¿Justicia ciega? Los tribunales en la era de la web social

Una muy buena entrada en GigaOM, «How social media is pushing the limits of legal ethics«, me recuerda algunos temas sobre los que ya escribí anteriormente acerca de la delicada e interesantísima interfaz entre justicia y tecnología, o más concretamente, sobre cómo la función de impartir justicia puede adaptarse a los tiempos de la web social. Un tema sin duda caliente sobre el que deberían ir documentándose jueces, fiscales y abogados, porque resulta evidente que sus consecuencias ya están aquí. En Estados Unidos, la American Bar Association ya desarrolló el pasado día 22 de febrero una jornada titulada «Public understanding of the Courts in the age of new media« dedicada a discutir el tratamiento de estos asuntos.

¿Cómo manejar, por ejemplo, lo que ocurre en un jurado cuando un número creciente de sus miembros recurren a un uso de redes sociales como Twitter o Facebook, que para ellos resulta absolutamente cotidiano e inocente? Según la teoría, los participantes en un jurado deben abstenerse de discutir con nadie los detalles del caso, consultar fuentes externas o hacer investigación independiente de ningún tipo. ¿Qué hacer si una persona seleccionada para un jurado lo comenta en redes sociales, convirtiéndose por tanto en influenciable? ¿O manifiesta puntos de vista, sesgos u opiniones que afectan a su capacidad de actuación como miembro de dicho jurado? ¿Y si recibe información a través de dichas redes sociales que puede afectar al veredicto y la pone en conocimiento de otros miembros del jurado? ¿Es viable aislar completamente a todo jurado y desposeerlos de todos sus dispositivos de comunicación para evitar todo contacto con el exterior?

Pero la cosa va bastante más allá: démosle la vuelta. ¿Y si un abogado excluye a miembros de un jurado basándose en la información que sobre éstos ha conseguido recabar usando medios sociales? ¿Si puntos de vista expuestos en tu perfil de Facebook o comentarios hechos en tu Twitter hacen que seas excluído, o al revés, incluído, o incluso utilizado para determinar una estrategia de defensa o ataque determinadas? ¿Puede convertirse el tamaño del gráfico social de un abogado o fiscal en una ventaja comparativa frente a un oponente que no tenga tal acceso? Si eres un abogado o fiscal muy popular, o con muchos amigos, puedes llegar a ver detalles de la vida, posición y opinión de posibles miembros de un jurado y utilizarlos para determinar un jurado más propicio o durante el desarrollo del juicio, simplemente porque son «amigos de un amigo»… ¿Hasta qué punto puede llevarse este tema en un mundo caracterizado por una transparencia y pérdida de privacidad cada vez mayores?

¿Y la actividad en redes sociales? ¿Puede el acceso de un abogado o fiscal a un checkin de Foursquare, a un update de Twitter o a un comentario en tu muro de Facebook determinar el desarrollo de un juicio? Obviamente, su uso como parte de una investigación, con los permisos y garantías judiciales adecuadas, está convenientemente regulado, pero ¿y si se desarrolla de manera unilateral y basándose en factores derivados de la asimetría de la participación de los letrados en dichas redes sociales? ¿Y los jueces? ¿Pueden estar en una red social y tener como amigos o «amigos de amigos» a abogados o fiscales que participen en casos que están juzgando? ¿Qué pasa con esa comunicación si de alguna manera toca aspectos que puedan influir en el caso objeto de juicio, o expone sesgos que puedan ser utilizados como parte de una estrategia?

En el fondo, nada diferente de lo que lleva tiempo ocurriendo con otros medios y modos de comunicación: ¿puede un programa de televisión, aprovechando su popularidad e influencia, convertirse en un factor fundamental a la hora de obtener una confesión de un testigo en un juicio? ¿Cómo debe tratarse dicha información? Obviamente, en este punto, muchísimas más preguntas que respuestas. Pero muchas de esas posibles respuestas se adivinan interesantes, y demandan discusión y doctrina, antes de que las consecuencias de un uso potencialmente indebido de estos factores haga que nos cuestionemos si la venda que tapa los ojos de la Justicia continúa convenientemente puesta en su lugar…

13 comentarios

  • #001
    Carlos - 27 febrero 2011 - 13:07

    Bueno, yo lo veo «sencillo», pero eso es porque para mí, el tema de estas comunicaciones me parece algo normal y cotidiano. Las redes sociales, me parece a mí, son sólo un siguiente escalón en la vida social del ser humano. Plantear como algo distinto el que alguien tenga a otro alguien como amigo en el Facebook para hacer bulto en la granjita (de los co…) a que pueda tener un amigo d eun amigo «de los de siempre» al abogado o lo que sea… Pues como que no.

  • #002
    Michael - 27 febrero 2011 - 15:24

    Hola, Enrique,

    Supongo que en el fondo, hay que re-definir el significado de las palabras «privacidad, intimidad»; o aprender a vivir con la consecuencias

    Te sigo desde USA, ahora también en Twitter. No estoy al tanto, pero… ¿no tendrá que evolucionarse también el concepto y el uso del término «territorio» en el sentido audiovisual? Quizá respecto al editorial también…..

    Saludos,

    Michael

  • #003
    Krigan - 27 febrero 2011 - 16:10

    El problema son los jurados, una reliquia de la Edad Media que habría que eliminar. Pongamos que soy el que tiene la ley de su parte en un juicio (da lo mismo si soy el acusado o el demandante). ¿Qué me inspira más confianza a la hora de que el tribunal proteja mis derechos?

    Opción A: una persona que no sabemos cuál es su nivel cultural, que lo más probable es que nunca haya estudiado Derecho, ni que nunca haya estado en un juicio.

    Opción B: una persona que tiene como mínimo el nivel cultural de un universitario, que estudió y aprobó los 5 años de la carrera de Derecho, que después sacó unas durísimas oposiciones para ser juez, y que es casi seguro que ya ha juzgado otros casos (es muy improbable que el mío sea el primer caso de su vida), por lo cual las tretas de los abogados se las sabe de memoria.

    No sé qué pensaréis los demás, pero para mí no hay color.

  • #004
    celestino - 27 febrero 2011 - 17:05

    El tema es muy interesante de cara a intentar comprender como evolucionará la justicia en el mundo democrático en este siglo XXI. Pero aquí en España ahora y con la ley Sinde mas bien estamos volviendo al siglo XIX.

    Recordar que la ley de prensa de Franco sigue vigente y eso también afecta en España a las redes sociales y a Internet.

    http://www.larazon.es/noticia/6853-la-ley-de-prensa-de-franco-sigue-vigente

    “Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas, sin que pueda haber injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras”.

    14 años del “caso Hassan II” contra el Editor de LEER Victoria histórica de José Luis Gutiérrez en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos

    http://www.revistaleer.com/214/informe.html

  • #005
    Gorki - 27 febrero 2011 - 20:17

    Pues la Ley se tendra que adaptar a la realidad del mundo actual como se ha adaptado en otros campos. Pongo ejemplos cuando yo era joven (hace solo 30 años), tenia un amigo que como pluriempleo, era escribano de una notario, y copiaba los escritos del notario en los libros oficiales de Registro, porque las actas notariales se tenían que escribir en un libro oficial encuadernado y numerado para impedir que se cambiaran o se intercalaran hojas entre las actas. Hoy todos los notarios utilizan un PC. En cambio la labor notarial de enviar una carta como prueba del contenido de la misma, la cubre hoy Correos mediante el envío de burofax.

    En cambio, Correos solicitaba sobres cerrados con un cordel y un lacre con un sello (algo medieval) para aceptar cierto tipo de envíos (mi madre aun tenía una sortija sello heredada de su familia), como muestra de que el paquete no se abría antes de entregarlo al destinatario, hoy los courier te meten tu paquete en una bolsa sellada térmicamente.

    Si Notarios y Correos han actualizado sus normas lo necesario para adaptarlas a la realidad actual, igual lo podrán hacer en el campo de la justicia. Puede que haya llegado el momento de arrinconar las ridículas togas.

  • #006
    Mario - 27 febrero 2011 - 21:21

    Yo también lo leí en tus fuentes (buenaza la broma de Steve Martin). En el primer supuesto, el de Jury Duty, se trata de una obligación que el individuo asume. Ahora bien, no me extrañaría que el 99% de los jurados discutan el caso con sus esposos/as en privado y nadie se haya enterado nunca, el problema de la red social es que hace este incumplimiento visible y sancionable en lugar de privado (además de que hay que ser particularmente idiota para estar twiteando un juicio cuando acabas de jurar confidencialidad y te pueden meter adentro por desacato).

    El segundo problema no ofrece dudas, por supuesto se puede solicitar la exclusión de un jurado en base a su perfil de facebook o un tweet, es más, ahorra investigación, interrogatorio y tiempo de la corte.

    El tercer supuesto, si una de las partes no maneja las redes sociales tan bien como la otra parte pues lástima. Quizá tampoco maneje tan bien la ley penal como la otra y eso no invalida el juicio.

    El último supuesto, el de las relaciones entre partes pues sí, una parte puede ser amigo de un amigo de un amigo del juez, pero esto también podía suceder antes de internet o de facebook. Ya depende de cada cuál ser objetivo y cumplir su obligación o, si piensa que no va a poder, inhibirse. A mí me se me designó una vez para arbitrar entre dos amigos y preferí abstenerme, no por ser incapaz de dar un laudo justo, sino porque al hacerlo perdería la amistad de uno de ellos.

    La red social no puede sino ser beneficiosa para un proceso justo. Su único «peligro», que no es tal, es conocer datos de inmediato que luego podrían ser causal de nulidad del juicio.

    #003. Krigan. Uno puede ser un gran jurista con maestrías en Harvard y ser un perfecto hijo de puta o un juez corrupto. Los jurados no están ahí para hacer análisis jurídicos sino sólo para responder si, en base a lo presentado en el juicio (lo que nosotros llamamos valoración de la prueba), el acusado es o no culpable. Para eso no necesitas ningún estudio de derecho sino aplicar tu sentido común y tu experiencia de vida que es lo único que se espera de ti.
    Por eso el derecho anglosajón evoluciona sin tantos trompicones como el nuestro. Ir a la playa en tanga podía ser considerado exhibicionismo en los ’50s y ser sancionado como tal por un jurado. Hoy en día ya no hay jurado que lo considere malo sin necesidad de cambiar una letra a las leyes. Sin embargo no sería raro que nuestras leyes tuvieran algún reglamento controlista de esos que nadie se molesta en derogar donde todavía es considerado un atentado contra la moral.

    A mí más me llama la atención la facilidad con la que decretas la obsolescencia de instituciones que ni siquiera conoces. Los jurados funcionan, y funcionan bien para mis colegas en EEUU. De otro lado nuestros códigos civiles, con más de 200 años desde Napoleón, no son precisamente bebés de pecho así que nos vas avisando (a la comunidad jurídica romano-germánica) cuando los vas a considerar caducos y obsoletos para cambiar los cursos de las universidades.

  • #007
    Gorki - 27 febrero 2011 - 23:13

    #006 Mario
    Sobre los jurados populares opino como Krigan. Sin poner en duda que funcionen en USA, aunque por lo visto en las películas, es de pensar que no funcionan bien del todo, en España tenemos muchos caso de errores flagrantes de tribunales populares.

    Yo creo que un tribunal popular puede ser mucho más influenciado por la opinión publica que crean los diarios y las televisiones que por lo que se escucha en la sala de juicios y pienso, que un profesional de la justicia, es más capaz de superar esa presión ambiental que un señor particular y más aún cuando debido al egoismo de todos, las personas que forman los tribunales populares no es una representacion media de la población, sino que está sesgada hacia el grupo mas inculto menos preparade de la sociedad, pues las clases medias y altas,(que se supone mejor preparadas)m eluden ser jurados, mientras que los estratos más bajos, casi lumpen, lo buscan, pues la «paga» que dan por asistir a unos l no les compensa las molestias y a los otro les parece un ingreso muy aceptable.

  • #008
    Antonio Castro - 28 febrero 2011 - 10:05

    Ayer publiqué un Post sobre este asunto

    Véase: Los límites razonables de la libertad en Internet.

    Los ejemplos a los que me referí tienen que ver con las responsabilidades de los administradores en sitios donde cualquiera puede comentar.

    La libertad en Internet para hacer comentario termina donde empieza la libertad y los derechos de los demás. Puse ejemplos bestias para que se entienda que un administrador no puede simplemente encogerse de hombros en todas las circunstancias.

    Lo cierto es que el actual desarrollo de Internet ha cambiado el mundo y las legislaciones van adaptándose con mucho retraso. Las constituciones de todos los países y la propia declaración de los derechos humanos debería ser revisada en profundidad.

    Si a la enorme proliferación de vacíos legales añadimos leyes liberticidas como La Ley Sinde, el resultado puede ser de una absoluta arbitrariedad que pone en bandeja a los poderes del estado para actuar de forma arbitraria contra sus ciudadanos.

    Es como si las conquistas de los derechos humanos quedaran ahora incompletas con una nueva categoría de derechos no reconocidos desde el poder, y que por desgracia, nuevamente deben ser conquistados desde la acción de los ciudadanos, porque al poder no le interesa hacer nada que limite su propio poder.

    Yo percibo que se está gestando un nuevo modelo socio-político, donde Internet y los ciudadanos tendrán por fuerza un papel mucho mayor peso en la toma de decisiones que los propios políticos. Espero que eso venga acompañado de un aumento del nivel cultural, porque solo eso garantizaría que los ciudadanos no fueran tan manipulables como ahora.

    Haciendo un poco de política ficción se me antoja que, la democracia participativa, voto electrónico consultivo, transparentocracia, y algunas cosas más, pueden llegar a formar parte de un mundo muy diferente si es que antes no conseguimos mandar a la extinción al ser humano con un cambio climático extremo.

  • #009
    Krigan - 28 febrero 2011 - 10:18

    Mario:

    Corrupto puede ser todo el mundo, pero es más fácil sobornar a un camarero en paro que a un juez cuyo trabajo es seguro y su salario es elevado. Me parece que eludes la cuestión. Si tú en un juicio tuvieras la ley de tu parte, ¿quién prefieres que juzgue? ¿Juez o jurado?

    Sí que conozco la institución del jurado, en España se usa en algunos casos, y algunas de sus sentencias son para mear y no echar gota. En cuanto a tu argumento histórico, el Código de Napoleón fue un gran avance hace 200 años, mientras que el jurado fue un gran retroceso hace más de mil, en los llamados Siglos Oscuros de comienzos de la Edad Media, que es cuando surgieron.

  • #010
    Joan Jubert - 28 febrero 2011 - 23:28

    en un procedimiento de justicia «normal» aunque resulte la absolucion,como se compensan los daños morales de una condena mediatica que se produce frecuentemente antes del fallo ?? queda mucho campo para la innovacion judicial…

  • #011
    marimanta - 1 marzo 2011 - 01:26

    Bien Enrique es que lo esencial primero es dotar al sistema de ordenadores, personal y preparación… y con lo básico bien solventado… que no tiene que ver con internet sino con otras consideraciones anteriores, creo que ellos mismos darían respuesta a todas estas preguntas porque el derecho es derecho positivo, pero una parte importante es filosofía y teoría de modelos comparados, nuevos, antiguos…

    Pero lo más llamativo es que aún no habéis ejercido ninguna acción ante los insultos promovidos de instituciones subvencionadas por los españoles, como las entidades de gestión de derechos de autor, y por tanto son semipublicas como poco, quiero decir tenéis relevancia, posibilidades reales de llevar acabo una acción conjunta por las calumnias recibidas… no es que merezca prestar oídos pero es que la sociedad se los presta hasta contaminar toda buena conducta… y hay que jugar en su cancha, en lo mediático, lleváis una denuncia con envergadura y poco a poco se cambia esta manía de ellos ganar siempre en el debate nacional moralizador. La justicia no solo son los jueces, son los ciudadanos que pueden emprender acciones de grupo para reivindicar derechos… aunque dado el panorama desmoraliza, pero la suma debe hacer imparable la evolución

  • #012
    marimanta - 1 marzo 2011 - 01:43

    quiero decir antes que las redes sociales y su impacto… que hay q dotarles de una más amplia formación jurídica y tecnología, más medios… y por si solos ellos sabrán dan respuesta… sino es dar peces en lugar de la caña

    por otra lado hay magistrados de reconocido prestigio que llevan años implorando un cambio en el derecho procesal… concebido para el siglo XIX… yo me pregunto que hacen en el parlamento? es desciante pensar que solo se dedican a desarrollar leyes mediáticas o las que les dan votos para continuar en el gobierno… y los diputados no llevan ni una sola propuesta puesto que deben permanecer en el escaño el mayor tiempo posible… entonces hablar de esto es brindes al sol… porque no creo que se trate de poco número de parlamentarios, sino de que no escuchan a los que saben de cada tema… es solo política sin ningún conocimiento de nada, porque si les faltara personal podrían aumentar al doble en lugar de desperdiciar el dinero en todas estupideces (yo no confio nada en la actual situación, en la estructura política de este país, le doy por perdido como puntero y como vanguardia, pero q muy perdido).

  • #013
    Upotec - 1 marzo 2011 - 12:31

    Este tema es muy interesante a la vez que peliagudo. No cabe duda que poner los límites en este sentido va a ser altamente complicado. El uso de las redes sociales está ya tan integrado en nuestras vidas que limitar su uso va a ser practicamente imposible.

    Lo que está claro es que la justicia debe ir actualizandose en este sentido, todo este mundo de internet se reinventa cada día, por lo que o eres capaz de seguir o te irá dejando atrás, y despues será imposible agarrarlo.

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