Bicicletas y futuro de la movilidad urbana

Mobike - Ofo

Un simple paseo en cada vez más ciudades chinas permite hacerse una idea de la cuestión rápidamente: desde hace algún tiempo, aparecen tapizadas de bicicletas. Bicicletas por todas partes, esperando a que cualquiera que las necesite las localice y desbloquee con una app en su smartphone y las utilice con total libertad durante una hora por tan solo 1RMB (en torno a 0.13€).

La entidad del movimiento, con dos compañías fuertes y sólidamente capitalizadas actuando como claros protagonistas, Mobike y Ofo, no deja lugar a dudas: mientras la primera cuenta con financiación de Tencent, la segunda está participada nada menos que por Alibaba y Didi Chuxing, lo que implica apuestas importantísimas y la disponibilidad de los fondos necesarios como para pasar de una situación de escasez (relativamente pocas bicicletas, que son habitualmente robadas o vandalizadas con cierta frecuencia) a una de abundancia (muchísimas bicicletas, hasta el punto de minimizar el impacto de este tipo de comportamientos, o poseer suficientes recursos financieros como para soportar su incidencia). Frente a los análisis financieros de los que hablaban de modelos sin sentido desde un punto de vista económico, estas compañías han continuado escalando en oferta y en valoración hasta conjurar la idea de una burbuja, y han comenzado su expansión internacional en ciudades de todo el mundo, junto con algunas otras compañías como oBike, de Singapur.

En muy poco tiempo, China ha pasado de no tener bicicletas en régimen de uso compartido, a tener varios millones de ellas en sus calles, ofrecidas mediante modelos diferentes, y con una popularidad cada vez mayor. Utilizar este tipo de servicios implica abrir una cuenta como usuario, identificarse con datos que incluyen el número de tu smartphone, y hacer un depósito con el que afrontar posibles daños a las bicicletas, pero ninguno de estos elementos parece estar convirtiéndose en un obstáculo significativo para su fortísima expansión. Hace algunas décadas, China optó por transicionar de la bicicleta al automóvil para favorecer una dinamización mayor de su economía, y las bicicletas se hicieron mucho menos presentes en el panorama de sus ciudades. Ahora, el problema de la polución y la disponibilidad de tecnología barata y sencilla para crear servicios de uso compartido han vuelto a llenar las ciudades chinas de bicicletas, y China se ha convertido en el laboratorio del mundo en este tipo de movilidad urbana.

¿Puede la bicicleta jugar un papel relevante en la movilidad urbana? La respuesta es evidente cuando observamos estos casos, o los más antiguos de numerosas ciudades centroeuropeas. Los argumentos de que la bicicleta no ofrece características adecuadas para determinados usos en función de la edad de los usuarios, la temperie o la orografía y dispersión de las ciudades parecen verse contrarrestadas por el éxito de la bicicleta como alternativa habitual de transporte en numerosas ciudades frías o lluviosas, y con la incorporación de motores eléctricos que permiten negociar cuestas independizando el movimiento de la bicicleta del esfuerzo del golpe de pedal. Cada vez más ciudades ofrecen bicicletas compartidas como alternativa de movilidad, de propiedad municipal o privada y utilizadas en muchos casos como soporte publicitario, lo que permite racionalizar los costes operativos. En principio, podría parecer que hace falta más de una generación para que un español se anime a desplazarse en bicicleta en un día de lluvia, aunque en Amsterdam sea completamente normal, forme parte del panorama y la ciudad sea muchísimo más fría y lluviosa, pero la realidad de la expansión de este tipo de modelos parece contradecir esa máxima, y sitúa a los ayuntamientos ante la disyuntiva de dedicar más espacio público a infraestructuras que faciliten el uso de la bicicleta y mejoren la seguridad de sus usuarios, al tiempo que estos mejoran su salud.

Todo indica que las bicicletas compartidas terminarán convertidas en uno de los principales bastiones de la movilidad urbana, combinada con redes adecuadas de transporte público para desplazamientos más largos y con otro tipo de vehículos utilizados mediante modelos en los que se primará cada vez más la eficiencia operativa. La expansión de este fenómeno, con compañías ya tan diferenciadas y capitalizadas emprendiendo una fuerte expansión internacional, parece asegurar que pronto veremos este tipo de bicicletas en cada vez más sitios. Ahora mismo, Mobike está presente en 160 ciudades chinas y cuatro mercados fuera del país (Singapur, Manchester, Florencia y Milán en Italia, y desde este mes, Londres), mientras Ofo se ofrece en diecisiete ciudades chinas y diez en todo el mundo (San Francisco, Seattle y Worcester en USA, Cambridge y Hackney en UK, Singapur, Viena, la ciudad tailandesa de Pathum Thani, Praga y Moscú), y oBike está presente en ciudades de once países además de su nativa Singapur (Taiwan, Corea del Sur, Malasia, Australia, Tailandia, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, UK y Suiza).

Claramente, estamos ante un cambio de mentalidad en aquellos países o ciudades que tradicionalmente no consideraban la bicicleta como una alternativa seria o competitiva a la hora de ser incluida de manera relevante en un plan de movilidad urbana, y poniendo las bases para procesos de adopción social cada vez más sólidos y convincentes. Muy pronto, encontrarás este tipo de bicicletas en la acera de tu casa…

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Reinventing the wheel: are bikes the future of urban transport?» 

 

18 comentarios

  • #001
    Manuel - 24 septiembre 2017 - 15:36

    Vivo en Shanghai desde hace 5 años y recuerdo como empezó Mobike hace un año y medio, más o menos, y en 6 meses ya había 5 o 6 competidores. Han aparecido más y algunos han «caído». Hay una cierta problemática porque inundan las calles con las bicis o la gente las deja mal aparcadas y el gobierno las retira y no saben que hacer con ellas. (http://shanghaiist.com/2017/03/15/shanghai_bike_sharing_crackdown.php). Hay un rumor que el negocio esta en el deposito (entre 300 a 100 RMB depende de la compañía) y con ese invierten y es con el que ganan dinero. Economías de escala, que en China si que saben de esto. (http://shanghaiist.com/tags/mobike).

  • #002
    Carlos Quintero - 24 septiembre 2017 - 15:43

    Hoy he comido en una terraza de la Plaza de Olavide de Madrid, donde se han eliminado por completo los coches, y ahora estoy escribiendo esto desde la calle Fuencarral, a la que solo le quedan dos carriles para coches pero que, al menos los domingos por la mañana como hoy, están cortados para los coches. Solo estamos gente paseando y algunos ciclistas. Y llevo todo este tiempo pensando en que otro tipo de ciudad es posible desde ya si dejamos de usar el coche para cualquier tipo de desplazamiento, aunque ya lo tengamos comprado.

  • #003
    Nick - 24 septiembre 2017 - 16:06

    La bici compartida sólo existe porque se puede cobrar por su uso.
    Es un vehículo ineficiente, anatómicamente hablando. Y lleno de desajustes y holguras. Pedalear en una bici que no es TU BICI es una suerte de tortura física.
    Una bici mediobuena cuesta poco. La barrera de entrada es ridícula. Por 500€ tienes una máquina estupenda, que bien adaptada a tu estatura y proporciones, da infinitas posibilidades de desplazamiento y deporte.
    Pero una mierda de bici standard, desajustada y ruidosa, es eso, una mierda.
    Lo que hace falta son parkings y seguridad para la bici propia. Ya sea mecánica o electrica.
    La bici electrica va a ser el gran paso de la humanidad hacia el futuro. Hace falta que sea a la pedida personal de cada uno, en dimensiones, en ajustes y en watios.

  • #004
    Benji - 24 septiembre 2017 - 22:12

    Lo que no entiendo es cómo funcionan en el primer mundo y por qué quiebran en Madrid o Valencia. En Barcelona solo se sostienen gracias a la intervención financiera del ayuntamiento. ¿Por qué diantres no salen rentables en España?

    Y otro apunte: Esto funciona en ciudades euroasiáticas. En EE.UU o Brasil o Nigeria hablamos de centros de negocios sin casas para vivir (y quien puede… tiene cochazo) y de distancias demasiado amplias para pensar en la bici a secas. En Singapur, Tokio, Berlín o Madrid al menos la gente vive cerca de de donde trabaja y de donde compra. En Tokio de hecho la bici puede salvarles dada la congestión de tráfico diaria

    • Cristian - 2 octubre 2017 - 12:25

      Los sistemas de bici tanto de Madrid como de Barcelona son parte del sistema de transporte público. No hay ningún transporte público en España (y muchos otros países del primer mundo) que sea rentable, todos necesitan de la intervención de la administración pública. ¿Acaso crees que el metro y el bus son rentables? El coste de la bici compartida es nimio comparado con estos. Se pone dinero en una red de transporte poque los beneficios por otros lados compensan sobradamente los gastos que producen a la Administración.

  • #006
    Anisotropo - 24 septiembre 2017 - 22:58

    Yo creo que ir en bici por Madrid es un asco. Quizás triunfe si se prohíbe la circulación (excepto de bicicletas) por el centro.

  • #007
    Goomer - 25 septiembre 2017 - 03:15

    En España tiene dos problemas. El clima, y no por la lluvia, sino por el calor. Como siempre digo, durante más de medio año si la gente fuese al trabajo en bici, habría que instalar duchas en todas las oficinas. Y el segundo tiene que ver con nuestra escasa cultura de bicis, tanto para circular junto con peatones y vehículos a motor, como a cuidarlas aparcadas.

    En otros sitios funciona, pero son más llanos, más fríos, y respetan mucho al ciclista y a las bicis.

    De todas formas conque las usaran un 5-10% de la gente que ahora usa coche, ya ganaríamos todos.

    • Nick - 25 septiembre 2017 - 08:45

      Poner duchas en las oficinas no parece un gasto dispendioso. En todas las fábricas las tienen.
      Y la biciclete eléctrica va a resolver eso en gran medida.
      Ah! y acerca del calo, 35º en bicicleta son más confortables que andando por la acera. Uno se genera su propia brisa.

  • #009
    guillermo gago - 25 septiembre 2017 - 05:46

    Desde la ciudad china de Shenzhen, he visto el nacimiento y boom de este modelo. Un día vimos a una gente probando una bici «rara» y es que el primer modelo de Mobike también innovaba en diseño y una semana más tarde había muchas bicis como esas, y de repente tan solo un mes más tarde había un centenar a la salida del metro y a cada sitio que llegabas había más y más bicis. en una cantidad inimaginable.

    desde entonces hemos visto nacer otras muchas marcas, muchas ya han caído. Según informes del gobierno se han registrado más de 700 marcas de bicis compartidas en todo el país.

    Pero hay algo que lo hace realmente útil la bici compartida no es el vehículo con el que vas de casa al trabajo, o a cualquier sitio, es el enlace que completa al transporte publico.

    En una ciudad de 20 millones de habitantes 280 paradas de metro te dejan muy lejos de tu destino final. Así que reducir ese paseo de 15 o 20 minutos a 4 o 5 sobre pedales lo cambia todo.

    Aquí un link al white paper que publico Mobike al cumplir su primer año

    https://mp.weixin.qq.com/s/NPavBeHc8VdWXeSL6kfLRg

  • #010
    Victor - 25 septiembre 2017 - 09:11

    En lo relativo a España, uno de los principales problemas que existe (y que ya ha comentado alguien más arriba) son:
    – Clima (sobre todo en lo que a llegar sudado se refiere)
    – La mentalidad (seguimos siendo hiperdependientes de coger el coche para todo.

    Yo creo que uno de los puntos de inflexión será cuando los sistemas de alquiler de bicis (bien privados, o bien una evolución de los públicos ya existentes) pasen a contar con flotas de bicicletas eléctricas (de especial importancia en ciudades con cuestas)

    ¿Sabes (o sabe alguien) de algún estudio que trate este tema? Sobre la inclusión de la bicicleta (en particular la eléctrica) en el ámbito del transporte dentro de la ciudad.

    Gracias

  • #012
    Luis Hernández - 25 septiembre 2017 - 18:42

    Ya he comentado aquí en alguna otra ocasión que utilizo mi bicicleta eléctrica para prácticamente todos mis desplazamientos de hasta 20 Km.
    Salvo que llueva a cántaros, con la ropa técnica adecuada y unos guardabarros, es perfectamente factible (y placentero) seguir desplazándose en bici .
    En unas alforjas impermeables llevo ropa de vestir y me cambio en cinco minutos.
    Reconozco que puede requerir, sobre todo al principio, cierta motivación y que hay que saber manejarse bien para minimizar el peligro en carretera (que tampoco es tanto), pero el placer que se siente es muy grande también.
    ¡¡Percibes los olores!!. Por la mañana la churrería, las barbacoas en verano, la floración en primavera, el olor a tormenta cuando empieza a llover…
    En algunos comercios hasta me dejan meter la bici dentro mientras compro. Empiezas a ver a los coches como enormes y torpes cajas de hierro que enseguida se atascan mientras tu los adelantas tranquilamente.
    Aunque parezca increíble, en la mayoría de trayectos se tarda menos tiempo que en coche o autobús y además te pones en forma. Te olvidas de los problemas de aparcamiento.
    Siempre que surge la ocasión hago que mis familiares y amigos se suban a mi bici: lo que experimentan la primera vez que se suben a ella lo llaman «la sonrisa eléctrica» y es que desplazarse en bicicleta, y más aun en bici eléctrica, es sobre todo, un verdadero placer.

    • Carlos Quintero - 25 septiembre 2017 - 19:54

      Eres mi héroe :-)

      Yo tengo descartado ir en bici por carreteras con coches, pero con un carril bici no tendría que ir en coche al pueblo más cercano a coger el autobús. Aunque he visto un camino de tierra más largo que tengo que explorar un día de estos.

      • Luis Hernández - 26 septiembre 2017 - 09:08

        Jajaja, ¡gracias Carlos!. En realidad, una vez que lo conviertes en una costumbre te das cuenta que no es para tanto.
        Yo también elijo recorridos más largos porque son más seguros. Si que voy por carretera, incluso en noche cerrada, pero intento utilizar las menos concurridas y con arcenes más anchos. Para mi, el camino habitual más corto pasaría por una carretera sin arcén pero sólo la he utilizado en una ocasión que va a ser también la última :)

  • #015
    Miguel A. Tovar - 26 septiembre 2017 - 01:44

    A finales de agosto El Confidencial ponía de relieve el cabreo que ha supuesto para más de una ciudad europea la llegada de estas bicis.

    • Luis Hernández - 26 septiembre 2017 - 09:03

      Por lo que se da a entender en el artículo todo parece un problema de regulación, tanto del espacio público como de la responsabilidad de las empresas y usuarios de alquiler de bicicletas.

  • #017
    Soraya Anaya - 27 septiembre 2017 - 03:51

    Mi padre, tenia una importadora que traía cosas de China, y nos contaba hace 40 años qué todos eran tan pobres que andaban en bicicleta, era difícil encontrar a alguien con auto, eran para gente muy rica, ahora que el cambio es por razones de contaminación y movilidad regresan a la bici, interesante, si él viviera le sorprendería.

  • #018
    Daniel Terán - 4 octubre 2017 - 17:40

    Hoy han traído unas cuantas Ofos por la oficina, aunque me parece que para pruebas de IoT con narrowband. Son bastante básicas: no eléctricas, solo un plato y una dinamo en la rueda delantera para iluminar un pequeño piloto delantera. A ver lo que duran.

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