Yo para ser feliz quiero un camión…

Tesla Semi (IMAGE: Tesla)

Como el legendario clásico del rock’n roll español de Loquillo y los Trogloditas, «Yo para ser feliz quiero un camión«. Y no me refiero a mí mismo, que nunca he tenido  demasiada pasión por la carretera en ninguno de sus sentidos, sino a las sensaciones que produce la presentación, la pasada noche en Los Angeles, del nuevo Tesla Semi, un monstruo (utilizando la terminología de la propia compañía, un BAMF :-) con una aerodinámica impresionante y un aspecto de película futurista, con una autonomía de más de 800 kilómetros a plena carga, media hora de tiempo de recarga, y unas prestaciones de aceleración, seguridad y autoconducción desconocidas en la categoría.

Hay una versión abreviada de la presentación en 9 minutos que la cubre de manera muy razonable, y en la que se ve cómo se puede presentar algo como un camión, industrial y habitualmente no considerado un fenómeno de masas, en un evento casi orientado a masas y medios de todo tipo, pero sin perder la sensibilidad con las demandas y necesidades de quienes conducen un camión.

El camión presentado ayer comenzará su fabricación en 2019 y no estará en el mercado hasta 2020, lo que lleva a plantearse las intenciones de la compañía en este sentido. ¿Camiones eléctricos? Aunque posiblemente no lo supieras, hablamos de un segmento de mercado en claro crecimiento, sobre todo debido a las demandas medioambientales exigidas de manera creciente por cada vez más ciudades, y tanto Daimler como Volkswagen, Cummins o Nikola llevan tiempo trabajando en el tema, aunque dado que no son Tesla y no tienen, por tanto, su capacidad de convocatoria, únicamente los especialistas en la industria se habían enterado.

¿Qué pretende Tesla entrando en una categoría como esta, tan aparentemente diferente de la que ocupa actualmente, y anunciando un vehículo que no estará disponible hasta el 2020? Ni más ni menos que aspirar a definirla, a influenciar su desarrollo, y a ser considerado un líder tecnológico aprovechando el paraguas que le brinda su visibilidad en el mundo del automóvil. Que Tesla, una compañía no comparable en términos de producción total con prácticamente ninguna de las empresas de automoción tradicionales, sea considerada un líder tecnológico que marca la pauta de la industria es algo que muy pocos discuten, y lo hace no solo gracias a la personalidad de un fundador con una proyección mediática espectacular, sino también merced a una cuidada estrategia de presentación de productos, aunque posteriormente le pueda resultar muy complicado ajustarse a la producción anunciada. Pasar de ser una pequeña compañía que fabrica vehículos de muy alta gama a convertirse en otra que anuncia un modelo que podríamos considerar en una escala medio-alta supone una complejidad enorme, y no ser capaces de cumplir con lo prometido ha supuesto una importante caída en las expectativas de valor de la compañía.

La permanente lucha de la compañía con su volumen de producción a corto y medio plazo contrasta, por tanto, con la idea de una línea de productos en constante expansión: además de presentar el ya comentado camión, Tesla presentó también por sorpresa un roadster, un vehículo deportivo con unas prestaciones brutales, que tampoco estará en el mercado antes de 2020, pero que viene a completar una línea que precisaba de un factor de atracción, de un vehículo en modo «objeto de deseo», que además, incentivase a los que lo quieren a adelantar dinero para su reserva, en una estrategia de apalancamiento en el cliente que resultaría seguramente imposible de plantear para ninguna otra marca de automoción.

Si quieres ver cómo serán los camiones en el futuro, seguramente vayan a parecerse bastante a eso que Tesla ha presentado hoy. Aspirar a marcar las tendencias y a ser visto como líder tecnológico de una categoría es algo que no resulta sencillo, pero que sin duda, la compañía de Musk lleva a cabo notablemente bien. En la visión estratégica de Elon Musk, lo importante es el trabajo de definición, creación y presentación: cumplir rigurosamente con las fechas y plazos es algo que queda más «para el detalle fino». Es muy posible que cuando muchos piensen en camiones, vayan a tener en la cabeza a partir de ahora una imagen, la del vehículo de Tesla, que no veremos rodando por las carreteras hasta 2020… pero que a todos los efectos, ya se ha presentado como lo que muchos camiones quieren ser cuando sean mayores. Ahora queda lo más difícil: convertirlo en realidad.

 

ACTUALIZACIÓN: las acciones de Tesla evolucionan al alza coincidiendo con las noticias sobre la demanda de su nuevo camión, con un pedido de Walmart de quince unidades y otro «de múltiples unidades» de la empresa de logística J. B. Hunt.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Why Tesla wants to keep on truckin’» 

 

18 comentarios

  • #001
    marcelo - 17 noviembre 2017 - 11:43

    Musk cada vez abarca más y aprieta menos, no es capaz de fabricar los coches que tiene ya cobrados y se mete a hacer camiones, túneles, trenes, baterías y cohetes espaciales… Puede que sea un gran visionario, pero como empresario me parece que deja mucho que desear, y como las cosas se le compliquen puede acabar arruinado o echado a patadas de su propia empresa.

    • Javier - 17 noviembre 2017 - 17:38

      …de eso se trata ser empresario…

    • Carlos Quintero - 17 noviembre 2017 - 23:42

      ¿Como le ocurrió a Steve Jobs en Apple? ;-)

      En mi opinión, ojalá tuviéramos más visionarios/genios así, que «sacudan» el panorama y pongan las pilas al resto de las empresas que siguen una evolución parsimoniosa. Con que tengan éxito en una sola de las líneas que emprenden ya ganaremos (todos) una barbaridad.

      • Javier - 17 noviembre 2017 - 23:45

        …touché mon amí :D a él me refería cuando lo escribí

      • Raul SB - 18 noviembre 2017 - 11:46

        Apple cumple con lo que promete. Al Model 3 aún se le está esperando. Pero eso si, este hype viene de miedo para seguir inyectando dinero…..

        Es curioso que en vez de empezar por lo fácil (trenes) o rentable (autobuses) lo haya hecho con los coches. Personalmente me parece más realista la apuesta por los camiones, pero yo me sigo preguntando que si hacer un restaurante de comida rápida o una nueva promoción de viviendas con bomba de calor haga que se cambien centros de transformación (que paga el que construye….) con esto de los vehículos eléctricos se nos olvide.

        Nada, nada, al tiempo…..

  • #006
    Gorki - 17 noviembre 2017 - 12:13

    Si hay algo que no entiendo es que no se hayan generalizado vehículos eléctricos para moverse por el interior de las ciudades, donde por fuerza el kilometraje hecho en una jornada de trabajo no es excesivo.

    Conozco alguna empresa de tipo telepizza que utiliza motos eléctricas para los repartidores y antiguamente los vehículos de reparto de leche a domicilio, eran eléctricos en Inglaterra,(algo que curiosamente ha desaparecido). Creo que la EMT de Madrid probó autobuses eléctricos pero no dieron el resultado esperado, quizá ahora con baterías de litio debieran volver a probar.

    Yo creo que furgonetas de reparto eléctricas para empresas de bebidas embotelladas, correos y otros repartos del interior de la ciudad, podría ser muy rentables a la vez de poco contaminantes.

    Respecto del camión de Tesla. mi opinión es que nace obsoleto, Para le año 2020, si hemos de hacer caso a los «expertos», el camión debería ser autónomo y sin conductor.

    Lo del «rodaster» es todavía mas extraño, ¿Quien va a querer conducir un coche que anda a 300 km para circular por lugares con velocidad limitada a menos de la mitad de esa velocidad , y además viendo, que mientras tu tienes que conducir, cuidando que ese trasto no se embale, todos los demás van haciendo solitarios dentro de su coches?.

    O creemos o no creemos que le coche automático está al caer. .

    • Mauricio - 17 noviembre 2017 - 22:20

      Cito tus palabras, Gorki: «Para el año 2020, si hemos de hacer caso a los “expertos”, el camión debería ser autónomo y sin conductor.»

      A lo que sería posible agregar: Además, al prescindir del conductor, el coste de transportar algo en un robocamión sería increíblemente bajo.

      Faltan 775 días para que llegue el año 2020 y sigo pensando que algunas predicciones son excesivamente generosas con respecto al tiempo que deberemos esperar para que ciertos inventos se perfeccionen y popularicen. El análisis de costos en torno a los vehículos autónomos tampoco termina de resultarme claro.

  • #008
    Krigan - 17 noviembre 2017 - 12:53

    Desde luego, las ganas de innovar de Tesla son evidentes, pero viendo esa carrocería aerodinámica me surge la pregunta: ¿cómo es que los camiones que ya existen no son así? Los miras, y es que dan pena comparados con esto.

    Por mucho motor fósil que lleven, deberían ser aerodinámicos. No serlo significa desperdiciar energía (y por tanto combustible) a lo tonto. Tesla acaba de aterrizar, y ya les gana en esto.

    Por lo demás, las especificaciones para un eléctrico son impresionantes. Autonomía de 800 Km y recarga en media hora, que además el coste de recargarlo será irrisorio en comparación con llenar el depósito de un fósil. Verdaderamente Tesla ha sabido poner el futuro de los camiones fósiles en entredicho.

    • Antonio - 17 noviembre 2017 - 20:15

      Es un tema de limitacion de la longitud del camion. El conjunto cabeza tractora más remolque no puede superar una determinada longitud. Haciendo esa cabeza mas aerodinámica necesariamente estas comiéndole metros al espacio destinado para el remolque.

      • Krigan - 18 noviembre 2017 - 00:16

        No dudo que sea cierto eso que dices, pero ¿eso no afecta a Tesla?

        Lo de colocar al camionero en posición central, haciendo que las «esquinas» superiores sean más aerodinámicas, ¿no podían haberlo hecho otros?

        • Guillermo - 18 noviembre 2017 - 07:03

          Esa limitación de longitud máxima esta solo en Europa. En EEUU no existe. De ahí la diferencia estética entre los camiones europeos y los norteamericanos.

  • #012
    marcelo - 17 noviembre 2017 - 15:23

    Un gran problema que se va a encontrar Tesla es que el mundo del transporte profesional se rige por unos criterios más o menos estrictos de rentabilidad económica (sus márgenes son muy estrechos y la competencia, feroz) cuando su segmento tradicional, el de los coches de semilujo, es todo lo contrario: cuenta más la gratificación personal y otros aspectos emocionales que los puramente lógicos. Más le vale a Musk que su precioso camión (que tiene toda la pinta de ser carísimo) sea percibido como rentable por el gremio…

    • Javier - 17 noviembre 2017 - 17:40

      Cuando dejen de tener conductores, y se ahorren ese costo, no le van a alcanzar las las manos a Elon Musk para entregar camiones

    • Krigan - 18 noviembre 2017 - 01:25

      Sí, es cierto, es un mercado diferente, y lo que va a primar es la rentabilidad. Ahora bien, rentabilidad es precisamente lo que Musk está prometiendo:

      «Musk did promise a laundry list of features that he claimed would ensure the overall cost of ownership will be 20% less per mile compared with diesel trucks.»

      «Musk claimed it would be “economic suicide” to continue using diesel trucks, saying the Tesla version, if driven in convoy, would be cheaper than shipping goods by rail.»

      https://www.theguardian.com/technology/2017/nov/17/elon-musk-tesla-electric-truck-sports-car-surprise

      Ya se verá, pero es posible que su principal problema vuelva a ser, como le pasa con los coches, que no dé abasto con la producción del camión, no que no tenga pedidos.

  • #015
    JJ - 17 noviembre 2017 - 15:32

    Quizás Musk está huyendo hacia adelante presentándonos el futuro. Debe convencer a nuevos inversores para compensar los que le abandonan.

    Los problemas del camión Tesla

  • #016
    Pepe Pérez - 17 noviembre 2017 - 20:04

    Lo siento, pero creo que lo de Tesla cada vez se parece más a esto:

    https://www.youtube.com/watch?v=glMVNaAIjOQ

  • #017
    eldelaplazoleta - 17 noviembre 2017 - 22:49

    El «Nikola One» molaba más.

    Estoy con Marcelo (#001) en que quien mucho abarca, poco aprieta. En vez de sacar nuevos prototipos para seguir atrayendo la atención mediática, mejor harían en centrarse en fabricar en fecha los automóviles que tienen vendidos y en parte cobrados.

    La imagen de marca pierde credibilidad al no ser capaces de cumplir con los plazos de fabricación y entrega marcados por ellos mismos. No creo que soltar fuegos de artificio, presentando nuevos modelos de vehículos, tape la sensación creada de empresa poco seria y manirrota.

    Céntrese señor Musk, céntrese. ;)

    • Krigan - 18 noviembre 2017 - 00:09

      Tesla nunca ha cumplido con los plazos de fabricación y entrega, y sin embargo su imagen de marca ha sido siempre excelente.

      De hecho, el que un producto del tipo que sea se agote en las tiendas en su lanzamiento mejora su imagen, es signo de éxito. Incluso cuentan las malas lenguas que ha habido casos de lanzamientos que el fabricante puso deliberadamente pocas unidades en las tiendas para que se agotase, para aparentar más éxito del real.

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