Ideologías caducas y exclusión

IMAGE: Mary Valery - 123RFMi columna en El Español de esta semana se titula «Problemas de otros tiempos» (pdf), y vuelve al tema tratado hace dos días, la exclusión de los supremacistas blancos y neonazis de la red, en virtud de una serie de medidas acometidas por compañías referentes en ese entorno. Si hace dos días contábamos cómo el panfleto neonazi «The Daily Stormer» era expulsado de su dominio por GoDaddy y, posteriormente, por Google, y se veía obligada a refugiarse en un dominio ruso, dos días más tarde podemos comprobar cómo el dominio ruso ha sido igualmente cancelado, y cómo Cloudflare, un proveedor de servicios de DNS, de protección y de distribución de contenidos fundamental en la red, retiraba asimismo sus servicios a la página neonazi.

Es precisamente el caso de Cloudflare, magistralmente explicado por su CEO, Matthew Prince, en versión corta y de circulación supuestamente interna, o en versión más larga y depurada, el que merece una mayor reflexión. Indudablemente, la página en cuestión tiene ahora muy complicado continuar su actividad en la red: a todos los efectos, ha sido expulsada de la red. Las palabras de Matthew Prince no dejan lugar a la ambigüedad: tras la estupidez recalcitrante de los creadores de la página, que se dedicaron a atribuir que Cloudflare no les hubiese echado a unas supuestas simpatías de la compañía por la ideología neonazi, afirma que 

«I woke up in a bad mood and decided someone shouldn’t be allowed on the Internet. No one should have that power.» 

(Me desperté de mal humor y decidí que la presencia de alguien no debería estar permitida en Internet. Nadie debería tener ese poder.)

En efecto, la reflexión del fundador y CEO de Cloudflare tiene mucho de sentido común: debido a un proceso de concentración empresarial, cada vez son menos las compañías implicadas en que alguien pueda tener voz en la red. Pero por muy repugnante que nos pueda resultar una página o una ideología determinada, los que deciden si tiene cabida o no en la red no deberían ser los responsables de una serie de compañías privadas: esa decisión debería corresponder a un juez, ejercitando el debido proceso penal.

El proceso de exclusión de las ideologías neonazis y supremacistas que estamos viviendo en los últimos días no se limita a una sola página. Si de alguna manera simpatizas con esa ideología, verás cómo los grupos que interpretan música con esa tendencia desaparecen de Spotify, los enlaces a ese tipo de contenidos no tienen cabida en Facebook, no puedes hablar del tema en foros de Reddit ni en algunas plataformas de mensajería instantánea, no puedes escribir en WordPress, las campañas de recaudación de fondos para esa temática no son permitidas en ninguna plataforma de crowdfunding ni tienen acceso a medios de pago como Apple Pay o PayPal, e incluso se impide tu acceso a herramientas para buscar pareja como OKCupid. Y si se te ocurre participar en una manifestación, las imágenes serán utilizadas para identificarte y pedir a tu empresa o a tu universidad que te ponga en la calle.

De acuerdo: las ideologías supremacistas, neonazis y que promueven el odio o la discriminación son AS-QUE-RO-SAS, y además, absurdas. Son tan propias de otros tiempos como el yihadismo, que corresponde en realidad a una idea de cruzada religiosa propia de hace cinco o diez siglos, pero que aún provoca barbaridades incomprensibles como la de anoche en Barcelona. Totalmente de acuerdo: las ideologías que proclaman que una raza es superior a otra, que una religión debe eliminar a los infieles o que un sexo está más preparado que otro deberían ser declaradas absolutamente inaceptables, parte de problemas del pasado basados en la ignorancia más supina y más absurda, una discusión completamente superada. Algunos imbéciles devenidos en presidentes pueden, desgraciadamente, hacer que los problemas de hace décadas vuelvan a resucitar y se conviertan de nuevo en parte del escenario, como si se tratase de ideologías en discusión, cuando la realidad es que hace muchos años que fueron adecuadamente excluidas del panorama político. Pero independientemente de que nos manifestemos públicamente en contra de esas ideologías caducas y que opinemos que el odio es un cáncer, las medidas de exclusión deberían provenir no de decisiones individuales de compañías privadas, sino de un juez. En muchos países de la Europa central hace décadas que determinados contenidos están radicalmente prohibidos, y eso responde a un consenso social fruto, en gran medida, de experiencias vividas anteriormente. En otros países, como los Estados Unidos, se asegura que el gobierno nunca podrá censurar tu libertad de pensamiento, de expresión o de publicación, pero no impiden que sea una compañía privada o actores de otro tipo los que eliminen, de facto, la posibilidad de alguien de expresarse en un medio determinado.

Tomemos la decisión con una idea de absoluta tolerancia al pensamiento – que no a los hechos – o con la conocida paradoja de la tolerancia bien presente, deberíamos tener en cuenta que hablamos de los elementos que van a constituir la sociedad en la que viviremos en el futuro, en la que vivirán nuestros hijos. ¿Deberíamos aspirar a impedir, prohibir o eliminar de la sociedad toda aquella ideología que de alguna manera no aceptase determinadas reglas? ¿Qué hacer, por ejemplo, en un caso como el de AfD en Alemania, que no se definen como abiertamente neonazis o supremacistas para evitar un conflicto legal, pero abiertamente defienden en sus propuestas este tipo de ideologías sin llamarlas por su nombre? Que una ideología provenga de movimientos supuestamente desechados hace diez siglos años o hace quince décadas no implica que no haya imbéciles capaces de hacer que vuelvan a resurgir, como estamos desgraciadamente comprobando. Habra que tomar decisiones sobre el lugar que esas ideologías caducas pueden o deben tener en la sociedad y en la red.

ACTUALIZACIÓN: La Electronic Frontier Foundation (EFF) publica un importante artículo, «Fighting neonazis and the future of free expression«, en el que recoge muchas de estas preocupaciones.

This post is also available in English in my Medium page, “Just because your idea is outdated or offensive, doesn’t mean you should be silenced… or does it?» 

18 comentarios

  • #001
    Gorki - 18 agosto 2017 - 13:44

    Como siempre se enfrentan aquí dos derechos fundamentales, El derecho de expresión, que a mi juicio, no se le debe negar a nadie, porque con palabras no se hiere, a nadie, y el derecho que en una tapia de mi negocio alguien cuelgue un pasquín con el que no estoy de acuerdo.

    Nos parecea razonable que en MI BLOG borre un comentario que yo considero insultante- Desde luego que no lo es, es mas todos lo hacemos sin la menor duda. Pues bie4n hay una serie de señores que tienen un negocio, que se llama hosting, que de una forma u otra alojan contenidos ajenos, y que en mi opinión están en su derecho de impedir que lo usen quienes ellos consideren conveniente.

    Yo puedo estar de acuerdo o no con las razones que exhiben los propietarios para impedir. la exhibicion de determinados contenidos, ideología nazi, mostrar desnudos, o ser amigos de la tauromaquia, incitar al consumo de tabaco , ….

    En unos casos cuando coincidan con mi forma de pensar. me parecerá muy bien y cuando no coincidan me parecerá muy mal. Pero lo que no puedo opinar es que un señor en SU NEGOCIO, no pueda hacer lo que quiera.

    Para eso está la competencia, si la gran mayoría opina que eres un pacato porque no admites que se enseñe una teta, siempre habrá espacio para que la enseñes en otro lado. Igual pasa con la ideología nazi o la contraria la de Corea del Norte, Internet está abierto para ellos, pueden perfectamente comprarse por cuatro duros un servidor y colocar en el lo que les parezca, Así lo hace ISS o Cuba y Corea del Norte,

    Otra cosa es que pretendan esos neonacis o exibicionistas, obligar a una empresa de hosting a alojarlos sólo porque están dispuestos a pagar la cuota. El propietario de hosting tiene derecho a elegir quien introduce en su Host , o obligar a Google, Facebook o Twitter. que le acepte y encima que les publicite para tener buena visibilidad porque precisamente la política de admisión que siguen esos sitios, (buena o mala), es la que les ha llevado a ocupar el lugar que ocupan.

    • Rob - 20 agosto 2017 - 09:17

      «Con palabras no se hiere a nadie» da a entender que el único daño válido es el físico. Obviamente no es así. El daño emocional es algo real y puede traer consecuencias nefastas que escapen, incluso, del campo de las palabras.

  • #003
    Juan - 18 agosto 2017 - 15:35

    Tienes razón, toda ideología extrema es perversa… por ejemplo que pasa con los colectivos de izquierda que viendo vídeos en youtube no es que sean muy tolerantes con otras opiniones (protestas violentas, insultantes, vandalismo). ¿serán ellos la ideología rechazada en un futuro?, lo digo porque en nombre de la justicia social cometen desmanes, pero como es por una buena causa muchos guardan silencio.

  • #004
    JJ - 18 agosto 2017 - 15:37

    En este blog hay moderación. Es un medio útil para evitar comentarios insultantes o fuera de lugar. También es un medio en el que pagan justos por pecadores, pero ante la disyuntiva hay que elegir considerando que es lo mejor para la calidad democrática.

    Ayer hubo aquí un atentado grave. Sin páginas de propaganda, de publicidad sobre ideologías que aceptan y promueven la violencia es probable que este atentado no hubiese existido. Quiero decir que existe relación entre los mensajes que incitan a la violencia y las acciones posteriores que la convierten en realidad.

    Sobre si es un juez el que debe decidir en relación con la empresa privada no lo tengo tan claro. Si soy dueño de un hotel, un bar, una discoteca, un restaurant, un gimnasio, incluso una universidad privada, creo que tengo el derecho a no admitir a personas problemáticas por suscribir ideologías que fomentan la violencia. Y lo mismo para las empresas online.

    Otra cosa, sería privar a estas personas, con este tipo de ideologías, del acceso a Internet. Algo que solo puede corresponder a un juez.

    • Gorki - 18 agosto 2017 - 17:49

      Exacto, eso es lo que he querido expresar, Yo como dueño de un chiringuito, tengo el derecho de admisión, pero corresponde a un juez.el dictar un arresto domiciliario. Los demás no podemos prohibir que circule, aunque si que entre en nuestro local, si otro los admite el problema de haberlo será de otro. no nuestro.

  • #006
    Javier - 18 agosto 2017 - 17:46

    Yo se que no necesitas que te lo aclare, y no hago el comentario hacia tí, pero veo en la red constantemente referencias a «razas»… madre mía… perdón por las mayúsculas pero : ENTRE NOSOTROS NO HAY RAZAS. Nada más que unos pocos genes me separan de un guerrero Masai, un Lapón o un Japonés. Somos la misma raza

    • Gorki - 18 agosto 2017 - 17:56

      Creo que confundes el concepto de raza y de especie, Un chihuahua y un boxer son de la misma especie, pero de distinta raza. Un indostan y un inca, son de la misma especie, pero de distinta raza. Otra cosa es que lo que hayas querido decir que todos somos mestizos, pues por lógica lo somos, si no fuera así, habría mucha dificultad de diferenciar a los hermanos, parecerían gemelos de distinta edad.

      • Javier - 18 agosto 2017 - 18:06

        Buen día Gorki. Da para mucho, pero el segundo parrafo representa mi sentir y mi parecer:

        Raza

        Acá entran a jugar los sesgos mentales, creencias y demás yerbas

        • Gorki - 18 agosto 2017 - 19:25

          El que tu desconozcas la lengua española y la biologia no tiene mucha importancia,

          El que taches de razista a un señor porque habla con propiedad si la puede tener ¿Crees que la Rae es racista?

          De la RAE – raza

          Del it. razza, y este de or. inc.; cf. ingl. y fr. race.

          1. f. Casta o calidad del origen o linaje.

          2. f. Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.

          3. f. Calidad de algunas cosas, en relación con ciertas características que las definen.

          • Joaquín Ferrero - 19 agosto 2017 - 01:39

            Hola, Gorki. Javier se refiere a que, según la mayoría de los antropólogos, hoy en día se considera que solo existe una especie y una raza humanas.

            Y no, la RAE no es racista :) La segunda acepción es correcta, pero no es aplicable al ser humano.

          • Gorki - 19 agosto 2017 - 11:27

            ¡Vaya por Dios! las razas no existen. Nos hemos topado con término Políticamente Incorrecto», parece que hay que decir «etnias» Los mongoles, los pigmeos, o los holandeses , son «etnias» diferentes.

            Copio de Wikipedia.

            «En el caso del ser humano (Homo sapiens), existe opinión mayoritaria entre los especialistas en que es inadecuado el uso del término raza para referirse a cada uno de los diversos o diferentes grupos humanos,1​ y se considera que es más apropiado utilizar los términos etnia o población para definirlos. Más aún, muchos científicos consideran que para referirse a seres humanos, biogenéticamente, las “razas” no existen,2​ tratándose solo de interpretaciones sociales.3​
            También existen otros especialistas que abogan por seguir utilizando la palabra raza, ya que permite fácilmente definir a personas que comparten ciertas características.4​ Los términos etnia y población tendrían, el primero, un significado más relacionado con características culturales, y el segundo, con características geográficas.»

            Yo me incluyo en el segundo grupo de especialistas porque no veo nada peyorativo (quizá porque no soy racista), en llamar las cosas por su nombre ni «negro» a una «etnia subsahariana» que procede de un país que a si mismo se ha dado el nombre de NIGERIA, ni moro a un señor que procede de un pais que ha escogido como nombre MAURITENIE

  • #012
    Asier - 18 agosto 2017 - 19:43

    Buena reflexión, un tema peliagudo sin duda, yo también pienso que en última instancia es un juez quien debe decidir si cierto contenido está permitido o no. Creo que solamente en casos claros de incitación al odio o enaltecimiento del terrorismo (por poner dos ejemplos) debería restringirse la libertad de expresión.

    «las ideologías que proclaman que una raza es superior a otra, que una religión debe eliminar a los infieles o que un sexo está más preparado que otro deberían ser declaradas absolutamente inaceptables». No sé si intencionadamente y/o a cuenta del caso del ingeniero de Google pero creo que aquí mezclas dos ideas que conviene separar: por una parte de acuerdo en que es absurdo e inaceptable proclamar la superioridad (así sin más, en general) de una raza, sexo o religión. Pero me parece casi igual de absurdo pretender negar que las diferentes razas, sexos o religiones puedan tener características que las hacen (en promedio) más aptas para determinados desempeños. Si digo que las mujeres tienen mayor flexibilidad que los hombres, o que los negros corren más que los blancos, no estoy diciendo ni de lejos que unos sean superiores a otros, ni estoy discriminando si en mi equipo de corredores tengo más negros. Y esto que he puesto como ejemplo ocurre con muchas otras características. Todos somos iguales en el sentido de que somos personas y merecemos las mismas oportunidades y tener los mismos derechos, pero nuestros genes han podido hacer que pertenezcamos a un grupo que en promedio es mejor para ciertas tareas. Admitir eso no es «inaceptable» ni mucho menos. De hecho lo inaceptable me parece negar las diferencias ‘por principio’.

    No quiero insistir en un tema del que ya se habló bastante en otro post, pero creo que esa diferenciación es importante.

  • #013
    Xaquín - 18 agosto 2017 - 19:55

    El nacionalsocialismo se genera entre los polvos de la primera guerra mundial (entre otros factores). Mucha gente quiere olvidar el papel de las potencias ganadoras en impedir el resurgir alemán. Como quieren olvidar que, tanto USA como URSS, se valieron de todo nazi valioso (científico, espía…) para llenar sus «factorias varias».

    Antes de lo politicamente correcto podemos ver como Alemania no pudo impedir lo que tiene debajo (ahora mismo ya en superficie). Como la normalización del supremacismo de Trump no deja de ser secundaria en el empuje de tal ideología en los USA. Cambiamos las palabras, pero en el fondo la codicía y el poder sigue marcando el rumbo.

    La radioactividad es lo más parecido a la inmensa capacidad de enganche que tiene el odio. Eso es algo que podemos comprobar mirando la cara de un yidhaista en situación de reposo.

  • #014
    Benji - 18 agosto 2017 - 20:55

    Es peliagudo. Me faltó una segunda parte en este artículo: ¿Dónde están los límites?

    ¿Mañana declaramos el comunismo non-apto y les borramos de internet? Y al día siguiente a los liberales keynesianos o lo que sea.

    Es un tobogán muy escurridizo que tú mismo has dicho y repetido hasta la saciedad con SGAE y demás: Una vez abrimos la puerta a la censura y tenemos las herramientas a mano, alguien la utilizará: gobiernos, jueces o incluso policía.

    A lo mañana a raíz de lo de Barcelona censuramos 25 páginas yihaidistas en España. Y ya tenemos TPB censurada por DNS… el grifo solo va a ir goteando más rápido.

  • #015
    Pedro - 18 agosto 2017 - 22:50

    Hasta ahora Cloudflare no había cortado sus servicios a nadie. Y ha sido la actitud de Daily Stormer, afirmando que no les cortaban los servicios porque compartían su ideología, lo que ha conseguido que se los cortasen.

    No se trata de censura, se trata de derecho de admisión. Decir que Cloudflare censura una web es lo mismo que decir que Facebook te ha cerrado la cuenta porque son unos puritanos.

  • #016
    paco - 19 agosto 2017 - 12:01

    Se comenta que cloudflare la ha cagado porqué ya no puede seguir usando el argumento de que no entra a valorar el contenido de una página ya que es simplemente un intermediario tecnológico.

    Cloudflare ha usado este argumento en decenas de casos de copyright en los que ha sido juzgada en estos últimos meses y esto no le ayuda porqué abre la puerta a que puede/debe controlar el contenido.

  • #017
    paco - 19 agosto 2017 - 12:05

    Otra reflexión: Soy Red Electrica Española, voy a cortarle el suministro de luz a este periódico porqué no me gustan sus opiniones.

    Creo que se les ha ido la mano a los proveedores de nombres de dominio, no deberían meterse en esos asuntos sin orden judicial.

    • Gorki - 19 agosto 2017 - 15:06

      Por eso insisto de que debe haber competencia, si hay muchos proveedores ahí donde lo que Red Eléctrica no quiera servir, surgirán muchos que lo deseen.
      Supón que Hiberdrola se negara a servir electricidad a los prostíbulos, ¿Tu crees que eso eliminaría los neones rojo y verdes de las carreteras?

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