Kickstarter y el problema del crecimiento desordenado

Kickstarter Staff Pick badgeUn artículo en Hackaday sobre la plataforma de crowdfunding Kickstarter pone de manifiesto un problema que surgió en una de mis últimas discusiones de clase: la nula transparencia en el uso del distintivo «Staff pick», que supuestamente designa aquellos proyectos que han sido especialmente inspeccionados y seleccionados por el equipo de la compañía y que tiene una importante influencia en el éxito de los proyectos que lo tienen (con distintivo, la probabilidad de éxito de un proyecto está en un 89%, mientras que sin él disminuye por debajo del 30%), pero que parece estar funcionando de una manera completamente arbitraria y fuera de todo control.

Según la propia información de Kickstarter, no existe una manera de solicitar el distintivo: se trata simplemente de una tarea que un equipo de personas con experiencia en todo tipo de proyectos creativos lleva a cabo de manera supuestamente espontánea: cuando encuentran proyectos que consideran excepcionales, tratan de darles una mayor difusión. Según la compañía, «así de simple».

Una idea que, además, podría tener su lógica: la compañía tiene un evidente incentivo a la hora de tratar de popularizar sus proyectos, dado que su modelo de negocio consiste en cobrar una comisión del 5% sobre el importe total recaudado, más entre un 3% y un 5% adicional por el uso de su pasarela de pagos. Cuando consideramos los ingresos de la compañía, ya casi dos mil millones de dólares, parece claro que no hablamos de decisiones insignificantes.

Tenemos, por tanto, un elemento convertido en fundamental para el funcionamiento del sitio, tanto para quienes presentan proyectos y tratan de ofrecer financiación, como para la propia plataforma. Teóricamente, la única manera de conseguir el distintivo es «creando un proyecto muy bueno». En la práctica, todo indica que el funcionamiento del sistema se ha pervertido, y que lo que reina es un sistema completamente arbitrario con pitches a empleados de la compañía, en las que no resulta muy difícil imaginar sistemas basados en contraprestaciones económicas. Existen incluso numerosos casos en los que los propios creadores de los proyectos se autoasignan el distintivo, aunque la propia Kickstarter oficialmente desaconseje esta práctica. El problema, de hecho, no es que el sistema funcione de una manera o de otra, sino que se ha convertido en arbitrario, en algo que funciona con reglas confusas: muy posiblemente, muchos de los proyectos señalados con el Staff pick sean producto de un genuino interés de un miembro del equipo de Kickstarter por destacar lo que considera un buen proyecto. Pero otros, seguramente, no lo serán. Otros serán el resultado de «conozco a Fulanito, que trabaja en Kickstarter». O de «insisto mucho y me lo acaba dando». O incluso de «voy y me pongo la pegatina yo mismo». La arbitrariedad lleva a que algo que empezó como una buena idea, termine siendo un sistema completamente inaceptable.

Resulta habitual que proyectos como Kickstarter evolucionen en función de las necesidades del mercado. Desde su creación en abril de 2009, Kickstarter no he dejado de evolucionar. Originalmente, la idea era construir un sitio para buscar financiación para proyectos de tipo creativo, tales como películas, cortometrajes, proyectos literarios, cómics y similares. De hecho, ese sesgo inicial condiciona aún los resultados de las diversas categorías de proyectos: film & vídeo, música y editorial son aún los epígrafes más exitosos, con bastante diferencia. Sin embargo, otras categorías han ido incrementando su popularidad, particularmente las relacionadas con la tecnología: un resultado bastante lógico si tenemos en cuenta que Kickstarter se percibe como una plataforma que lleva a cabo su actividad en un ámbito tecnológico, y que alcanza su mayor popularidad entre personas con un cierto nivel de uso de esa tecnología. Por otro lado, la tecnología es una categoría que cuenta con un importante número de canales de difusión y popularización, que mantienen con Kickstarter una relación simbiótica: utilizo el sitio para ver proyectos interesantes y tendencias que reseñar en mis páginas, y contribuyo a la popularización de esos mismos proyectos. Para muchos proyectos, de hecho, el éxito no es superar el objetivo de financiación planteado, sino ser capaz de utilizar Kickstarter como una plataforma para obtener visibilidad mediática. Si tu proyecto aparece en las principales páginas de tecnología, lo has conseguido, y el éxito vendrá de una manera u otra.

La idea inicial de que Kickstarter no es una tienda, sino una plataforma para el emprendimiento ha sido también puesta en entredicho ya en múltiples ocasiones, incluso por el proyecto líder hasta el momento, el smartwatch Pebble, que obtuvo más de veinte millones de dólares lanzando un nuevo modelo de reloj que podría perfectamente haber ofrecido mediante canales tradicionales. El conflicto de intereses, de nuevo, es evidente: ¿debería la compañía rechazar proyectos extremadamente exitosos, capaces de recaudar varios millones de dólares, debido a un juicio completamente relativo sobre si son suficientemente emprendedores o no? Si el éxito se define ya no tanto como dinero recaudado sino como obtención de difusión, el beneficio que obtienen unos y otros en esos casos es evidente, y los usuarios tampoco parecen tener quejas al respecto.

Nada hay de malo en tener la cintura suficiente para aprender del mercado a medida que defines tu actividad. De hecho, esa flexibilidad se interpreta inequívocamente como una característica positiva en los equipos de gestión, y más cuando la actividad tiene lugar en un entorno sujeto a cambios rápidos y constantes. Cuando una plataforma como Kickstarter se encuentra con que es capaz de ocupar el fantástico espacio entre los creadores de proyectos y las personas con interés por financiar esos proyectos, que el crecimiento se convierta en desordenado es casi parte del juego, una característica del entorno, o como diría un desarrollador, it’s not a bug, it’s a feature.

El peligro en ese caso, obviamente, es el terminar sin saber a qué atenerse, con un conjunto de reglas que constantemente se ponen en cuestión o terminan en el terreno de lo arbitrario. Gestionar una compañía en ese tipo de entornos se convierte en una tarea sumamente compleja, sujeta a retos muy distintos de los habituales. Cuando todo se mueve muy rápido a tu alrededor, resulta fundamental tener referencias claras que mantengan la esencia y los elementos fundamentales en el proyecto, pero sin hacer que eso nos lleve a ser excesivamente rígidos y perder oportunidades de crecimiento.

Kickstarter, presente ya en dieciocho países, cumple un papel fundamental a la hora de dinamizar el ecosistema emprendedor y la innovación, pero necesita urgentemente hacer un esfuerzo por reforzar la transparencia en su modelo de gestión si no quiere terminar siendo víctima de su propio éxito.

 

This article is also available in English in my Medium page, “Thriving on chaos is one thing…«

12 comentarios

  • #001
    Miguel A. Tovar - 29 agosto 2015 - 13:28

    Parecen tener serios problemas http://joanielemercier.com/kickstarter_is_broken/

  • #002
    Emiliano Perez Ansaldi - 29 agosto 2015 - 14:45

    EL otro día justamente discutía esto en Twitter acerca de la «campaña» de Hawkers».
    Mientras algunos decían, «mira que listos, como se la han colado a Kickstarter», otros (yo incluido) advertíamos que al final con este juego poco ético propiciado desde ambas partes, se perjudican todos.
    Terminaremos por decir: todo tiempo pasado fue mejor?

  • #003
    Luis - 29 agosto 2015 - 17:18

    Nice article, Enrique… This article is aligned with the one I wrote in LinkedIn some months ago about the transparency and quality of the platform. Is a shame that even his CEO is misbehaving and not responding…

    https://www.linkedin.com/pulse/why-i-wont-investing-crowdsourcing-again-luis-miguel-alcedo-moreno?trk=pulse_spock-articles

  • #004
    Gorki - 29 agosto 2015 - 18:34

    Kistacher entra dentro de una visión amplia de la economía colaborativa, un desconocido que precisa dinero, ofrece un bien/sevicio, ( un viaje en coche un alojamiento , o porque no, una futura impresora 3D) y otros que desean ese bien y tienen el dinero y lo desembolsan.

    Esto es posible, en base a la seguridad que ofrecer un tercero, el dueño de la página, que ejerce de juez árbitro y garante entre los que ofrecen bienes/servicios y sus clientes, Sin esta tercera pata, nada funcionaría pues abundarían desaprensivos que ofrecerian inexistentes bienes a ver si en contraban algún alma cándida que les diera el dinero para desaparecer a cotinuación.

    Por ello una parte importante de la labor de la página es hacer recomendaciones tanto sobre el ofertante como sobre el cliente que faciliten a ambas partes cerrar sus tratos particulares.

    El riesgo aumenta cuando unos señores no tiene más que un proyecto avanzado de lo que quieren crear y un vídeo que lo explica, pues algo asi de bonito cualquiera lo puede conseguir en base a «tunear» cualquier cosa que ya exista.

    Si Kickstarter no tiene un medio efectivo de comprobar la realidad de lo que enseñan los ofertantes, así como de su capacidad y determinacion de llevarlo a la práctica y las recomendaciones que emite, no son fiables, en mi opinión tiene una vía de agua por debajo de su linea de flotación y o consigue taponarla, o durara poco a flote.

  • #005
    Antonio Castro - 29 agosto 2015 - 18:39

    En Internet hay muchas fórmulas para gente que desea dar a conocer contenidos o iniciativas cuyo valor aún está por determinar porque sus autores son perfectos desconocidos.

    Hay muchas plataformas que funcionan como escaparates. Estas ofrecen dar a conocer las obras y a sus autores, pero como es lógico, no existe la posibilidad de ofrecer ningún tipo de garantía sobre el resultado, porque jamás existe una evaluación previa ni la posterior apuesta sobre las obras que pueden ser literatura, fotografía, cine, música, iniciativas de negocios, etc.

    Lo que existen son escaparates donde una ingente cantidad de obras, han de luchar, supuestamente en igualdad de condiciones con todas las demás.

    Por desgracia, el primer efecto de este tipo de intermediación, es una considerable pérdida del control sobre la mayoría de los detalles relativos a la gestión de estas oportunidades de negocio.

    Este tipo de intermediarios jamás van a invertir dinero en sacar a nadie del anonimato y menos a cambio de nada. Evidentemente hay un problema generalizado de opacidad, pero no solo en algunas plataformas crowdfunding, sino en todas, aunque eso sí en muy diferentes grados. Lo mismo ocurre otros tipos de negocios que ofrecen el pasaporte para la salida del anonimato.

    No digo que todos estos negocios sean totalmente opacos, pero están gestionados por terceros y la importancia de la opacidad, aunque esta sea leve, suele tener un coste muy importante en el rendimiento de estas oportunidades.

    La salida del anonimato creo que conviene entenderlo como una labor personal por el recurrir a intermediarios demasiado pronto, suele derivar en malbaratar esfuerzos para que otros se lucren con ellos.

    No estoy diciendo que el crowdfunding no tenga posibilidades, pero antes de ponerte en manos de nadie para eso, tienes que tener un plan perfectamente pensado, para que el posible efecto escaparate que te ofertan no parta de cero.

    La labor de darte a conocer, es algo que ningún intermediario en Internet hará por ti.

  • #006
    AngelHQ - 29 agosto 2015 - 19:03

    Aunque me desvíe un poco al tema de los proyectos en sí, me gustaría decir que, en mi opinión, el que un proyecto vaya a ser financiado en su mayoría por terceros no tiene por qué ser una mala publicidad.

    En el caso de un videojuego, Shemuen III, parece ser que esto no se reconoció abiertamente hasta que el proyecto fue un éxito. La verdad es que no estoy muy informado sobre el tema, sólo vi este vídeo y pensé que podría aportar algo: https://www.youtube.com/watch?v=nnvy0yzgVWc

  • #007
    Garepubaro - 29 agosto 2015 - 22:36

    Internet generando estructuras nó validas como de costumbre, que es para lo que sirve, alguien sale forrado a costa de alguien pirateado, osea lo de siempre «vivimos en burbuja continua» y hasta la proxima …

    • David - 30 agosto 2015 - 22:39

      Y tambien sirve para publicar estupideces como la tuya.
      Desde luego Internet es un producto diabolico que habria que destruir y volver al pergamino.

      • Asier - 30 agosto 2015 - 23:15

        Espero que Garepubaro escriba que se siente insultado por el comentario de este intelectual, para que Enrique lo banee.

        En esta página es suficiente con sentirse insultado para que eso ocurra. Espero sin falta que Enrique actúe en este caso de la misma manera.

        • David - 1 septiembre 2015 - 12:15

          No hace falta ser ningun intelectual para calificar como minimo de estupidez el comentario de Garepubaro. Es lo mas suave que se puede decir de un comentario que afirma que Internet solo sirve para crear estructuras no validas.
          Califico el comentario y no al autor, Asier. Puede que este tratando de defender a algun decadente lobby, que haya tenido un mal dia o que simplemente sea estupido. No tengo forma de saberlo.

  • #011
    Xavier - 30 agosto 2015 - 19:00

    Hola Enrique, aquí un español que se ha liado la manta a la cabeza y ha lanzado un proyecto en Kickstarter creyendo haber hecho todos los deberes pero se ha encontrado con la situación que alertas en tu artículo.

    Técnicamente en Kickstarter se busca apoyar proyectos innovadores, que aporten algo útil a la sociedad. En mi caso lancé mi campaña para internacionalizar mi proyecto literario transmedia el pasado 3 de agosto. El miércoles 2 de septiembre se cumplirá el plazo marcado de 30 días. Llevo recaudados 2.266€ de un objetivo inicial de 33.500€, por lo que salvo milagro, fracasaré en financiar la campaña. A pesar de ello he aprendido muchísimas lecciones interesantes de cara al futuro.

    Una de ellas es que para financiar una campaña con éxito (dejando de lado que tu proyecto sea de calidad, interesante, etc.) se tienen que dar una de estas 3 premisas:

    1.- El equipo de Kickstarter te destaque. Como apuntas, a pesar de la teoría esto parece aleatorio o siguiendo valoraciones bastante sospechosas. De hecho, ha habido casos de proyectos que han destacado, que han recaudado grandes sumas de dinero y luego no han cumplido con los backers. Solo hay que moverse un poco en foros para ver diferentes casos de proyectos destacados que por el momento parecen haber estafado a la gente que decidió apoyarlos (muchos de ellos por confiar en ser un proyecto destacado).

    En mi caso he cumplido todas las recomendaciones que hacen para conseguirlo. No voy a entrar en si mi proyecto es la caña o no, eso ya lo valora la gente que ha entrado o podéis hacerlo si le echáis un vistazo en mi enlace. He realizado actualizaciones periódicas que aportan valor añadido al proyecto, he compartido e invertido dinero en publicidad para darlo a conocer pero nada.

    2.- Cuentas con una gran base de usuarios ya existentes y/o tu proyecto es una nueva entrega de un viejo producto muy valorado. Es el caso de Shemue (pedían 2 millones y en 2 horas lo lograron) o esta misma semana Divinity: Original Sin 2 (pedían 500.000$ y en el mismo día lo lograron).

    3.- Tienes dinero de sobra pero quieres usar Kickstarter solo como un medio para darte a conocer internacionalmente. El caso más reciente lo tenemos con Hawkers, como ya han mencionado en otro comentario.

    Personalmente, tengo una mezcla de sensaciones contrapuestas. En el aspecto negativo es la sensación de que una buena idea como Kickstarter se ha visto contaminada y viciada, por lo que ahora es más difícil conseguir financiar proyectos sin hacer «trampas». Por otro lado, también hay que reconocer que no es lo mismo hace unos años que había pocos proyectos que ahora que en un mes como agosto, teóricamente más tranquilo había cerca de 6000 proyectos compitiendo en todo Kickstarter (600 en la categoría de publicaciones que es donde estoy yo).

    Ah, y eso sin olvidar toda la industria de buitres y estafadores que hay alrededor de Kickstarter. Es lanzar una campaña y lloverte mensajes de supuestas agencias de marketing y PR especializadas que te van a llevar al cielo, pero solo quieren tu dinero vendiéndote humo. No me voy a extender más por que solo esto ya merece un post entero.

    My two cents ;)

    Xavier

  • #012
    Alfonso - 31 agosto 2015 - 09:06

    Saludos,
    No entiendo la necesidad de transparencia en la selección de los staff picks. Si lo hacen con criterios torticeros el primero que perderá dinero será Kickstarter. Es algo que se regula a si mismo porque hacerlo mal les supone pérdidas.
    Si lo que seleccionan es poco interesante para el público no sólo recaudarán menos sino que seguramente bajen las visitas a su plataforma.
    Lo que podemos es estar más o menos de acuerdo con porqué un proyecto es staff pick y otro no. Pero es algo tan subjetivo que siempre se va a producir.

    ¿También Amazon tiene que publicar los criterios para seleccionar las recomendaciones de libros?

    ¿Es Kickstarter una ONG o un organismo público o es una empresa privada?

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