Contenido y contexto

Contenido y contexto - Expansión (pdf)

El reciente anuncio de la llegada de contenidos de diversas cadenas y servicios a Snapchat me inspiró la columna de esta semana de Expansión, titulada «Contenido y contexto» (pdf), un intento de explicar el papel de las dos partes fundamentales en una red social actual: la comunicación entre usuarios entendida como tal en sentido estricto (la mensajería instantánea, el muro, etc.) y las oportunidades que la red ofrece para fomentar esta comunicación mediante propuestas que van desde el recordatorio del cumpleaños, hasta el acceso a noticias y contenidos de todo tipo.

A medida que una red social madura y evoluciona en su uso, el papel del contexto va incrementando su importancia. MySpace, por ejemplo, evolucionó muy rápido en este sentido, pasó de ser una herramienta de comunicación y expresión personal a una plataforma pensada para la compartición de contenido audiovisual, lo que la llevó a cambiar demasiado rápido desde su componente horizontal u all-purpose a uno muy verticalizado, y a fracasar en su popularización. Orkut murió, en gran medida, por no saber – o por ni siquiera plantearse, dado su origen casi «casual» y carente de estrategia como tal – dar los pasos necesarios para ofrecer ese contenido como fuente de contextos comunicativos. Por el momento, el maestro absoluto en la oferta de contexto había sido Facebook, primero con las aplicaciones (cansinas, sí, pero que incrementaban sensiblemente nuestro tiempo de uso y proporcionaban oportunidades de comunicación con amigos con los que, de otra manera, podía pasarte un año sin interacción alguna) y después con cuestiones como el vídeo o las noticias. Hoy, cuando entramos en Facebook, nos sumergimos muchas veces en un tarro de miel pegajosa que nos consume mucho tiempo, tiempo que no empleamos ya tanto interactuando con nuestros amigos, escribiendo en su muro o comentando, como consumiendo contenido de todo tipo.

La propuesta de Snapchat es mucho más interesante: contenido especialmente pensado para ser compartido en esa red, diseñado para ser atractivo a sus jóvenes usuarios, que ya casi han dejado de consumir medios de comunicación tradicionales. ¿Mi punto de especulación? ¿Qué ocurriría si esto fuese el precedente de un cambio en el mapa mediático? ¿Si, del mismo modo que se diseñan contenidos para ser consumidos en televisión, en papel o en radio, empezásemos a ver un auge de contenidos específicamente conceptualizados para su consumo en una red social determinada? Mi contenido, el que yo mismo produzco, está pensado originalmente para su consumo en esta página, por lectores que entran en enriquedans.com, y sin embargo, de una manera creciente, es consumido en algo más de siete mil mensajes de correo electrónico enviados a las siete de la mañana del día siguiente al que los escribo, en lectores de feeds, o en sitios como Facebook o Google+, en los que en muchas ocasiones cobran vida propia y generan sus propios hilos de comentarios con dinámicas de todo tipo. En entender y aprender a aprovechar esa redefinición progresiva de los medios de comunicación está la clave del éxito para un número creciente de creadores de contenidos.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Contenido y contexto

Snapchat, una de las redes que marca tendencia en la comunicación entre jóvenes norteamericanos, que llevó a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, a  replantearse sus ideas sobre la privacidad, ha anunciado un movimiento interesante: la introducción de contenido de fuentes  como CNN, ESPN, Comedy Central, Spotify y otros.

La compañía introdujo publicidad el pasado octubre, tras rechazar una oferta de compra de Facebook de tres mil millones de dólares. Un formato de publicidad respetuoso, anuncios que gustan a los jóvenes, no segmentados, a precios sensiblemente elevados para aquellos anunciantes que pretenden llegar al esquivo segmento joven que utiliza esta red.

Las redes sociales constan de dos partes: la comunicación entre sus usuarios, y el contenido. Al principio, una red puede funcionar simplemente ofreciendo herramientas de comunicación: entramos para ver qué han dicho nuestros amigos, si están de cumpleaños, o si han subido alguna foto. Con el tiempo, sin embargo, las redes pasan a centrarse en el contenido, que funciona como forma de generar contextos para la comunicación.

Hoy, la mayor parte del tiempo que los usuarios pasan en Facebook ya no están interactuando con otros usuarios, sino consumiendo contenido que estos comparten. Desde los omnipresentes vídeos de gatitos, hasta noticias, vídeos, música, etc. El contenido ofrece al usuario un contexto sobre el que construir la comunicación, una oportunidad para comentar o compartir con terceros, y se convierte en una parte inseparable de la propuesta de valor de la red social, que pasa a ser un auténtico canal de comunicación.

Pronto, muchos contenidos se generarán directamente para esos canales, con todo lo que ello conlleva. Ojo a este tema: puede terminar siendo toda una redefinición del mapa mediático que conocemos. 

 

This article is also available in English in my Medium page, “Content as context for communication«

6 comentarios

  • #001
    Gorki - 30 enero 2015 - 13:26

    Me he perdido. Liado con los contenidos y los contextos, no he sacado mucho en claro.

  • #002
    John - 30 enero 2015 - 16:02

    Enrique, el tema que abordas es muy interesante, no obstante, no he tenido muy claro el propósito de presentar la diferencia o en cualquier caso la similitud entre contenido y contexto al que haces referencia en el desarrollo de tu escrito.

  • #003
    Antonio Castro - 30 enero 2015 - 17:02

    Se trata de un problema de contínuo aumento de la desconfianza en los canales que el poder puede manipular con mayor facilidad.

    Algunos periodistas suplican a los ciudadanos que les dedique mayor atención y que les apoyen con suscripciones para que puedan seguir comiendo y así poder dedicarse a combatir la corrupción
    http://www.youtube.com/watch?v=-jLYZCKLN-U

    Es lamentable que muchos buenos periodistas estén pagando las consecuencias del descrédito al que han llegado de la mano de otros muchos compañeros. A esta periodista la dediqué una larga contestación:

    «Vencer la desconfianza de un pueblo permanentemente engañado con la colaboración generalizada de los medios de comunicación no será fácil.»

    «Una lástima que la inmensa mayoría del periodismo, el que fabrica portadas, se vendiera a los putos traidores, para poder comer y ahora tengan tanto hambre que duden de como hacer para recuperar la esencia de su profesión.»

    «Estáis pidiendo ayuda para comer a unos hambrientos que os idendifican como una parte del problema. La gente vota masivamente a corruptos y los medios de comunicación tienen mucha culpa de ello. Pagan periodistas justos por pecadores. Así de claro. Los culpables están entre vuestros compañeros».

    «Por eso la información está circulando cada vez más por las redes sociales donde existe bidireccionalidad y al cretino intoxicador de turno se le pueden cantar las cuarenta. Los otros medios se han dejado sobornar o han caído bajo el machete del poder».

    Estos son unos fragmento escogidos de la larga contestación que dediqué a una periodista que considero una víctima más. Es mucho lo que ela puede hacer para combatir la corrupción desde su profesión, pero si cree que la solución pasa por pedir a los ciudadanos el dinero que no han sabido ganarse, es que no han comprendido el problema.

    Insisto: Se trata de un problema de contínuo aumento de la desconfianza en los canales que el poder puede manipular con mayor facilidad. Yo lo veo como el comienzo de una macrotendencia imparable.

    https://plus.google.com/u/0/108551273177927022876/posts/asaRMiuLL1H

  • #004
    Gorki - 30 enero 2015 - 18:03

    Pues después del comentario de Antonio, dos nuevos elementos a añadir, la manipulación de los medios y la desconfianza del público. Aun más líado. Está visto que hoy no es mi día, comenzaremos de nuevo como si partiera de cero.

    Una segunda y detenida lectura del post de eDans, me da a entender algo que yo mantengo, pero con otras palabras, «El soporte condiciona el contenido». Es decir que un mismo mensaje, hay que darlo con diferente formato, si se destina a un periódico tradicional o a Internet, y ya dentro de Internet, si el canal elegido es un periódico digital, una pagina web, o un blog. y que así mismo, cabe hacer contenidos específicos para Facebook. destinados a buscar una difusión viral, a través de las relaciones que unen a los participantes entre si.

    Suponiendo que eso sea lo que Dans ha querido expresar en el post, conforme totalmente.

    Falta añadir a la salsa, la manipulación del poder y la desconfianza del público. Si yo pretendiera hoy manipular al publico, elegiría como mejor canal Facebook, porque mis manipulados mensajes, llagan a las personas de la mano de un amigo, por tanto, bajas un tanto la guardia de tu desconfianza.

    En mi opinión, es lo que está haciendo actualmente Podemos, que de todas las formaciones políticas, es la única que sabe utilizar bien los canales de comunicación digitales.

  • #005
    Antonio Castro - 30 enero 2015 - 20:20

    Yo creo que las redes sociales están cubriendo el hueco que, a todos los niveles, están dejando los fracasos de la industria de distribución de contenidos.

  • #006
    Gorki - 31 enero 2015 - 01:57

    #005 Antonio Castro
    Pudiera ser lo que indicas, que las RRSS sean motivadas por un fallo de los canales clásicos de distribución de contenidos, pero en mi opinión, las RRSS son nuevos canales que se suman y complementan a los tradicionales.

    Y como siempre, lo que manda en Internet es la «economía de la atención», los contenidos son muy abundantes, hay superabundancia de contenidos, (por lo que no se pueden vender por copias), pero la atención del público es limitada y se decanta por unos canales o por otros y de momento ganan las RRSS.

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