Asistentes de voz: una plataforma diferente

Hola, soy tu casa, ¿quieres algo? - El Independiente

Marta G. Aller, de El Independiente, me llamó para hablar sobre asistentes de voz como Amazon Echo o Google Home, sobre los que he escrito bastante recientemente, y ha incluido algunas de mis opiniones en un artículo largo titulado «Hola, soy tu casa, ¿quieres algo?» (pdf)

Aunque aún no han sido lanzados en el mercado español, la presencia de este tipo de asistentes domésticos está creciendo fuertemente en el mercado norteamericano, con previsiones de crecer mucho más en 2017,  y están presentes desde septiembre de 2016 también en el Reino Unido y Alemania.

A todos los efectos, debemos entender los asistentes de voz como una nueva plataforma: su desarrollo depende de su capacidad para atraer a desarrolladores y aplicaciones que sean capaces de incorporar en ellos nuevas habilidades. Es muy distinto plantearse un asistente de voz útil simplemente para poner cosas en tu lista de la compra, frente a plantearte que le puedes pedir canciones o listas en Spotify, encender y apagar las luces, subir o bajar la calefacción, pedirte una pizza, llamar a un Uber o que te lea un audiolibro, entre miles de posibilidades más.

También es importante entender sus importantes diferencias y limitaciones como interfaz con respecto a esa pantalla con la que tenemos tanta familiaridad: un asistente de voz se limita a leer una o dos opciones – añadir más lo convertiría en incómodo – frente a las múltiples posibilidades que nos ofrece una pantalla, lo que lleva a problemas derivados de la selección de esas opciones, como Google pudo recientemente comprobar. A la hora de solicitar a un asistente de voz cualquier cosa, debemos plantearnos que, muy posiblemente, el nivel de retroalimentación relacionada que nos ofrecerá será muy inferior al que nos ofrecería nuestro interfaz habitual, lo que puede generar incertidumbre, incomodidad o limitaciones en no pocos casos.

Pensar que Amazon pone en el mercado Echo únicamente para que añadamos cosas a nuestra lista de la compra es completamente absurdo, como la experiencia de uso está de hecho demostrando: los usuarios hacen uso de sus Echo para muchísimas cosas, desde programar una alarma hasta leer las noticias, pasando por saber la hora, encender luces o que les cuente un chiste. Es precisamente la velocidad de desarrollo de ese parque de aplicaciones y el crecimiento en sus niveles de uso lo que parece sugerir un proceso de adopción rápido.

La próxima entrada de otros competidores y el crecimiento de los actuales apunta a una implantación rápida. Hablamos de sistemas de procesamiento de voz avanzados, basados en machine learning y que dependen fuertemente del parque de usuarios y del nivel de uso para su lanzamiento en un idioma o para ir mejorando su rendimiento, de ahí la ventaja de Google al contar con la amplia base de usuarios de Google Now en los smartphones con Android (que le permite, por ejemplo, incluir el reconocimiento de las voces de hasta seis usuarios), y la reacción de Amazon al abrir la interfaz de voz a los usuarios de su app en smartphones. El desarrollo de un nuevo idioma no es sencillo porque depende precisamente de eso, del nivel de uso de sus asistentes de voz en ese mercado para contar con una buena base de datos para entrenar a sus algoritmos, pero no debería tardar demasiado su llegada al mercado español. A partir de ahí, deberemos pensar en esos dispositivos como centro de un ecosistema, como una plataforma en la que integrar una gama creciente de funcionalidades que la irán haciendo cada vez más útil y más atractiva, aunque no exenta, como todo, de algunos problemas.

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Voice assistants: a different platform«

 

8 comentarios

  • #001
    Gorki - 23 abril 2017 - 12:18

    Curiosamente el asistente de voz, a mi me gustaría tenerlo colocado en el reloj, como Dick Tracy http://www.entrecomics.com/wp-content/photos/dicktracy.jpg
    pues ahí se pueden pedir cosas con un susurro, con cierta intimidad, que no es plan de ir pidiendo cosas a voces por toda la casa.

    Resuelto donde pedir, está el qué pedir, y si , se me ocurren muchas cosas, Si creo que puede ser un complemento del Smartphone que lleve muchas de las tareas que ahora realizamos en el smartphone, por ejemplo el WahtsApp, la agenda, la audicion de noticias/mensajes, o oir podcast o cosas parecidas.

    Lo que no me parece muy útil es encargar que me encienda la luz, me suba la persiana, me baje el volumen de la radio y en general todas las cosas de IOT pues suelen ser chorradas que no facilitan mucho la vida, al menos por el momento.

    • Carlos Quintero - 23 abril 2017 - 16:09

      Llevo algunos meses usando el Apple Watch como asistente de voz para la domótica y otros usos, y si funcionara bien sí me parecería realmente útil, porque lo llevo siempre puesto, a diferencia de los AirPods, por ejemplo. Pero no funciona bien por detalles de implementación, no por fallos de conceptuales:

      – Los comandos que entiende Siri son limitados. Con frecuencia me pide que me exprese de otra manera. Es de suponer que esto se corrija con el tiempo.

      – El Apple Watch o Siri tardan unos segundos en comunicarse con el Apple TV o éste con los dispositivos. El resultado es «espera un momento…»

      – Finalmente puede que funcione o puede que no. Los dispositivos de terceros a veces no van finos. El termostato a veces se desconecta de la aplicación Home. El enchufe inteligente que enciende un cartel luminoso de mi dormitorio a veces tarda tanto en encenderse que Siri dice que no ha podido, y al segundo siguiente se enciende.

      Pero si la experiencia de uso estuviera pulida, usar un reloj inteligente sería tan útil como pueda serlo un altavoz sobre una mesa (que no he podido probar aún).

  • #003
    Krigan - 23 abril 2017 - 13:02

    Forma parte de la tendencia general a que en el hogar haya diversos aparatos «ordenador» (que se les pueden instalar programas de terceros). Así, al móvil, el tablet, y la smartTV, o la consola más centrada en juegos, se le suman ahora los smart speakers estilo Echo, y dentro de unos años tal vez también las gafas VR, pero que no sean estilo «gafas de buceo» como ahora, sino ligeras y manejables como gafas de sol.

    No veo que vaya a haber grandes reemplazos de un tipo de aparato por otro, sino más bien que se añade funcionalidad. La excepción obvia es el PC, que antes lo era todo y ahora tiene que conformarse en el hogar con unos usos de nicho que además no se dan en todos los hogares, y tal vez ni siquiera en la mayoría.

  • #004
    Juan Manuel - 24 abril 2017 - 21:34

    ¿Por qué has borrado tu artículo sobre la adicción a Internet?

    • Enrique Dans - 24 abril 2017 - 21:55

      No lo he borrado. Simplemente lo escribí esta mañana pero lo dejé a medias, no me dio tiempo a terminarlo, pero lo publiqué por error y lo pasé a borrador inmediatamente. Mañana por la mañana lo tienes…

      • Juan Manuel - 24 abril 2017 - 22:45

        Gracias por la aclaración Sr Dans.

        ¿Analizará próximamente la situación en Francia?

        • Enrique Dans - 24 abril 2017 - 22:56

          No, no creo. No le veo la derivada tecnológica…

  • #008
    David Laorga Guerrero - 26 abril 2017 - 03:16

    magiquo va a empezar su andadura en el sector de las plataformas cognitivas. (capacidad de analizar datos no estructurados + inteligencia artificial basada en lenguaje natural «solo castellano»).
    Esta mezcla como bien dice Enrique tiene tantas posibilidades sectoriales que resulta difícil decir cual es la más apasionante y desde luego estoy convencido de que estas tecnologías están apunto de cambiar nuestra forma de comunicarnos con las maquinas y el acceso a la información.

Dejar un Comentario

Los comentarios están cerrados