La industria del taxi y la expansión china

Didi ChuxingLa adquisición por parte de Didi Chuxing de la parte que aún no poseía del operador de transporte urbano brasileño 99 por un importe total de mil millones de dólares convierte a 99 en el primer unicornio brasileño y confirma las intenciones de expansión global de la compañía china, anunciadas desde hace ya mucho tiempo.

La expansión en Latinoamérica, una de las regiones con más fuerte crecimiento en este ámbito, ofrece a la compañía china dirigida por Liu Qing (Jean Liu en su nombre occidental) la posibilidad de estar presente de manera directa o indirecta en más de mil ciudades en el mundo, potencialmente al alcance del 60% de la población mundial.

La estrategia conciliadora, pactista y tranquila de Liu Qing, hija del fundador de Lenovo, Liu Chuanzhi, está probando ser extremadamente eficiente: comenzó su marcha consiguiendo el pacto entre su compañía, Didi Dache, y su principal rival en China, Kuaidi Dache en febrero de 2015, para iniciar con ello una durísima carrera con Uber por el dominio de las ciudades del gigante asiático que terminó con la venta de las operaciones de Uber en China a Didi a cambio de un intercambio de participaciones. En la práctica, Uber perdió la batalla: cuando se firmó la operación, Didi estaba presente en 300 ciudades chinas frente a las 60 de Uber, y la compañía norteamericana había perdido ya más de dos mil millones de dólares en una carrera sin sentido de promociones y rebajas para intentar infructuosamente hacerse con el mercado. Mientras tanto, entre agosto y septiembre de 2015, Didi llegó a acuerdos con otros grandes competidores como Grab, Lyft u Ola para participar en sus operaciones y colaborar en desarrollo de productos y tecnología, acompañada por la japonesa SoftBank, que acaba de convertirse también en accionista de referencia en Uber. En agosto de 2017, Didi negoció participaciones también en Taxify y en Careem, obteniendo así una presencia cada vez más relevante en Europa, África y Oriente Medio.

La cultura empresarial de Didi Chuxing, por otro lado, parece alinearse con el tono de lo que algunos denominan «la nueva China»: ecológica y socialmente responsable, con programas de oferta de empleo para segmentos desfavorecidos como desempleados de industrias tradicionales o soldados veteranos, con fuerte participación en el entorno empresarial a través de la incubación de más de cuatro mil PYMES innovadoras, y con iniciativas destinadas a reforzar la participación de la mujer en la dirección empresarial (el 40% de los empleados de la compañía son mujeres).

La adquisición de la brasileña 99 confirma lo que ya parecía estar claro: a medida que la valoración de Didi Chuxing crece y se sitúa ya por encima de la de Uber, también lo hace su capacidad para adquirir las compañías en las que previamente ha obtenido participaciones relevantes, al tiempo que desarrolla su capacidad para la conducción autónoma mediante la creación de laboratorios en Silicon Valley y prepara su próxima salida a bolsa en los Estados Unidos. El futuro de la industria del taxi es cada vez más claro, una carrera de empresas completamente interconectadas entre las que destacarán Uber y Didi Chuxing, y en la que la segunda, a día de hoy, parece llevar una clara delantera. Todo lo demás terminará o bien siendo adquirida, o bien desapareciendo, incapaz de alcanzar la escala suficiente para competir. Y la ambición de DiDi no termina en el taxi: también posee participaciones en otro elemento clave de la movilidad urbana, las bicicletas. Una estrategia completamente diferente a la seguida por Uber, pero destinada igualmente a cambiar la imagen del transporte en las ciudades. Y en poco tiempo, muy posiblemente, una parte del paisaje habitual de tu ciudad. Si no la tenías en tu radar, vete situándola.

 

 

 

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4 comentarios

  • #001
    Cristina - 5 enero 2018 - 17:02

    ¿Sabías que existen telenovelas chinas? Si, ya sé que suena extraño, pero así es el nivel de penetración de la cultura China en Latinoamérica, en países como Bolivia. Samsung y el Litio, además.
    China es un monstruo que demanda muchos recursos/materias primas para sus millones de habitantes y además ha des localizado sus fábricas de coches en Africa para centrarse en la Inteligencia Artificial. Subinduatrias con su paises productores. Cayendo los gobiernos de izquierdas, en la región, EEUU está dejando atrás a la región. Y China, con su mentalidad competitiva emprendedora, gana terreno.

  • #002
    JJ - 5 enero 2018 - 18:14

    Es curioso que Apple haya invertido mil millones en esta empresa china.

    Off topic

    Obtener en China toda la información de alguien por solo 20 yuanes

  • #003
    Xaquín - 5 enero 2018 - 18:33

    Mucha gente despreció su talento (de un esfuerzo sin límites) para fundar lavanderias y almacenes de confección, aparte de su capacidad para dejarse la piel en el ferrocarril USA. Toda esa historia que sirvió para inventar chistes como el de «trabajar como chinos» o preocuparse por si se ponen «a saltar de repente». Mientras tanto. Acompañado del «infame copieteo».

    Ahora «descubrimos» que se introducen tecnologicamente y financieramente sin problemas haciendo un tejido empresarial de primera. ¿Que chiste tendrá preparado Occidente para eso?

    ¿Cuando nos sacaremos el sombrero ante una forma de mostrar eso que podíamos llamar espíritu humano en esencia y grado sumo (espíritu de superación)? Algo que no se reparte ni en Oxford ni en Harvard y que sirve para diferenciar el sapiens sapiens del sapien pejiguerensis. Algo que sirvió para que Mao no tuviera que hacer tanto esfurzo como creemos. Y algo, curiosamente antagónico (los extremos «se tocan»), que los tiene adaptados para hacer de 1984 un juego de niños.

  • #004
    marcelo - 5 enero 2018 - 19:22

    Una de las grandes ventajas de los chinos es que no tienen manías a tener tratos con regímenes corruptos, escasamente democráticos o ignorantes de los derechos humanos o medioambientales, a ellos todo les va bien si el negocio vale la pena. La otra es la enorme estupidez occidental al haber permitido durante más de 30 años que China cierre o restrinja el acceso a sus mercados a su antojo mientras se aprovecha de la extrema apertura de los del resto del mundo y piratea impunemente tecnologías ajenas. Como occidente no se baje del guindo rápido y ponga a China firme, estamos acabados en pocos años… o igual ya lo estamos de todos modos.

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