El necesario replanteamiento de las ciudades

IMAGE: RonfromYork - 123RFMi columna en El Español de esta semana se titula «Replanteando la ciudad» (pdf), y hace referencia a los cambios que empiezan a verse en cada vez más ciudades – de manera tímida por su relativa impopularidad entre los residentes – dentro del llamado «urbanismo táctico«, un término paraguas que hace referencia a acciones de rápida intervención, tales como el replanteamiento de espacios públicos, la introducción de elementos que desincentiven el uso del vehículo o las restricciones en determinadas zonas.

Un número cada vez mayor de ciudades empiezan a interpretar que diseñar sus espacios en torno al automóvil fue un error, que genera situaciones completamente insostenibles, y lo que es peor, que impide el desarrollo de soluciones de transporte que podrían ser muy adecuadas y pone en peligro a los ciudadanos. La reciente muerte de un ciclista en Madrid arrollado por una furgoneta es tan solo un caso, pero prueba que desplazarse por las ciudades actuales en bicicleta supone un auténtico peligro para la integridad física. Elementos que durante generaciones hemos considerado una parte fundamental de la ciudad, como la posibilidad de aparcar ocupando espacio en la vía pública, o la de repartir mercancías a cualquier hora simplemente deteniéndose delante de un establecimiento, precisan una completa remodelación para adecuar las ciudades a una nueva filosofía, a un diseño persona-céntrico, no automóvil-céntrico.

Calles colapsadas por vehículos aparcados en ambos lados, convertidas en garajes a cielo abierto, con una dedicación del espacio que carece de ningún sentido, circulación detenida o dificultada por vehículos de reparto o reducción efectiva del espacio destinado a las personas para privilegiar el espacio destinado al aparcamiento son situaciones que, desgraciadamente, todos nos encontramos en nuestro día a día en el entorno urbano. Poner las ciudades al servicio de las personas exige tomar decisiones complejas, con explicaciones que no gustarán a muchos. Restringir zonas completas al tráfico rodado, por ejemplo, prohibir el aparcamiento en superficie o designar ventanas de reparto logístico fuera de las horas diurnas son acciones que se encuentran con una contestación inmediata por parte de los vecinos afectados, pero parten de una cuestión fundamental: pagar unos impuestos no habilita a quien lo hace para apropiarse de un espacio público en una acera que podría ser dedicado a usos mucho más razonables, del mismo modo que favorecer el comercio local no pasa necesariamente por colapsar las calles con vehículos de reparto aparcados en doble fila, una función necesaria pero que debe desarrollarse necesariamente en horas valle, donde no comprometa otras actividades.

Ese tipo de acciones responden a una nueva realidad: las ciudades y los automóviles se han convertido en una mala combinación, en una trampa mortal e insostenible de congestión, polución y accidentes, y es preciso adecuarlas para que respondan a ello. Las acciones que habrá que tomar tendrán que ser valientes, decididas e inequívocas, desincentivando el uso del vehículo privado, recuperando el espacio destinado a aparcamiento en todas las calles para destinarlo a otros usos, replanteando zonas enteras para evitar que sean utilizadas como garajes, y favoreciendo medios alternativos de transporte que permitan prescindir del vehículo privado en un número cada vez mayor de ocasiones. ¿Puede una ciudad funcionar sin coches? No de manera radical, pero sí puede aproximarse progresivamente a un futuro en el que vivir en ella suponga que prescindir del vehículo privado no sea un castigo, sino una cuestión de lógica económica, en la que tener más automóviles que plazas de garaje en las que aparcarlos no sea posible, en la que el desplazamiento por la ciudad pueda llevarse a cabo con medios más razonables, económicos, versátiles y eficientes, y en la que los espacios urbanos pasen a funcionar de una manera mucho más lógica y orientada a las personas.

Pasar de esas iniciativas tímidas a acciones más decididas exige un cambio de mentalidad, y sin duda, va a costar, posiblemente toda una generación. Pero es fundamental empezar, superar esas primeras reacciones de impopularidad, y explicar las medidas adecuadamente. Las ciudades del futuro serán muy distintas a las que hoy conocemos. Y tendrán, sin duda, mucho más sentido.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Why we need to rethink our cities, now» 

 

21 comentarios

  • #001
    Luisfer - 14 julio 2017 - 12:37

    Estando de acuerdo contigo, creo que la medida no puede ser radical aunque ha de ser decidida. Podría empezarse peatonalizando calles completas y dando tiempo a que los ciudadanos se vayan mentalizando y acostumbrado a buscar alternativas al uso del coche. Creo que se podría copiar la experiencia de Oviedo que comenzó a peatonalizar en 1991 y ahora todo el mundo está encantado de poder pasear por su calles y resulta inconcebible imaginarse coches aparcados en la plaza de la catedral. Lástima que no se peatonalicen mas calles.

  • #002
    Rodrigo Aguilera - 14 julio 2017 - 12:49

    La muerte del ciclista en Madrid no creo que pruebe la peligrosidad de moverse en bici ya que Madrid sufre de una accidentalidad muy baja con respecto a ese vehículo. Creo que se debe más bien a las infraestructuras centradas en el coche como puede ser el carril bici en el que murió esta persona.

    https://ciudadciclista.wordpress.com/2015/12/07/los-carriles-bici-son-para-los-coches/

    • MiguelS - 21 julio 2017 - 19:50

      Así es. La realidad con datos dice que es seguro :

      80.000 desplazamientos diarios en bici en 2015 con 132 accidentes atención clínica = 0,17% riesgo

      Desde enbicipormadrid.es ayudamos a quitar prejuicios buscando rutas y formando en circulación segura

  • #004
    Angel - 14 julio 2017 - 13:13

    Un dia te cuento comp conseguí que dejasen de aparcar mas de 80 coches en mi Calle despues de 40 años haciendolo Mal….
    Ya contribuí a rediseñar mi barrio….

  • #005
    Carlos - 14 julio 2017 - 13:57

    De cara a ayudar a esa transición, me encaja un modelo estilo al de supermanzanas de BCN, eso sí, acompañado de incentivos para el uso de transporte sostenible por los ciudadanos
    http://www.bcnecologia.net/es/modelo-conceptual/supermanzana

  • #006
    Carlos Quintero - 14 julio 2017 - 15:27

    Hoy en día ya nos parecería inconcebible que se fumara en aviones, trenes, edificios públicos, oficinas privadas e incluso bares y restaurantes. Al final fue necesaria la radicalidad, en forma de dos leyes en 2006 y 2011, porque desgraciadamente hay un sector importante de la población que carece de civismo, educación, respeto, conciencia medio-ambiental, etc. y no atiende a otras razones (algunos incluso cínicamente pedían «respeto»).

    Con los vehículos en las ciudades acabará siendo necesaria la radicalidad, prohibiendo por completo la circulación en muchas zonas excepto a residentes, reparto, etc. como ya se está haciendo en algunos barrios en el centro. Pero se puede ir graduando progresivamente reduciendo el número de carriles, de manera que cada vez sea más disuasorio ir al centro de las ciudades en tu propio coche. Obviamente, esto tiene que ir acompañado de medidas de concienciación, mejoras y abaratamiento en el transporte público, competencia con nuevos actores en el transporte (con toda la legalidad que sea necesario cambiar progresivamente), fomento en las empresas del teletrabajo y horarios flexibles de entrada y salida, etc.

    En mi experiencia personal, no es necesario ir en coche a muchísimos sitios, pero nos hemos acostumbrado a que, como tenemos coche, vamos a todas partes con él y no concebimos ya otra manera. ¿Cuántos conductores tienen un bono de 10 viajes para ir en autobús/metro en ciertas ocasiones? En mi caso personal ya he comentado que, por circunstancias personales, estoy «desaprendiendo» rutinas de transporte en coche y «aprendiendo» rutinas de transporte público. En las dos semanas que llevo de prueba ya he ido muy satisfactoriamente a todos los sitios donde necesito ir con regularidad y aún así me he dado de alta en Uber, Car2Go, Emov, Cabify, MyTaxi, tarjeta transporte Multi, etc. para tener más opciones. Aún no las he tenido que usar, pero ya las tengo disponibles, con medios de pago cargados en mi perfil, etc. De momento con metro, autobús interurbano y cercanías me va muy bien, me he instalado la app de transporte de la Comunidad de Madrid y dos apps más que creo que me ayudarán a encontrar rutas óptimas. Con solo una mejora que ha permitido la tecnología (saber mediante una app en el móvil en qué minuto pasará el autobús por la parada de los 20 de intervalo, gracias a la geolocalización), se ha conseguido que la experiencia sea mucho mejor que lo que recordaba hace más de 15 años (no me compré mi primer coche hasta los 31). El uso de otras tecnologías aparte del móvil mientras voy caminando o en transporte público (como la tablet, airpods, smartwatch, etc.) me han permitido incluso recuperar parte de la productividad que pierdo por tardar algo más en mis desplazamientos.

    Y lo único que siento es que, si hace unos días pensaba que algún día podría usar la bici por ciudad si hubiera carriles-bici segregados, tras el accidente de esta semana ya sé que no lo haré mientras haya coches literalmente «por medio» (y eso que yo soy de los que mira algo más de una vez en cada sentido en un cruce e iría con todo de amarillo y más luces parpadeantes que un árbol de navidad…).

  • #007
    Xaquín - 14 julio 2017 - 15:34

    Algo debe llevar el río, cuando desde 2 perspectivas casi antagónicas (para mentes fanáticas de uno y otro signo) se llega a la misma conclusión: salvar la ciudad para los seres humanos. Usar la razón que pedían los ilustrados no fue lo que se hizo en el siglo XX, esperemos que nos acerquemos mejor en el siglo XXI. Y la tecnología sin seres humanos es una tremenda distopía (solo en el punto de mira de postmodernos hitleres e stalines, aunque de neocons se vistan!).

    Tecnología y ecologismo hacia un equilibrio en que las ciudades distópicas sean un imposible.

  • #008
    JJ - 14 julio 2017 - 16:17

    Hay que reconocer que las ciudades caóticas tienen su encanto.

    Una lista de las 10 peores:

    Las mas congestionadas
    Pero si tienes que jugarte la vida para poder apenas sobrevivir en una de estas ciudades la cosa no tiene gracia. Tomo como ejemplo a los trabajadores de Deliveroo, que vienen denunciando desde hace tiempo unas condiciones laborales abusivas que incluyen el constante peligro de accidentes.

    El caso Deliveroo y el peligro de los vehículos de dos ruedas en las ciudades caóticas

  • #009
    Gorki - 14 julio 2017 - 17:28

    ¿Puede una ciudad funcionar sin coches? No de manera radical, pero sí puede aproximarse progresivamente

    En mi opinión, con cierto nivel de incomodidad, SI Simplemente con una perfecta cobertura de transportes públicos, o simplemente habiliatando a los trasportes públicos una zona para dejar las bicicletas,. Por ejemplo así lo hacen en Berlín en trenes de cercanías y metro .

    No hay punto de la ciudad como Madrid que esté a mas de un kilómetro de una estación, de metro o una parada de autobús, sólo tendrías que montar en bicicleta dos kilómetros para llegar a cualquier punto de la ciudad si puedes montar la bicicleta en el transporte público, lo cual es algo posible realizar, incluso para por muchos jubilados de 74 años como yo.

    Si ademas lo que se hace es cubrir la ciudad de bicicletas eléctricas y junto a cada parada de autobús, pones parking para estas bicicletas, puedes incluso prescindir de las bicicletas privadas y de tener que transportarlas en transportes públicos. Yo creo que esta medida es económicamente posible

    Claro está, que quedan las excepciones de los incapacitado para viajar en bicicleta, por uno u otro motivo o quien lleva una maleta, pero un servicio de taxis adicional, subvencionado para quien no puede trasladarse en bicicleta, puede cubrir todas esas excepciones.

    De lo que yo creo que una ciudad no puede prescindir, es de los autobuses de transporte público y de furgonetas de reparto. Lo que tu dices de poner «Ventanas de trasporte logístico», obliga poner empleados nocturnos de guardia en todos los establecimientos, lo que puede ser una carga excesiva para los pequeños negocios, Por poner un ejemplo el tener un empleado esperando por la noche en una peluquería de barrio, para recibir los «baberos» lavados y planchados de la lavandería industrial, puede que suponga un precio excesivo que ese negocio no puede pagar y claro como empecemos con las excepciones todos encontraremos un motivo justificado para nuestro caso particular.

    Lo que si cabe es poner puntos de grupage en las entradas de la ciudad y que ahí se agrupen la mercancía a repartir por barrios de modo que, las Coca-colas, los «baberos» y la fruta, que va al mismo barrio, vaya en un único camión, con lo que no eliminamos, pero al menos si reducimos sensiblemente los vehículos de transporte por la ciudad.

    De todas formas de hacer lo que digo, la muerte de un ciclista atropellado por un vehículo pesado será probablemente mas frecuente que en la actualidad, porque las bicicletas son vehículos que no protegen al conductor y al aumentar su numero exponencialmente no podremos evitar que aumenten los accidentes al menos linealmente.

    Creo que sobre la movilidad en las ciudades, hay mucho que hacer y que hablar, sin necesidad de esperar a que lleguen los robotaxis de Krigan.

    • Goomer - 15 julio 2017 - 00:05

      Gorki, cuando comparamos con otros países hay que tener en cuenta también la diferente cultura. Alemania es un caso que conozco bastante bien, hay mucha gente que usa la bicicleta, pero a la vez es un país con una fuerte cultura del automóvil. Quiero decir que el número de ciclistas no es comparable al de Dinamarca o al de Holanda, pero aún así hay una cultura de respeto tal al ciclista, que en cualquier cruce no regulado por semáforo casi se podría decir que el ciclista siempre tiene preferencia. Hay carriles bici, y además de forma un poco gris se puede circular también por la acera y cruzar por los pasos de peatones. Nada en nuestro ADN está en contra de eso, pero tenemos que «aprender» a movernos en ese entorno. Y en Alemania por ejemplo, no se puede usar la bicicleta en el transporte urbano durante las hora punta, si en los cercanías y trenes, pero con una capacidad relativamente reducida.

      Otra cuestión que no se piensa es que si tenemos más bicicletas por ejemplo, ya sea por carriles bici o por la acera, también toman espacio de los peatones, menos que un coche, pero también durante más tiempo.

      Yendo al grano, lo que a mi no me convence son esos experimentos de ingeniería social en que un gobierno de turno, del signo que sea, obliga a la gente a que haga las cosas de una manera o de otra. Yo creo que prefiero siempre los incentivos. ¿Usa la gente coches porque los transportes públicos no son suficientes? Ampliemos la oferta y cobertura de transporte público. ¿No los usa porque no los conoce? Pues que se preparen acciones de promoción. Como dices Gorki prescindir del automóvil totalmente es una incomodidad, y hay que pagar un precio por ello, te lo digo yo me muevo habitualmente solo en bicicleta y transporte público. De momento es un precio que pago con gusto por colaborar a tener un aire más limpio donde vivo, pero cuando hace mal tiempo para la bicicleta (lluvia, frío, calor…), cuando quiero moverme de noche, o cuando quiero ir de compras a un centro comercial, te aseguro que todo se complica un poco y eso que vivo en un sitio donde los transportes son relativamente buenos, y donde casi todo el centro urbano está peatonalizado, cruzando todo el tráfico por unos túneles en versión reducida de la M30 en Madrid.

      Pero en resumen, mi punto de vista es que para que cambien las ciudades deben cambiar sus ciudadanos. Empezando por detectar que hay un problema, y llegando cada cual a una solución. Solo con reducir el tráfico en un 10 o 15% que usen transportes alternativos ya se conseguiría mucho. Yo creo en educar a la gente (¿conocéis Critical Mass: https://es.wikipedia.org/wiki/Masa_Cr%C3%ADtica_(evento_ciclista)), plantear opciones y que cada cual elija su camino :)

      • Gorki - 15 julio 2017 - 10:29

        No hablo de Alemania, pais al que casi no conozco , sino de Berlín ciudad en la que he estado cinco veces por distintos motivos. En Berlín la gente si se mueve en bicicleta, no mayoritariamente pero si mucha gente y es una ciudad muy extensa..Cosa que por ejemplo, no vi en Hamburgo, otra de las pocas ciudades alemanas que he visitado con cierta tranquilidad.

        • Enrique Dans - 15 julio 2017 - 12:02

          Ayuda que esté construida sobre una ciénaga y, por tanto, no tenga ni una sola cuesta… :-)

          • Gorki - 15 julio 2017 - 13:59

            Por eso para Madrid aconsejo bicicletas eléctricas, pero el uso generalizado de las bicicletas viene mas del impulso de lo los organismos oficiales que de las circunstancias geográficas, por ejemplo en Hamburgo que yo recuerdo también como muy plana, creo recordar que el uso de la bicicleta es testimonial.

            Supongo que en Berlín la municipalidad, (o el lander), ha hecho mucho por el uso de las bicicletas no tanto construyendo carriles bici, que los hay pero no en todos los sitios, sino facilitando el tráfico con bicicletas. Por ejemplo, lo que digo de dedicar un vagon del ferrocarril y metro a los clclistas, y supongo que concienciando al conductor, porque a diferencia de lo que ocurre en Madrid, las bicicletas al andar, no ocupan las aceras sino la calzada,

          • Goomer - 15 julio 2017 - 14:47

            Y no solo eso, Enrique, sino la climatología, la bicicleta se lleva mejor con el frío que con el calor. Otra cosa es el viento, igual por eso dice Gorki que en Hamburgo menos gente las usa, yo vivo más al sur, y
            el norte lo conozco menos.

            Lo que quería decir es que ya que habláis de Alemania, el modelo que usan es por una parte dar facilidades a las bicicletas, carriles bici, educación vial centrada en el respeto al ciclista, y a la vez una red de transporte público bastante completa, con incentivos adecuados. Por ejemplo con tarjetas de descuento anuales, que traen más cuenta cuanto más las uses, con precios que empiezan muy bajos, para fomentar que la gente planifique los desplazamientos, y con billetes de grupo a precios más que asequibles, para disminuir la ventaja del coche. A partir de ahí, carreteras sin velocidad genérica máxima, líneas de autobuses de largo recorrido a bajo precio, y que cada cual elija su transporte.

            Lo que comenta Gorki de Berlín también es común en toda Alemania, creo. Suele haber dos vagones, delante y detrás con espacio para bicis. Pero en un tren en el que circulan cientos de personas, puede haber capacidad para 20-30 bicicletas en total. Y por cierto, no sé por qué se ha extendido así, pero los estados federales alemanes se llaman Land, Länder es el plural, con los puntitos, y se pronuncia algo así como Lénda.

            Otro importante factor es que en Alemania el robo de bicicletas aparcadas en la calle o en los domicilios no es un problema frecuente, sucede, pero con una bicicleta «normal» no es muy probable. En nuestro país por desgracia sería muy diferente…

            Yo creo que no hace falta eliminar los coches de las ciudades o las carreteras. Siempre habrá razones para usarlos, sino de reducir su presencia. Una ciudad con el 50% del tráfico actual, ya sería una ganancia para todos.

          • Cristian - 18 julio 2017 - 09:43

            Los madrileños os quejáis mucho de las cuestas de Madrid, pero la verdad es que exageráis un poquito con el tema. Las pendientes de Madrid (me da cosa llamarlas cuestas) son bastante suaves en general y no veo que no se puedan salvar con una bici con marchas cómodamente. Lo digo como persona que creció en una ciudad y barrio con cuestas de verdad (no son raras aquí pendientes superiores al 10% y varias calles superan el 20%) y que vivió en Madrid tres años. Cuando llegué a Madrid mi impresión es que era una ciudad prácticamente plana y alucinaba la primera vez que alguien de allí se quejó de las muchas y difíciles «cuestas» que había.

          • Cristian - 18 julio 2017 - 09:46

            Añado a mi comentario anterior un ejemplo de ciudad donde se usa muchísimo la bici y que si que tiene cuestas: Edimburgo. Al final lo de las cuestas no es más que una excusa útil para quien no quiere probar algo distinto del coche.

  • #017
    Abelardo Ojeda - 15 julio 2017 - 06:53

    Creo que lo comenté hace tiempo. En la Ciudad de México hace más de 20 años que existe la carrera de Diseño de Asentamietos Humanos en la Universidad Autónoma Metropolitana. Es el patito feo de las carreras y la gente no le ve el atractivo. Voy a esto porque el diseño de espacios urbanos tiene años y nunca se le ha querido prestar suficiente atención. Ahí están los profesionales pero la corrupción en las grandes ciudades los ha frenado.

  • #018
    José Enrique - 15 julio 2017 - 23:41

    Este es el típico caso de problema que nunca podrá resolverse con la imagen que ofrece desde un sólo lado.

    Enrique, pese a tus conocimientos de innovación y ese perfil tan tuyo de sistematicidad, el urbanismo siempre quedará grande por la enorme cantidad de interrelaciones que se producen.

    Lo primero que se debería hacer es un «mapa» y sí… un tipo como Enrique podría «Enriquecer» ese mapa con varias capas muy interesantes (citando terminología de urbanismo tecnológico) pero ni sería suficiente ni extrapolable a otras localizaciones.

  • #019
    Francisco Mateo - 16 julio 2017 - 12:17

    Me parece perfecto todo lo que argumentáis, pero creo, a mi entender, que en Madrid, la cosa se está haciendo del revés. Primero quito carriles para dar paso a las bicis, y cuando el tráfico este colapsado, ellos mismos dejaran de entrar con el coche. Pero si fuera al contrario, que siguieran entrando con el coche. El efecto contaminante sería peor.
    Pero si primero restringieran todo lo drásticamente que se pudiera el trafico privado a la ciudad, es cuando entonces y solo entonces, se podrían plantear esas avenidas, con bulevares, carriles bici y asfalto para el transporte público, residentes, reparto y evidentemente urgencias., En Madrid lo están haciendo del revés. Lo siento

  • #020
    Marta - 18 julio 2017 - 11:58

    Yo en nuestras ciudades veo que más que los coches impera el incivismo y la falta de educación y el respeto cuando estamos al volante o con todo lo relacionado con nuestros coches, buscar aparcamiento por ejemplo. Yo he viajado por el Sudesta Asiático y en ciudades como Hanoi o Ho Chi Minh City son capaces de conducir sin estresarse con un caos automovilístico inconcebible…miles de motos….increible…y el tráfico ni se ralentiza. Y siempre educados y con una sonrisa.

  • #021
    Fernando González - 2 agosto 2017 - 10:30

    Acabo de volver a Madrid, después de unas vacaciones en Burdeos, al sur de Francia, muy cerquita de España.
    El caos en las carreteras de acceso a la ciudad es impresionante, prácticamente hay atasco a cualquier hora de la mañana o la tarde. Me río yo de los atascos en Madrid, que suelen ser sólo en hora punta.
    En cambio el centro de la ciudad, es un paraíso de tranquilidad. Hay algunas calles peatonales, 2 o 3 únicamente, que se encuentran repletas de tiendas y viandantes.
    El resto de la ciudad está abierto al tráfico y hay lugar para aparcar aunque no demasiado. Sin embargo hay muy poco tráfico de coches por las calles del centro.
    El secreto es tener un servicio de alquiler municipal de bicicletas muy barato: 1,6€ 24 horas. Incluso a los turistas.
    También hay un abono anual con un único pago de 30€, que permite utilizar la bicicleta en trayectos de 30 minutos de forma gratuita.
    https://www.infotbm.com/es/vcub-0
    La ciudad me ha parecido super acogedora, gente sin stress montada en bici o usando un servicio de tranvía que recorre todo el centro.
    Ojalá algún día Madrid pueda parecerse un poquito a lo que he vivido allí. Seguro que sería un motor económico con la atracción de turistas y de bienestar para sus habitantes.

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