Huawei, los KOLs y el marketing de influencia

Huawei KOLs UPF

El próximo 28 de febrero participaré en una jornada abierta en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, sobre «Branding and Mobile Communications», en la que hablaremos fundamentalmente del programa de Key Opinion Leaders (KOL) de Huawei, en el que llevo dos años participando. Participarán Walter Jennings, VP de Corporate Communications de la compañía y, como KOLs; Carlos Scolari, profesor de la UPF, Marsha Collier, autora y especialista en tecnología y comercio electrónico, y Craig Brown, emprendedor y experto en big data y tecnología.

El año pasado, cuando recibí la invitación de Huawei para formar parte de sus KOL, me mantuve cautelosamente escéptico hasta comprobar que, efectivamente, la marca interpretaba adecuadamente una relación de este tipo. Muchas marcas tienden a pensar que por facilitarte que acudas a eventos o que recibas productos pueden pedirte que escribas lo que ellas quieran, y ese tipo de acuerdos son algo de lo que, como puede esperar cualquiera que haya seguido mi trayectoria, huyo como de la peste. No he llegado a sostener quince años o más de reputación de independencia para terminar vendiéndolos a cambio de un terminal o de un viaje. En el caso de Huawei, debo decir que la interpretación es rigurosamente correcta. Algo que parece sencillo de entender, pero que por experiencia con otras marcas sé que no resulta algo sencillo de poner en práctica. Otros participantes en el programa, como Shel Israel, también han escrito sobre el tema.

La agencia que colabora con Huawei en el desarrollo de su programa de KOL es Ogilvy, de la que he hablado en ocasiones y cuyos principios de interacción con influencers utilizo en mis clases desde hace años porque los encuentro francamente bien planteados, tanto en su primera edición como en la revisada: la marca tiene interés en que conozcas sus productos e iniciativas, está dispuesta a facilitar ese proceso, pero dispones de total libertad a la hora de escoger si escribes sobre algún tema, qué tratamiento decides darle, o si no lo quieres hacer. Para mí, la participación en el programa KOL de Huawei es una oportunidad interesante de conocer a otras personas que se dedican a hablar o escribir sobre temas muy similares a los que yo trato, una posibilidad de conocer más de cerca a una marca líder en el mundo de la electrónica de consumo e industrial, y de acercarme a los principios de gestión de una compañía china, un tema, el de la gestión cultural de la innovación, que me fascina y sobre el que escribo de manera muy habitual, sin que por ello tenga que hipotecar de ninguna manera ninguna de mis opiniones al respecto (como ha podido verse en algunas de esas entradas, en las que no necesariamente me alineo a favor de ninguno de los dos lados).

En los próximos días, por ejemplo, participaré en el battery challenge que Huawei está desarrollando con sus dispositivos P10: utilizar el dispositivo de manera normal durante un día, y enviarles las estadísticas de uso de la batería. La oferta para participar fue completamente abierta: participas si quieres, y si no, no lo haces. El nivel de la participación es totalmente voluntario: desde simplemente contribuir con tus estadísticas, hasta escribir sobre ello si quieres. ¿Escribiré sobre ello? No lo sé, dependerá, como siempre, de si veo que tengo algo interesante que decir. En ningún momento he tenido ningún problema en ese sentido: se trata, simplemente, de tener acceso a un dispositivo y probarlo, como he hecho con muchos dispositivos de otras marcas a lo largo de mi carrera, sin ninguna obligación de hablar sobre él, bien o mal. Una forma de entender el marketing de influencia que distingue claramente a Huawei de muchas otras marcas, y que, en mi opinión, permiten también, en el otro sentido, diferenciar a los verdaderos influencers, los que tienden a influir en función de su opinión por la razón que sea, de los simples mercenarios que muchas otras marcas manejan. En el marketing de influencia existen muchos matices que es importante manejar adecuadamente: un embajador de marca, por ejemplo, es una persona generalmente con un cierto nivel de visibilidad, que acepta utilizar los productos de la marca y hablar de ellos en términos positivos, a cambio de un contrato con una remuneración determinada: hablamos generalmente de actores, deportistas u otras figuras de elevada visibilidad y asimetría, pero no necesariamente de personas con un nivel de conocimiento específico sobre la tecnología o los productos de la marca. Saber entender las diferencias, las necesidades y los elementos intrínsecos de cada figura resulta fundamental a la hora de plantear un buen marketing de influencia. Mezclarlos sin criterio es una receta para el desastre.

Si estáis interesados en la discusión de estos temas, nos vemos allí, en directo o en el streaming del evento.

 

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Huawei, KOLs and influence marketing»

 

7 comentarios

  • #001
    Daniel Terán - 25 febrero 2018 - 08:55

    Si algún día te invitan a las oficinas de Madrid, avísame antes y nos tomamos un algo ;)

  • #002
    Gorki - 25 febrero 2018 - 09:50

    Creo que bajo el nombre de «Influencer», se meten hoy en el mismo saco, por el hecho de que todos somos hoy «prosumidores» de contenidos, personas y personajes que siempre han existido, pero que antes se les consideraba de distintos grupos,

    En primer lugar esta el «critico»profesional en juzgar la calidad de un determinado tipo de objetos, critico, literario, critico, taurino, critico cinematográfico. Estos señores dentro de su especialidad tenían el peso proporcionsdo por el medio (generalmente un periódico), que difundía su opinión y de la independeencia que ese el supusiera.

    Estaban después los muy ricos, que por el hecho de escoger determinado producto para su uso , se suponía de gran calidad,eran los proveedores quien lo publicaban m Recuerdo el sello de proveedores de la Reina de Inglaterra. que incluso hay un organismo que lo controla, (Y supongo que cobra)

    Estaban ademas los «dandys» o muy elegantes, que de alguna forma introducían nuevas modas en vestuario y costumbres Algo que d ¡¡sólo funciona en sociedades reducidas donde todos se conocen, porque no tenían medios de dar a conocer sus modas.

    Tambien estabn los «intelectuales» señores que se les consideraba de inteligencia superior y que en tertulias o en columnas de los periódicos predicaban sobre cualquier cosa que se les oocurriera haablar.

    Hoy todos estos son influencers, y en un mismo saco, emos metido al Sr, Dans, al Rubius, a Falsarius, a Belen Esteban, y a cristiano Ronaldo, señores que dificilmente tienen nada en común salvo que lo que piensan dicen consumen y visitan se divulga en redes sociales.

    Pero el efecto de todos no es igual, Por ejemplo quiero que alguien me explique las ventajas de la telefonía 5G, al menos para mi no es lo mismo la opinión al respecto de Dans (que creo que aun no la ha dado), que lo que cuente Cristiano Ronaldo y si este señor muestra un teléfono 5G no me producirá el meno efecto, algo que si puede producirmelo en lo referente a las zapatillas que usa,

    Creo que no tener claro para que vale cada cual, y encomendar la divulgación de un tema a un famosete por el hecho de ser famosete me parece un error.

    Lo que opine el Rubius sobre los coches eléctricos me trae al pairo. lo que opine sobre comics, si lo tendré en cuenta.

  • #004
    Blog Android - 25 febrero 2018 - 10:37

    Como bien dices en el post, conocer gente que trabaja en estos temas y sobre todo un marca puntera como Huawei, te abrirá la puerta a un mundo fascinante. Será interesante ver los datos del P10 y su batería, como experimento y seguro que da para un buen post, sobre el talon de aquiles de los dispositivos móviles, su autonomía energética.

    No me quiero olvidar de comentar lo que bien aclaras: 15 años con una reputación ganada a pulso en tu blog, no es para venderlo por un móvil o un viaje. Saludos!

  • #005
    Xaquín - 25 febrero 2018 - 18:52

    Da gusto ver que aparece el nombre de Barcelona para algo que no son pioladas diversas. Lo mismo que leer algo de China, que tiene que ver con la apertura mental.

    Y la reputación, como la conciencia, son más raros de encontrar que el oro o un pasaje para Marte.

    • Gorki - 25 febrero 2018 - 19:43

      Creo que en este mundo digital, en el que no hay la menor privacidad y todos podemos todo saber de todos, nuevamente la honradez vuelve a cotizar al alza. Los «vivos», que se venden al mejor postor por un viaje o un fajo de billetes, tienen muy corto recorrido, por lo que la oportunidad de enriquecerse es cada vez más difícil, mientras quien actúan con honradez, con sus actos fomenta su mejor reputación y a medio plazo, encuentra una forma sostenible de ingresos. Por eso yo hace tiempo acuñé la frase «que hoy la honradez es negocio».

      No es opinión de hoy, hace la friolera de seis años en teste blog escribí
      «En los nuevos tiempos, la honradez es un valor que cotiza al alza. Hoy existen mucha más transparencia en el mercado y mejor información. No importa a qué se dedique, sea un buscador, un hotel, un vendedor, un supermercado, un banco o una agencia de medios, cazar al “listo” no es más que cuestión de tiempo.

      Quien hoy pretende engañar a su cliente, tiene asegurada una corta vida en el mercado. Cada vez más la honradez es negocio, aunque pueda parecer al “listo” de cortas miras que el mundo sea del más “pillín”.. https://www.enriquedans.com/2012/05/el-imposible-equilibrio-de-las-agencias-de-medios.html

  • #007
    Estudiante de marketing e influencers - 27 febrero 2018 - 17:15

    Tocas dos temas muy diferentes que me interesan. Por un lado el problema técnico de las baterías de los móviles (difícil y en vías de solución, entiendo, sobre todo con análisis como los de Huawei). El otro tema, por mis estudios de Márketing, es el de los influencers que promocionan marcas sin conocimiento específico acerca de ellas. Entiendo que forma parte del mercado, y es interesante, pero prefiero ciertamente a expertos independientes como tú. Saludos!

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