Mis impresiones sobre el MWC y la evolución de la industria, en Capital

Despues del MWC - CapitalJordi Benitez, de Capital, me pidió un artículo con las impresiones que había extraído del MWC y sobre el estado ene l que se encuentra la industria, así que le escribí este titulado «Después del MWC» (pdf) en el que intento extraer algunas conclusiones.

Fundamentalmente, hablé sobre la situación de una feria que supone muchísimo para Barcelona y que sería una auténtica barbaridad no cuidar para que permaneciese en la ciudad cuanto más tiempo, mejor, y de cómo la evolución tecnológica la ha ido llevando desde su propósito original, hablar de unas tecnologías móviles – fundamentalmente el desarrollo y popularización del smartphone – consideradas en su momento como enormemente novedosas y disruptivas, hasta otro en el que la temática de la feria es más un all-things-tech, todo lo relacionado con la tecnología y la forma en que impacta nuestra vida en general. Así, los smartphones no son ya en absoluto los reyes del MWC, las compañías que aprovechan la cita para presentar sus nuevos modelos son cada vez menos, y más allá de la feria, dentro de la propia industria en general, se respira un cierto ambiente de madurez, de estancamiento, de «nada nuevo bajo el sol» por mucho que ahora los terminales vengan equipados con hasta dos o tres cámaras con resoluciones increíbles, tengan pantallas que se extiendan hasta el infinito y más allá, tengan o no un notch, o carezcan o no de botón frontal.

En este momento, la «necesidad» real de «estar a la última» llevando encima el último terminal de tal o cual marca se ha desvanecido, los terminales duran sensiblemente más que la periodicidad establecida para el lanzamiento de nuevos modelos por parte de las marcas, y el efecto lo nota hasta la mismísima Apple, con todo lo que ello conlleva para una compañía cuyos resultados dependen en gran medida de las ventas de su terminal estrella. Aquellas marcas que no cuenten con un portfolio amplio de oferta en varios ámbitos y que no vayan mucho más allá del mercado de consumo, de hecho, podrían llegar a manifestar problemas para sostener su crecimiento en un entorno en el que ese consumo, definitivamente, parece ralentizarse.

De nuevo, como el año pasado, la feria ha mostrado un enorme protagonismo del 5G: o se habla directamente de ello, de las circunstancias que rodearán su despliegue y de la inversión que supondrá para las operadoras, o se da por hecho prácticamente ya un entorno en el que la tecnología resultará la pieza clave para que una gran parte de lo presentado en el MWC se convierta en una realidad sostenible. La vieja idea de «los datos como nuevo petróleo» se hace mayor y evoluciona hacia la constatación de que 5G se ha convertido prácticamente en una jugada geopolítica, en una lucha entre gigantes por controlar una tecnología fundamental que permitirá el desarrollo de los países y su incorporación al futuro. Ya no hablamos del último terminal, sino de la posibilidad de conectarlo todo, absolutamente todo, para incorporarnos al futuro, para crear esa economía realmente conectada que caracterizará a loa países modernos. El bloqueo, ayer, de la adquisición de Qualcomm por parte de Broadcom refuerza esta idea, como lo hace en general la respuesta proteccionista de los Estados Unidos a las compañías chinas con más patentes en este ámbito: quien controle el despliegue y el uso de una 5G considerada estratégica, controlará muchas cosas, y estará en una situación presumiblemente muy ventajosa para considerarse como el líder mundial.

Si creías que ibas al MWC a ver lo último en móviles, te equivocaste: hace tiempo que el MWC ya no va de eso. Si vas a ver móviles o gadgets, te perderás lo realmente importante. Ahora vas al MWC, al menos si vas porque te interesa y no porque te mandan, a entender el mundo que viene. Y en ese contexto, la tecnología ya no es un aspecto más del futuro, sino el ámbito del desarrollo humano que tiene una mayor capacidad para definirlo.

 

11 comentarios

  • #001
    Gorki - 14 marzo 2018 - 11:38

    ¿Qué será lo siguiente al smartphone?. – Supongo que algo relacionado con el 5G- Pero, a parte de no saber exactamente lo que supone 5G, (supongo que es algo que permite que todos los dispositivos, Móviles y sensores de todo tipo, estén conectados permanentemente a la «nube» y que con ello, se aproveche la BIG DATA, por todos),. no veo claro que producto/servicio nos puedan dar, que sean tan interesante como para obligar a la mayoría de la población mundial a pasarse a aparatos 5G. dejando de utilizar smartphones que seráan mucho más económicos, tanto de adquisición como de uso..

    ¿Cual es el «chisme imprescindible» que tendremos todos dentro de 5 años y por qué ha de ser imprescindible.?

    Se me ocurre;;

    Traductor «simultáneo» del habla a cualquier idioma o viceversa, la traducción de lo oído en cualquier idioma a mi idioma.

    Realidad virtual sobre cualquier cosa en que fijemos la vista, poder conocer asuntos, como marca y precio, lugar donde lo venden, propietario actual del objeto, estilo artistico , elementos semejantes, etc. O sea una especie de Wikipedia/Catalogo de Amazonc automático sobre cualquier objeto o paisaje que indiquemos

    Alarmas automáticas sobre cualquier cosa que sea susceptible de crear problemas y solución inmediata para resolverla. alarmas de inundaciones7fuegos/humo en la vivienda, poco nivel de energía/combustible en depósitos/pilas, posibes averías por desgaste/calentamiento anormal en vehículos y maquinaria, problemas de salud, pulsaciones/ tensión/ respiración/ glucosa,
    ……
    Si, bien pensado pueden haber estímulos suficientes para que yo abandone mi smartphone tradicional y me pase al «chisme 5G» y todos sus sensores

    • Luis Hernández - 14 marzo 2018 - 13:32

      Félix, entiendo que no se trata tanto de un «chisme 5G» como de las posibilidades que esta tecnología de conectividad ofrece:
      -Velocidades de hasta 10 gigabits (10 veces más que el 4G en condiciones óptimas).
      -Una latencia mucho menor (más velocidad de respuesta y no solo de transferencia).
      Esto abre la posibilidad de generar nuevos servicios (no necesariamente gadgets), como la conducción autónoma, la transmisión de contenidos de realidad virtual o UHD en vivo, el manejo en tiempo real de instrumental localizado remotamente, la conexión simultánea (sin colapsar) de infinidad de dispositivos al mismo tiempo (si teléfonos, pero también sensores de todo tipo).

      • Gorki - 14 marzo 2018 - 15:21

        De lo que hablaba y lo que necestan empresas como Apple o Huawei, es tener un «chisme» que vender a cantidades inmensas de la población,

        Pudiera ser la conducción automática, pero según parece, por lo que se habla aquí, eso se reserva para unas cuantas compañías con coche sharing, lo que no va a dar de comer. ni a Apple. .ni a Huawei tampoc creo que la emisión en 3D tenga mucho recorrido, al menos en el cine da para una película cada 25 años.

        Lo que empresas como Apple y Huawei precisan, es vendernos algún aparato 5G que compremos masivamente, como los móviles, o el iphone y soy incapaz de encontrarlo, aunque quizá pienso que sensores inteligentes para algo del tipo de Alexa puedan si ser de atractivo, (y de precio) para la masas.

      • JJ - 14 marzo 2018 - 23:32

        Como explica Ken Hu, vicepresidente del consejo del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, «en una red 4G, un coche autónomo que avance a una velocidad de 100 kilómetros por hora continuará moviéndose 1,4 metros desde que detecta un incidente o un peligro hasta que aplica los frenos. Eso puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. En una red 5G, el mismo automóvil, se moverá sólo 2,8 centímetros».

        5G Edad de Oro para las Operadoras

        • Daniel Terán - 15 marzo 2018 - 11:42

          ¿Y exactamente por qué necesita más tiempo? Si realmente es autónomo, no necesitará de una red para conducir.

          Otra cosa es que gracias a una red obtenga prestaciones avanzadas, como comunicarse con otros vehículos para gestionar mejor el tráfico entre todos ellos. Pero, ¿para frenar?

    • Shrinthra - 14 marzo 2018 - 18:17

      Gorki, personalmente creo que ya existe un sensor, con un enorme potencial y que se beneficiaría enormemente del 5G.

      Se trata de SCIO https://www.consumerphysics.com/ que sus creadores lo definen como un sensor molecular y que es, ni más ni menos, que un espectrofotómetro de tamaño diminuto (incluso lo han integrado dentro de un móvil https://www.phone.consumerphysics.com/).

      Con la aplicación adecuada y una base de datos detrás, permite apuntar a una gran variedad de materiales, sean orgánicos o inorgánicos, pulsar un botón y obtener información valiosa de los mismos.

      Por ahora han sacado aplicaciones fundamentalmente para la industria alimentaria y ya se puede apuntar con el sensor a diversos tipos de alimentos y obtener datos sobre su composición (grasas, calorías, proteínas, …).

      Si no lo conociera de primera mano, me sonaría a ciencia ficción; pero tengo dos y, aunque las aplicaciones son por ahora pocas y limitadas, el uso del 5G y el Big Data me resulta enormemente prometedor.

      Y, como esto, que no imaginaba que fuera posible, se abren innumerables posibilidades para quien sepa verlas y desarrollarlas. Más velocidad de acceso y mayor potencia de procesamiento nunca está de más.

      Un saludo.

      • Gorki - 14 marzo 2018 - 20:24

        ¿Y tu crees, que con las debidas aplicaciones, eso será de interés para el hombre medio, digamos un señor de 50 años que habita en los barios medio/bajo de Bombay?

        Por que a esos señores, son los que hay que convencer que compren algo que imprscindiblemente utilice 5G, si queremos vender 700.000 aparatos iguales. en todo el mundo.

        Supongo que tu aparato es la pera limonera para un laboratorio de química, o incluso un ingeniero agrónomo, pero no lo veo ya como el próximo aparato imprescindible para el conjunto de la humanidad y que sirva sólo a 50.000 personas, no va a solucionar los problemas de los fabricantes de productos de consumo, como no lo es la venta de tractores a la industria del automóvil.

        • Shrinthra - 14 marzo 2018 - 20:36

          No sé si este u otro; el traductor simultáneo de tu primer comentario podría perfectamente ser el próximo imprescindible.

          De lo que no me cabe duda es de que alguien desarrollará algo que todos querremos tener.

          Puede que a mí no se me ocurra ese «algo», pero siempre habrá alguien que sepa sacar provecho de las ventajas que menciona Luis Hernández y de otras muchas y que el futuro que se avecina será apasionante; mejor o peor, pero apasionante.

    • Krigan - 14 marzo 2018 - 22:35

      Al smartphone todavía le queda vida porque todavía tiene al menos una revolución más por delante: la IA ejecutada en el propio móvil (un soc con NPU, o como se le quiera llamar). No es una aplicación concreta, la IA local (en el móvil) te va a valer para un enorme montón de aplicaciones distintas. Y si quieres tener eso, te va a tocar renovar el aparato.

      Por supuesto, esos soc con NPU no van a ser solo para los móviles. Los meterán también en tablets, smartTVs, el Amazon Echo, o lo que se te ocurra. En todos esos aparatos (móviles incluidos), si quieres tener la infinidad de aplicaciones que requieren o les conviene una IA local, vas a tener que comprar un nuevo cacharro.

  • #010
    Carlos Quintero - 14 marzo 2018 - 14:01

    Efectivamente los terminales móviles son ya suficientemente buenos para la mayoría de los usuarios. Incluso yo, que pienso que hago un uso más avanzado que la media, no he tenido problemas en pasarme a un Android de gama media. Si no fuera por el problema de la degradación de las baterías (que se pueden reemplazar) y por la degradación del rendimiento causado por nuevas versiones del sistema operativo (no optimizadas para modelos anteriores), un smartphone nos podría durar unos 5 años tranquilamente, y no tener que estar cambiándolo cada dos o tres años obligados. Creo que dentro de poco los usuarios no actualizaremos de sistema operativo móvil tan alegremente. En sistemas de escritorio ya hubo un fabricante, Microsoft, que recibió un severo aviso del mercado cuando su Windows XP solo necesitaba 512 MB y su Windows Vista necesitaba 2 GB para ir bien (algunos fabricantes de ordenadores lo vendían en modelos con 1 GB). Luego rectificaron con Windows 7…

    Pero a mi modo de ver, la telefonía móvil sigue teniendo dos problemas en la parte de la conectividad:

    – La cantidad de datos limitada que te puedes bajar por un precio razonable. Incluso con ofertas convergentes, por un lado pagamos cuotas de teléfono fijo que no necesitamos, y por otro no tenemos bastante con los MB que nos da el operador en telefonía móvil, lo que nos obliga a contratar más MB de ese o de otro operador.

    – La ausencia de datos cuando sales al extranjero, o el temor a no saber exactamente cuánto te costarán. Lo estoy sufriendo estos días.

  • #011
    Juan Carlos - 15 marzo 2018 - 07:15

    La MWC tiene contrato para quedarse en Barcelona hasta el año 2023,, aunque existen condiciones de estabilidad para mantener allí su sede. Se viene celebrando en la Ciudad Condal desde el año 2006. Pero no debemos olvidar que en sus orígenes, como «GSM World Congress» iba cambiando de capital cada año (Atenas, Lisboa, Berlin). Esperemos que no sea necesario el cambio, porque a un certamen tan atractivo, no le faltarían novias.

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