La transformación digital como asunto de estado

Leading Digital Transformation - Prince Mohammad Bin Salman CollegeLa semana pasada tuve la oportunidad de pasar unos días impartiendo un curso en la Prince Mohammad Bin Salman College (MBSC) of Business & Entrepreneurship a treinta y cinco altos directivos de empresas del país, en la King Abdullah Economic City (KAEC) en Arabia Saudí. El título del curso era «Leading digital transformation« (pdf).

No es habitual que imparta cursos fuera de IE Business School, en ocasiones anteriores he preferido declinar invitaciones para hacerlo porque me parecía lo adecuado cuando tu propia institución te reduce el compromiso de sesiones anuales en función del desarrollo de otras actividades, pero en esta ocasión, la oportunidad me parecía única y culturalmente interesantísima: el país está experimentando una fortísima transformación de la mano de personas jóvenes educadas en el exterior y con una fuerte exposición a la red, y existen proyectos tan ambiciosos y llenos de posibilidades como la construcción de ciudades nuevas completamente desde cero, con la idea de convertirlas en polos de actividad económica, en el contexto de la llamada Vision 2030, un ambicioso plan para reducir la dependencia del petróleo y transformarlo en una economía diversificada y fuerte en sectores como salud, educación, infraestructuras, construcción, ocio y turismo. 

La institución que me invitaba, MBSC, es de hecho una de las primeras en las que las clases, altamente participativas, mezclan sin problemas hombres y mujeres, en el entorno de una ciudad en construcción en la que las costumbres se han relajado de manera sensible para hacerla mucho más abierta, sin policía religiosa, sin obligación de llevar permanentemente la abaya, etc. Cambios que aún pueden ser vistos como tímidos detalles desde una perspectiva occidental en un país en el que las mujeres aún no pueden conducir (algo de lo que se lleva hablando muchísimo tiempo y que todo indica que llegará pronto), pero que hay que entender en su correspondiente contexto y como parte de un proceso inequívoco de transformación. Lento, sí, pero en la dirección adecuada.

Coincidiendo con mi estancia allí, el director de Facebook AI Research, Yann LeCun, tomó la decisión de declinar públicamente a través de Facebook una invitación similar a la mía para impartir un curso en la King Abdullah University of Science and Technology (KAUST) debido a consideraciones de índole religiosa sobre la consideración del ateísmo en el país. Mi decisión, teniendo en cuenta que ya antes de dicha situación tenía una parte de mi presentación en la que citaba ampliamente a LeCun, fue la de precisamente utilizar su carta para alimentar una reflexión y discusión en clase sobre la importancia de la transformación y la velocidad de la misma. Hace no mucho tiempo, discusiones de este tipo en un formato participativo y abierto habrían resultado prácticamente imposibles en un aula en este país. La carta de LeCun ofrecía una oportunidad única para discutir sobre ello en el momento adecuado, y mi impresión es que LeCun, persona extremadamente inteligente, sabía que su negativa, en el contexto de unas instituciones educativas saudíes que intentan a toda costa modernizar el país, levantaría alarmas que podrían generar ese tipo de reflexiones interesantes. En mi caso, siempre he pensado que es positivo estar allá donde se producen cambios que uno estima que discurren en la dirección adecuada, así que preferí aprovechar la oportunidad de la invitación para intentar aproximarme a la realidad del país. Decididamente, la única manera de entender Arabia Saudí y el mundo árabe en general es viéndolo desde dentro.

Arabia Saudí es uno de los países más avanzados de la zona en uso y difusión de herramientas de social media, y la transformación que eso está generando se aprecia a todos los niveles. De hecho, el recientemente nombrado ministro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Abdullah Alswaha, anteriormente director de Cisco, emprendedor en el ámbito digital y que se define en su LinkedIn como «on a mission to digitize a nation»dedicó un vídeo a nuestro curso, en el que menciona varios de los aspectos relevantes en el contexto de la transformación digital para el país y resalta claramente su importancia. 

No todos los días se encuentra uno mencionado por un ministro :-) Sin duda, quedan aún muchas cosas por hacer y muchos cambios por llegar en Arabia Saudí, pero ver un país alinearse claramente en torno a una visión que incluye la transformación digital, que te invita a hablar del tema y que le otorga prácticamente el estatus de asunto de estado ha sido una experiencia culturalmente muy rica y extremadamente interesante.

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Saudi Arabia: where digital transformation is a matter of state»

 

22 comentarios

  • #001
    Angel - 29 mayo 2017 - 11:08

    Me alegro que te mencione un ministro por cosas buenas, no como a mi….

    Un abrazo !

  • #002
    marcelo - 29 mayo 2017 - 11:20

    El problema de esta gente es que el mundo va muchísimo más rápido es su desarrollo que ellos en (presunta) puesta al día digitalizando su salvaje teocracia medieval, con lo cual la brecha no puede hacer más que aumentar. Cuando se les acabe el maná del petroleo veremos como quedan las cosas realmente… de momento también se están armando hasta los dientes (cortesía del tío Donald) y arrasando un mísero e indefenso país vecino como es el Yemen. Y las élites dirigente con sus millones a buen recaudo y sus mansiones en Londres, Suiza o Marbella para cuando las cosas se pongan feas.

    • Alquimista - 29 mayo 2017 - 15:09

      No, no, el problema no es de esta gente, el problema es nuestro, porque esta gente que nada en dinero y vive como dioses utilizan sus enormes recursos a difundir la la más radical rama del islam.
      ¿Apertura, desarrollo? Hasta que no vea una ley de libertad religiosa no me creeré nada. La propia existencia de una Policía religiosa ya lo dice todo.

      • Enrique Dans - 29 mayo 2017 - 22:09

        No voy a intentar cambiar tus ideas, pero déjame decirte que los titulares de todos los medios e informativos el día de la bomba en el concierto de Ariana Grande en Manchester eran todos impresionantemente fuertes, en contra del Daesh (allí lo llaman así, nombre profundamente despectivo, no como muchas cadenas norteamericanas o anglosajonas que «practican la equidistancia» denominando «Estado Islámico» a una basura que ni es estado, ni tiene nada de islámico) y reclamando acciones en su contra. Me quedé impresionado con la dureza de los comentarios y con la claridad con la que lo separaban del pensamiento oficial del país, como una plaga que había caído sobre el verdadero Islam. Y aquí no tengo ningún tipo de fin ni de estrategia, solo comento lo que vi.

        Con respecto a la policía religiosa, la han desnaturalizado tanto que ya no funciona. En muchas ciudades del país simplemente la han eliminado, y en donde aún existe, no tiene ya capacidad ejecutiva, solo puede «dar consejos» (que no digo que no sea desagradable o intimidatorio, pero no es lo mismo que antes). Tras el incendio de 2002 en la escuela en la que murieron quince niñas, la policía religiosa cayó en desgracia, y el escándalo hizo que en 2007, la gran mayoría de sus atribuciones fueron eliminadas por decreto. Antes de las reformas de 2007, estaban armados con bastones de madera delgados para golpear a los infractores. Pero en abril de 2016, un decreto del consejo de ministros despojó a la policía religiosa de todos sus poderes y autoridad formal, aunque la noticia trascendió muy poco fuera del país. A este tipo de cosas me refiero cuando digo que la única forma de conocer Arabia Saudí y el mundo árabe en general es desde dentro…

    • VladiMilk - 31 mayo 2017 - 15:10

      Yo vi un documental en los 90, y comentaban que si un saudí supera el examen de admisión en Harvard/Oxford/MIT/SeguroQueAlgunaUniversidadSeSienteOfendida los gastos corrían a cargo del estodo/reyno. No entiendo esta superioridad moral que sentimos en occidente. Casi hasta principios 80 las amigas de mi madre tenían que tener un permiso firmado por el marido para ir a Portugal.

      P.D.: Soy ateo perdido, no, lo siguiente.

  • #006
    Israel - 29 mayo 2017 - 15:16

    No puedo estar de acuerdo con nada que suponga la más mínima legitimación de un régimen teocrático salvaje, que aplasta los derechos humanos de forma sistemática, por no hablar de los inexistentes derechos de las mujeres e inmigrantes. Además de financiar con miles de millones de petrodólares el wahabismo más radical y todo tipo de organizaciones terroristas.
    Por otro lado, tengo claro que, afortunadamente, cuando se acabe el maná del petróleo tardarán una sola generación en volver a ser pastores en el desierto.

  • #007
    Pedro Picapiedra - 29 mayo 2017 - 15:23

    En la zona sólo destacan Israel e Irán cada en las antípodas ideológicas. Curiosa la foto con los floreros. El dinero hace bailar al mono, jobs, jobs, jobs

    • Enrique Dans - 29 mayo 2017 - 22:16

      Cuidado con juzgar por las apariencias. Las dos mujeres que tengo al lado en la foto son dos directivas de muy alto nivel en sus respectivas empresas: de hecho, una de ellas es la CTO de una de las compañías más grandes del país, y me ayudó un montón a delimitar los contenidos que podían tener interés para ellos. Asistieron a la totalidad del curso, compartieron experiencias con los demás y participaron con total normalidad. Están en la primera fila por simple cortesía, y una de ellas me hacía bromas con que por culpa de mi estatura, parecía más bajita!

  • #009
    Gorki - 29 mayo 2017 - 15:51

    Parece que los europeos occidentales estamos en una posición moral superior que nos permite criticar libremente a la sociedad saudi.

    Claro que para ello nos tenemos que olvidar de cosas como, la masacre de nativos en américa, el haber creado la inquisición, la esclavización de los negros, el haber montado dos guerras mundiales, los progrom de judíos, el haber tirado dos bombas atómicas sobre indefensas poblaciones civiles, las cruentas y criminales guerras de descolonización, el apartheid de Sudafrica, las razias periódicas que sufren de los palestinos, o nuestra postura frente a personas que vienen huyendo de la guerra, (que nosotros mismos alimentamos).

    Eso si lo que es realmente inadmisible, es que no dejen conducir a las mujeres.

    • Cristina Roca - 29 mayo 2017 - 16:54

      Gorki

      Le puede parecer una conspiración pero debe ser solamente capitalismo aplicado a la era digital.

      Sabemos quien es el cliente y quien es el pagador. Seguramente vd. es libre de hacer comentarios como el de arriba
      ¿es vd. también cliente o alguien es su producto? Gracias por adelantado por sacarnos de la duda,, ya que seguro que nohay nada que ocultar en este ecosistema digital…

    • Alquimista - 29 mayo 2017 - 17:57

      Si me siento moralmente superior o no es algo que me cayo, no estamos en ese debate y, además, hace ya mucho tiempo que no tengo intención de cambiar ninguna sociedad que no sea la mía.
      Pero en lo que sí me afirmo es en mi oposición a que llamen progreso a esas ínfimas muestras de libertad que muy graciosamente tiene a bien otorgar el monarca saudí.
      Y me adscribo totalmente a la carta firmada por Yann LeCun: yo también me niego a ir a un país que me considera un terrorista. Si a eso lo llamas superioridad moral pues bueno, tú mismo.

      • Enrique Dans - 29 mayo 2017 - 22:23

        De nuevo, no es mi papel intentar cambiar tus ideas, no soy embajador del país, ni nada por el estilo. Pero ten en cuenta que yo no soy Yann LeCun, ni estoy cerca de serlo (ojalá lo estuviese, menudo crack!). Que Yann LeCun publique una carta como la que publicó como respuesta a una invitación de una universidad saudí es algo que tiene un cierto efecto, que genera un cierto debate que podría ser provechoso, y una preocupación que posiblemente lleve a una mayor apertura. Que lo hubiese hecho yo, que no soy nadie, no habría importando a nadie, no habría tenido ningún efecto, y simplemente habrían buscado a otro profesor, sin más, porque aunque no tengo mala imagen como profesor en este tema, no soy ni con mucho un recurso único o insustituible. Yann LeCun, en lo que hace, sí lo es. Por tanto, creo firmemente que mi mejor manera de contribuir a la evolución del país es obtener el visado (una cruz burocrática, por cierto), subirme en un avión y plantarme allí para dar mi curso. Puedo estar equivocado, puede que fuese más cómodo decir simplemente «no voy», o puede tal vez que me se me reprochase menos. Yo solo sé que no he ido especialmente por dinero (no era diferencial, pese a la fama que tienen), que he conseguido generar allí un buen nivel de interés sobre el tema, y que me ha resultado muy interesante como experiencia.

    • Pinrelnet - 29 mayo 2017 - 18:58

      Claro, como nosotros masacramos a los mayas hace 400 años, los que hacen los saudíes ahora está bien. Buena lógica. Y buena dosis de buenismo.

      • Gorki - 29 mayo 2017 - 21:47

        Exacto, arrasamos primero a los caribes, luego a los mayas y aztecas y por último esclavizamos negros. La última razia de indios se produjo en Argentina en 1947 y la ley que equiparaba a los negros con los blancos Ley de Derechos Civiles en la Democratica USA es 1964
        Las guerras coloniales han sido constantes desde los años 40, la democrática Francia se fue de Argelia en 1962, dejando tras de si entre 350.000 y 500000 argelinos muertos. La democrática Inglaterra hizo una democraticaq guerra a China, para poder venderles libremente opio. De resultas de esa guerra se quedaron con Hong Kong, que solo devolvieron en 1997, (hace solo 20 años)
        De los españoles no hablo, hemos vivido en guerras fraticidas y/o en dictaduras, desde la muerte de Fernando VII y para que voy a hablar del trato que hemos dado a los gitanos, claro que peor es el que dimos a los saharauis.

        Pero eso si, tenemos una clara superioridad moral para condenar a todos los que actúan de forma diferente a nuestra forma de hacer las cosas, ¡Como todo lo hacemos bien y de acuerdo con los DDHH!

        • JJ - 29 mayo 2017 - 23:43

          Gorki, comprendo el sentido de tu comentario, pero sin hablar de superioridad moral, debemos entender que lo que haya ocurrido en el pasado (y a lo largo de la historia) no nos descalifica (yo, por lo menos, no me siento responsable) para hacer una crítica de lo que ocurre en el presente.

          Por esa regla de tres, podríamos llegar a justificar (o no criticar) cosas como una nueva inquisición por parte de algún país atrasado, o que quiera tirar una bomba atómica…

          • Xaquín - 30 mayo 2017 - 16:04

            Como nos ponemos cuando queremos…

            Pienso que Gorki no nos quiere cargar con las culpas del pasado (como nos gusta la interpretación), solo aclarar que no somos quien para dar ejemplo de moralidad positiva… ahora… ni las rajoyadas, ni las trumpadas, ni las putinadas, ni mucho menos las xipijonadas… son para dar ejemplo de alta moralidad…ah, por cierto ni las netanyahuadas…

            También sobra lo de que «nosotros no somos nuestro presidente», que ya lo sabemos… o lo de que el lobo enseña la patita de cordero por debajo de la puerta… que la entrada solo habla de «un ejemplo de apertura», resaltando además la postura positiva de boicot de otro ciudadano del mundo…

    • inocente - 30 mayo 2017 - 10:53

      Gorki, te juro que yo no he participado en nada, nada de todo eso que mencionas…

      Un saludo, suelo estar de acuerdo contigo en casi todo, pero en este creo que te pasas siete pueblos

  • #018
    Toronjil - 29 mayo 2017 - 21:09

    Pero habrá que hacer algo para que se abran al mundo. Por ejemplo fomentar el estudio del inglés, o del español…

    Si se pueden permitir gastar 200 000 euros más por una matrícula capicúa para sus lujosos coches, creo que podrán dedicar una parte de ese dinero al aprendizaje.

    Sus anacrónicos sistemas políticos y de justicia solo se pueden cambiar si conocen qué hay «ahí fuera». Ojo, también los nuestros.

    • Enrique Dans - 29 mayo 2017 - 22:30

      En realidad, lo que les está abriendo al mundo es una internet sin censura ni limitaciones y un uso muy fuerte de redes sociales, unido a la fuerte llegada de expatriados, y una abundancia de recursos que ha llevado a que una gran parte de la juventud con dinero haya vivido y estudiado en otros países. Mis alumnos era gente con carreras y masters en escuelas de medio mundo, con un inglés completamente fluido, con trato completamente normal en clase hacia mí y hacia sus compañeras, y sin ningún tipo de diferencia con respecto a alumnos en otros países, salvo en que vestían mayoritariamente con thawb (y no todos) en lugar de traje y corbata.

  • #020
    JJ - 30 mayo 2017 - 16:04

    Parece que con esta entrada ha habido cierta polémica.

    Quizás el subconciente colectivo occidental todavía no olvida el atentado de 2001 al WTC, y que sus responsables fueron 19 hombres árabes de los que 15 eran saudíes.

    A la larga, seguramente el wahabismo caerá en el olvido y dentro del Islam triunfarán las tesis mas cercanas al sufismo.

  • #021
    Juan Navidad - 30 mayo 2017 - 23:48

    Siempre me ha apasionado la idea en participar en proyectos que tengan lugar en países en los que se crean ciudades, universidades realmente 3.0 y no los clones de las universidades frontales de siempre, que nos tratan de vender como siempre.

    En este caso, si el país en cuestión es Arabia Saudí, lo que yo haría es no participar. Por ejemplo, en España he impartido cursos, talleres, he participado en eventos, congresos, jornadas en todas partes… pero si me hubieran llamado desde Tordesillas, sinceramente, no hubiera ido.

    Arabia Saudí no solo representa para mí un país que maltrata a sus mujeres y a los emigrantes que van a levantarles sus construcciones y sus nuevas ciudades, es también el país que está arrasando con Yemen. Con la excusa del terrorismo, ese país tiene más de quince millones de desplazados pasando hambre y enfermedades. Ahora, con el acuerdo con Trump, contará con armas con las que dejarán convertido el pobre país en un solar.

    Si me llamaran de un país cualquiera para crear algo nuevo, para innovar, si no fuera un país terrible lo haría. De hecho, me han hablado de un proyecto con mucha financiación para crear universidades realmente del siglo XXI. Me encantaría participar, pero no a cualquier precio. En mi vida, siempre he mantenido mi independencia, mi ética y mi honestidad, a cambio, he tenido que salir primero del País Vasco y hace unos años de España no como emigrante, sino como exiliado de un país donde la gestión del talento se sustituye por el compadreo y el amiguismo y no voy a perder esas tres joyas por muy bello que sea el proyecto si quien me lo propone no me gusta.

  • #022
    Dweb3d - 25 junio 2017 - 02:28

    Felicitaciones y muy bien por lo de la mención, muy interesante oportunidad, difícil de ser rechazada, algo que aprendí de los saudíes en mi paso por inglaterra y que confirma lo que dices con respecto a que su futuro está en los jóvenes y que por lo general son educados en el extranjero, es que varios de ellos viajan a países de habla inglesa a aprender el idioma o a estudiar una vez ya aprendido la lengua extranjera, esto les abre muchas oportunidades de comunicación entre los dos mundos, si se pudiera llamar así a las grandes diferencias que hay entre oriente y occidente y sin poder negarlo también llegan a existir muchas similitudes

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