Revenge porn: ¿sirven para algo las medidas propuestas por Facebook?

Revenge pornFacebook propone una medida para intentar proteger a las víctimas del llamado revenge porn, personas que tras haber compartido situaciones íntimas con su pareja, se encuentran con que, una vez finalizada la relación, esa persona publica fotografías sexualmente explícitas obtenidas con consentimiento durante la relación para vengarse de su pareja.

La solución propuesta está basada en un sistema de reconocimiento de fotografías, del estilo de los utilizados en otros servicios para, por ejemplo, reconocer imágenes sometidas a derechos de autor: los usuarios potencialmente afectados pueden subir a Facebook las fotografías que piensan que sus ex-parejas podrían utilizar como venganza, que son posteriormente eliminadas y convertidas en un hash que la compañía utiliza para impedir que puedan ser subidas a Facebook, a Instagram, o ser compartidas en Messenger. El pasado abril, Facebook también lanzó una iniciativa que permite a las afectadas denunciar la publicación de fotos de ese tipo e impide que puedan ser vueltas a publicar en las redes de la compañía.

¿Tiene sentido pedir a las usuarias de Facebook – estadística y culturalmente, el problema tiende a afectar sobre todo a mujeres – que suban a una red social fotos íntimas de sí mismas, potencialmente dolorosas por referirse a relaciones que han terminado, en prevención de que puedan llegar a ser utilizadas para el revenge porn? Hablamos de un tema enormemente sensible, que sitúa al usuario en una situación de gran incertidumbre: en primer lugar, tendría que superar el miedo a hacer algo tan contraintuitivo como tomar un material enormemente íntimo y privado, y subirlo nada menos que a una red social, lugar especialmente diseñado para su compartición. Necesitaría además superar varios saltos de fe: no solo confiar que la compañía hará lo convenido y eliminará la imagen tras haberla tratado, sino además, apostar por que no será objeto de posibles vulnerabilidades que permitan el robo de un material potencialmente tan sensible o que no haya empleados que puedan decidir vulnerar la confianza puesta en ellos. Por otro lado, es posible que anticipe una reacción inmediata de su ex-pareja, que al ver bloqueada la posibilidad de utilizar Facebook, Instagram o Messenger como herramientas para materializar su venganza, muy probablemente proceda a intentar consumar la misma sobre otros soportes digitales que no cuenten con similares controles. Y todo ello contando que dichas imágenes estuviesen en poder de la víctima potencial, en lugar de estar, como parece probable, únicamente en el móvil o la cámara de su ex-pareja.

¿Cabe esperar, por tanto, una respuesta exitosa a este tipo de iniciativa? Por más mujeres que consulto en este tema, intentando comprobar si, como cabe esperar, existe una respuesta diferencial en función del género a este tipo de dilemas, no encuentro ninguna que me diga que optaría por hacer uso de una opción así, y si yo puedo hacer una rápida encuesta informal entre amigas y compañeras para determinar que la solución no tiene demasiado sentido, Facebook debería planteárselo también antes de proponer una idea semejante. La solución propuesta tiene sin duda un componente tecnológico interesante – ya explorado anteriormente por otras compañías – pero todo indica que no considera o no hace una valoración adecuada de los aspectos psicológicos implicados, de la especial sensibilidad del tema, o de las prevenciones que cualquiera tendría cuando hablamos de asuntos tan delicados. Por otro lado, la alternativa más razonable podría ser tratar de disuadir un comportamiento tan ruin como la exposición de la intimidad de una ex-pareja incrementando el tipo penal del delito que supone y la severidad de su castigo, dado que la trazabilidad del mismo parece relativamente sencilla tanto desde un punto de vista técnico como desde el del mero sentido común.

El asunto es grave y de muy poca broma, todo un exponente de los problemas que la adopción y popularización de una tecnología genera sobre las fronteras de la privacidad: el 4% de los usuarios de Facebook han sido víctimas de este tipo de problemas, un porcentaje que asciende al 10% cuando consideramos a mujeres menores de 30 años – o, peor aún, de culpabilizar a las víctimas que lo experimentan. Deberíamos plantearnos hasta qué punto la compañía es capaz de proponer soluciones no solo técnicamente brillantes, sino también que respondan adecuadamente a la sensibilidad de los posibles afectados. Facebook es, sin duda, una de las compañías más interesantes para los desarrolladores brillantes: una empresa en la que no solo abunda enormemente el talento, sino que además, lo pone en valor gracias a la actitud de su fundador, que aún hoy continúa escribiendo y revisando código como parte de su actividad habitual. Sería conveniente que, además, desarrollase la sensibilidad necesaria como para centrarse en proponer soluciones bien equilibradas desde el punto de vista de la psicología de sus usuarios.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “How many people are likely to use Facebook’s latest idea to tackle revenge porn?» 

 

17 comentarios

  • #001
    Miguel Ángel - 10 noviembre 2017 - 17:20

    Realmente ni sería necesario subir la foto si el hash se pudiese calcular en cliente, mediante un app Móvil o código Javascript.

    • Ignacio - 10 noviembre 2017 - 17:45

      Eso implicaría que los usuarios de Facebook entiendan lo que es una función hash y que implicaciones tiene su uso. Creo que generaria un problema psicologico y cultural parecido.

    • Asier - 10 noviembre 2017 - 18:03

      Ésto podría valer, aunque ellos siempre preferirán tener la foto original por si la tecnología cambia/mejora: evitas tener que pedir la foto de nuevo. Además si no tienen la foto original el sistema es susceptible de ser abusado usando otro tipo de imágenes que no quiero que se publiquen (pero que nada tinen que ver con el revenge porn).

      Me parece un buen servicio y le auguro cierto éxito: el que ninguno de nosotros o nadie conocido diga ahora que lo utilizaría, poneros en la situación de haber roto una relación de mala manera habiendo compartido en el pasado este tipo de imágenes, o tras darte cuenta de que alguien ha accedido a tu móvil/ordenador/nube donde tenías este tipo de imágenes, etc. Tienes la posibilidad de evitar que alguien las publique (al menos en Facebook), lo harás cuando sientas que el riesgo de que cierta persona los publique sea mayor que el peligro de que a Facebook se las roben o haga mal uso de ellas.

  • #004
    Javier - 10 noviembre 2017 - 17:22

    Todo esto me suena a que se preocuparon por hacer algo que los deje en posición de decir «…pues, dedicamos bastante tiempo y no poco esfuerzo en ayudarl@s, si no lo usan, ya no es problema nuestro…»

  • #005
    Gorki - 10 noviembre 2017 - 17:44

    Eso se llama ponerse la venda antes de que tenga la herida.

    ¿Cual es la fotografía que su ex utilizar en el acoso?. – No lo se.
    Entonces envíeme todas las fotos en pelotas que se ha hecho y las bloqueo en Facebook, Instagram o Messenger, aunque siempre puede que aparezcan en Youporn, si resulta que tenemos un empleado infiel.

  • #006
    Enrique González - 10 noviembre 2017 - 19:23

    Perdonen mi ignorancia, pero si se van a utilizar hashes basta con cambiar un solo bit de la imagen para saltarse un control como el descrito. Por otra parte, coincido con Miguel Ángel en que bastaría con enviar los hashes, no la imagen completa. Aunque esto, naturalmente puede usarse para bloquear otras imágenes distintas con un poco de mala fe. Si el sistema es tal y como se ha descrito parece un tanto arbitrario, no muy fiable y, como ya apunta el artículo, hay otras plataformas.

    • Asier - 10 noviembre 2017 - 21:13

      Los hashes de imágenes tienen en cuenta posibles variaciones en el formato de la imagen, la resolución, rotación, etc., basta con que sean muy parecidas para que den el mismo hash.

      • Jr. Andrés Castillo - 11 noviembre 2017 - 01:57

        Muy acertado caballero. Además, a dichas imágenes se les puede aplicar técnicas de procesamiento de imagen para detectar rostros, patrones y figuras que ayuden a hacer el match.

  • #009
    JJ - 10 noviembre 2017 - 19:43

    La idea parece absurda y hasta sospechosa. Por esa regla de tres servidores como xvideos etc. podrían ofrecer el mismo servicio (y preferentemente de pago).

    Tendría sentido si se pidiera la foto o vídeo pixelado. O si se desarrollara una App específica como apunta #001.

  • #010
    Xaquín - 10 noviembre 2017 - 19:50

    Cuando una persona se despelota en la casa del novio/a no va por la calle en pelotas (aunque la gente le prometa no mirar!). ¿Es tan díficil entender que internet es un conjunto infinito de calles virtuales?

    Hay un gran problema de educación. Y, versionando a Gorki, diría que la gente se hace la herida (a «sabiendas») antes de tener la venda. Incluso creyendo en los amores eternos y la bondad natural del ser humano.

  • #011
    Luz Maria Ruiz - 10 noviembre 2017 - 22:04

    Pues es una medida polémica, pero puede funcionar, al menos para minimizar el impacto que puede tener la revelación de fotos o vídeos íntimos en la reputación de la afectada, el problema es que finalmente uno no sabe con certeza si una vez enviadas estas fotos, no verán la luz por algún fallo en el resguardo de las mismas o en manos de quien van a parar.

  • #012
    Javi-C - 10 noviembre 2017 - 22:25

    Lo de pretender arreglarlo subiendo material sensible a los servidores de Facebook parece una broma de mal gusto.
    Dicho lo cual, en esto hay un culpable claro (penalmente incluso, que ya hay un tipo específico desde el 2015). Pero luego, entre culpabilizar a la víctima (que es cruel e injusto) y fingir que el que va por la vida compartiendo intimidades con el primero que se le cruza no tiene ninguna responsabilidad hay un gran trecho.
    O se es menor de edad (en cuyo caso no sé qué se hace compartiendo contenidos sensibles), o se es mayor de edad ( en cuyo caso se es responsable de los actos propios y de las consecuencias perfectamente previsibles de ellos).

  • #013
    Matt - 11 noviembre 2017 - 01:30

    ¿Seguro que esta solución no se le ocurrió a ningun adolescente pajillero? «Sí sí, tú envíanos todas las fotos desnuda que tengas» …

  • #014
    Santo - 11 noviembre 2017 - 10:06

    Lo que está claro es que va a ser un enorme incentivo para muchos hackers. Lo de vencer a ICloud se cobvertiría en anecdota.

  • #015
    Jesús Sánchez - 11 noviembre 2017 - 12:39

    A ver. Me parece que estamos repartiendo chalecos antibalas porque a mi pareja le regalé hace tiempo una pistola. Esto roza lo absurdo. Seamos consecuentes con nuestros actos. No se puede ir por la vida como ingenuos. Cualquier fotografía, en cualquier formato, que no esté en nuestro poder, es susceptible de ser utilizada de mala fe. ¿Acaso una empresa deja a la vista de cualquier empleado documentacion valiosa…?

  • #016
    Cristian - 13 noviembre 2017 - 10:15

    Seré raro, pero para mi la solución es ser un poco maduro y no enviar nunca fotos de desnudos a tu pareja/rollo/ligue. Yo tengo una vida sexual mas que satisfactoria con distintas parejas y jamás he tenido necesidad de hacer esos numeritos, y tampoco he pedido nunca que me envíen fotos de ese estilo.

  • #017
    Begoña Webcamer - 4 diciembre 2017 - 13:11

    Lo mejor es nunca enviar fotografías propias con carácter pornográfico o similar mostrando tu rostro, así evitarás todo este tipo de problemas que cada vez son más comunes en nuestra sociedad. Tengo una amiga abogada dedicada al mundo de internet y me comenta que cada vez son más las o los jóvenes que acuden a ella solicitando a diversas páginas porno que borren sus imágenes de la web. Aquí existe un vacío legal donde hay tener muy en cuenta ciertos aspecto según la legislación de cada país. Como decía, no te hagas fotos porno al desnudo mostrando el rostro y evitarás que se hagan públicas estas fotografías en páginas porno.

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