Las reglas cambian

Apple Machine Learning JournalDurante muchas décadas, el mundo corporativo ha vivido en torno a un elemento fundamental: el secreto. Si querías hacer algo, lo desarrollabas en secreto. Sin decírselo a nadie, contratabas a las personas adecuadas, les proporcionabas los medios necesarios, y cuando tenían listo aquello que considerabas que te otorgaba una ventaja sobre tus competidores, lo ponías en el mercado por sorpresa. Esa idea del «factor sorpresa», de la necesidad de pillar a tus competidores desprevenidos, sin que tuviesen idea de lo que estabas tramando para conquistar el mercado y posicionarte como pionero, era un elemento absolutamente fundamental en los negocios, y se trataba de mantener a todos los medios mediante el uso de todo tipo de herramientas: puertas cerradas, acuerdos de confidencialidad, embargos a los medios, etc.

Cualquier filtración de lo que hacía una compañía que pudiese dar una pista a sus competidores era considerada una deslealtad. Lo indica la propia etimología de la palabra «estrategia», que como tantos otros términos empresariales, como «campaña», como «target» o como VUCA, provienen del ámbito militar:

La palabra estrategia viene del griego στρατηγία (strategia = arte de dirigir ejércitos). Στρατηγία está formada de στρατός (stratós = ejército), ἄγω (ago = hago, dirijo) y el sufijo -ια (-ia) usado para crear sustantivos abstractos que expresan una relación a la palabra anterior.

Nadie en su sano juicio contaría al enemigo cómo piensa dirigir su ejército en una batalla. El secreto en las tácticas y los movimientos planteados se entendía como algo lógico, como parte del entorno. Y en ese entorno, una empresa logró destacar por encima de las otras: Apple. Los planes de Apple siempre eran una incógnita, sus lanzamientos de productos resultaban primero intrigantes y después sorpresivos, su estrategia era objeto de conjeturas… hasta muy recientemente, cuando a algunos analistas se les ocurrieron técnicas como la de fijarse en los perfiles de los trabajadores contratados por la compañía o vigilar muy de cerca a los suministradores de su cadena de valor, lo normal era que cada evento de Apple estuviese rodeado de un halo de misterio, de incógnitas, de conjeturas y de expectativas desatadas.

En el entorno del machine learning, esta característica de Apple comenzó a resultar un problema. Una compañía líder, valiosa y reputada, que jamás había tenido problemas a la hora de atraer o retener talento, empezó a encontrarse con personas que rechazaban sus ofertas de trabajo. Por un lado, una obsesión radical con la privacidad del usuario dificultaba enormemente la obtención de datos con los que alimentar los algoritmos. Por otro, una vocación de secretismo total impedía a los investigadores hacer lo que tenían costumbre y necesidad de hacer: acudir a conferencias, hablar con otros expertos en un campo naciente en el que casi nada estaba escrito, o plantear cuestiones para estudiar posibles reacciones. Trabajar metido en un bunker puede dificultar mucho las cosas, y más si trabajas en algo que excede con mucho la complejidad que los recursos que tienes disponibles pueden llegar a abarcar, por muchos recursos que puedas tener.

Consciente del problema, Apple comenzó a trabajar en modelos de privacidad diferencial, algo más alejados de los esquemas de blancos y negros que utilizaba hasta el momento, y anunció su incorporación a Partnership on AI, la alianza formada por compañías como Amazon, IBM, Facebook, Google o Microsoft, destinada a compartir avances y mejores prácticas en el ámbito del desarrollo de machine learning y la inteligencia artificial. Ahora, un paso más: la compañía inicia la publicación de una página, Apple Machine Learning Journal, destinada a compartir sus avances en el ámbito de la disciplina, con la idea de permitir que sus expertos puedan contar lo que están haciendo y utilizarlo como forma de atraer talento a la compañía. 

La página no admite comentarios, y su primer artículo tras la presentación, «Improving the realism of synthetic images«, tiene una estructura de paper académico simplificado, y es en realidad eso, un paper académico ya publicado en arXiv en diciembre del año pasado, que permite hacerse una idea de los trabajos que llevan a cabo los expertos de la compañía. Por un lado, una manera de permitir que esos expertos sometan su trabajo a ideas y aportaciones de otros que trabajen en temáticas similares en una disciplina compleja y nueva, en la que la colaboración resulta fundamental. Por otro, una forme de posibilitar que sus desarrollos sean vistos en un ámbito distinto al de la publicación académica, que únicamente apela a su revisión por audiencias muy especializadas. Y por otro, una forma de demostrar que «algo se mueve» en la compañía, un factor fundamental a la hora de hacer que personas que trabajan en ese ámbito puedan ser atraídas por ella. En la presentación de la página, de hecho, la compañía añade al final que «si eres un investigador o estudiante en machine learning, nos encantará recibir tu feedback y preguntas», en un claro movimiento de cara a la atracción de talento.

¿Secreto? Posiblemente sea indispensable en determinados ámbitos. Pero los tiempos de los directivos «a lo James Bond», de los NDAs obsesivos y del figurativo «si os lo contase os tendría que matar» están cambiando. La compañía que no deja como mínimo entrever lo que está haciendo, la que cierra todas las puertas y se rodea de un halo de misterio se arriesga a perder su capacidad de liderar un terreno ampliamente inexplorado, en el que la incorporación y la retención de talento resultan cruciales. Para Apple, sin duda, un cambio en su estilo comunicativo que la acerca un poco más a lo habitual en la comunicación de compañías como Google o Facebook: sin duda, un movimiento inteligente. Y para otros, una señal de que, en comunicación, los tiempos están cambiando.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “The rules they are a changin’» 

 

10 comentarios

  • #001
    Carlos Quintero - 22 julio 2017 - 17:56

    Apple lleva ya unos meses intentando paliar con transparencia, o al menos comunicación, algunos errores:

    – La falta de liderazgo en altavoces inteligentes como el de Amazon. Ahora anuncian el suyo para dentro de no sé cuántos meses, y que va a ser más para amantes de la música que para otro perfil.

    – El descuido del segmento de usuarios «Pro» en el último MacBook Pro (!) y en los algo abandonados iMac, Mac Pro, etc. Ahora anuncian nuevos modelos también para dentro de bastantes meses.

    Esto era inimaginable hace unos años.

    Y para mí, sigue siendo mucho más importante la excelencia en la ejecución de una idea, sea de quien sea, que la ocurrencia de ideas (que muchas suplen copiando o comprando)

  • #002
    Herme García - 22 julio 2017 - 21:13

    La IA es también una guerra de datos, algoritmos + datos, de ahí que las empresas que inician esta carrera sean las que más información de usuario estén almacenando.

    ¿Un dato personal deducido con un índice de confianza del 90% deducido por un super-algoritmo basado en datos personales que hemos aceptados compartir, se puede considerar privado o hemos perdido el control sobre él?

    La primera AI no será SkyNet, sino más bien una Super-Vieja-Del-Visillo deduciendo nuevos datos sobre todos nosotros a la velocidad de millones de Teraflops

    • Enrique Dans - 23 julio 2017 - 11:52

      Herme, long time no read!! Qué gusto verte por aquí! :-)

      • Herme García - 23 julio 2017 - 23:58

        Gracias Enrique … los viejos blogueros nunca mueren !
        Un abrazo

    • Gorki - 23 julio 2017 - 13:03

      Me gusta mucho tu imagen de los algoritmos como «una Super-Vieja-Del-Visillo deduciendo nuevos datos sobre todos nosotros a la velocidad de millones de Teraflops», porque la teoría que he mantenido siempre, es que la privacidad es un invento del siglo XX, que solo existió en las «urbes», pero que en los pueblos, nunca existió la privacidad y que todos sabíamos con quién se acostaba el boticario, que el sacristán se bebía el vino de la misa, que Raúl era el usurero del pueblo. y que María se había comprado un abrigo de astracán con lo que sacó de la venta del rebaño de cabras..

      Al llegar la Aldea Global que es Internet, volvemos a saber, (si nos interesa), con quién se acuesta la hija del vecino, en que consistió la enésima operación de Belén Esteban y si Mateo podrá hacer frente a la hipoteca del piso,…. igual que antes.

    • Pablo Martínez-Almeida - 24 julio 2017 - 22:54

      La diferencia con la situación actual, en la que la mayoría acepta contratos sin leerlos a cambio de servicios, puede estar en que la Inteligencia Artificial asumirá un papel más activo, monitorizando toda nuestra actividad y realizando la navegación por nosotros.

  • #007
    Queimacasas - 23 julio 2017 - 14:25

    Llevo siendo usuario-admirador de Apple desde hace años. Este cambio de apertura a todos los niveles, tanto software como hardware, sólo tiene explicación por su «tropiezo en la piedra» del machine learning: sus propios futuros productos y servicios están empezando a usar ML «a saco» y se han encontrado con que sus propias máquinas iMac y MacPro no tenían la suficiente potencia/versatilidad necesaria para soportarla y que el talento para trabajar en ML estaba «ahí afuera» y necesitaban adaptarse al contexto del ramo, tal como has explicado tú, Enrique

  • #008
    JJ - 23 julio 2017 - 15:35

    Existen muchos tipos de secretos y seguramente seguirán existiendo.

    Hay secretos militares, políticos, empresariales, tecnológicos, íntimos, literarios, esotéricos, y también; el secreto profesional de los periodistas…

    Y hasta existe el delito de «revelación de secretos»

    http://definicion.de/secreto/

    • Gorki - 23 julio 2017 - 17:26

      Como consultor, he estado en mucho tipo de empresas, desde teoricamente trasparentes como las ONG a teóricamente opacas como es la industria militar, pasando por todoslos niveles intermedios grandes almacenes, seguros, banca, asociaciones, o empresas de ingeniería.

      En todas había temas muy secretos y en todas esas cosas han pasado por mis manos y las de mi equipo, y nunca las hemos revelado nada, pero eran otros tiempos donde la palabra lealtad, tenia mayor sentido que ahora y los informáticos, como los curas, críamos en la obligación de guardar el «secreto de confesión» .

  • #010
    alan - 25 julio 2017 - 23:04

    Muy interesante Post de la apertura,pero quizás cabe analizar en otros aspectos
    Apple libera código fuente del núcleo de su sistema operativo Mac OS X pero aun la parte de Interfaz Grafica es cerrado y propietario
    En este caso se libera cuando a la empresa le conviene
    Pero aun el modelo cerrado de estrategia empresarial de software es muy fuerte no creo que se pueda ver a gigantes como Autodesk o Adobe liberado parte de su código de sus productos como open source o quizas Microsoft liberado parte de su codigo open source de su querido Microsoft Office o Windows 10 ,eso creo que nunca suceda

    Solo liberan lo que les conviene asi de simple :) pero bueno son estrategias de empresas

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