Transformación digital y entornos empresariales

El pasado junio estuve en el Tecnológico de Monterrey invitado por EGADE para participar en una serie de eventos y conferencias sobre transformación digital, y grabé esta pequeña pieza de vídeo de tres minutos para su canal en YouTube, EGADE Talking IDEAS.

Hablamos sobre el impacto de la nueva legislación europea de privacidad en el contexto europeo y en el internacional, sobre los efectos de la disrupción sobre las compañías, sobre la necesidad de examinar todas las tecnologías emergentes y contextualizarlas sobre las cadenas de valor de cada compañía (sin ningún tipo de límites y pensando realmente que los cambios que no incorporemos o pongamos en práctica,, muy probablemente los incorporará otro), y sobre el muy necesario papel de la educación directiva en ese proceso, un sector que indudablemente también necesita llevar a cabo su propio proceso de transformación digital (en ello estoy, intentándolo :-)

En transformación digital no hay nada escrito que obligue a las compañías ser víctimas del isomorfismo y a ser necesariamente más lentas que otras a la hora de incorporar las posibilidades que ofrece la adopción tecnológica, pero el hecho es que los bancos están siendo más lentos que las fintech, las aseguradoras más lentas que las insurtech y las instituciones educativas más lentas que las propuestas hechas por las edtech, con todo lo que ello conlleva. Un diferencial que, con la llegada de propuestas que ahondan en el análisis de datos y en la redefinición de procesos mediante herramientas como machine learning, podría ahondarse más aún en los próximos años.

 

 

4 comentarios

  • #001
    Carlos Quintero - 5 julio 2018 - 10:54

    En estos días en los que estoy con el enésimo cambio de casa en pocos años, voy a tener que aplicar mi política personal de «retaliation», por mucha pereza que me dé, cambiándome de banco (uno sin oficinas, que se supone fuertemente digitalizado), de compañía eléctrica (moderadamente digitalizada) y a futuro de compañías de mudanzas, inmobiliaria y de reformas (nada digitalizadas) por el mal servicio que me han prestado, y el tiempo que me han hecho perder, justamente cuando menos estrés adicional necesito.

    Lo que tendrían que hacer las compañías, antes de intentar su transformación digital (que yo no creo posible en la mayoría de ellas), es revisar que sus procesos existentes funcionen a la perfección, y que revisen cada llamada o ticket de soporte para ver qué pueden mejorar en sus procesos para que ningún otro cliente tenga ese mismo problema mañana. No hace falta que sepan del ciclo de Deming ni nada del otro mundo, de hecho podrían empezar haciendo que todos sus empleados conozcan perfectamente sus procesos sin preguntar al compañero de al lado y que no tengas experiencias de usuario distintas según quien te toque, en especial en la resolución de incidencias que no tendrían que haberse producido en primer lugar. Si ya consiguen que sus propios empleados reporten mejoras en los procesos / sistemas / aplicaciones para evitar incidencias recurrentes sería para nota. Cuando una empresa ya esté en ese nivel de excelencia con lo que tienen a día de hoy, pueden intentar subir al siguiente nivel.

  • #002
    Asier - 6 julio 2018 - 01:00

    En cuanto a la disrupción a la que están expuestas las compañías con las nuevas tecnologías, eso de «practicar la disrupción antes de que llegue otro» o «hackear cada uno de los elementos de la cadena de valor» suena muy bien pero es entre dificilísimo e imposible. Las compañías que funcionan bien están incentivadas a todos los niveles para incrementar márgenes mejorando el producto y los procedimientos que ya tienen, no para empezar de cero con algo radicalmente distinto que hace lo mismo y cuya probabilidad de éxito es muy baja.

    Es como un jugador de ajedrez al que le va casi siempre bien una apertura: está incentivado para repetirla porque es con lo que gana. Cambiará cuando sus rivales hayan encontrado la manera de refutarla (disrupción). Mientras tanto, si decide cambiarla (practicar la disrupción antes) se arriesga con alta probabilidad a reducir su número de partidas ganadas. ¿Quiénes pueden permitirse el experimentar para encontrar una estrategia superior? Los que están a un nivel inferior, no tienen mucho que perder y pueden hacer muchos intentos (las startups).

    Hay una gran compañía que ha incorporado la estrategia de apostar por las disrupciones hasta en su nombre: Alphabet. Es lo único que puedes intentar hacer (además de adquirir toda nueva compañía que pueda hacerte la competencia) para evitar ser disrumpido.

    • Gorki - 6 julio 2018 - 02:22

      Opino muy parecido, Es la razón de que las compañías punteras parezcan todas escleróticas y reacias a cualquier cambio. Si a mi me fue bien el año pasado haciendo las cosas de un determinado modo, tengo mucha tendencia a repetir mi éxito asado,

      El problema es que si no reaccionan muyb profundamente cuando el éxito no se repite, y tratan de insistir erre que erre en lo mismo, a veces no les que da suficiente tiempo (ni capital), para realizar los cambios. (Ejemplo.- IBM con los PC, de Kodak con la la fotografía digital. Oliveti con los aparatos electrónicos de oficina, El Pais con Internet, Banco de Santander con la banca On-line )

    • Francisca Salcedo Carrasco - 6 julio 2018 - 05:55

      Hay información sobre negocios pero no esta claro todo el texto, por lo tanto no tengo una idea clara para poder opinar.

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