Banca y PSD 2: cuando la disrupción viene de la regulación

PSD 2Hoy tuve la oportunidad de participar en el tercer Mastercard Innovation Forum, un evento en el que también participé el año pasado, pero que mientras entonces tenía una agenda fundamentalmente tecnológica, este año tenía como tema principal el impacto de la Payments Services Directive II (PSD 2).

En mi participación, traté de destacar el papel de la regulación como dinamizadora de la innovación: no me correspondía, lógicamente, entrar en detalle en el impacto de PSD 2 en cada uno de los aspectos de la operativa bancaria, papel que correspondió a otros participantes, pero sí hablar de su origen y de su posible papel disruptor: en muy pocos años, la operativa referente a los pagos ha pasado de ser algo muy sencillo y sujeto a una variabilidad muy escasa – básicamente, pagos en metálico y con tarjeta mediante una bacaladera que generaba una imagen del relieve de la tarjeta en papel carbón – a convertirse en un ecosistema complejísimo, en el que participantes de todo tipo pugnan por hacerse un hueco en los hábitos del usuario, y que precisan de una revisión de la PSD original para poder incluirse plenamente en un ámbito legislativo adecuado. Además de los participantes habituales, ahora tenemos una pléyade de compañías en el ámbito de las fintech, las tecnológicas, las redes sociales y sistemas de mensajería, etc., buscando su lugar en un escenario que incluye todo tipo de fórmulas, y en el que el pago en metálico se convierte en cada día más incómodo e impopular.

De la noche a la mañana, podemos utilizar dispositivos de diversos tipos como un Square o un iZettle, nos encontramos la fortísima difusión de aplicaciones como Venmo, la entrada de tecnológicas grandes como Apple, Google o Samsung, los pagos entre particulares asociados a sistemas de mensajería instantánea o de otros tipos, o incluso sistemas de deliciosa simplicidad como aquel Pay with your Face que Square probó brevemente durante una temporada en San Francisco.

La directiva está aún en una fase de relativa definición, aunque sus plazos son sumamente agresivos: mientras aún no tenemos claro ni si escribirla con numerales romanos o arábiga, y cuando algunos de sus artículos, como el 97, referido a la autenticación fuerte, aún siquiera se han terminado de escribir, tenemos ya un escenario de transposición a las legislaciones nacionales en enero de 2018, y unos impactos esperados que tendrán lugar a lo largo del próximo año. Y sobre todo, un clarísimo espíritu por parte del regulador de generar un escenario mucho más competitivo, con muchos más actores interactuando en un entorno abierto y con reglas claras, y con unos bancos a los que les toca acomodar la actividad de muchos otros actores, quieran o no.

En muchos sentidos, PSD 2 supone la «uberización» de la banca, obviamente con algunas diferencias: la primera y evidente, que mientras los taxistas no sabían lo que se les venía encima, los bancos han tenido preavisos de todo tipo y han podido pensar en adaptarse al impacto de una legislación que permite que muchos actores nuevos pasen a desarrollar actividades en su ámbito. La segunda es que mientras los taxistas colapsan ciudades, tiran piedras y rompen coches con el fin de coaccionar a las autoridades para que mantengan el statu quo que les conviene a ellos (y a nadie más que a ellos), los bancos no recurren – lógicamente – a ese tipo de estrategias, y se limitarán, como mucho, a algunas tácticas dilatorias que no les lleven a incurrir en acusaciones de obstruccionismo o en vulneraciones de la ley. Pero en esencia, hablamos de lo mismo: una actividad que era llevada a cabo por unos actores determinados, que de repente se abre para permitir la entrada de muchos otros competidores provenientes de diversos ámbitos.

¿Está la banca preparada para esto? Mi impresión es que no todo lo que debería teniendo en cuenta el preaviso del que ha disfrutado. Muchos de los elementos que se ponen en juego tienen que ver con elementos para los que la preparación requeriría un nivel de transformación digital que la banca aún dista mucho, salvo excepciones, de haber alcanzado. Clientes que aspiran a relacionarse a través de canales puramente digitales, generación y procesamiento de datos orientada al entrenamiento de algoritmos de machine learning que permitan ofrecer servicios de más calidad, y por supuesto, desarrollo de modelos de plataforma que permitan acomodar no solo las nuevas ofertas de competidores que la banca está obligada por ley a aceptar (y en muchos casos, sin coste), sino también muchas otras posibilidades que dependen, si quieren convertirse en un entorno dinámico y pujante, de la capacidad de atraer a otras compañías y a desarrolladores de diversos tipos. Para muchos bancos, la posibilidad de convertir su actividad en APIs estandarizadas que permitan la interconexión de terceros – algo que, repito, tendrán que hacer por requisito legal – choca con una deuda técnica notable, con sistemas legacy de actualización compleja o imposible… además de con una escasa orientación a las necesidades del cliente y con una mentalidad anclada en un entorno de regulación anterior en el que muchas de esas posibilidades eran sencillamente imposibles.

¿Está la banca en disposición de cambiar su mentalidad para convertir una aparente amenaza como PSD 2, un órdago del legislador para provocar un entorno más competitivo y dar entrada a nuevos actores, en una oportunidad? La respuesta es obvia: no todos los bancos lo están, y posiblemente, los que lo estén o afirmen estarlo sean minoría. En ese sentido, los mensajes de tranquilidad, los estudios que afirman que los usuarios tienden a confiar más en un banco que en otro tipo de compañías o las ideas conservadoras de «todo está bajo control» pueden hacer más mal que bien, y llevar a un conformismo que evoca mucho lo que ocurrió en otras industrias… antes de que llegase la tormenta.

¿Está la banca preparada para el nuevo escenario definido por PSD 2? Sin duda, no todos. Pero posiblemente, ni los que creen que lo están lo estén, en realidad, lo suficiente. Me genera dudas la escasa penetración de desarrollos de machine learning sofisticados en temas como, por ejemplo, la detección de patrones de fraude, capaces de convertirse en una auténtica ventaja competitiva en costes, y que sin embargo, se encuentran aún en fases relativamente tempranas de adopción.

¿Mi impresión? Que muy pronto, esos nuevos actores que entran únicamente por el lado de los pagos habrán conseguido una cuota de cliente en algunos segmentos sociodemográficos y en algunos productos, y se habrán convertido en una preocupación creciente. Y si es así, estaremos hablando de la disrupción de un segmento que, a día de hoy y a pesar de los mucho que se ha escrito sobre el tema, aún no se espera lo que se le podría venir encima…

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Banking and PSD 2: when regulation brings disruption»

 

26 comentarios

  • #001
    Javier - 13 junio 2017 - 19:32

    Al hilo de la creciente impopularidad de los pagos en metálico, la semana pasada tuve que coger un autobús entre dos ciudades. Al subirme en una parada secundaria en el centro de la ciudad de origen, me encontré con la sorpresa de que el autobús no aceptaba nada más que pagos en metálico. Ni un triste TPV con 3G, ni un lector de NFC para pagar con el móvil… Nada.
    De casualidad llevaba el efectivo justo para pagar el billete.
    Y no, no se trataba de una empresa local de autobuses de línea, sino del grupo Monbus. Irónicamente, el autobús tenía WiFi.

    • Pepe Pérez - 13 junio 2017 - 20:50

      Cosas de la concesiones administrativas sin competencia alguna.

  • #003
    Gorki - 13 junio 2017 - 20:37

    He de reconocerlo, los pagos en metálico son molestos, pero tiene una característica que en muchos casos la les hace preferibles, su discreción. Son anónimos, tanto para quien paga, como para quien recibe el dinero, mientras que otros tipo de pagos, como por ejemplo, la tarjeta de crédito, no lo son. Dejan un rastro perfectamente documentado, tanto sobre quién fue el quien pagó, como sobre quien recibió el pago.

    Que yo sepa, a parte del dinero en metálico, actualmente sólo los Bitcoin y alguna otra criptomoneda, tienen la ventaja de ser anónimas, pero por eso mismo son muy escandalosas, aparte que son difíciles de manejar para las personas corrientes.

    Quizá algunos de «esos nuevos actores que entran únicamente por el lado de los pagos», consiga su cuota de clientes, porque a la comodidad de las nuevas formas de pago, añada un velo de discreción en las transacciones económicas.

    • Krigan - 14 junio 2017 - 06:20

      No me parece que Bitcoin sea muy escandaloso, por la gran especulación que hay en las criptomonedas (a menudo la compra de bitcoins es el paso previo para comprar otras criptomonedas). No saben si los bitcoins que compras los vas a usar para especular (que es 100% legal) o para comprar drogas en cualquier imitador de Silk Road.

      Lógicamente, los cambistas como Coinbase van a hacer que todo sea cada vez más fácil. Ya hace tiempo que Coinbase admite pago con tarjeta.

      • Gorki - 14 junio 2017 - 08:36

        Si, es muy escandaloso, tanto como tener una cuenta en un Paraíso Fiscal, algo que también puede ser legal si lo tienes declarado. ¿Que diría la gente si por ejemplo se descubriese que Ronaldo tiene 2 millones de Euros en Bitcoin?

    • Oscar Herranz - 14 junio 2017 - 16:45

      ¿Quién dijo que el anonimato o no dejar rastro sea malo?….

  • #007
    Pepe Pérez - 13 junio 2017 - 20:49

    Hombre, los bancos no tiran piedras ni rompen coches, pero menudos son con sus propias prácticas, mucho más sileciosas pero efectivas a la vez que dañinas.

    Dicho esto: ¿Qué desaparecerá primero la oficina bancaria o el coche con volante?

    Entre todo esto echo en falta la aparición de una plataforma de gestión de préstamos entre particulares. Me refiero a algo serio, no esas porquerías que se ven por ahí, donde el dueño de la plataforma sea el garante de la operación. Eso si que sería una revolución financiera.

    Por otra parte tengo claro que el día que sin querer queriendo, como diría El Chavo del 8, desaparezca el dinero en metálico, entregaremos una enorme parte de nuestra libertad.

    • JOSÉ ANTONIO GAES - 13 junio 2017 - 21:49

      Estaba pensando exactamente en lo mismo.

      Qué diferencia entre «¿Mi impresión? Que muy pronto, esos nuevos actores que entran únicamente por el lado de los pagos habrán conseguido una cuota de cliente en algunos segmentos sociodemográficos y en algunos productos, y se habrán convertido en una preocupación creciente.» y las profecías con respecto al automóvil.

      • Enrique Dans - 13 junio 2017 - 21:58

        ¿Qué problema tienes en que dé mis impresiones en mi página? ¿Te ofende de alguna manera, o algo? Porque no sé, si las intentase pasar por evidencias científicas de algún tipo o algo así entendería que te molestase, pero es que digo claramente que es simplemente eso, «mi impresión»… ¿qué problema tienes con ello?

        • JOSE ANTONIO GAES - 14 junio 2017 - 11:48

          Ningún problema, solo faltaría, y no me ofende nada de lo expresado en esta entrada. Lamento sinceramente que mi comentario haya podido ofenderte a ti.

          Mi impresión es que el tratamiento que das a las dos disrrupciones que, pienso, más nos van a impactar en el corto y medio plazo es llamativamente diferente.

          Desconozco si la diferencia se debe a tus filias/fobias (que todos tenemos), tu conocimiento en cada caso, características específicas de los sectores u otros motivos, pero me resulta muy curioso.

          • Enrique Dans - 14 junio 2017 - 15:19

            No me ofende, no te preocupes :-) Simplemente intento entender algunas cosas, y una de ellas es la reacción de algunos comentaristas habituales – que no simples lectores – en los que asumo un nivel de comprensión de lo que hago y a qué me dedico razonablemente alto, ante determinadas cosas, como el que emita un juicio de valor. NO me preocupa tanto que entre el típico paracaidista y me suelte eso de «a ti te paga este o aquel», porque ni tienen elementos de juicio para ello, ni tiene valor alguno su opinión, es como un escupitajo de alguien al pasar con un coche. Pero cuando supongo una cierta familiaridad, la crítica a un juicio de valor personal me suena a «como esta vez no me pones un enlace, no le doy valor a lo que dices y es producto de una filia o fobia sin ningún análisis». Y si es así, significa que algo estoy haciendo mal…

            (perdón por el rollo, esto va más por lo personal y las percepciones del autor :-)

    • Krigan - 13 junio 2017 - 21:52

      Respecto a tu última frase: ¿por qué? Estoy gastando menos de cien euros al mes en metálico. ¿Soy un semi-esclavo? Y si no gastase nada en metálico, ¿en qué se vería reducida mi libertad?

      • Pepe Pérez - 13 junio 2017 - 22:38

        Porque todavía gozas de la libertad de elegir, cada vez menos. O de mantener tus dineros en tu casa o donde te plazca.

        La represión financiera que sufrimos actualmente no será nada comparada con la próxima puesta a disposición de todo el dinero electrónico, el único que existirá, al servicio de la plutocracia.

      • José Enrique - 13 junio 2017 - 23:06

        Porque habrá quien sepa en qué gastas tu dinero y tú no sabrás que hace con esa información…

        Ni sí ni no… no estoy diciendo que esté de acuerdo con que eso sea una pérdida de libertad. Simplemente, puede que hay que considere el anonimato como parte de ella.

  • #015
    Krigan - 13 junio 2017 - 21:46

    Por un lado se puede decir que los bancos españoles se han preparado para hacer frente a la nueva competencia. Los 5 principales bancos de España, y alguno más, ya soportaban el pago por NFC en sus apps antes de que Apple Pay y Android Pay llegasen a España (este último ni siquiera ha llegado todavía).

    Además de eso, la gran mayoría de los bancos españoles, incluidos todos los principales, se han unido para sacar Bizum (pagos entre particulares) y iupay (pagos online estilo Paypal). Vamos, que están cubriendo todos los frentes en la guerra de los pagos.

    Sin embargo, les veo una vulnerabilidad muy gorda, y es que no están saliendo del viejo esquema de ingresos «interés y comisiones». Con los tipos de interés por los suelos, lo que queda son las comisiones, pero resulta cada vez más difícil cobrarlas en un escenario de competencia creciente y costes rápidamente menguantes. Sí, la ley de Moore también se aplica al dinero electrónico, que no es otra cosa que bits.

    Ahí es donde veo que están más cojos. Necesitan empezar a monetizar de otras formas, o se quedarán sin ingresos.

    • Mario Cobretti - 13 junio 2017 - 22:38

      Bizum no será capaz de aguantar la avalancha de pagos entre particulares de Apple, Google, Facebook (Messenger/WhatsApp). En 7 meses de vida han conseguido que 500.000 clientes hagan 1.000.000 de pagos, estando la plataforma aún muy verde y limitada (un teléfono solo un banco, solo pagos instantáneos,…). Bizum morirá, igual que iupay.
      Lo que yo creo que va a traer PSD2 en los pagos es la simplificación del proceso, de tal manera que la gente que pague con débito se ahorre tener una tarjeta de plástico y que comercios como Amazon puedan financiar grandes compras a particulares, cuando hoy es territorio de los bancos y financieras al consumo.
      Habrá «juerga» seguro, coincido coño Enrique en que aún hay lagunas legislativas pero la «fiesta» que se espera será importante.

      • Krigan - 15 junio 2017 - 00:25

        Verdaderamente no creo que iupay vaya a ir muy lejos, dado que Paypal existe desde hace un montón de años en todo el planeta, mientras que iupay existe desde hace unos meses, y solo en España.

        Pero Bizum y el pago con móvil mediante app del propio banco son otra historia, porque ahí los bancos en España se han adelantado a las tecnológicas. En general, los bancos son empresas menos ágiles y mucho más conservadoras que las tecnológicas, se supone que deberían llevar las de perder en un entorno de disrupción.

        Pero en esto de los pagos por móvil, así como los pagos entre particulares, nos encontramos conque las tecnológicas hacen mucha innovación en USA, y luego viene una expansión internacional que, por el motivo que sea, es lentísima.

        No sirve de nada que los pagos entre particulares de Gmail y Whatsapp sean la repera, porque mucha gente tiene Gmail, y todavía más gente tiene Whatsapp, si luego resulta que aquí no se pueden usar. Si ya estamos usando el pago por móvil con la app del banco, ¿por qué tendríamos que cambiar a Android Pay cuando llegue a España?

        Con esto no quiero decir que sepa quién va a ganar la guerra. Los niveles de adopción del pago entre particulares y del pago por móvil son todavía muy bajos, así que está todo por decidir. La mayor parte del terreno todavía no ha sido ocupada por nadie.

        Pero una de dos, o las tecnológicas se ponen las pilas con esto de la implantación internacional de sus innovaciones, o los bancos de cualquier país que no sea USA van a continuar yendo por delante, a base de copiar cualquier innovación que vean que las tecnológicas sacan en USA. Habiendo años de por medio, para copiar no se necesita ser muy ágil, ni tampoco es necesario dejar de ser conservador.

        Si la PSD2 sirve para que las innovaciones que surgen en USA lleguen enseguida a la UE, bienvenida sea. Pero si el motivo de tantos años de retraso es otro, le auguro un futuro brillante a los bancos de aquí.

    • Gorki - 13 junio 2017 - 22:39

      Estoy de acuerdo con tu análisis Con los tipos de interés por los suelos, lo que queda son las comisiones, pero resulta cada vez más difícil cobrarlas en un escenario de competencia creciente y costes rápidamente menguantes.

      Sin embargo pienso que ese mismo análisis se extiende a los nuevos participantes. Si por decir alguien, Apple Pay viene a España, tendrá el mismo problema que los bancos, interés por los suelos y comisiones a la baja. Sobrevivirá quien consiga los gastos de gestión de operaciones mas reducidos.

      Por la (escasa) experiencia que tengo en tarjetas de crédito, y hay un vencedor seguro, Telefonica, que gana con la transmisión de datos y casi no tiene inversión que hacer, es adicional al servicio que ya tiene. El que mas riesgos tiene es quien verificar la autenticidad de los datos, (los bancos y sus competidores), que corren con los riesgos de que les timen y que si ponen muchas comisiones se les van los clientes no solo de la tarjeta sino de todo.

      Otros que gana también seguro al principio, son los que suministran el hardware, (hasta que cese de expandirse el mercado y se queden para reposiciones, como les ha pasado a los fabricantes de cajeros automáticos).

      • Pepe Pérez - 13 junio 2017 - 23:02

        Tipos de interés por los suelos para algunos. Claro que hay que estar muy necesitado o mal de la cabeza para firmar esto:

        https://www.bancosantander.es/es/particulares/prestamos/prestamo-123

        • Rodrigo - 14 junio 2017 - 14:46

          Los bancos ya no viven únicamente de intereses y comisiones, sino que te venden otros productos como seguros de vida, de la vivienda … y en muchos casos ya te obligan a contratar estos productos con ellos para prestarte el dinero diciéndote que te rebajan un «poco» los intereses del préstamo. Ahí están empezando a hacer negocio

      • Krigan - 14 junio 2017 - 05:22

        Apple gana dinero con la venta del iPhone. Actualmente se lleva también una pequeña comisión por cada compra que se hace con Apple Pay (parte de lo que se le cobra al vendedor por el uso de tarjeta física o virtual), pero no vive de esa comisión sino de las ventas de hard. Si la comisión desapareciese Apple podría seguir dando Apple Pay gratis como valor añadido.

        Google nunca ha cobrado comisión por Android Pay (tampoco cuando se llamaba Google Pay). Sus ingresos vienen de la publicidad, Android Pay es simplemente uno más de los múltiples servicios que Google da gratis para obtener datos de los consumidores.

        Otro tanto cabe decir de Facebook (con licencia para operar en España desde hace meses), Amazon (que ha lanzado Amazon Pay), etc. Todos ellos tienen sus vías de ingresos aparte, no dependen de las comisiones.

  • #022
    JJ - 14 junio 2017 - 00:38

    Está la Banca en disposición de cambiar su mentalidad? (parasitaria).

    Seguramente no, en su mayoría (sobre todo en España). Mas bien parece que están, que siguen, en otras cosas. Tiburoneo a lo grande y comisiones por supuestos «servicios» que no existen.

    Supongo que como tales desaparecerán a mediano plazo. Los listos, invertirán el dinero que tienen en nuevas tecnologías y los demás serán absorbidos (como ahora el Popular) o simplemente desaparecerán.

    Popular Confidencial

  • #023
    Krigan - 14 junio 2017 - 08:41

    Respecto a la guerra entre bancos y nuevos competidores creo que es especialmente interesante que ahora (de momento solo en USA) se puede incluir Paypal en Android Pay.

    Como es bien sabido, el dinero de un pago mediante Paypal puede venir de una tarjeta de crédito/débito, de una cuenta corriente (sin pasar por ninguna tarjeta, lo cual puentea a Mastercard y Visa), o de una cuenta Paypal.

    Dado que un comerciante puede estar recibiendo parte de sus ingresos a través de Paypal, y que ese dinero se almacene en su cuenta Paypal, ese mismo comerciante puede usar Android Pay para comprar en tienda física (pago por móvil), y que el dinero venga de su cuenta Paypal.

    En una situación así el banco ha sido totalmente puenteado. El dinero que el comerciante primero gana y después gasta nunca pasa por ningún banco. Esto no es ciencia-ficción, está pasando ahora mismo en USA.

    Vamos a ver más de esas, dado que Paypal no es el único no-banco que dispone de cuentas donde se puede tener dinero y recibir pagos. Por supuesto, Coinbase también tiene sus propias cuentas (en plural: en euros, en bitcoins, etc), y en realidad cualquier programa wallet de criptomoneda también las tiene.

  • #024
    Javi - 16 junio 2017 - 13:57

    Buenos días,
    un tema que me parece interesante produndizar es en la frase de los sistemas legacy de los bancos que impide entrar en PSD2.
    ¿Donde están las mejoras/transformaciones qeu deberián acometer en tu opinión?
    Trabajo en ese ámbito y no sé si es un problema de los sistemas o de la forma de pensar.
    Saludos

  • #025
    Soraya Anaya - 17 junio 2017 - 03:39

    Hola, disculpe al inicio hay dos el, y en… De la niche a la mañana, perdón pero su artículo está buenísimo.

    • Enrique Dans - 17 junio 2017 - 09:47

      Muchas gracias!! ¡Corregido!

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