no considero una desgracia el trabajar menos. El problema ya te lo ha señalado Santiago, el problema es ganar menos.

          En la época en la que se puso la semana inglesa, las vacaciones, y se pasó de las 84-96 horas semanales a las 40 (en varias reducciones) los trabajadores no pasaron a cobrar menos, sino más.

          Desde hace unos 25 años no ha habido más reducciones de jornada, ni aumento de vacaciones, ni se ha pasado a la semana de 4 días de trabajo.

          En este último cuarto de siglo ha seguido habiendo aumentos de productividad, en gran medida por el ahorro de mano de obra causado por la tecnología, pero no se ha traducido en un aumento del salario por hora de gran parte de la población. En muchos casos incluso se ha reducido.

          Se trabaja menos, pero eso ha sido en gran medida mediante la proliferación de jornadas parciales, llegándose incluso a los millones de minijobs en Alemania, que trabajan solo 15 horas… y cobran solo 450 euros. ¡En Alemania!

          Esto no es un avance, es un retroceso. En el lado positivo puedes decir que centenares de millones de trabajadores del Tercer Mundo sí han visto aumentar sus ingresos (sobre todo en China), pero eso ha ocurrido precisamente en los países más atrasados y de menor productividad.

          Ahora China está dejando de ser un país atrasado, va a incrementar grandemente su productividad precisamente a base de mecanizar el trabajo. ¿Qué pasará con los trabajadores chinos? Dependerá en gran medida de si China imita lo que se ha hecho aquí en los últimos 25 años.

          No es un problema de riqueza, aumentar la productividad incrementa la riqueza global. Es un problema de desigualdad, la cual ha crecido grandemente en estos 25 años. Ahí es donde se ha ido el dinero.

          • Gorki - 6 noviembre 2018 - 00:49

            Nadie me ha respondido a como es posible que en los paises mas robotizados, el paro es muy bajo, y en cambio los paises con mucho paro, (como España), son países poco o nada robotizados.. Segúun la lógica ludita deberíia ser al revés.

          • Krigan - 6 noviembre 2018 - 02:44

            Gorki:

            Claro, nadie te ha respondido. Y aquí, pese a que no paramos de decir que el avance tecnológico no debe ser obstaculizado, somos todos unos luditas.

            Lo que hay que leer.

  • #014
    xaquin - 4 noviembre 2018 - 17:23

    «No es un problema tecnológico, es un problema de diseño social».

    Dicho en otro campo, es un problema de adecuarse al hecho de ser homo sapiens.

    • javier march - 4 noviembre 2018 - 19:06

      Pues habrá que acelerar paralelamente el conseguir que todas las cifras cuadren para instaurar una renta universal, y no sólo básica, sino digna y suficiente, porque de lo contrario la revolución y las revueltas serán inevitables. Lo veo muy complicado.

      ¿Quién va a usar todos esos servicios y bienes si la gente no tiene para pagarlos?.

      Está muy bien la innovación tecnológica, pero sin innovación social será un desastre.

  • #016
    ElTecnologoEM - 4 noviembre 2018 - 20:37

    La situacion es que necesitamos evolucionar o nos quedamos fuera. Resulta un secreto a voces que la robótica ira tomando control de cada proceso y los humanos quedaremos relegados a unos cuantos puestos.

    Cada vez mas la cienciaficción se nos hace tealidad. Maquinas que hacen maquinas e incluso le dan mantenimiento.

  • #017
    Queimacasas - 5 noviembre 2018 - 10:57

    «No es un problema tecnológico, es un problema de diseño de modelo social», vamos, un problema político, y ya tenemos las consecuencias, Brexit, Trump, Bolsonaro, Vox, LePen … las voces públicas actuales buscan su victoria, y el aplastamiento del otro, no la victoria de la humanidad

  • #018
    Antonio Gregorio Montes - 5 noviembre 2018 - 11:56

    Recuerdo cuando en esta misma columna se hablaba de no humano referido a cadenas de montaje repetitivo. Hoy se habla de no humano el gestionar envíos diversificados. Y, sin decirlo, de evaluar causas judiciales. Qué será lo ‘no humano’ de mañana?

  • #019
    Asesor fiscal Madrid - 7 noviembre 2018 - 00:55

    Creo que la automatización es necesaria y tampoco creo que sustituya a las personas solo que las personas nos podremos dedicar a cosas que aporten un mayor valor

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